Maddison Spencer – Bennett.Suspiré profundo, porque Leonardo tenía razón. Tenía que escoger. Y honestamente, era una decisión simple. No negaría lo que las diosas destinaron para mí. No, esta era una de las decisiones más fáciles de mi vida.Le di la mano a Alonso, le sonreí y le dije: “No hay nada que escoger, cariño. Tú eres mío y yo soy tuya. No hay nada de malo en esto. Así que, de esta, salimos juntos.”La sonrisa en su rostro se hizo amplia y brillante. No dijo que estaba orgulloso de mi decisión, pero se le notaba.“Cómo tú quieras, pequeña. Aquí vamos.”Así que, de la mano, salimos acompañados de los guardaespaldas de Alonso.Esto lo había hecho un millón de veces… caminar entre los periodistas y que te bombardeen con peguntas inadecuadas. He tenido que cultivar la paciencia para no responderles de la forma que mi cerebro gritaba por hacerlo.Y Alonso no era diferente que yo. Él también creció frente al ojo público, así que también estaba acostumbrado a lidiar con ellos. Quiz
Alonso Corleone.Entramos al palacio y los guardias nos saludaron con respeto, sin mirar a Maddison a la cara. Según el protocolo real, ningún guardia o guerrero podía mirar a la cara a las princesas ni a la reina.Claro, Hannah, a sus tiernos 12 años, no lo entendía y a menudo he sabido que les hacía bromas a los guardias para que miraran sus boberías. Warren vivía ocultando sus fechorías y bueno… los trillizos también.La consentían en todo lo que ella quisiera, por ser la menor, excepto la reina. Ella era implacable con sus cinco hijos.Llegamos al despacho de la reina y Maddison tocó la puerta. Esperamos unos segundos hasta que escuchamos: “Adelante.”La abrí y dejé que ingresara primero Maddison, tal como el protocolo lo dictaban. Las parejas de la reina debían ir detrás de ella, como una forma de respeto y protección.“Vaya… Hasta que el destino los alcanzó. ¡Ya era hora! Estoy cansada de tener que fingir que no sabía nada.”Cerré la puerta y, desde donde estaba, podía sentir la
Maddison Spencer – Bennett. Mientras hablaba con mi madre, algo dentro de mí me hizo ponerme en modo alerta. Sabía que algo sucedería. En el momento en que me disponía a contestarle a Alonso, la puerta se abrió y el olor a la hembra que estaba ingresando a la oficina me hizo ver todo rojo. De pronto, me sentí como poseída por otro ser que no era yo. Uno fiero que necesitaba destruir cualquier atisbo de amenaza… Necesitaba eliminar cualquier competencia… Él era mío. Un gruñido salió de mi boca, el cual me dejó totalmente sorprendida. Jamás he emitido un sonido de esa magnitud. Fue como si fuera un pasajero dentro de mi propio cuerpo. “¡APÁRTATE, PUTA! ¡ÉL ES MÍO!” —dije gruñendo, sin poder contener la ira en mis venas. La mujer se quedó paralizada. Ya sabía que cuando una Lycan se sentía amenazada, era extremadamente violenta. Y si a eso se le agregaba de que soy la heredera al trono y poseo magia, me convertía en una verdadera amenaza. Alonso se giró hacia mí y me ronroneó, mien
Alonso Corleone.En el segundo que escuché decir a la reina que debía reunirme con Crystal, supe que viviría en un puto infierno… No tenía la mínima intención de volver a verla, pero ahora, tenía que reunirme con ella.¡Arg! Ya era bastante difícil manejar mi propia inseguridad con respecto a Maddison y sus otras parejas como para también tener que lidiar con los celos burbujeantes de ella y su loba.Ankor intentó vincularse con Kallie, pero ella le cerró la puerta de su mente. Era algo que pensamos que sucedería.Suspiré profundo y dije: “¿Es necesario? Honestamente, no quiero hacer sentir incómoda, Maddison.”Durante todo este tiempo, no dejé de trazar pequeños círculos en la mano de mi pequeña pareja, intentando calmarla.“Lo siento, Alonso. Al parecer, Crystal no es tan inocente como nos hizo creer. Jamás te pediría que la enfrentaras, de no ser necesario. Quiero ella sepa que no puede amenazar a la familia real.”Maddison le dijo: “¿Lo que tú quieres es que Alonso la ponga en su l
Maddison Spencer – Bennett. Después de que Alonso se fue acompañando por Warren, mamá se reunió con el equipo de publicidad para poder entregar las declaraciones a través de la televisión. Hacerlo de esa forma, le permitía manejar lo que iba a decir, sin tener que preocuparse de responder preguntas inadecuadas. Yo aproveché ese tiempo para mover mis cosas a mi nueva habitación. Acompañada de las empleadas del palacio, me ayudaron a hacer el traslado. También, Leonardo y Kate trajeron las cosas de Alonso. Así que mi tarde fue bastante ajetreada. Una vez listo eso, volví a la oficina de mamá, pero antes de entrar, la voz melodiosa de Kate me detuvo diciendo: “Tenemos un problema, princesa.” Fruncí el ceño, confundida. “¿De qué hablas?” Suspiró y dijo: “Hablo de esto.” —me entregó su iPad. Enseguida, la cara de Alonso estaba en toda la pantalla, con el encabezado que decía: ¡Escándalo! El CEO Alonso Corleone dejó a su novia de tres años, embarazada, por la princesa Maddison Spencer
Tercer punto de vista.La pregunta que estaba en la cabeza de todos y que no había respuesta. Alonso le había jurado a Maddison que nada había pasado y ella le creyó, así que ver la noticia, la dejó impactada.“Ya recordé lo que pasó. Comienza a explicar, Alonso. ¿Dejaste embarazada a Crystal?”Se quedó mirándola con los ojos muy abiertos y en completo silencio. Los segundos parecieron horas para ella.Suspiró y dijo: “No. Te dije que nada pasó con ella. Es más, logré que firmara la finalización del contrato y le había pedido a Leonardo que la vigilara porque sabía que saldría con alguna m****a como esta.”Ahora fue ella la que se quedó en silencio. Alonso frunció el ceño y dijo: “Y de verdad que me ofende que no confíes en mí, Maddison.”“Alonso, yo…”“Yo nada, Maddison. Es mi nombre el que está en la boca de todos. Soy yo el que perdió a su mejor amiga, o eso creí que era. Lo único que necesitaba de ti, era tu confianza. Así que gracias, pareja.”La culpa la invadió completamente. Se
Maddison Spencer – Bennett. Después de que tomé el baño para relajar mis nervios, me dormí. Durante todo ese tiempo, no tuve noticia de Alonso, lo cual me hizo enojar… no, raya eso. Estaba tan encabronada. Yo creo que me dormí solo por la rabia. No sé qué hora era, cuando escuché ruido. Me senté en la cama, intentando mirar en la oscuridad. Rasqué mis ojos, queriendo despertar. “No quise despertarte, lo siento.” —La voz ronca de Alonso hizo que me despertara de inmediato. Fruncí el ceño. “¿Dónde carajos estabas? ¿Acaso tienes idea lo preocupada que estaba?” Él me miró en silencio, mientras se desabotonó la camisa, también con el ceño fruncido. “No es de tu incumbencia, Maddison.” —Me dijo cortante. ¡¿Y quién se ha creído que soy yo? ¿Acaso cree que soy una de sus empleadas?! Con la ira bombeando a mil, tomé una de las almohadas y se la lancé en la cara. Él se quedó mirándome, con los ojos muy abiertos, totalmente sorprendido. “No me respondas de esa forma, Alonso. Recuerda bi
Alonso Corleone.Después de los acontecimientos ocurridos el día anterior, no pude dormir en toda la noche. Por lo tanto, ocupé ese tiempo valioso en coger incansablemente a mi pequeña pareja.No quería que notase de que no quería hablar. La comunicación era algo con lo que siempre había luchado. No siempre se me daba bien y, a menudo, terminaba cagándola aún más. Así que hice lo que mejor sabía hacer: esquivar.A la mañana siguiente, me levanté antes de que el sol saliera. Tenía muchas cosas por hacer, si es que quería terminar con la careta de Wilma.Hace dieciséis años, cuando quiso secuestrar a Maddison, junto con el beta del ex rey Harry, Wilma fue sentenciada a cadena perpetua por sus crímenes cometidos.Durante diez años, Wilma demostró buena conducta y solicitó una rebaja en su sentencia, en donde se le aceptó y, hace un año, salió en libertad condicional.Warren creyó que su hermana se había rehabilitado del lavado de cerebro que le había realizado el ex rey, su padre, pero,