Una vez que Ariam estuvo en suelo americano, respiró con tranquilidad, caminó con su hermana tomada de la mano, caminaron hasta el lugar donde le había indicado Pancho que estaría su amigo esperando pero cuando llegó al sitio, se dio cuenta que el amigo de su padre las había traicionado, Haru y sus hombres era quien las esperaba.
La chica miró a su alrededor, vio que había mucha gente alrededor, aquello no era como en su país, allí Haru no tenía tanto poder, así que lo único que se le pasó por la mente fue armar un alboroto así que agarró fuertemente a su hermana, entraron corriendo a una tienda de comida y comenzó a voltear las mesas a gritar como loca, armó tal escándalo que sabía que la policía llegaría al lugar, la gente comenzó a formarse alrededor por lo que Haru no pudo agarrarlas, era tanta la cantidad de curiosos que le permitió escaparse por la parte de atrás del local con la niña. Corrieron hasta quedar sin fuerza, se pararon frente a una iglesia.
Ariam sabía que no podía continuar con su hermana, eso significaba exponerla al peligro.
—Dani —dijo Ari agachándose para ver a su hermana a los ojos. — No quiero hacer esto, pero es necesario que nos separemos.
La niña la miró horrorizada.
—No quiero separarme de ti —la chiquilla se aferró al cuello de su hermana.
—Mi amor, nunca me apartaré de ti, ni te dejaré sola, pero es necesario que aleje a esos hombre de nosotras, no quiero que nada te pase, por eso tengo que hacer esto sola, quiero que entres a la iglesia y me espere que vendré por ti.
—No quiero, no quiero.
—Dani, si no alejo a esos hombres de aquí, nunca tendremos una vida tranquila, te prometo que volveré por ti.
—Papá dijo lo mismo y ya viste como… —la niña no terminó porque comenzó a llorar.
Ariam la separó de ella, le limpió las lágrimas y la miró a los ojos.
—Mi chiquita, volveré, será un par de horas como mucho, no hay poder en esta tierra que me aleje de ti, ¿lo sabes, verdad?
La niña asintió.
—Muy bien, entra allí en la iglesia, no salgas, yo te buscaré ¿De acuerdo?
Dani asintió.
Ariam abrazó a su hermana, se le partía el corazón dejarla allí sola pero no podía seguir exponiéndola al peligro.
Una vez que se aseguró que su hermana estuviera bien, regresó hacia donde se encontraban sus perseguidores, estos al verla no dudaron e ir hasta ella, Ariam corrió en sentido contrario, haciendo todo lo posible por alejarlos del lugar donde se encontraba su hermana.
Corrió y corrió sin rumbo fijo, su fuerza disminuyo por eso Haru y sus hombres la acorralaron en uno de los puentes de la ciudad.
—Entrégame esa puta memoria, que me tienes hasta los huevos.
—Nunca te la daré, maldito, tendrás que matarme así como lo hiciste con mi padre.
—Ya viste, como terminó él, Pablo, un insigne miembro de la Yakuza, murió en mis manos como el traidor que era.
Ariam se quedó helada con la información que el monstruo de Haru le estaba revelando, su padre era miembro de una mafia, era un delincuente, ahora todo cobraba sentido.
—Contigo será mucho más, fácil, así que no agotes mi paciencia y dame la memoria —Haru se fue acercando mientras la apuntaba con su arma.
Ariam estaba acorralada, ya no tenía a donde ir, si Haru la atrapaba no le esperaba nada bueno, y no volvería a Dani, no podía fallarle a su hermana, miró hacia abajo del puente, prefería saltar de allí que caer en manos de ese monstruo, se subió rápidamente sobre los muros y se lanzó.
Haru y sus hombres corrieron hacia el puente para ver el cuerpo de Ariam, pero vieron como ella cayó encima de un camión que llevaba unos desperdicios y le mostraba los dedos medios de sus manos.
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Una vez que estuvo lo suficientemente lejos Ariam se bajó del camión, una vez fuera vació su estómago, aquel viaje era el peor de su vida. Parecía un zorrillo apestoso, por lo que no le quedó otra alternativa que alquilar un cuartucho de un motel, para darse una ducha y cambiarse de ropa, para luego regresar rápidamente a buscar a su hermana.
Una vez lista así lo hizo, tomó un autobús de regreso, no podía estar tranquila hasta que estuviera con Dani.
Era de madrugada cuando llegó a la iglesia, no le importó la hora que era, necesitaba llevarse a su hermana de aquel lugar.
—Que son horas de tocar y de esa manera —dijo un hombre cuando abrió la puerta.
—Lo siento es que necesitaba buscar a mi hermana.
—Igual no es manera de tocar jovencita —le reprochó el hombre que era el sacerdote de la iglesia —como se llama la hermana que buscas con tanta urgencia, las novicias a esta hora, no le es permitido salir de sus habitaciones.
—No busco a ninguna novicia, busco a una niña de ocho años que es mi hermana, se quedó aquí esta tarde.
—Aquí no hay ninguna niña.
—No puede ser, yo la dejé aquí, ella entró a la iglesia.
—Hija, puedes entrar y buscar por todo el lugar, aquí no hay ninguna niña.
—No puede ser, no puede ser —dijo Ariam desesperada —donde está mi niña, oh Dios mío.
—Quizás la chiquilla salió y fue a casa de alguna de sus amigas, ya sabes cómo son los niños.
Ariam negó con la cabeza.
—Llegamos al país apenas hace unas horas —respondió Ariam sollozando, imaginándose infinidades de cosas en su cabeza.
La chica se limpió las lágrimas y dejó de hablar con el religioso abruptamente y comenzó a buscarla por las calles aledañas, pero no encontró nada.
La desesperación y la angustia hacía mella en ella a cada minuto que pasaba, pensó que allí parada en medio de la calle sin conocer a nadie, no iba a servir de mucho para encontrar a su hermana, así que hizo lo que tenía que hacer ir en busca de Costello, él la ayudaría a encontrar a Dani.
Ariam era una chica fuerte, pero el asesinato de su padre y ahora la desaparición de su hermana estaba haciendo mella en ella, no había dejado de llorar en ningún momento pensando en como estaría su niña, si tendría frío o hambre.El dolor era insoportable, después de agarrar un autobús que la llevó a la ciudad de Los Ángeles, revisó la dirección en su móvil, estaba cerca, caminó una cuantas cuadras que era lo que le faltaba por llegar, iba pasando por un callejón, cuando vio a un hombre peleando con una mujer, la tenía arrinconada en la pared, la había golpeado porque la chica tenía sangre en la cara.Ariam se debatió entre seguir su camino o intervenir en aquello, pero el grito de la chica la hizo decidirse, ya que el hombre tenía la clara intención de abusar de la mujer.Ari fue corriendo hacia la pareja, vio un palo de madera tirado en el piso, lo agarró y sin pensarlo mucho le dio un palazo al hombre con todas sus fuerzas en la cabeza. El sujeto cayó al instante en el piso, Ariam
La mirada de Costello era un punto interrogativo despiadado.—¿Y tú que haces aquí? —Le preguntó de malas maneras, evidentemente la recordaba.La voz severa de él, la hizo reaccionar.—Soy la hija de Pablo Cairuz.Él se quedó mirándola, haciendo que Ariam se sintiera nerviosa de repente, se quitó de la puerta y dejó que ella entrara.—¿Qué le pasó a Pablo? —Preguntó Costello.Ariam que no era parca de palabras, de repente se sentía cohibida antes aquel hombre, aquella noche en el callejón, le parecía feroz y aterrador, lucía exactamente igual, a pesar de llevar una barba de al menos tres días en las mejillas, era un hombre dominante, su sola presencia inundaba la estancia por completo con su cuerpo monumental, Ari no tenía miedo más bien se encontraba deslumbrada con el amigo de su padre.—¿Qué le pasó a Pablo? Le volvió a preguntar él con impaciencia.—¿Cómo sabes que le sucedió algo? —Preguntó Ari sorprendida.—Si estás aquí buscándome, usando el apellido de mi madre, solo puede s
Derek estaba cabreado con Ariam por haberlo chantajeado, pero quería esa lista, si los Yakuza se quedaban, si sus padrinos, serían tan vulnerables que podían aplastarlos sin ningún problema, quedarían reducidos a cenizas, poder acabar con esos malditos, era una tentación muy grande, que él no iba a desperdiciar y ninguno de sus hermanos tampoco lo harían, si tenía que perder su libertad por un par de años lo haría gustoso con tal de tener a los Yakuza en sus manos.Derek llamó a un abogado para que redactara el acuerdo prematrimonial donde se establecía que el matrimonio duraría tan solo un par de años, de los cuales ninguno de los dos cónyuges estaban obligados a mantener relaciones sexuales, además, una vez casados, Ariam estaba obligada a darle lo que le había prometido.El abogado hizo los trámites.Ariam dejó el departamento de su nueva amiga Nilvia para irse a vivir en el apartamento de Derek, él no era el señor amabilidad en lo absoluto en su habitación, solo había un colchón y
Harú huyo del país y se refugió al otro lado de la frontera, una vez que estuvo medio recuperado, se mantuvo en las sombras, porque no quería a alertar a los hijos del escorpión que seguía vivo, porque ellos no descansarían hasta matarlo.Una vez que estuvo bien resguardado, se comunicó con el jefe de la Yakusa.—Keniche, tengo información importante.Keniche no solo era el jefe de los Yakuza, sino también el esposo de su hermana, por eso Haru tenía tanta importancia dentro de la mafia y le importaba la lista que Ariam tenía en su poder.—¿Qué información? —Le preguntó Keniche.—Sé donde está la lista de Osaka.—¿Dónde está?—La tiene la hija de Pablo.—¿Por qué la tiene ella y no tú? Ya debería estar en tu poder.—Lo intenté, pero ha buscado la protección de uno de los hijos del Escorpión, me hicieron un atentado.— Haru, has hecho bien en informarme, yo me encargaré de obtener la lista y de eliminar a todos los testigos, aunque para eso tenga que aniquilar a los hijos del Escorpión
En ese instante llegó Derek, acompañado con tres de sus sombras, así la gente llamaba a sus hombres.—¿Qué sucede aquí? —preguntó al ver a Cecil un poco perturbada y a Ariam sonriendo.—¿Me puedes explicar lo que está diciendo esta mujer? —Preguntó Cecil con arrogante elegancia. —Dice que es tu prometida.Derek se quedó mirando a Ariam, ella tenía una picardía en su rostro, de como quien ha sido descubierto haciendo una travesura, evidentemente estaba disfrutando con lo que sea que había pasado entre ellas.—Es cierto —respondió él con impaciencia.—¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo? —Preguntó Cecil con incredulidad.—Lo se, es complicado, pero las cosas no son lo que parece. —Explicó.Derek sentía una fuerte atracción hacia Cecil, pero él era un hombre que conocía perfectamente el mundo donde se encontraba, y del que formaba parte, por eso jamás tendría una relación más allá del sexo, las debilidades eran muy malas para el negocio.—¿Quién es esta mujer que aparece de la
Ariam y Derek salieron del departamento, afuera ya estaba el vehículo que en el que se iría, era un viejo Cámaro del 67, al verlo Ariam quedó fascinada porque le encantaban los carros, de inmediato recordó las horas que su padre y ella pasaban en el garaje arreglando su Mustang del 65, era su posesión más valiosa, los coches y la pasión por ellos, era el vínculo perfecto, entre Pablo y ella, sintió una opresión al recordarlo.Ariam pasó la mano por la carrocería del vehículo.—¿Te gusta? —Le pregunta de Derek que la observaba atentamente, la sacó de sus tristes pensamientos.—Sí, me encanta. —Respondió ella con sinceridad.—Entonces, conduce —Derek le lanzó las llaves que ella agarró al vuelo.—¿Me vas a confiar esta preciosura? —Preguntó Ariam con incredulidad.—Eres hija de Pablo, me imagino que heredaste sus habilidades.Ariam no dijo nada, sino que, emocionada, abrió la puerta del coche, una vez adentro colocó las manos en el volante y disfrutó la sensación de tocar esa joya del
—Habla de una maldita vez —gritó Ariam que seguía apuntando a la mujer.La mujer entró en pánico al ver lo decidida que estaba la chica de atentar en contra de ella, lo veía en su cara, podía percibir que estaba dispuesta a lo que sea.Derek no le quitaba los ojos de encima a Ariam, a pesar de que parecía un cervatillo asustado, tenía lo suyo, era de un espíritu fuerte y eso lo tenía gratamente complacido.—Se la llevaron unos hombres —dijo la directora abruptamente.—¿Quiénes? —Preguntó Ariam.La mujer se paró de su asiento, nerviosa.—Aquí yo no gano mucho dinero, tengo una familia que mantener…—Dígame quienes fueron los que se llevaron a mi hermana, no me interesa su maldita vida —gritó Ariam enojada.—Se los llevaron unos traficantes.—¡Oh Dios mío! ¿Quiénes son esos traficantes? ¿Por qué se la llevaron a ella?—Son de Suramérica, no sé nada más… No solamente se la llevaron a ella, sino a otros chiquillos.—¿Para qué se llevan a los niños? — Preguntó Ariam conmocionada.—Son maf
Keniche jefe de la Yakuza vio a los niños, cuando pasaban en fila enfrente de él.—Muy buena la mercancía de este mes, a nuestro negocio le irá muy bien con estos chiquillos, entrénenlos, los quiero en la calle en una semana distribuyendo el polvo.—Es muy pronto jefe —le dijo su subordinado — además me ha llamado la directora del orfanato advirtiéndome que alguien fue a reclamar a unos de estos mocosos, dijo que era gente peligrosa.Keniche se quedó pensativo.—Entonces hay que usar la táctica de la persuasión, ya sabes lo que tienes que hacer y traslada a estos chicos a otra de nuestras ciudades y ponlo en las calles pronto.—Muy bien, se hará como usted diga.Keniche sonrió complacido.✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨Ariam estaba frustrada, nerviosa, crispada, el tal Mario les había dicho que a los niños se los habían llevado a Suramérica, pero que no sabía a qué país y por más que Derek lo amenazó y golpeó, el hombre no dijo nada más.No quería ni pensar en lo que estaba pasando su hermana en ese ins