Después de un momento súper intenso, Ariam estaba abrazada a Derek y decidió soltar todo lo que le había pasado con su hermana Dani. Ella le contó los horrores que habían vivido a manos de los Yakuza.Ariam estaba llena de tristeza, rabia y culpa mientras le decía a Derek cómo se sentía por no haber podido proteger a Dani cuando más lo necesitaba. Pero él la abrazó fuerte, le dijo que no era su culpa y que había hecho todo lo que pudo en ese entonces.En la oscuridad de la habitación, él la escuchó atentamente, le acarició la cara y secó sus lágrimas. Con mucha paciencia, le recordó lo valiente que había sido al enfrentar todos los desafíos que la vida les había tirado, y cómo había luchado sin parar para encontrar a Dani y darle una vida mejor.Se quedaron abrazados en silencio, encontrando Ariam paz y tranquilidad en los brazos de Derek hasta que finalmente el sueño los venció y se quedaron profundamente dormidos.En medio de la madrugada, una tormenta furiosa se desató con intensa
✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨Después de un desayuno algo tumultuoso, las cosas comenzaron a tomar un rumbo más favorable a medida que avanzaba la mañana. Una vez que Derek se retiró.Un poco más tarde llegó Nilvia, como solía hacerlo todos los días. La mujer estaba al tanto de todo lo ocurrido con Danis y, siendo tan extrovertida y experta en tratar con niños, no le costó nada conquistar rápidamente el afecto de la pequeña. Con una sonrisa cálida, invitó a Danis a pasar toda la mañana en la piscina, prometiéndole un tiempo lleno de diversión y emocionantes aventuras acuáticas.Ariam, estaba enormemente agradecida, porque su día estaba muy complicado y no tenía con quien dejar a la pequeña.—Que bueno que Danis te ha aceptado, porque a Derek no le quiere ni hablar.Nilvia soltó una carcajada.—Como se ve que es una niña, porque mira que no querer ver al jefecito —dijo la mujer con socarronería.Ariam puso los ojos en blanco —Tengo un día complicado, hoy Derek me ha invitado a cenar y quiero ir a compr
Capítulo 40Derek, llamó a Pavel. La tensión entre ellos no había disminuido ni un ápice, y esa llamada solo prometía intensificarla. Pavelal ver quien lo estaba llamando se preparó para la confrontación porque sabía que no lo estaba llamando para nada bueno.—¿Qué quieres, Derek? ¿Cuál es el motivo de esta llamada?Derek, sin rodeos le dijo cual era el motivo de la llamada sin ningún tipo de contemplaciones.—Escucha bien, lo que te voy a decir, tu despreciable amante, a esa que es tu favorita, es una zorra que te engaña con uno de tus propios hombres. Si no quieres convertirte en el hazme reír de la organización, te aconsejo que pongas fin a esta situación de inmediato.Las palabras de Derek golpearon a Pavel como una bofetada. La ira se apoderó de Pavel, desatando un torrente de emociones explosivas.—¡Maldita sea, Derek! ¿Cómo te atreves a decirme esto? Mientas, Jimena sería capaz de engañarme.—Por favor, Jimena es una puta, que con tal de conseguir lo que desea se acuesta con e
Jimena estaba completamente ajena a lo que se estaba gestando a su alrededor. Inocente e ignorante, desconocía las sombras que se cernían sobre ella, dispuestas a consumirla por completo. Después de pasar el día entregada al vicio de las compras, regresó a la mansión de Pavel. Una sonrisa maquiavélica adornaba su rostro, pues sabía que había logrado eliminar a Ariam de su camino, y solo era cuestión de tiempo antes de que Derek volviera a postrarse a sus pies.Al ingresar a su lujosa habitación, fue seguida de cerca por dos sumisas empleadas que acomodaron todos los paquetes a un costado. Jimena pensó en Rigoberto, su amante de turno, cuya mera presencia exacerbara sus deseos más oscuros. Cuando la euforia invadía su ser, el hambre sexual se incrementaba desmesuradamente, y aquel hombre sabía cómo satisfacerla de la manera más exquisita. La mera idea de su lengua experta devorando su coño la hizo estremecer de anticipación.Decidió darse un baño relajante en la lujosa tina de mármol.
Pavel se regocijó en su papel de verdugo, dedicando horas interminables a torturar a Jimena de las formas más sádicas y retorcidas que su mente perversa podía concebir. Aunque Jimena poseía una fortaleza espiritual envidiable, incluso para él, aquel asalto implacable resultaba casi insostenible. Sin embargo, no se rendía fácilmente.¿Dónde está tu valentía ahora, Jimena? — Preguntó Pavel con una risa malvada, —Pensaste que podrías resistirme, pero es imposible, no debiste jugar conmigo. Dime los nombres de tus malditos juguetes que utilizaste para satisfacer tu ego insaciable. ¡Confiesa todos sus nombres, uno por uno!—¡Nunca lo sabrás! No te daré el placer de verme humillada y rendida ante ti. Puedes torturarme, pero nunca obtendrás esa satisfacción. —Respondió gimiendo de dolor.—Quise ser bueno contigo, pero me obligas a seguir doblegándote —Riendo él con histeria.Pavel continuó torturando a Jimena hasta que la mujer finalmente cedió a la presión. A medida que la tortura se intens
Derek se apresuró al hospital tan pronto como resolvió las cosas con Jimena. Nunca esperó encontrar a su esposa en coma. La caída había sido brutal, dejando a Ariam con graves heridas y su cerebro inflamado peligrosamente. Fue colocada en un coma inducido para reducir la inflamación. Al llegar al hospital, Nilvia ya estaba allí, sosteniendo a la pequeña Danis en sus brazos. La niña lucía pálida y tenía los ojos hinchados y llorosos. A pesar de su sufrimiento, aún miraba a Derek con hostilidad. Sin embargo, en ese momento, la única atención de Derek estaba en Ariam. No estaba preparado para perder al amor de su vida. La habitación del hospital estaba sumida en un silencio sepulcral, solo interrumpido por el suave zumbido de los equipos médicos que rodeaban la cama de Ariam. Cables intrincados se entrelazaban a su alrededor, conectados a monitores que parpadeaban y emitían pitidos rítmicos, registrando cada latido de su corazón y cada bocanada de aire que tomaba. Los tubos intravenosos
Ariam había tenido una noche muy difícil, un par de hombres le habían hecho la vida imposible, tratando de propasarse todo el tiempo, si no hubiera sido por los chicos de la seguridad, otra vez habría quedado sin empleo, por de una cosa estaba segura, ella no iba a permitir que nadie volviera a ponerle una mano encima sin su consentimiento.Iba meditando mientras caminaba, estaba tan ofuscada que no se dio cuenta de que la calle se encontraba sola, que las bombillas que siempre estaban encendidas esa noche, estaban apagadas, tampoco se dio cuenta de que no era nada bueno que una chica que iba media desnuda, porque la minifalda que la obligaban a utilizar en la discoteca donde trabajaba de mesera, no cubría absolutamente nada.Unos gritos de un hombre fue la alarma que la sacó de sus cavilaciones, y en ese momento es que fue consciente del peligro que estaba corriendo. En lugar de continuar su comino y salir de esa zona peligrosa, no pudo resistirse a prestar ayuda a esa persona que g
Arian al escuchar la discusión dentro de su casa se levantó inmediatamente, se levantó, sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta.Su padre se encontraba con Haru su mejor amigo, le pareció extraño que estuvieran discutiendo, el hombre tenía agarrado por las solapas de camisa a su papá, cuando la vio entrar, Haru se le quedó mirando, soltó al padre de Ariam y salió de la casa furioso.—¿Qué pasó aquí, papá? —Le preguntó la chica a Pablo. —¿Por qué discutías con Harú?—Tenemos que hablar Ariam —dijo el hombre contrariado.Su padre ya era un hombre entrado en años, su rostro surcado con arrugas y su cabello canoso, daban cuenta de lo mucho que había vivido, aunque sus ojos verdes eran vivaces como los de cualquier adolescente, mismos ojos que ella había heredado.—Ven conmigo ahora mismo —Pablo agarró de la mano a su hija y la llevo hacia el sótano.Muy poco, Ariam, solía ir a ese lugar, ya que su padre era muy hermético con ese sitio.Al entrar, Pablo encendió la luz y buscó entre