CAPITULO 4 REPERCUSIÓN.

Desperté al día siguiente, aún abrazada de Armando, que dormía profundamente, era la primera vez, desde hacía dos años, que un hombre, literalmente, dormía en mi cama.

Había querido vengarme, pero lo que había pasado, fue lo más dulce y apasionado que jamás habia experimentado.

- Buenos días, preciosa - dijo Armado cuando abrió los ojos, se acercó y me besó tiernamente.

- Hola, ¿ tienes hambre?

- Mucha, quisiera ducharme primero, si no te molesta.

- Adelante, la ducha es toda tuya- me levanté y me vestí, fui a la cocina a preparar el desayuno, no tenía mucho, ya que casi no pasaba tiempo en el departamento. Hice algo rápido, huevos y café.

Armando apareció duchado y vestido, se veía muy sexy con su cabello húmedo. Desayunamos, y al terminar él se preparaba para irse, así que tenía que hablar con él.

- La pase muy bien anoche y yo solo quería. . .

- ¿ Qué pasa?¿ hay algún problema?. - dijo mientras se ponía su chaqueta.

- Te dije que tu hermano es muy estricto con las relaciones laborales, - dije sin mirarlo - no debe saber que tú y yo. . .

- Preciosa, no te preocupes, - dijo levantando mi cara con su mano - de momento, no diré nada, pero ten por seguro que, si esto entre nosotros llega a más, yo mismo se lo diré. - me besó y se marchó.

Eso es lo que más me temía, ya que la reacción de Alejandro podría llegar a ser violenta.

***

Era domingo, había traido algunos pendientes a casa y estaba trabajando en ellos en mi portátil.

Al medio dia, recibí una llamada de Armando pero decidí ignorarlo.

Más tarde tocaron a mi puerta, y al abrir lo encontré frente a mí, con su mirada penetrante.

-¿ No contestas mi llamada? quería invitarte a comer.

- Lo siento, estaba trabajando - eso no era mentira - ¿ Quieres pasar?. - dije algo dudosa.

- No quisiera interrumpirte.

- No es nada urgente, se lo que. . . quiere tu hermano, asi que siempre trato de estar un paso adelante.

- Bien, en ese caso. . .

Entró, me tomó entre sus brazos y me besó, de una manera que Alejandro jamás lo habia hecho.

- Me gustas mucho Sofía - susurró cerca de mi oído- lo que pasó ayer,- dijo separándose un poco - no lo había hecho con nadie, no soy un hombre de impulsos, no sé que me pasa contigo.

No dije nada, de repente me sentí mal por haberlo utilizado, era un buen hombre y no quería lastimarlo, porque sabia que estaba enamorada de Alejandro, aunque también sentía una fuerte atracción hacia él.

- No pienses en nada, solo vuelve a besarme.

El sonrió, y me besó tiernamente, después mordió mis labios y se separó, dejándome con ganas de más.

Abrí los ojos y lo encontré mirándome.

- No puedo seguir, o no saldremos de aquí, vamos a comer, y después vemos que sucede.

Entonces, salí con él, otra vez, debo admitir que me gusta mucho, y hacía mucho tiempo que no tenía una cita normal, él era muy divertido, y teníamos muchos temas de conversación.

Volvimos a mi departamento, y él me miró de esa forma tan suya, que hacía que me derritiera.

- ¿Que quieres hacer? - murmuró.

- Quiero que entres y me hagas tuya. - dije directa, él se sorprendió por mis palabras y luego sonrió.

*

Lo hicimos por un par de horas, disfrutando de nuestros cuerpos, estaba sorprendida por su capacidad de recuperación. Pero después de la tercera vez, ya estaba exhausta.

- Para, por favor, o no podré levantarme mañana.

El rodó a mi lado, con una sonrisa satisfecha.

- Lo siento, me dejé llevar. Es que no me canso de tí.

- Si, pero ya debes irte, tengo que terminar lo que estaba haciendo o mi jefe me despedirá.

- Sabes que yo también soy tu jefe.

- Pero tú no me contrataste, asi que vete ya - dije empujándolo de la cama. El se rió.

- Esta bien, me iré, - se levantó y se vistió sin prisa, - te veré mañana - se acercó y me besó intensamente - adiós preciosa.

***

Llegué temprano a la oficina, debía tener todo organizado para la llegada de Alejandro, había infinidad de citas que debía atender.

- Sofía, mi agenda. - me llamó.

Entre con la agenda y mi libreta para tomar notas, traté de ocultar mi enojo, aunque ya había disminuido un poco, tal vez por tanto sexo que tuve durante el fin de semana.

- Siéntate, tenemos mucho trabajo.

Escribí todo lo que me dijo, sin levantar la vista de mi libreta, hasta que hizo una pausa, lo que me obligó a verlo.

-¿ Eso es todo?.

- No, no es todo, ¿Con quien saliste ayer?

- ¿Cómo dices?, estuve en casa, adelantando el trabajo.

Se acercó y levantó mi cara, viéndome a los ojos.

- No me mientas Sofía, saliste con un tipo ayer, no se quién, pero tardaste en regresar.

- Si salí o no, no debe importarte - dije levantándome - tú te fuiste de vacaciones con tu esposa y no me dijiste nada - respondí molesta.

-¡ No tengo porqué decirte lo que hago con mi familia! eres mi asistente, y aunque eres mi amante, no tengo la obligación de informarte nada.

- Entonces tampoco exijas que te diga nada.- dije entre dientes.¿ Eso es todo señor?

- Eso ya lo veremos.

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