Trevor se las ingenió para llegar al hospital antes que la prensa, sabía que eso sería una locura, su mujer como siempre decidió terminar la presentación y no cortarla en cuanto sintió la fuente romperse. ―Si sigues mirándome de esa manera conseguirás matarme. ―Karman respiró profundo cuando el dol
―Para seguir siendo el rey alfa, debe tener a un heredero. ―Lo miró a los ojos. ―No puede perder más el tiempo, su esposa debe concebir cuanto antes. ―Trevor asintió. ―Ya estamos en eso, mi mujer quedará embarazada antes de que puedan exigírmelo nuevamente. ―Ladeó su sonrisa. ―Y cuando eso pase, ha
Karman respiró hondo al entrar al hospital y no borró su grandiosa sonrisa ni le quitó la mirada al doctor que la observa desde más allá, pero inevitablemente desvió su mirada para seguir con su camino, finalmente había pasado el día y sus óvulos estarán congelados y listos para esperar a que su amo
Karman reaccionó de manera instintiva y cerró la puerta con fuerza, pero no lo suficiente, Trevor logró evitar que se cerrara, al verlo entrar a su casa, corrió a la segunda plata directo a la habitación para encerrarse, debe llamar a la policía. ―Aunque corras y te ocultes, te encontraré. ―Trevor
Locura, eso es a lo que Karman está a punto de sucumbir. Un mes lleva encerrada en una parte del país que ni siquiera sabia que existía, el hombre no hace más que referirse al bebé como su cachorro y la está volviendo loca con todas sus exigencias para que se cuide como debe. No se alimenta, no be
―La matamos. ―Los críos volvieron a convertirse en humanos. ―Ha sido tu culpa. ―Lo empujó. ―Te dije que era mala idea. ―Ambos miraron a la mujer desmayada en el piso. ―Ha sido el impacto, ¿Acaso no sabe lo que somos? ―No lo sé. ―Se desesperó. ―Debemos ir a decirle a alguien, no podemos dejarla aqu
Por decisión de ambos, Karman permaneció una semana en el hospital, al inicio pasó más tiempo desmayada que despierta. Para ella fue impactante el saber que existían hombres que se convertían en lobos y ver a tres personas muertas no ayudó en nada. Trevor estaba realmente agradecido con la humana p
―¿Puedes dejarnos a solas? ―El hombre limpió a Karman y se marchó después de acomodarlo todo. ―¿Por qué crees que yo aceptaría que vieras a mi hijo? ―¡Me hiciste esto sin mi autorización! ―Gritó para callarlo. ―No tenías mi consentimiento, lo menos que puedes hacer por mí, es hacer un acuerdo para