Karman inmediatamente se soltó de la mujer y la miró a los ojos sin intimidarse, sabía que algo extraño había con ella, esa sensación en la boca de su estómago lo fue todo. ―Que sea la primera y última vez que me toques. ―Dio un paso al frente. ―No me interesa si eres una de esas mujeres lobo, a mí
―¿Ha venido al hospital para hacerse pruebas y recuperar a su novio? ―Karma no supo como reaccionar, por primera vez había quedado en blanco ante los medios. Trevor quedó inmóvil, a él no le gusta involucrarse con los medios, por algo siempre está bajo perfil y poco se sabe de él, pero verla estupef
La brecha entre Karman y Trevor se abrió más de lo que estaba, ambos se evitan lo más que pueden y ya no saben ni siquiera como lidiar con el otro. Que cada uno esté viviendo su dolor por perder a las personas que aman, los lleva a hablarse menos de lo que deberían. Trevor por su parte ya no intent
―Las cosas no son como tú las piensas. ―Le dio la espalda. ―¿Segura? Porque si tú no lo quieres yo estoy dispuesto a quemarme hasta los cimientos. ―Karman carcajeó, su amigo es un amante de los hombres y no se limita cuando alguien le gusta. ―No es gay, cariño, y se nota que no le gusta ni probar.
Trevor apretó la mandíbula, ¿Por qué se ha congelado de esa manera? Se preguntó un poco incómodo, ¿Acaso no quería verlo ahí? Se cuestionó, pero eso lo molestó, ¿Acaso creía ella que la dejaría sin más llevando a su hijo en su vientre? ―¡Karman! ¡Karman! ¡Karman! ―Los aplausos y los gritos de sus f
―Karman. ―Un chico se acercó a ella. ―Estuviste impresionante. ―La elogió. ―Soy muy fan de tu música y de ti como persona. ―La miró a los ojos. ―Soy un importante empresario, solo para que no me temas. ―Le mostró las manos. ―Y de verdad me gustaría invitarte a salir, había hablado en múltiples ocasi
Vergüenza, eso es lo que siente Karman al caminar por donde sea con veinte hombres armados, rodeándola como si fuera lo más preciado que hay en el mundo. Trevor supo como fastidiarla y lo odia por eso, es un exagerado a ponerle tantos hombres para cuidar de ella y lo peor es que no se limitó a los s
―Es muy delgada y bajita, no esperes que tenga un vientre grande. ―Trevor no dijo nada, es lo que desea para que esa mujer deje de estar saltando y brincando, jamás se queda quieta. ―Me dijo Maribella que ordenó pintar la casa de amarillo. ―Por supuesto. ―Karman entró a la oficina. ―El amarillo es