—A esta tipa estaba buscando, ven acá —le tomó de manera violenta por el brazo y Helena estuvo a punto de caer porque la tomó desprevenida, pero al momento intervino Damián haciendo que la soltara y reprendiendo a su hermano por el trato hacia Helena.—¿Estás loco? ¿Cómo te atreves a tratarla así? En tu vida le vuelvas a poner un dedo encima.—Eres un animal, Santiago —le acabaló Helena, haciendo un suave masaje en la zona afectada y dándole una mirada reprobatoria al acto que recién había cometido.—Y tú una interesada y oportunista, vengo de mi oficina, Damián y me encuentro con la sorpresa de que no puedo tocar nada porque están haciendo una auditoría —le dice, esperando que Damián intervenga en contra de Helena y lo defienda a él por ser su hermano —y me dicen que la gerencia la ordenó y esta que va llegando es la de esa estupidez, lo único que quiere es despilfarrar nuestro dinero.—A ver, Santiago, te callas. Chispas salían de su cabeza, estaba verdaderamente furioso por lo que
Luego de contarle todo lo que había pasado con lo de la auditoría y ponerlo al corriente de cada uno de los problemas que se dieron al llegar a la hacienda, lo ayudó a desempacar y luego fueron a la habitación de ella.—¿Te parece que comamos aquí? Para que no tengas que bajar a verles la cara a nadie.—No —dijo Helena de manera determinante —estoy en mi casa y si a alguien no le place verme la cara, solo tienen que irse y listo.Bajaron al comedor con tal normalidad que a Jason le causó risa, pensó que se vería mas afectada por lo sucedido y no fue así, si Helena estaba pasándola mal era solo en sus adentros, porque por fuera mantenía su mejor cara.—Serías el asesino serial perfecto —le dijo con sorna.—Deja de decir tonterías —le reprendió sin poder ocultar la diversión ante tal comentario. Al entrar al comedor se encontró con todos a la mesa ya y los comentarios no se hicieron esperar.—Lolita, pones por favor otro lugar para el señor Moore —pidió a la joven del servicio y esta r
—Creo que puede ser el momento propicio para conocerte un poco mas, si me lo permites —le dijo de manera seductora, el hombre era todo, menos feo y aunado a su singular belleza física tenía el don de las palabras, sabía exactamente cómo hablarle a una mujer para tenerla comiendo de su mano.—¿Crees? —Le respondió Fernanda con una tímida sonrisa y frotando sus manos con algo de nerviosismo. —Definitivamente. Háblame más de ti. Sé que eres abogada y no más.—Pues no hay mucho, trabajo con mi papá y llevo algunos casos de manera independiente, viajo mucho, no bebo, no fumo y me gusta bailar.—¿Algún novio? —Indagó con aparente interés. —No, hace dos años que estoy sola.—Y tú ¿alguna novia?—No —suspiró Jason —yo hace mucho mas que tú que estoy solo.—¿Qué tanto?—Casi cinco años.—¿De verdad? Eso es demasiado ¿Qué pasó?—Me iba a casar y me dejó por un rico empresario, solo eso.—¡Vaya! Eso es suficiente para pasar cinco años solo.A Jason le pareció gracioso el comentario y comenzó a
El tiempo pasó con una calma desesperante, en todo el rato que estuvieron en espera ninguno se dirigió la palabra, Damián permaneció sentado a su lado y tomando la mano de Helena, mientras que Jason se terminó al sofá que estaba junto a la ventana de la habitación.Escucharon que tocaron y dieron el paso, entraron la doctora con su tabla de registros y una carpeta en las manos.—Ya están los resultados, el paciente se tendrá que quedar al menos un par de días. Tiene una infección muy fuerte, es salmonela y requiere tratamiento con antibióticos, vigilar la temperatura y tranquilidad.—¿Es grave? —Preguntó Damián —¿Estará bien?—Es de cuidado, no grave, en tanto se trate. Apenas va a empezar con las molestias y es mejor atacar desde ahora —los miró a ambos que estaban con el gesto fruncido y era evidente que no se soportaban —Helena parece haber estado sometido a mucho estrés, eso es la causa de sus desmayos, necesita estar tranquila y descansar para que se recupere mas rapido, asi que
Helena se abandonó al sueño, en un rato su respiración era tan serena que hizo que Damián también se relajara y la acompañara en su sueño, él despertó luego de una hora y se levantó para ir a su habitación a buscar un pijama. Salió de la recámara de Helena en calma para evitar despertarla y cerrar con sumo cuidado la puerta, al salir se encontró a su madre quien se escandalizó de verlo salir solo envuelto en una toalla.—¿Qué haces, Damián?—Shhhh —le hizo seña con el dedo en la boca para que se callara —no grites —le pidió y siguió caminando hasta su habitación.—¿Qué demonios haces en el cuarto de esa muchacha y apenas envuelto en ese pedazo de tela que medio te cubre?—Está mal, mamá. Hoy salió del hospital y está descansando, no quiero que la molesten para nada, tú especialmente.—No puedo creer que las defensas después de que corrió a tu abuela.—Mi abuela se lo buscó —respondió sin mas mientras sacaba de un cajón una pijama gris de algodón y se dirigió a la cama para ponérsela —
Se levantó despacio y fue hasta ella, le abrió los brazos y Helena se acercó con cautela.—Perdón, mi amor, perdón te asusté —le abrazó con la mano sana y le besó por la coronilla. —Aquí está lo que pidió, señorita.—Gracias, ponlo ahí —le señaló la mesa y tomó a Damián de la mano ilesa para llevarlo a sentar, arrastró otra silla frente a él y sacó unas gasas y agua oxigenada, también un frasco con isodine y comenzó a limpiar la herida. El silencio dominaba aquel lugar, solo el suave roce de las gasas sobre la lastimada piel de Damián hacían un ruido apenas perceptible. Se percató de un leve sollozo de parte de Helena y se maldijo a si mismo, él tenía que ser el que cuidara de ella y no quien le causara mas preocupaciones. Helena terminó de limpiar y puso un par de vendoletes en la zona afectada, luego cubrió con una gasa y le dio un par de vueltas con una venda delgada.—Listo, igual debe revisarte un doctor para que te mande algo para el dolor y para prevenir una infección. —Lo s
Ante su silencio solo pudo ver expresiones de desconcierto y duda, nadie tenía la mínima idea de lo que Damián quería hablar. —Mamá, quiero que sepas que esto que he de decir no te concierne a ti directamente —comenzó diciendo con una calma que en realidad no sentía, tenía unas ganas descomunales de partirle la cara a Santiago por su bajeza y sin embargo mantuvo la postura de hombre decente —es algo que como hermanos y accionistas de la empresa nos afecta, pero quiero que estés presente como nuestra madre, que sepas lo que pasa y en su momento no me juzgues por mi actuar.—¿De qué hablas, Damián? ¿Debo preocuparme?—Cuando llegó Helena —relata con pausa buscando el control que le prometió a la mencionada —le pedí que al ser su área, se encargara de las cuestiones financieras, las cuales llevaba Santiago, quien por tener su carrera recién terminada debería tener el conocimiento fresco y sin embargo había cosas que se le complicaban —metió su mano izquierda en el bolsillo de su panta
Damián no fue a buscarla, también él estaba molesto y dolido porque solo estaba defendiéndola, quiso evitar que su hermano siguiera ofendiendo a la mujer que amaba, la misma que anteriormente le había reclamado por no darle su lugar en la familia y dejar que todos le faltaran al respeto, era la misma que ahora estaba furiosa porque la defendió. —Todas están locas y Helena no es la excepción. Se sentó a la orilla de la cama y se sacó la camisa y la lanzó a una silla pero no alcanzó a llegar, suspiró frustrado y se llevó las manos al rostro. Pasaban tantas cosas por su cabeza, estaba analizando por encima cada una. Lo mas seguro era que todo se complicaría a partir de los recientes sucesos entre él y su hermano y le pesaba, siempre fueron unidos los tres muy a pesar de la actitud de Santiago y de que siempre se mostró envidioso con Damián porque su padre le daba mas responsabilidades a él, creía que por eso amaba mas a Damián y su manera de revelarse era justamente meterse en líos y q