Tocamos el timbre, una empleada nos abrió la puerta y nos hizo pasar hasta la sala, rápidamente fue con los señores para informarles que había llegado visita. Don Martin salió de su despacho a recibirnos, tan rápido lo vi, no dudé en abrazarlo con fuerzas, solo podía llorar en su pecho sin detenerme. —¿Qué te ha pasado?— Preguntó preocupado. —No es nada, aunque si es algo… Mi madre murió hace algunos días, y acabó de dejar a mi esposo, así que estoy un poco triste— Le confesé. —Lo siento mucho, de haber sabido Elena y yo hubiéramos ido— Respondió con amabilidad. —Don Martin, eso no es lo que me trae aquí, realmente vine por algo que es muy importante— Le dije mientras lo miraba fijamente a los ojos. Martin acarició mi cabellera, ambos nos quedamos mirándonos, las palabras no hicieron falta. Don Martin me abrazó, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, sentía como sus brazos me rodeaban con fuerzas. —Tu eres nuestra hija, la primera vez que te vi, sentí que te conocía de toda
Narra Jack. Últimamente no me concentro en ningunas reuniones, he querido dar el espacio que me pidió Cristina pero no sé cómo hacerlo, no he podido dejar de ir a su antigua casa y preguntar sobre el lugar donde se encuentra. —Jack últimamente estás despistado, se que tienes problemas pero debemos centrarnos aquí— Decía Daniel después de salir de una reunión y perder un contrato. —Lo siento mucho, se que estoy un poco ausente pero no dejaré que esto influya más en mi trabajo, discúlpame amigo— Le respondí un poco bajoneado. —¡Anímate o has algo más para decirle a tu mujer que la amas. —No se que hace, no me contesta las llamadas, no tengo formas de hacerlo. Hoy estoy muy cansado, mejor me voy a casa, te veo mañana amigo— Le dije. Llegué a la mansión al rededor de las 6:30 de la tarde, fui directo a la habitación que compartía con Cristina, me envolvía entre las sábanas que aún llevaban su olor. Al día siguiente. Narra Cristina. Después de un largo viaje, finalmente estaba en l
Mi nombre es Cristina Vals y soy la secretaria del dueño de la empresa de Telecomunicaciones, Jack Conor. Puedo describirlo como un hombre frio y duro, hay muchas cosas que le atormentan y no lo dejan ser feliz y mucho menos social.Hoy es lunes, un día pesado porque es el inicio de la semana, me encuentro en la oficina de mi jefe junto al vicepresidente y mejor amigo de Jack.-Daniel necesito que firmes estos documentos, son muy importante, son contratos con empresas de prestigio- Dijo Jack sentado desde su asiento.-Perfecto, para hora de la tarde te los entregaré- Respondió Daniel mientras tomaba los documentos en sus manos.-Cristina tenemos una reunión en media hora- Dijo Jack sin levantar la mirada.-Jack antes de irme, creo que he encontrado a la persona ideal para que sea tu esposa, quedaras encantado, ¿Deseas que la traiga hoy aquí?- Preguntó Daniel con seriedad.-Si, tráela a las cuatro de la tarde, me gustaría conocerla y saber de quién se trata, y sobre todo explicarle que
La propuestaAún estaba frente a mi jefe, quería decirle que soy la mujer que él necesita pero los nervios se apoderaron de mí.-¿Qué vas a hacer, Nicolás?- preguntó Daniel preocupado.Antes de que Jack respondiera, se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro.-¡No lo sé!, pero me tengo que casar pasado mañana, la muerte de mi padre ha dejado eso escrito en el testamento, mi madre y yo hemos luchado incansablemente por nuestra empresa de telecomunicaciones- Contestó Jack afligido.-Lo sé mi amigo, ahora debemos de hacer que eso valga la pena- Respondió Daniel mientras tomaba asiento.Sentí que ya había escuchado demasiado, así que me armé de valor, me paré frente a mi jefe, respiré hondo y comencé a hablar.-Sr. Conor, tal vez te pueda ayudar- le dije mientras trataba de no mirarlo a los ojos.-¿Qué quieres decir? ¿Tienes a alguien que me pueda ayudar? - Preguntó Jack con interés.- Podría ser su esposa señor, tengo todo lo que busca para fingir serlo- le respondí en voz baja
—La verdad es que no lo hago por amor, es decir, él no me ama a mi— Le respondí ruborizada.—¿A que te refieres?— Preguntó Luka con asombro.—Me refiero a que mi matrimonio es solo un papel, lo estoy haciendo porque necesito dinero— Le respondí muy avergonzada.—¡No tienes por qué hacer eso! Yo te lo regalo, solamente dime cuanto necesitas— Respondió él muy asombrado por respuesta.—No quiero deberle a nadie, ya bastante tengo con todas las deudas sobre mis costillas—-Te estoy diciendo que te daré el dinero que necesites, no quiero que me devuelvas nada de eso——Lo siento pero ya la decisión ha ido tomada, me casaré con mi jefe, lo único que te voy a pedir es que no le digas nada a mi madre, ella piensa que todo está bien y que tengo el mejor puesto en la empresa y que por eso he podido sustentar los gastos, no quiero preocuparla——No estoy de acuerdo con esa boda, mejor cásate conmigo, tú y yo tuvimos una hermosa historia de amor, pienso que aún podemos recoger esos pedazos que caye
Mi estricto Jefe.Después de almorzar con Florencia, regresé a la oficina para culminar con muchos pendientes que habían, no había llegado muy bien cuando de repente sonó el teléfono del escritorio, al levantarlo escuché ‘Venga a mi oficina’, y bueno sin hacer esperar a mi jefe fui corriendo hacia allá.-Señor ¿Qué necesita?- Pregunté tan pronto entré.-Necesito que validemos algunos documentos, además de eso esta noche tendremos una reunión con unos clientes, es en un hotel muy importante de la ciudad- Respondió Jack sin levantar la mirada.Jack era un hombrefrio, seguramente tenia sus razones para ser asi, por lo que tendria que aguantar ese mal genio que muchas veces era inevitble chocar con el.-¿A qué hora de la noche señor?- Le pregunté con voz cortada.-A las ocho en punto pasaré por usted, eso era todo lo que debía decirle, llévese estos documentos, corríjalos y tráigamelos nuevamente--¡De acuerdo señor, con su permiso- Respondí al darme la media vuelta.-Antes de que se vaya
El cliente de Jack no podía dejar de mirarme, me hacía sentir incómoda pero no podía cometer la misma imprudencia, así que me aguanté como pude.—Sr. Jack es un placer tenerlo en mi hotel y hacer negocios con su empresa de telecomunicaciones— Dijo Pablo el cliente nuevo.—Es un gusto que nos haya elegido como su proveedor de comunicación, estamos a su orden y a la disposición de cualquier cosa o cambios que piense o le gustaría realizar— Respondió Jack con seriedad. —Me gustaría que cambiemos de secretaria, jaja— Respondió Pablo a carcajadas.—Mi secretaria no está dentro del paquete, además de una vez le digo que es mi futura esposa, le voy a pedir que no haga esos tipos de comentarios— Respondió Jack mientras se ponía de pies y estrechaba la mano con Pablo. Salimos del hotel, Jack era un hombre de pocas expresiones, pero al subir al vehículo se dirigió a mi. —Cristina aunque usted vaya a casarse conmigo, puede hacer lo que guste en privado, al igual que yo, no sé límite pero l
Durante el medio día… Me sentía muy nerviosa, ansiosa, extremadamente ansiosa, el juez que nos iba a casar ya estaba en la oficina con Jack. Pasó lo que esperaba, recibí la llamada de mi jefe, ‘Cristina venga a mi oficina por favor’, colgué el teléfono, traté de componerme lo más posible y fui a la oficina de Jack. —Buenas tardes— Dije al entrar a la oficina. —Cristina tomé asiento por favor— Dijo Jack con gran seriedad, su cara decía lo muy disgustado que estaba. —Señora Vals, firme aquí por favor— Dijo el juez tan rápido tomé asiento. Sin decir una sola palabra firmé ese documento, tan pronto lo hice, el juez le entregó a Jack para que hiciera lo mismo pero antes de él hacerlo lo pensó unos segundos pero después firmó. —Los declaró marido y mujer— Dijo el juez mientras se ponía de pies. El Juez civil salió de la oficina, Jack parecía quedarse sin palabras, de echo pude ver que sus ojos deseaban inundarse de lágrimas. —¿Sr. Qué le pasa?— Pregunté con dudas. —No es nada, s