Mi nombre es Cristina Vals y soy la secretaria del dueño de la empresa de Telecomunicaciones, Jack Conor. Puedo describirlo como un hombre frio y duro, hay muchas cosas que le atormentan y no lo dejan ser feliz y mucho menos social.
Hoy es lunes, un día pesado porque es el inicio de la semana, me encuentro en la oficina de mi jefe junto al vicepresidente y mejor amigo de Jack.
-Daniel necesito que firmes estos documentos, son muy importante, son contratos con empresas de prestigio- Dijo Jack sentado desde su asiento.
-Perfecto, para hora de la tarde te los entregaré- Respondió Daniel mientras tomaba los documentos en sus manos.
-Cristina tenemos una reunión en media hora- Dijo Jack sin levantar la mirada.
-Jack antes de irme, creo que he encontrado a la persona ideal para que sea tu esposa, quedaras encantado, ¿Deseas que la traiga hoy aquí?- Preguntó Daniel con seriedad.
-Si, tráela a las cuatro de la tarde, me gustaría conocerla y saber de quién se trata, y sobre todo explicarle que tipo de matrimonio seria este- Expresó Jack sus inquietudes.
-¡Muy bien! para esa hora ella estará aquí- Le respondió Daniel antes de irse.
Cinco minutos después, Jack y yo salimos a la reunión de negocios que él tenía pautada.
-Buenos días- Dijimos ambos al llegar a la mesa donde nos esperaban los clientes.
-Sr. Conor es un gusto saber de usted- Dijo el cliente mientras estrechaba manos con el.
-El gusto es mío señor Smith- Respondió Jack mientras tomábamos asiento.
-Tiene una secretaria muy bonita, me encantan las reuniones solo para ver esos lindos ojos marrones- Dijo el cliente, quien por cierto me hacía sentir incomoda con sus palabras.
-Señor con todo respeto, creo que lo mejor será que empecemos la reunión ya que a eso fue que vinimos- Le respondí con muchos nervios, era un cliente importante para la empresa pero me sentía acosada.
-No cree que su respuesta está equivocada, yo soy un cliente muy importante para la empresa del señor Conor, usted es una simple secretaria con aire de grandeza- Respondió el cliente enojado.
-Con todo respeto señor, no puedo permitirle que me hable sobre mi de esa forma, nunca le he dado espacio a eso, solo le pido que mantengamos nuestra relación laboral- Volví a responder sin duda alguna.
-Señor Conor ¿Va a permitir que su secretaria me continúe hablando de esa forma?- Preguntó el cliente.
-Con todo respeto, debemos de respetar a las mujeres y la señorita no se siente cómoda con sus comentarios, así que por favor limitémonos a hablar solo de trabajo- Le respondió Jack con toda su paciencia.
-No puedo creer que le dé la razón a esta mujer insolente, yo mejor me voy, vaya directamente a mi oficina y que sea solo por favor- Respondió el cliente mientras se levantaba de la silla y se iba sin esperar respuesta alguna.
Me quedé impactada, no pensé que pasaría eso, estaba muy avergonzada con mi jefe.
-Sr. Disculpe, no fue mi intención que esto pasara, es que ese señor dijo cosas con las que no me sentía cómoda- Le dije estas palabras con voz casi cortante.
-Señorita Vals vamos a la oficina de vuelta- Fue su respuesta hacia todo lo que le había dicho, era evidente que estaba enojado, el corazón latía con más rapidez de lo normal.
Regresamos a la oficina, en todo ese tiempo Jack no abrió la boca para decir nada, sus gestos corporales hablan por él.
Durante casi todo el día, Jack no me solicito, sabía que estaba alterado por lo sucedido pero como era un hombre de pocas palabras prefirió quedarse callado.
Estaba sentada en mi escritorio, pensando en cómo podía solucionar lo sucedido, pero mientras estaba inundada en pensamientos, mi jefe me llamo por teléfono y pidió que fuera a su oficina.
-Dígame señor- Exclamé tan pronto entre a la oficina.
-Necesito que me redacte lo que está escrito aquí- Respondió Jack sin levantarla mirada mientras me pasaba el anote.
Al recibir ese anote, solo pensaba en que era mi final en la empresa, deseaba tanto ese trabajo, así como también deseaba no dejar de verlo jamás en la vida, para muchos podrá ser tan cruel pero puedo soportar eso.
-¿Señor es la carta de mi renuncia?- Pregunté con nervios.
-¿Por qué piensa eso?- Preguntó Jack sin levantar la mirada.
-Por lo sucedido esta mañana con su cliente-
-Lo único que va a redactar son unos contratos para que me los entregue mañana- Respondió Jack mientras levantaba su mirada lentamente.
-Disculpe señor, es que pensé muy mal- Le respondí con un suspiro de tranquilidad.
Mientras aun permanecía en la oficina, Daniel entró pero no lo hizo solo, había llegado con la mujer que sería la futura esposa de Jack.
-Jack te presento a Anne Miller, ella será tu futura esposa- Dijo Daniel.
-Mucho gusto Jack, sigo su vida profesional y estoy feliz de pertenecer ahora a su vida personal- Dijo Anne con una gran sonrisa, lo que no sabía era que será apagada en pocos segundos.
-Para empezar, soy el señor Conor, no tiene derechos a titubearme, o a llamarme por mi nombre, en segundo lugar, ya sabe que debe darme un hijo y que será un matrónimo sin amor- Le respondió Jack con los ojos clavados sobre ella.
-¿Por qué razón será así?- Preguntó Anne desafiante.
-Me parece que usted no es la mujer que yo necesito, así que por favor Daniel llévatela de aquí- Le dijo Jack a Daniel directamente.
-Es usted un insolente, ahora entiendo porque todo mundo dice que usted es cruel, un ogro, jamás ha conocido la verdadera felicidad y eso se le ve por encima de la ropa- Respondió Anne antes de salir enojada de la oficina.
Después de la joven irse, Jack puso su mano en su frente, era evidente que está preocupado y estresado.
-Creo que no fuiste muy amable con esa joven, esa era la última mujer que tenía en la lista, debes de casarte en dos días y aun no tienes a esa persona, ¿Qué harás?- Preguntó Daniel con preocupación.
-No lo sé, déjame pensar- Respondió Jack.
De repente entendí lo que sucedía… Era momento de yo actuar.
La propuestaAún estaba frente a mi jefe, quería decirle que soy la mujer que él necesita pero los nervios se apoderaron de mí.-¿Qué vas a hacer, Nicolás?- preguntó Daniel preocupado.Antes de que Jack respondiera, se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro.-¡No lo sé!, pero me tengo que casar pasado mañana, la muerte de mi padre ha dejado eso escrito en el testamento, mi madre y yo hemos luchado incansablemente por nuestra empresa de telecomunicaciones- Contestó Jack afligido.-Lo sé mi amigo, ahora debemos de hacer que eso valga la pena- Respondió Daniel mientras tomaba asiento.Sentí que ya había escuchado demasiado, así que me armé de valor, me paré frente a mi jefe, respiré hondo y comencé a hablar.-Sr. Conor, tal vez te pueda ayudar- le dije mientras trataba de no mirarlo a los ojos.-¿Qué quieres decir? ¿Tienes a alguien que me pueda ayudar? - Preguntó Jack con interés.- Podría ser su esposa señor, tengo todo lo que busca para fingir serlo- le respondí en voz baja
—La verdad es que no lo hago por amor, es decir, él no me ama a mi— Le respondí ruborizada.—¿A que te refieres?— Preguntó Luka con asombro.—Me refiero a que mi matrimonio es solo un papel, lo estoy haciendo porque necesito dinero— Le respondí muy avergonzada.—¡No tienes por qué hacer eso! Yo te lo regalo, solamente dime cuanto necesitas— Respondió él muy asombrado por respuesta.—No quiero deberle a nadie, ya bastante tengo con todas las deudas sobre mis costillas—-Te estoy diciendo que te daré el dinero que necesites, no quiero que me devuelvas nada de eso——Lo siento pero ya la decisión ha ido tomada, me casaré con mi jefe, lo único que te voy a pedir es que no le digas nada a mi madre, ella piensa que todo está bien y que tengo el mejor puesto en la empresa y que por eso he podido sustentar los gastos, no quiero preocuparla——No estoy de acuerdo con esa boda, mejor cásate conmigo, tú y yo tuvimos una hermosa historia de amor, pienso que aún podemos recoger esos pedazos que caye
Mi estricto Jefe.Después de almorzar con Florencia, regresé a la oficina para culminar con muchos pendientes que habían, no había llegado muy bien cuando de repente sonó el teléfono del escritorio, al levantarlo escuché ‘Venga a mi oficina’, y bueno sin hacer esperar a mi jefe fui corriendo hacia allá.-Señor ¿Qué necesita?- Pregunté tan pronto entré.-Necesito que validemos algunos documentos, además de eso esta noche tendremos una reunión con unos clientes, es en un hotel muy importante de la ciudad- Respondió Jack sin levantar la mirada.Jack era un hombrefrio, seguramente tenia sus razones para ser asi, por lo que tendria que aguantar ese mal genio que muchas veces era inevitble chocar con el.-¿A qué hora de la noche señor?- Le pregunté con voz cortada.-A las ocho en punto pasaré por usted, eso era todo lo que debía decirle, llévese estos documentos, corríjalos y tráigamelos nuevamente--¡De acuerdo señor, con su permiso- Respondí al darme la media vuelta.-Antes de que se vaya
El cliente de Jack no podía dejar de mirarme, me hacía sentir incómoda pero no podía cometer la misma imprudencia, así que me aguanté como pude.—Sr. Jack es un placer tenerlo en mi hotel y hacer negocios con su empresa de telecomunicaciones— Dijo Pablo el cliente nuevo.—Es un gusto que nos haya elegido como su proveedor de comunicación, estamos a su orden y a la disposición de cualquier cosa o cambios que piense o le gustaría realizar— Respondió Jack con seriedad. —Me gustaría que cambiemos de secretaria, jaja— Respondió Pablo a carcajadas.—Mi secretaria no está dentro del paquete, además de una vez le digo que es mi futura esposa, le voy a pedir que no haga esos tipos de comentarios— Respondió Jack mientras se ponía de pies y estrechaba la mano con Pablo. Salimos del hotel, Jack era un hombre de pocas expresiones, pero al subir al vehículo se dirigió a mi. —Cristina aunque usted vaya a casarse conmigo, puede hacer lo que guste en privado, al igual que yo, no sé límite pero l
Durante el medio día… Me sentía muy nerviosa, ansiosa, extremadamente ansiosa, el juez que nos iba a casar ya estaba en la oficina con Jack. Pasó lo que esperaba, recibí la llamada de mi jefe, ‘Cristina venga a mi oficina por favor’, colgué el teléfono, traté de componerme lo más posible y fui a la oficina de Jack. —Buenas tardes— Dije al entrar a la oficina. —Cristina tomé asiento por favor— Dijo Jack con gran seriedad, su cara decía lo muy disgustado que estaba. —Señora Vals, firme aquí por favor— Dijo el juez tan rápido tomé asiento. Sin decir una sola palabra firmé ese documento, tan pronto lo hice, el juez le entregó a Jack para que hiciera lo mismo pero antes de él hacerlo lo pensó unos segundos pero después firmó. —Los declaró marido y mujer— Dijo el juez mientras se ponía de pies. El Juez civil salió de la oficina, Jack parecía quedarse sin palabras, de echo pude ver que sus ojos deseaban inundarse de lágrimas. —¿Sr. Qué le pasa?— Pregunté con dudas. —No es nada, s
Después de instalarme, sentí un poco de hambre, así que decidí bajar a la cocina para preparar algo de comer. —Buenas noches— Dije al ingresar a la confina, había una señora probando un caldo de carne.—Buenas noches, usted debe de ser la esposa de mi Jack— respondió ella con un gran gesto de felicidad. —¡Así es! Mi nombre es Cristina, estoy a su orden— Le respondí mientras le extendía la mano. —Mi nombre es Soraya, soy la nana del joven Jack— Respondió con una sonrisa. —Es un gusto conocerla, pensé que estaría sola aquí pero que bueno que no——Estoy a tu orden para lo que necesites, puedes disponer ademas de todo lo que ves aqui, ahora eres incluso hasta dueña de lo que hay——¡Gracias! tengo un poco de hambre y lo que está haciendo huele muy bien——Ya está listo, te voy a servir un poco, toma asiento, veras que delicioso está——¿Y el señor no baja a cenar?— Pregunté con interés. —No mi niña, a veces se entra en su despacho a trabajar sin importarque sea de noche y no come nada
—¿Me puede dar el honor de bailar esta pieza con usted?— Preguntó el Sr. Vengala. Miré a Jack para ver la respuesta en sus ojos pero sólo miró hacia otro lado. —Por supuesto que si— Le respondí mientras me levantaba de mi asiento. Fui a la pista de baile con Vengala, me sentía un poco incómoda ya que no me gustaba la forma en cómo me miraba , pero tenía que soportarlo porque no podía hacer algo que perjudicara a Jack en los negocios. —Es usted una mujer muy joven, Jack ha tenido suerte de encontrar el amor en su secretaria— Dijo el Sr. Vengala mientras bailábamos una música suave. —Muchas gracias Sr— Fueron mis únicas palabras. De repente vi a Jack parado frente a nosotros, solo tardó unos segundos en acercarse. —Cielo ya es hora de irnos, siento mucho tener que interrumpirlos— Dijo Jack mientras me tomaba de la mano. —No te preocupes Jack, tienes un encanto de mujer— Respondió Vengala muy sonriente. —Fue un gusto Sr. Vengala— Le dije directamente mientras le dábamos
Después de unos treinta minutos estaba en casa, Luka aún estaba ahí, necesitaba hablar con él.—Buenos días Luka, que bueno que te encuentro— Dije tan pronto entré y lo vi.—Hoy entro un poco más tarde, ¿Cómo estás?— Preguntó mientras me abrazaba.—Estoy muy bien, demasiado bien en realidad— Respondí no muy segura de mis palabras. —Me alegro, ¿Que te trae por aquí?. —Como sabes mi madre regresa mañana a la casa, pero no estaré presente, tengo algunos asuntos pendientes que resolver, así que, te pido el favor de que la esperes aquí, ni no es mucho pedir.—Claro, la esperaré aquí, no te preocupes, debemos de contratar a una enfermera para que se quede con ella, yo de mi parte todos los días velaré por su bienestar, te lo prometo, ella tambien es como una madre para mi.—Eres increíble, muchas gracias, la enfermera será mi mejor amiga, seguro la recuerdas, asi que ella estará cuidando del ser maravilloso que es mi madre.—¿Eres amiga de Florencia aún?— Preguntó Luka sorprendido.—¡Así