Después de unos treinta minutos estaba en casa, Luka aún estaba ahí, necesitaba hablar con él.—Buenos días Luka, que bueno que te encuentro— Dije tan pronto entré y lo vi.—Hoy entro un poco más tarde, ¿Cómo estás?— Preguntó mientras me abrazaba.—Estoy muy bien, demasiado bien en realidad— Respondí no muy segura de mis palabras. —Me alegro, ¿Que te trae por aquí?. —Como sabes mi madre regresa mañana a la casa, pero no estaré presente, tengo algunos asuntos pendientes que resolver, así que, te pido el favor de que la esperes aquí, ni no es mucho pedir.—Claro, la esperaré aquí, no te preocupes, debemos de contratar a una enfermera para que se quede con ella, yo de mi parte todos los días velaré por su bienestar, te lo prometo, ella tambien es como una madre para mi.—Eres increíble, muchas gracias, la enfermera será mi mejor amiga, seguro la recuerdas, asi que ella estará cuidando del ser maravilloso que es mi madre.—¿Eres amiga de Florencia aún?— Preguntó Luka sorprendido.—¡Así
Llevé la cena de Jack a su despacho, al verme entrar con esa charola en las manos, se sorprendió bastante, su cara parecía la de una persona completamente confusa.—¿Que significa esto Cristina?— Preguntó Jack desde su asiento.—Señor como sabía que tenía hambre, le preparé algo yo misma, no vi a Soraya y tampoco quería molestarla por la hora, no hay que ser abusivos, además lo he hecho con mucho gusto— Le respondí mientras le servía la cena.—No debió de haberlo hecho, usted no está aquí para eso, y se lo digo en serio— respondió Jack aún sorprendido.—Le he dicho que no se preocupe, lo hice con mucho gusto, mi madre me enseñó desde muy pequeña a cocinar y a hacer los quehaceres de la casa— Le respondí mientras tomaba asiento.—Eso habla de lo bien que la educó, hoy en día es difícil encontrar una mujer joven y que sepa hacer todo eso— Respondió Jack mientras comía su cena, su cara hablaba de que se sentía muy satisfecho.—¡Gracias por ver eso en mi señor! Solo pobres pero muy honrado
Lo impensable. Después de haber almorzado, Martin y Elena fueron muy amables en llevarnos a la que sería nuestra habitación durante los días que estaríamos en casa.—Estás personas son muy amables, siento una conexión muy especial con ellos— Le dije a Jack mientras me acercaba a la ventana.—Los conozco desde muy joven, son amigos de la familia, además hacemos negocios— Respondió sin dudarlo.—Que hermoso poder guardar una amistad de tantos años.—Cristina mientras estemos aquí debemos de tratarnos como una pareja de esposos normales, debemos de guardar las apariencias incluso delante de ellos, que no se le olvide— Dijo Jack mientras entraba a ducharse.—¡Esta bien! Saldré un momento en lo que te duchas— Le respondí mientras salía de la habitación.Salí a caminar un poco, quería conocer ese hermoso lugar, fui hasta el área de la piscina donde me encontré con la señora Elena.—Tiene una casa muy bonita señora— Le dije tan pronto la vi.—¡Muchas gracias! No me llames señora, llámame Ele
Asustada y nerviosa, Jack abrió la puerta de nuestra habitación prestada aún conmigo en sus brazos, no dejaba de besarme ni un momento, estaba completamente entre su boca y cuerpo.—Jack no sabe lo que está haciendo, lo mejor es que se detenga— Le dije en voz baja, la verdad no quería que se detuviera.Jack no respondió, continuó besándome, me llevó hasta la cama, acostó mi cuerpo y con su boca empezó a recorrerlo, no quería demostrar que me gustaba porque me avergonzaba pero a la vez era algo difícil de ocultar.Sus besos eran correspondidos por mis labios, había estado enamorada de ese hombre por un largo tiempo, jamás pensé que se convertiría en mi esposo y menos que me estuviera tocando.Jack se entró muy dentro de mi, jamás había sentido esto… me siento exhausta de placer, mi cuerpo jamás había experimentado tanto, es la primera vez que estoy con un hombre.Después de ese buen momento, nos quedamos dormidos, Jack no me despegó de su pecho, no quería tampoco despegarme.
Feria del vino.Después de dos horas llegamos a la casa, olvidamos el momento de confusión que había tenido la señora de la pastelería, eso había sido Barrón y cuenta novena casi al instante.Mientras Elena iba a avisar a su esposo que habíamos llegado, recibí una llamada de Luka, me moví hasta la piscina y tomé asiento en una sombra.—Hola Luka, ¿Cómo estás?— Pregunté tan pronto contesté.—Estoy muy bien, ¿Y tú?— Se le escuchó a Luka responder de buen ánimo.—Me alegro por ti, yo estoy muy bien, ¿Le pasa algo a mi madre?— Pregunté de repente con preocupación.—Tu madre está bien, se está recuperando favorablemente, quería conversar contigo y saber que estuvieras bien.—Gracias Luka, tú siempre estás tan pendiente de mi, no te imaginas cuanto te lo agradezco.—Cristina sabes bien que te amo y aunque estés casada no pierdo la esperanza de que algún día toda esa mentira acabe.—Sabes lo que pienso, pero no es algo que voy a discutir contigo, gracias por llamarme, tengo que colgar, te qui
—Jack no entiendo a qué te refieres, no es culpa mía que un desconocido se interese en mis— Le Respondí llena de confusión.—Eres tan tierna, tan alegre, tan distinta que cualquiera puede distinguir eso y ver en ti todo lo que eres— Alejó sin una buena razón.—Aún sigo sin entenderte Jack, pareces celoso y te juro que no quiero pensar que es eso, porque la verdad es que me pondria muy feliz si es asi.—¿Celoso yo?, lo que me enojó es ver cómo ese hombre te envío esa copa sabiendo que estabas acompañada, hay hombres que no tienen el mas minimo respeto y eso me enfurece.—Ese hombre te dijo muy claro que no parecíamos ser esposos, así que solo fue una confusión de su parte, no es tan cierto para ver que no parecíamos ser pareja.—¿Apoyas lo que hizo?.—Si, si lo apoyo, te voy a pedir que para la próxima no golpes a nadie, jaja— Respondí riendo mientras terminaba de limpiar sus heridas.—Cristina no olvides que soy tu esposo y merezco respeto— Respondió enojado, al mismo tiempo se levanta
Al fin después de un largo camino habíamos regresado a la ciudad, la experiencia había sido buena pero extrañaba demasiado a mi madre, así que Jack me dejó en casa, en la única casa que me hace sentir cálida. —Buenos días— Dije con emoción, me lancé sobre la cama donde estaba mi madre acostada. —Hola hija mía, que bueno verte— Dijo con voz débil mi madre. —Que bueno es verte a ti madre, estás en casa, te extrañé muchísimo, te lo juro— Le respondí mientras la abrazaba con fuerzas. —Mamá tengo que decirte que ya no vivo aquí, pero Luka se quedará y además Florencia es ahora tu enfermera. —Cristina no tienes lo suficiente para pagar una enfermera, así que no te preocupes por mi, ahora te debes a tu esposo. —Madre puedo pagarlo, además ya sabes que Florencia es como mi hermana, y prácticamente no cobra nada, ¡ay mamá! Estoy casada con el hombre que amo, me siento muy feliz. —Estoy segura que serás feliz, Cristina pronto me iré de este mundo y no puedo irme sin decirte algo que te
Jack y Daniel se que quedaron en la sala tomando un poco de vino tinto mientras conversaban.—¿Cómo te fue con Cristina? No creas que no me di cuenta de las miraditas que le echabas— Dijo Daniel dándole un codazo a Jack.—Estoy enojado con ella, imagínate que fui a su casa a buscarla y su ex le estaba acariciando la barbilla, le estaba hablando de amor y ella se lo permitía— Respondió con estrés.—No veo porque te enojas, ustedes tienen derecho a hacer lo que quieran con su vida.—Pero eso debe ser en privado, y ella estaba fuera de su casa, cualquier persona pudo pasar y verla en esa situación, entonces yo quedaría como un tonto.—¿Eso es lo que te preocupa de verdad?— Preguntó Daniel con interés.—Por supuesto que si, no hay nada más—Respondió mientras funcionaba sus cejas.—Yo creo que estás celoso pero se que no lo vas reconocer.—Eso mismo me dijo Cristina, pero no lo estoy, si lo estuviera quizás lo reconocería.—Cambiando de tema, ¿Pudiste cerrar el negocio con Don Martin?.—Si,