Hoy es sábado al medio día, por lo tanto vamos a recibir a la madre de Jack y su hermana en un restaurante al aire libre.Todo está listo y arreglado para ese momento, hace algunos meses que la madre de Jack se había marchado a Estados Unidos para estar con su hija.Finalmente solo esperamos que ellas lleguen para que nos acompañen.Estamos sentados en la mesa junto a Daniel, Jack está un poco ansioso porque ellas lleguen.Al rededor de las 12:15 del medio día, el chofer llegó con la madre de Jack y su hermana. Todos se pararon para saludarles.—Cristina que bueno verte— Dijo Madison la madre de Jack.—El gusto es mío Madison, que bueno verla bien— Le respondí mientras le daba un cálido abrazo.—Mi cielo, te presento a mi hermana, ella es Tiara, es la más pequeña de la casa— Dijo Jack de buen humor.—Mucho gusto Cristina, mi madre me ha hablado mucho de ti, y ahora se la razón, eres muy bonita— Dijo Tiara mientras extendía su mano para saludarle.—¡Gracias Tiara! Es un gusto conocerte
Narra Cristina. Después de algunas horas me quedé dormida, llorar dejaba a la persona exhausta, y más cuando se trataba del amor. Cuando dieron las 6:40 de la tarde, me levanté y tomé una ducha. Bajé al primer nivel para caminar un poco por el jardín. Justo cuando bajaba las escaleras, Jack estaba a punto de subirla. Ambos no detuvimos y nos miramos fijamente tan solo unos segundos. —¿Cómo te fue?— Pregunté sin miedo al fracaso. —¡Todo está bien!— Fueron sus únicas palabras. —¿Qué pasó con ella?— Pregunté. —¿A que te refieres?. —¿Se reconciliaron?. —No, claro que no. —¿Y entonces qué pasó? Digo si la sufriste tanto, me gustaría saber lo qué pasó ahora que regresó. —No pasó nada, ella solo me besó pero no pasó nada más— Respondió con seriedad. Solo pude mirarlo y luego continuar con mi camino, no quería escuchar más respecto a lo sucedido, sentí un dolor en mi pecho, sentí que la oportunidad de estar con el, se escapaba. Durante mucho tiempo estuve caminado por
Narra Jack. Estoy aturdido en mi oficina, no puedo evitar sentirme desgraciadamente mal. Mientras miro por la ventana, Daniel entra a mi oficina. —¿Qué sucede amigo mío?— Preguntó mientras se acercaba. —Me siento mal… Cristina vio que Kate me estaba besando, pero ella lo hizo repentinamente, en ese momento Justo ella entró a la oficina— Le dije muy preocupado. —Creo que debes definir esta situación, me parece que debes hablarlo con Cristina y decirle que no la quieres y que todo debe volver a hacer como antes. —Eso es justo lo que me temo, creo que ya nada puede ser igual que antes. Kate quiere que regresemos, quiere tener una familia y retomar el romance que dejamos atrás, pero estoy confundido. —¡No sabes si quieres a Cristina o a Kate! Seguro que tú corazón lo va a descubrir. Esperaba con ansias que mi corazón aclarara sus sentimientos, realmente me sentía frustrado por no poder decidir. He esperado a Kate durante mucho tiempo, no esperaba casarme y tener una linda relación
Narra Cristina.Después del mal rato que me hizo pasar Jack, tomé una decisión que cambiaría el rumbo de mi vida. Preparé mi maleta, a pesar de estar de noche, decidí que era mejor irme.Le escribí una carta a Jack para que supiera que lo había dejado, la dejé sobre la cama.Antes de irme, decidí abrir la libreta de mi difunta madre, sentía que era el momento para abrirlo. Así que me senté en el borde de la cama, después de la muerte de mi madre, había sentido miedo ver lo que estaba allí dentro, sin embargo ya era momento de enfrentar lo que sea que estuviera allí.—Hija, si estas leyendo esto es porque ya no estoy… una vez más te pido perdón, fuiste lo mejor que llegó a mi vida, a pesar de mis errores. Los nombres de tus padres son Martin Carrasca y Elena. Espero que puedas encontrarlos— Decía aquella carta.No pude evitar las lágrimas, realmente estaba destrozada por lo que estaba viviendo.Después de unos minutos, tomé mi maleta y salí en silencio de la mansión, despedirme no era
Tocamos el timbre, una empleada nos abrió la puerta y nos hizo pasar hasta la sala, rápidamente fue con los señores para informarles que había llegado visita. Don Martin salió de su despacho a recibirnos, tan rápido lo vi, no dudé en abrazarlo con fuerzas, solo podía llorar en su pecho sin detenerme. —¿Qué te ha pasado?— Preguntó preocupado. —No es nada, aunque si es algo… Mi madre murió hace algunos días, y acabó de dejar a mi esposo, así que estoy un poco triste— Le confesé. —Lo siento mucho, de haber sabido Elena y yo hubiéramos ido— Respondió con amabilidad. —Don Martin, eso no es lo que me trae aquí, realmente vine por algo que es muy importante— Le dije mientras lo miraba fijamente a los ojos. Martin acarició mi cabellera, ambos nos quedamos mirándonos, las palabras no hicieron falta. Don Martin me abrazó, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, sentía como sus brazos me rodeaban con fuerzas. —Tu eres nuestra hija, la primera vez que te vi, sentí que te conocía de toda
Narra Jack. Últimamente no me concentro en ningunas reuniones, he querido dar el espacio que me pidió Cristina pero no sé cómo hacerlo, no he podido dejar de ir a su antigua casa y preguntar sobre el lugar donde se encuentra. —Jack últimamente estás despistado, se que tienes problemas pero debemos centrarnos aquí— Decía Daniel después de salir de una reunión y perder un contrato. —Lo siento mucho, se que estoy un poco ausente pero no dejaré que esto influya más en mi trabajo, discúlpame amigo— Le respondí un poco bajoneado. —¡Anímate o has algo más para decirle a tu mujer que la amas. —No se que hace, no me contesta las llamadas, no tengo formas de hacerlo. Hoy estoy muy cansado, mejor me voy a casa, te veo mañana amigo— Le dije. Llegué a la mansión al rededor de las 6:30 de la tarde, fui directo a la habitación que compartía con Cristina, me envolvía entre las sábanas que aún llevaban su olor. Al día siguiente. Narra Cristina. Después de un largo viaje, finalmente estaba en l
Mi nombre es Cristina Vals y soy la secretaria del dueño de la empresa de Telecomunicaciones, Jack Conor. Puedo describirlo como un hombre frio y duro, hay muchas cosas que le atormentan y no lo dejan ser feliz y mucho menos social.Hoy es lunes, un día pesado porque es el inicio de la semana, me encuentro en la oficina de mi jefe junto al vicepresidente y mejor amigo de Jack.-Daniel necesito que firmes estos documentos, son muy importante, son contratos con empresas de prestigio- Dijo Jack sentado desde su asiento.-Perfecto, para hora de la tarde te los entregaré- Respondió Daniel mientras tomaba los documentos en sus manos.-Cristina tenemos una reunión en media hora- Dijo Jack sin levantar la mirada.-Jack antes de irme, creo que he encontrado a la persona ideal para que sea tu esposa, quedaras encantado, ¿Deseas que la traiga hoy aquí?- Preguntó Daniel con seriedad.-Si, tráela a las cuatro de la tarde, me gustaría conocerla y saber de quién se trata, y sobre todo explicarle que
La propuestaAún estaba frente a mi jefe, quería decirle que soy la mujer que él necesita pero los nervios se apoderaron de mí.-¿Qué vas a hacer, Nicolás?- preguntó Daniel preocupado.Antes de que Jack respondiera, se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro.-¡No lo sé!, pero me tengo que casar pasado mañana, la muerte de mi padre ha dejado eso escrito en el testamento, mi madre y yo hemos luchado incansablemente por nuestra empresa de telecomunicaciones- Contestó Jack afligido.-Lo sé mi amigo, ahora debemos de hacer que eso valga la pena- Respondió Daniel mientras tomaba asiento.Sentí que ya había escuchado demasiado, así que me armé de valor, me paré frente a mi jefe, respiré hondo y comencé a hablar.-Sr. Conor, tal vez te pueda ayudar- le dije mientras trataba de no mirarlo a los ojos.-¿Qué quieres decir? ¿Tienes a alguien que me pueda ayudar? - Preguntó Jack con interés.- Podría ser su esposa señor, tengo todo lo que busca para fingir serlo- le respondí en voz baja