111. Sin pudor

Ha-na llevó sus dos manos al atributo de Heinz; era duro y la sensación era áspera. Ni siquiera lo sabía, solo fue un acto reflejo de su instinto femenino. Acumuló saliva en la boca y la echó sobre el talento erguido de él y sus palmares. Empezó a frotarlo de manera intermitente y sin cadencia.

Heinz la miraba desde arriba. El contemplarla allí, haciendo eso, hacía que se endureciera más.

Ha-na se apoyó en los muslos de él. Abrió la boca y percibió la franqueza de Heinz en su paladar. Inició a mover la cabeza, lagrimeando por la acción primeriza. Sus ojos oscuros se cristalizaron al estar degustando tal virilidad en su interior. En algunas ocasiones tomaba aliento y luego lo intentaba de nuevo. No podía abarcarlo por completo y golpeaba en su garganta. Ella jadeaba con dificultad, al igual que él.

Heinz le recogió el cabello y puso sus manos a los costados de la cabeza de Ha-na, mientras ella continuaba su maravilloso acto en su firme virtud. Minutos después, ella lo hizo llegar al cl
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP