CAPÍTULO 33

ELENA

El gran día llegó.

Mi habitación estaba cargada de perfumes florales y murmullos nerviosos, mezclados con el sonido tenue del viento que golpeaba contra las ventanas.

Sentada en el tocador, con mis dedos entrelazados sobre mi regazo, sentía cada movimiento a mi alrededor, cada pequeño tirón del corsé, cada paso ligero sobre la alfombra.

—Está perfecto, mi señora, —dijo una de las chicas

Sonreí, aunque no podía ver el reflejo que me devolvía el espejo. Mi vida iba a cambiar, y con ello, el destino de nuestra manada.

De pronto, el sonido firme de unos nudillos contra la puerta interrumpió la atmósfera tranquila.

—Quiero hablar con Elena a solas.

Dante.

Las chicas dudaron un instante, pero tras una breve pausa, obedecieron y abandonaron la habitación.

—¿Dante? —pregunté, girando mi rostro hacia el sonido de sus pasos. —¿Está todo bien?

Lo sentí acercarse, su presencia llenando el espacio. Su mano cálida tocó la mía, y por un momento el aire pareció volverse más pesado.

—Sí, Elen
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP