Como agua y como aceiteIsabel miró al hombre que amó con toda su alma en el pasado y quién juró amarla por encima de todas las cosas. El mismo hombre que le causó un terrible dolor al traicionarla de la manera más vil al acostarse con su cuñada.—Tengo que irme —dijo de manera abrupta. Isabel solo quería escapar de Julián, tal como él lo hizo de ella.—Por favor, Isabel, hablemos.—¿Hablemos? —ella se rio—. ¿Te parece que cuatro años ha sido tiempo suficiente para coger el valor y pedir que hablemos? —cuestionó.Isabel apretó las manos sobre la bolsa que tenía, sentía que estaba a punto de desmayarse. La mujer respiró profundamente para intentar no caer en la oscuridad.—Lo siento, Isabel, te juro que traté de contactarte, pero tu madre y Arturo me impidieron llegar a ti —pronunció Julián.El hombre no podía creer que el destino le diera esta oportunidad que le fue negada hace más de cuatro años atrás.—No te creo.—Tengo derecho a ser escuchado, Isabel, por favor, las cosas no fuero
¿Accidente o venganza? Diego dejó caer la copa que tenía en las manos, rompiéndose en ciento de fragmentos al estrellarse en el piso.—¿Diego? —Arturo miró a su hermana.—¿Qué? —dijo sintiéndose incómodo.—¿Estás bien?—Sí, lo estoy, no sé qué pasó, ahora mismo me ocuparé de limpiar este desastre —dijo poniéndose de pie.—Está bien, lo haré yo —dijo la mujer, no querían molestar a la servidumbre con pequeñeces, cuando tenían temas importantes y preocupantes.Diego se sentó en el sillón y se mesó el cabello con frustración.¿Casarse?Era la idea más loca y absurda que jamás hubiese escuchado, él jamás pensó que su padre le daría un ultimátum para contraer nupcias. Había estado saliendo con Magdalena como amigos, jamás se le había pasado por la cabeza que ella contara a sus padres su interés sentimental, hasta el punto de lograr que sus padres estuvieran de acuerdo que una boda entre ellos sería muy beneficioso para la empresa.Diego no había estado interesado en dirigir la empresa de
Problemas—¿Qué se esconde tras la muerte de Pía Zambrano? —leyó de nuevo.¡Era absurdo, aquel titular estaba fuera de lugar! Pía había muerto en un accidente aéreo con su amante de turno.Un hombre que ni siquiera había sido Julián de la Mora, como para catalogarlo como un posible acto de venganza por parte de la familia Montecarlo, como señalaba aquel artículo.Diego cogió su móvil y lo abrió, solamente para darse cuenta de que la noticia estaba circulando en varias revistas digitales, incluso en redes sociales.El abogado tomó su whisky de un solo trago, el fuego del alcohol quemó su garganta, pero no fue eso lo que le estremeció. Si no los posibles problemas que esto traería para Arturo, Alejandro y Paula. Pero, sobre todo, para la aerolínea.—¡Maldición! —gritó golpeando la mesa en el mismo momento que Carolina entró a la oficina con otro vaso de whisky y el rostro desencajado.—No te he pedido nada más —dijo con tono molesto.—Lo sé, esto no es para usted, señor Álvarez —respond
Una impostora Paula entró a la casa, Alejandro venía aferrado a su mano y en completo silencio.—Cariño.—Lo siento, no quise pelear, no quise que te enojaras, mamá, pero ellos empezaron a hablar de ti y…—Está bien, cariño, no te pongas así. Sé que lo has hecho para defenderme, pero a veces es mejor ignorar, te diré un dicho que la abuela siempre me decía: Cuando la ignorancia habla, la inteligencia calla, no es cobardía, mi niño, es sabiduría.Alejandro se lanzó a los brazos de Paula y lloró como el niño que era, el pequeño hipo varias veces, pero la joven madre no lo alejó de él en ningún momento.—Vamos, te daré un baño, voy a limpiarte la herida para que papá no se asuste cuando te veas y luego me ayudas a prepararle algo rico para llevarle a la oficina, ¿te parece? —preguntó con una sonrisa en los labios, fingiendo una felicidad que no sentía.Paula no había visto a Arturo desde el día que se quedó en el aeropuerto, la había llamado desde la oficina tratando de tranquilizarla,
Complicaciones —Esa mujer no es tu madre, te ha embaucado y tú como un tonto, necesitado de amor, te dejaste envolver por ella, solamente eres un niño, Alejandro, y ella se aprovechó de ti y tu necesidad de amor, para meterse en nuestra familia y arruinar la vida que llevábamos. Jazmín habría sido una buena madre para ti…Sofía vio con regocijo como el pequeño apretaba los puños, tenía la cabeza gacha y estaba segura de que lloraba. Lamentaba tener que llegar a los extremos, pero Arturo no le había dejado ninguna otra maldita opción. Sin embargo…Los hombros de Alejandro se movieron casi sin control, Sofía arrugó el ceño, no sabía si lloraba o reía.—No sabes nada —musitó Alejandro levantando el rostro para enfrentarse a su abuela.—¿Qué?—No fue Paula quien se me metió por los ojos, ni se aprovechó de mi necesidad de amor —dijo con algunas lágrimas corriendo por sus mejillas.—¿Qué quieres decir?—Siempre supe que no era mi madre, pero me aferré a ella e hice que papá la persiguiera
Dile la verdad—¡Un crimen pasional! —explotó Arturo con enojo—. ¡No saben nada, no tienes por qué sacar a la luz fotos que pueden dañar a mi hijo! —añadió el hombre incrementando su enojo.—Los ingenieros están trabajando en ello, Arturo por favor cálmate, no es bueno que Alejandro te vea así, tú y yo sabemos que lo de Pía fue un desafortunado accidente y se dio antes de que pudieran firmar el divorcio —Diego trató de calmarlo.El hombre había llegado tan pronto como vio la noticia.—Mantendré a Alejandro lejos de esta habitación, le diré a la abuela que le invite a cocinar todo el día si es necesario, mientras ustedes encuentran una solución para todo esto —Paula hizo una pausa—. Aunque si me lo preguntan, para mí todo esto tiene la firma de Sofía Montecarlo —añadió antes de salir, dejando a los dos hombres sorprendidos.—¿Tu madre?—Estuvo aquí, le gritó a Alejandro que Paula no era su madre y tantas cosas más. Eso solo aumentó las sospechas de Paula sobre ella, pero dudo mucho que
Un rayo de felicidad«Dile la verdad»«Dile la verdad»«Dile la verdad»Carolina respiró profundamente, sentía que el corazón iba a salirse de su pecho, sus ojos negros se encontraron con los ojos verdes intensos de Diego. Esto era lo más difícil que haría en su vida.¿Qué iba a decirle luego de seis años? ¿Cómo iba a explicarle que tenían un hijo? Y lo más importante ¡El cómo fue concebido! Si él no era capaz de recordarla…—Yo… —Carolina apartó la mirada de Diego, miró a su hijo y luego a los demás—. No…Lo que Carolina iba a decir murió en sus labios en el momento que Paula se paró bruscamente, la mujer estaba más pálida que Carolina.—¡El baño! ¿Dónde está el baño? —preguntó Paula con urgencia, por las arcadas que casi la ahogaron.Arturo se puso de pie y siguió los pasos de su esposa, quien iba corriendo detrás de María, dejando a Carolina, Diego y los niños en la mesa.Para ese momento Carolina había perdido la valentía de contarle la verdad, quizá él merecía saberlo, pero no as
Principal sospechoso El silencio reinó por otro breve momento en la clínica, el doctor salió para darles un poco de privacidad, temiendo que el embarazo no fuese deseado. Sin embargo, él no tenía la más mínima idea de todo lo que la pareja estaba sintiendo en ese momento…—¿Un bebé? —preguntó Arturo de manera ahogada.El magnate no era capaz de describir lo que estaba sintiendo con palabras, era un torrente de emociones…—Fue lo que dijo, un bebé —respondió Paula, mientras se llevaba una mano a su vientre donde su pequeño crecía—. ¡Un bebé! —gritó emocionada, sus ojos se llenaron de lágrimas, miró a Arturo, él le sonrió.—¡Nuestro bebé! —expresó.Arturo se puso de pie, le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie, pero antes de que Paula pudiera hacerlo, la haló contra su cuerpo y la abrazó.—No pensé volver a experimentar esta emoción en mi vida, gracias, Paula, gracias por devolverme las ilusiones y darme esta felicidad tan grande —musitó con el rostro enterrado en el cuello de