El color no me terminaba de convencer. Es decir, sí, mi plan era ser rubia. Pero ya traía un color rojizo antes de ponerme el tinte de farmacia y eso no ayudaba a que me quedase exactamente como a la rubia bonita de la caja.Como siempre, Melina Sandoval quedando como tonta.Suspiré, apartando un mechón de mi rostro mientras me observaba en el espejo de un baño público. Hoy se cumplían dos años de haber estado fuera viajando por el mundo. Había cambiado mucho durante aquél tiempo, incluso mi mirada cambio. Me fui de mi país como si me estuvieran persiguiendo por la policía, corriendo lejos, y cada vez que podía, más lejos.Solía creer en el amor antes de embarcarme en un viaje de auto descubrimiento... Claro, ahora sabía que fue estúpido creer que así como así iba a encontrarlo. Nadie me lleno el alma como imaginé que sentiría, nadie me levanto mi mundo y lo desmoronó al soltarlo. Mis ojos me regresaron la mirada con tristeza. Incluso mis ojos ya no tenían aquella chispa jovial, coque
Después de guardar mi maleta detrás de una cortina y tratar de evitar su mirada persistente al charlar sobre algo casual ahí, parados, nos sentamos en los asientos que él ya había apartado. Tenía que confesar el que era hombre más guapo que mis ojitos tapatíos habían tenido la fortuna de mirar. Yo no tenía preferencias hacía ningún tipo de hombres en específico o con características especiales. Simplemente me dejaba llevar por el corazón, por cómo me hacían sentir.Y él me hacía sentir en las nubes con su sola mirada.Estábamos separados por la mesa pero aún así, demasiado cerca que sentía casi el calor de sus rodillas contra las mías. No sabía qué decir, y eso era algo. Porque comúnmente yo solía hablar y hablar por horas, llevando el ritmo de la charla. Pero tenía miedo de decir algo y que tremendo bombón saliera corriendo lejos de mi, debía tratar a toda costa de que esto saliera bien. Si tenía suerte éste día, podía llevármelo engargolado a casa para deleite mío y nunca más dejar
Un año atrás....Mi cuerpo me picaba entero. Justamente el día anterior había estado en los Emiratos árabes y me dió por hacerme un tratamiento extraño que sinceramente ni escuché qué tanto prometía, pero accedí para probar la experiencia: error.Me dejó la piel hecha un desmadre. Estaba roja, irritante y escamosa. Y hoy era el bautizo de las gemelitas de Lisa y Max.¿Por qué se me ocurrió en ese instante que era una buena idea? Mi dermatólogo bien me había advertido no hacerme ningún tratamiento invasivo del que no tuviera conocimiento. Pero ahí fui como una boba a vivir la experiencia de quedar pareciendo pollo recién matado y hervido. No fui capaz de caer en algún remedio casero y terminar de joderme la piel. La lección ya estaba aprendida.Nada más me puse crema para aliviar la comezón, pero parecía que no me eché nada porque seguía igual. El vestido ya estaba por supuesto descartado. Era un arma mortal para mí sensible piel. Carajo.¿Y ahora qué? No tenía nada cómodo para poner
Presente....Definitivamente éste hombre no era como me lo había imaginado. Aunque decidimos no revelar nuestras identidades, no hacía falta. Él lograba hacerme sentir cómoda y agusto a su lado. En primer lugar me dió un pequeño recorrido en su camioneta por las calles. Me dejó apreciar la belleza de Grecia durante la tarde, mientras el sol caía poco a poco, iluminando todo de un tono naranja.Era un poco gracioso como la persona se nos quedaban viendo, supongo que era curioso mirar a una pareja andar con máscaras en la cara mientras hacía tanto calor en el lugar, pero de igual manera, decidimos seguir manteniendo el anonimato, de cierra manera era un poco sensual el asunto. La imaginación se echaba a andar para terminar de dibujar su rostro mentalmente.Yo estaba segura de que estaba guapísimo, no me hacía falta mirarle el rostro completo para poder decir esto. Tenía un aura de autoridad innegable, me daba escalofríos cuando su mano me tocaba la mía o cuando sus ojos conectaban con
Desperté sola, con una nota y un desayuno. Al parecer, el susodicho tenía que ir a trabajar temprano en la mañana. No me sentí mal, después de todo, solamente habíamos compartido sexo. No era ninguna declaración de amor ni nada. Pero fue divertido, y extraño. Me imaginaba la primera vez... Algo distinto. No me dolió para nada, es más; ni cuenta me di cuenta ya había entrado en mí, fue placentero y la mejor experiencia del mundo. Me hizo preguntarme si aquellos mitos sobre la primera vez era diferente para todas, o realmente no había mucho diferencia entre serlo o no serlo.De todas formas, me vestí con rapidez, y salí del vehículo. Dicho de paso, tuve que entrar en la ventanilla de los asientos traseros porque el capo estaba puesto. Abrí el seguro de la puerta, y me traje mi maleta conmigo. Todo estaba en orden: maleta, ropa, celular, cartera... Y aún era buena hora para llegar al aeropuerto. Por suerte había elegido un horario que sabía no me causaría tanto problema. No era apenas sa
A l e x e i-Toda mi vida he tenido que vivir a la sombra. Era el hermano oculto del que nadie tenía conocimiento, no podía decir quién era mi padre y no podía ver a mis medios hermanos nunca. En la casa, mamá siempre me dijo que era por nuestro bien, que nadie nos miraría con buenos ojos no seríamos bien recibidos. Conforme iba creciendo, sentía resentimiento por tener que vivir así, oculto de la sociedad. Sin aquellas fiestas infantiles con mis padres, sin que vaya a mis graduaciones o eventos escolares.Jamás celebramos el día del padre. Realmente, pocas veces vivimos como una familia.Fuimos la segunda familia secreta, el secreto sucio de papá del que nadie debía enterarse porque no era lo correcto, porque causaría problemas.Yo era un problema. Algunas veces llegué a sentirme tan miserable, tan vacío y solo que quise odiar con todas mis fuerzas a su familia "oficial", aquella que no tenía que esconderse ni avergonzarse, la cual podía gozar de tantas cosas que yo y mi madre no.
Cuando por fin llegué a casa después de horas de viaje llena de dudas e incertidumbre, no supe si lo que sentía era miedo o alegría. Para empezar, aunque tenía tooodas las ganas del mundo por resolver esto, poco o nada hicieron mis padres para orientarme en esto del mundo de los negocios. Verán, nunca dedicaron especial tiempo para explicarme mucho.Era lógico que si mi hermano iba a heredar la dirección ejecutiva (un error, del que siempre me imaginé, claro), yo no supiera mucho. La realidad es que solamente tenía derecho a participar pasivamente, las partes que involucran estar dentro de todo realmente no iba a ser mi área de trabajo, nunca hablaría con los clientes, proveedores, jamás tomaría decisiones importantes ni mucho menos solucionaría problemas o estaría en contacto con ninguna posesión de ningún cliente. Así eran las cosas. Yo manejaba el dinero (bajo supervisión, como no), pero no era nadie ahí y no estaba destinado jamás a ser relegado a la ovejita negra.Quizás debí de
Me recosté sobre mi cama, pensando en lo que acababa de pasar, no era tan malo después de todo porque contaba con la ayuda de las personas que me querían.Sinceramente, jamás me imagine estando envuelta en uno escándalo tan grande como este, pero lo hecho estaba hecho y ahora mis amigas ya sabían toda la verdad. Primero, después de no creerme la mala suerte que tenía de que mi hermano robase precisamente a un conocido MUY cercano, tuve que llamar a Lisa. Se notaba contenta y me daba mucha tristeza tener que contarle lo que sucedía, pero me arme de valor para contarle que tenía un hermano ladrón, que ahora había huido y encima nos había dejado a su bebé recién nacido. Tenía tanta suerte de tener como amigas a Lisa y Esme, porque lo primero que pregunto fue;—¿Pero estás bien?Sonreí, lanzando un suspiro de alivio porque su primera reacción no fuera mandarme al demonio.—Claro que estoy bien, solo me preocupa cómo voy a resolver el desmadre que hizo Lucas, justo con Alexei...Sin darme