¿Cuántos días más voy a estar en está situación?Estar tanto tiempo a oscuras me pone muy nerviosa porque no sé cuanto tiempo voy a poder aguantar. Apenas puedo ir al baño, me dan de comer y me dan de beber agua, nunca antes había experimentado esto. ¿Por qué ahora? No sé si me quieren matar, o ¿qué?Quiero dormir en mi cama, no en este poste, mis manos necesitan una manicura, mi cuerpo un maldito masaje porque lo único que siento es un dolor insoportable y lo más horrible es que la última vez que pude interactuar con alguien fue justo con una psicóloga. Y esa última discusión con el idiota de Alexei... no, es que yo ya no puedo estar en está situación. No quiero, no puedo y me rehuso completamente a someterme a esta situación en la que me tienen en una situación bastante asfixiante. Sin olvidarme de esas preguntas exhaustivas que no saben más que preguntarme para que vine. ¿Por qué les importa? No entiendo porque me tienen atada aquí, ¿qué hice o que hicieron para qué me tengan así?
Me quitaron la tela que cubría mi rostro, y aunque no podía ver con claridad, intente ver más allá, cosa que no fue nada fácil porque me costó que mis ojos se pudieran acomodar a la luz del día.Quitaron las cuerdas de mi mano y me froto mis muñecas con mucho cuidado que me duelen demasiado, pude ver estas que estaban completamente rojas, hasta parece que están lastimadas porque están tan rojas que parecía que sangre saldría de mi piel.¿Qué está pasando?—¿Por qué me hiciste esto?Ni siquiera podía mover las manos bien, las lágrimas siguieron cayendo despiadadas y el dolor fue aumentando en todo mi ser. No me puedo creer lo que esta sucediendo, estar frente a este hombre. Realmente me había secuestrado?—¿Por qué me hiciste esto? —exijo.Me alcé del asiento, acercándome a él para golpearlo con fuerza con mis puños adoloridos y agitar su chaqueta, sintiendo ese escalofríos recorrer todo mi cuerpo.—¿Por qué me hiciste esto? Se supone que eres el padre de mi hijo, ¿por qué me hiciste e
¿Cuánto tiempo se supone que estaría fuera? Si tan solo le hubiera preguntado, si tan solo pudiera saber en qué lugar está. No tuve necesidad de hablar con Tinna para que pida al hombre que me dio estas fotografías, que también la siga en México. ¿Ya habrá llegado Melina? Esta pregunta no deja de dar vueltas en mi cabeza, ya le dejé una infinidad de mensajes de texto, llamadas, pero ni una sola vez me respondió. ¿Seguirá molesta conmigo y por eso no me escribe? Volví a llamar, pero otra vez me llevó al buzón. ¿De verdad me habrá elegido a mí o es que volvió con Enzo? No entiendo que está sucediendo, y todo esto me está desesperando al punto de enloquecer. ¿Y si mejor voy a México? Dudo que sea una mala idea, además, ¿qué puedo perder? Nada, puede que ahí descubra si de verdad me eligió, o si cambio de opinión.Esto es inquietante. No saber nada, cuando usualmente tengo la seguridad de todo lo que pasa a mi alrededor.Pedí a Tinna que compre un boleto de avión, también pregunte si tie
Estoy cansada, todo el cuerpo me duele y solo tengo ganas de tirarme al sofá, comer un delicioso plato de macarrones de queso, y un vaso de Coca Cola dietética pero no es posible porque este maldito infeliz no me deja salir de aquí. Una parte de mí quiere llorar, pero no es posible, no es el momento para lamentos, tan solo puedo pedir que no me maten, que no terminen con mi vida aquí y ahora. Cuando menos lo imagino escuchó a lo lejos la voz de Alexei, por un momento creí que sería falso pero cada vez la sentía más cercana, más real.¿Qué hace él aquí?¿Cómo me encontró?Tengo tapada la boca, pero no evitó hacer ruido con mi propio cuerpo, sacudiendo mis manos para que me puedan escuchar lo antes posible y parece que lo conseguí porque la voz, cada vez, la escuché más cercana.—Lo prometiste —hice más ruido, golpeando más fuerte el suelo con los tacos de mis sandalias—, Tráemela, Enzo. Si tienes palabra.¡Por favor! No me importa ya como consiguió encontrarme, lo que quiero es que me
Me remuevo en la cama, mirando hacía el techo con cansancio. Todo ha estado cambiando, desde que hace dos semanas Alexei y yo confesamos nuestros sentimientos fue como redescubrirme a mí misma.Se había sentido tan liberador.Tengo que ir al trabajo, revisar los archivos pendientes para dejar de pagarles un sueldo a personas que nos están robando, no más. Esto ya no lo puedo permitir más, así que comienzo a alistarme para llevar a cabo mi itinerario del día.—Me voy a casar con Alexei —murmuro para mí misma con felicidad, aún incrédula de nuestra nueva situación.Me miró en el espejo, antes de terminar de retocarme el maquillaje y me aliso la falda para después de salir de la habitación en el hotel, esto de convivir tanto tiempo en hoteles me había acostumbrado a vivir en uno, muy a pesar que ya debo de ir a visitar a mi madre, a mi sobrino.Mi sobrino es tan pequeñito, necesita a su familia y sé que mi visita se acerca. Quiero saber cómo está la situación con mis padres, qué haremos
Melina Sandoval sabe cómo volverme loco, la sola idea de no poder dormir con ella esta noche me volvía loco, mis ganas de salir de esta comisaría son muchas, pero si no presentó cargos por Enzo, su estadía sería demasiado breve y eso no lo voy a permitir después de lo que hizo, lo quiero ver en esas cuatro malditas paredes sin ser capaz de ver la luz del sol hasta el día en que muera, aunque sé que eso es imposible puesto que seguramente con la influencia de su familia sería una condena reducida.No es que le desee la muerte como tal, simplemente deseo que se haga justicia porque Melina al fin de cuentas está yendo a terapia para sanar lo que vivió esos días encerrada con los matones de Enzo. Jamás le voy a perdonar el daño que le pudo hacer a mi mujer. Mi mujer. Se escucha de hermoso llamarla así. Vamos a llegar al altar, así tenga que mover cielo y tierra, nosotros vamos a estar juntos, sea como sea. Me pone un poco nervioso, pero al recordar las palabras que usó para mí esa mañana
No había pasado ni veinticuatro horas desde que le conté a toda mi familia que estaba esperando un hijo de Alexei, y la emoción que todos estaban desprendiendo me estaban sofocando porque mi madre esa misma noche llamó a mi ginecólogo para que pudiera revisarme, a pesar que le dije que no era necesario.Pero, tanto como estaba emocionada por la idea, también decepcionada porque quería que me case primero, esto se encargó de decirme cuando nos mandó a dormir a todos, hizo que me quedará un momento más para solo decirme esto y personalmente felicitarme como jamás había hecho en su vida, o al menos en un largo tiempo. Motivada me acercó a ella para abrazarla con fuerza, acurrucandome en sus brazos como niña pequeña, esperando que me metiera en la cama como hace muchos años no puede hacer, o no lo hace, lejos de quejarme, me acomodo de tal manera para que me pueda mimar como hace mucho tiempo no hace. Lista para despedirse se levanta de su sitio para tomar mi mano y subir las escaleras c
Meses después-Cuando amaneció, Melina de verdad no tuvo ganas de despertar en lo absoluto. Gruño en señal de protesta, pero supo que tenía que hacerlo.Hoy era el día.Así que se desperezo poco a poco, se sentó en la cama y estiró su cuerpo lo más cuidadosa que pudo. Estaba embarazada de ocho meses y medio, casi en la recta final. Las cosas no podían ser mejores al lado de su esposo, su dulce y domado esposo, Alexei.Sonrió. Si hace seis meses le hubieran dicho lo mandilon que podía ser, y lo sexy que eso lo hacía ver, probablemente se habría reído.Pero ahora, luego de medio año de matrimonio, estrías en las caderas, mucho sexo y otras tantas revelaciones después, podía jurar que no había mejor esposo sobre la tierra que él.Se dedicaba a hacerla feliz, a complacerla, mimarla y amarla tanto que no podía creerse la suerte que tuvo para lograr estar en la cúspide de la felicidad; al fin tenía la familia que toda su vida quiso.Sus padres eran más cercanos que nunca con ella, su herma