Estoy cansada, todo el cuerpo me duele y solo tengo ganas de tirarme al sofá, comer un delicioso plato de macarrones de queso, y un vaso de Coca Cola dietética pero no es posible porque este maldito infeliz no me deja salir de aquí. Una parte de mí quiere llorar, pero no es posible, no es el momento para lamentos, tan solo puedo pedir que no me maten, que no terminen con mi vida aquí y ahora. Cuando menos lo imagino escuchó a lo lejos la voz de Alexei, por un momento creí que sería falso pero cada vez la sentía más cercana, más real.¿Qué hace él aquí?¿Cómo me encontró?Tengo tapada la boca, pero no evitó hacer ruido con mi propio cuerpo, sacudiendo mis manos para que me puedan escuchar lo antes posible y parece que lo conseguí porque la voz, cada vez, la escuché más cercana.—Lo prometiste —hice más ruido, golpeando más fuerte el suelo con los tacos de mis sandalias—, Tráemela, Enzo. Si tienes palabra.¡Por favor! No me importa ya como consiguió encontrarme, lo que quiero es que me
Me remuevo en la cama, mirando hacía el techo con cansancio. Todo ha estado cambiando, desde que hace dos semanas Alexei y yo confesamos nuestros sentimientos fue como redescubrirme a mí misma.Se había sentido tan liberador.Tengo que ir al trabajo, revisar los archivos pendientes para dejar de pagarles un sueldo a personas que nos están robando, no más. Esto ya no lo puedo permitir más, así que comienzo a alistarme para llevar a cabo mi itinerario del día.—Me voy a casar con Alexei —murmuro para mí misma con felicidad, aún incrédula de nuestra nueva situación.Me miró en el espejo, antes de terminar de retocarme el maquillaje y me aliso la falda para después de salir de la habitación en el hotel, esto de convivir tanto tiempo en hoteles me había acostumbrado a vivir en uno, muy a pesar que ya debo de ir a visitar a mi madre, a mi sobrino.Mi sobrino es tan pequeñito, necesita a su familia y sé que mi visita se acerca. Quiero saber cómo está la situación con mis padres, qué haremos
Melina Sandoval sabe cómo volverme loco, la sola idea de no poder dormir con ella esta noche me volvía loco, mis ganas de salir de esta comisaría son muchas, pero si no presentó cargos por Enzo, su estadía sería demasiado breve y eso no lo voy a permitir después de lo que hizo, lo quiero ver en esas cuatro malditas paredes sin ser capaz de ver la luz del sol hasta el día en que muera, aunque sé que eso es imposible puesto que seguramente con la influencia de su familia sería una condena reducida.No es que le desee la muerte como tal, simplemente deseo que se haga justicia porque Melina al fin de cuentas está yendo a terapia para sanar lo que vivió esos días encerrada con los matones de Enzo. Jamás le voy a perdonar el daño que le pudo hacer a mi mujer. Mi mujer. Se escucha de hermoso llamarla así. Vamos a llegar al altar, así tenga que mover cielo y tierra, nosotros vamos a estar juntos, sea como sea. Me pone un poco nervioso, pero al recordar las palabras que usó para mí esa mañana
No había pasado ni veinticuatro horas desde que le conté a toda mi familia que estaba esperando un hijo de Alexei, y la emoción que todos estaban desprendiendo me estaban sofocando porque mi madre esa misma noche llamó a mi ginecólogo para que pudiera revisarme, a pesar que le dije que no era necesario.Pero, tanto como estaba emocionada por la idea, también decepcionada porque quería que me case primero, esto se encargó de decirme cuando nos mandó a dormir a todos, hizo que me quedará un momento más para solo decirme esto y personalmente felicitarme como jamás había hecho en su vida, o al menos en un largo tiempo. Motivada me acercó a ella para abrazarla con fuerza, acurrucandome en sus brazos como niña pequeña, esperando que me metiera en la cama como hace muchos años no puede hacer, o no lo hace, lejos de quejarme, me acomodo de tal manera para que me pueda mimar como hace mucho tiempo no hace. Lista para despedirse se levanta de su sitio para tomar mi mano y subir las escaleras c
Meses después-Cuando amaneció, Melina de verdad no tuvo ganas de despertar en lo absoluto. Gruño en señal de protesta, pero supo que tenía que hacerlo.Hoy era el día.Así que se desperezo poco a poco, se sentó en la cama y estiró su cuerpo lo más cuidadosa que pudo. Estaba embarazada de ocho meses y medio, casi en la recta final. Las cosas no podían ser mejores al lado de su esposo, su dulce y domado esposo, Alexei.Sonrió. Si hace seis meses le hubieran dicho lo mandilon que podía ser, y lo sexy que eso lo hacía ver, probablemente se habría reído.Pero ahora, luego de medio año de matrimonio, estrías en las caderas, mucho sexo y otras tantas revelaciones después, podía jurar que no había mejor esposo sobre la tierra que él.Se dedicaba a hacerla feliz, a complacerla, mimarla y amarla tanto que no podía creerse la suerte que tuvo para lograr estar en la cúspide de la felicidad; al fin tenía la familia que toda su vida quiso.Sus padres eran más cercanos que nunca con ella, su herma
Una mujer puede dejarse pisotear una vez por amor, pero no habrá segunda ocasión, aprenderá de su lección y cuando renazca del daño que le hiciste, deberás tener cuidado... ━─━────༺༻────━─━Beth despertó temprano en la mañana envuelta en una nube de felicidad. Hoy era el día más esperado de su vida. Por fin se casaría con el hombre del cual estaba enamorada desde hace tantos años. Y mejor aún, trabajaría como su secretaria, así que juntos serían una mancuerna de los negocios.—Nana, ¿me preparas el baño?Su nana entró apenas escucho su voz apareció en la habitación, todos en la casa sabían que ya era el día de su matrimonio. Aunque su familia deseaba que ella se fuera de una vez por todas de sus vidas, algunos sirvientes le tenían cariño.—Ya te lo preparo señorita.Beth sonrió mirando su mano. La sortija en su dedo brillaba como nunca, era redondo y grande, de color azul cielo con un intrincado de serpiente alrededor, el emblema de la familia Blake, imponiéndose sobre ella.Pront
CINCO AÑOS DESPUÉS....—Isabella está embarazada.Cuando escucho esas palabras, fue como si unas dagas se hubieran incrustado dentro de su ya débil corazón.—¿Por qué? —susurró.Él alzó una ceja.—¿Por qué, qué? ¿Te parece extraño? Pensé que ya lo esperarías.Ella negó con la cabeza, frustrada —Eso no es lo que digo. Te pregunto a ti, ¿por qué me hiciste esto? ¿por qué ella y no yo?Odiaba estar sumergida en el dolor justo frente a él, dejándole ver cuánto le afectaba su rechazo.—Jamás te ame, parece que no lo recuerdas con claridad, pero jamás te ame, Annabeth. Ni siquiera como mi secretaria pudiste hacer un buen trabajo, todo el tiempo solo deseaba reemplazarte por alguien más eficiente.Sus piernas no pudieron soportarlo más y cedieron, llevándola al frío suelo inmediatamente. No podía mirarlo más a la cara, no podía enfrentar más su odio y desprecio.Tras cinco años de matrimonio, al fin podía darse cuenta de la realidad... Su esposo jamás la amó, y nunca lo haría, porque siem
La casa estaba en silencio cuando volvió. Le costaba respirar con cada paso que daba, pero al menos ya tenía más conocimiento que hace unas horas. Ahora quizás ya podría enfrentarse a su nueva vida.Una vida en la cual su matrimonio estaba casi oficialmente acabado.Al acercarse, divisó una luz en medio de la sala todavía encendida. Era algo extraño, ya que él solía no estar por las noches.De pronto, su voz llenó el vacío.—¿En dónde estabas, Beth? —había algo de dureza en su tono, pero lo desestimó.—Salí a caminar, Dominik. ¿No crees que eso es algo normal, teniendo en cuenta la situación? Estuvieron cara a cara cuando ella se paró enfrente de él. Sus ojos fríos como el hielo la taladraron en su sitio.—No puedes dar de qué hablar en los medios, aunque dejemos de ser marido y mujer debes mantener una imagen intachable.Alzó una ceja, inquisitiva.—¿Es esa una orden o una sugerencia? —preguntó con ironía.No se esperaba que él se levantara tan rápido, así que trastabillo para ale