Capítulo uno: Secuestrada"Narra Ariana Fallon"Trato de abrir los ojos una y otra vez, pero la tarea se vuelve una auténtica tortura. Mis párpados pesan demasiado y las sienes me laten como si tuviera la peor resaca de la historia. Después de lo que parece una eternidad, consigo despertar solo para dañarme la vista con la intensidad de la luz.Logro levantarme hasta quedar sentada y entonces, observar en derredor. Estoy sobre una inmensa cama, dentro de una habitación que probablemente sea igual al tamaño de mi departamento completo. Los bordados dorados de las paredes, cortinas y toda la decoración en general, me lastiman la vista casi tanto como la luz.¿Dónde rayos estoy?Intento buscar en mi memoria cómo demonios llegué a parar a este museo de la época victoriana, a la vez que me paseo por el lugar. Solo recuerdo mi día normal en el hospital, el almuerzo en la cafetería de la esquina y… los mareos. Choqué con alguien... creo.¡Por Dios! Había algo en la bebida que me ofrecieron.
Capítulo dos: Contrato Matrimonial"Narra Ariana Fallon"No, no es cierto. No está pasando... Sin embargo, la pantalla entre sus manos me muestra la verdad en la cara.—Tú dirás, pequeña —interviene el psicópata a mi lado—. ¿Ordeno disparar?—Vas de farol —comento incrédula.—¿Eso crees? —cuestiona retador sin dejar de sonreír. ¡Esa sonrisa, demonios! Me asusta tanto como me cautiva—. Es muy fácil apretar el gatillo, Ariana y no habrá vuelta atrás —me observa en silencio, tal vez esperando una respuesta de mi parte. Sin embargo, yo no puedo emitir palabra alguna. Esto es demasiado surrealista—. Francesco...—¡Espera! —le detengo apretando sus muñecas y de inmediato retrocedo al sentir el resquemor de su tacto.¡Maldici0n, es imposible! Nadie puede tener esa temperatura corporal tan alta.—Quizá debería cargarme a tu compañero de piso, a tu cuñado —amenaza, provocándome temblorosos espasmos del miedo—. O tal vez debería ir por sus hijos. Pobres niños, tan pequeños y tan expuestos a
Capítulo tres: Mi marido me va a matar "Narra Ariana Fallon"Cinco días después, sigo encerrada entre estas cuatro paredes y me encuentro a punto de arrancarme los pelos. Hace mucho tiempo que he perdido los nervios y la cordura. La primera noche me negué a cenar y el loco ese casi me ahoga al meterme la comida en la boca a la fuerza.Así que parezco un adefesio humano o en todo caso, un robot programado para hacer las necesidades básicas de un ser humano.Nunca he sido sometida a tortura psicológica, pero estoy segura de que esto se le parece mucho. No me toca, apenas me habla, no he visto otra cara que no sea la de ese maníaco. El muy imbécil se llevó mi teléfono y lo guardó sabrá Dios dónde.Esperaba muchas cosas. En mi mente llegué a imaginar millones de formas para causarme el más agonizante de los dolores. Sin embargo, este silencio desolador es cien veces peor. Ya ni siquiera recuerdo el sonido de mi voz. Hasta mi subconsciente inoportuno se ha callado y la soledad me ataca co
Capítulo cuatro: Esposa Rebelde "Narra Harry Mascherano"Trato de centrarme en los papeles, pero se me hace imposible. Es como si no tuviera la capacidad para comprender lo que leo. Mi cuerpo está aquí dentro del auto, pero mi mente ya ha llegado al edificio y cruza el salón del penthouse directo a la habitación de esa pequeña intrépida.Desde que me vio pudo reconocerme como el ex prometido de su hermana mayor. Sin embargo, en ningún momento ha mencionado nuestro encuentro de hace un mes en esta misma ciudad, en la fiesta de su querido cuñado. No me recuerda…La rabia emerge una vez más y siento ganas de sacudirla con vehemencia para luego abrirle el cerebro. ¿Cómo es posible que me haya olvidado? ¡A mí! La voy a castigar porque a mí nadie me olvida. Ya es tiempo de iniciar su calvario. 'Y de poseerla', añade la voz de mi cabeza. No obstante, niego la idea por muy tentadora que resulte. Todavía no es tiempo, primero tengo que enloquecerla, luego atraparla y al final caerá redonda
Capítulo cinco: Un baile y una apuesta "Narra Ariana Fallon"Estoy atrapada, acorralada entre su cuerpo y no tengo escapatoria alguna. La cercanía de su piel me provoca espasmos dolorosos y su inusual temperatura corporal enciende chispas en la boca de mi estómago. Sus labios se encuentran a solo unos insignificantes centímetros, logrando que pueda palpar su respiración. ¡Oh, Dios Mío! ¿Va a besarme? Le veo venir. ¡Le veo venir, maldit@ sea! Y no hago nada en absoluto para detenerle.¿Pero qué leches estás haciendo, Ariana Fallon?'No, no, no', me reprendo. '¡Ni se te ocurra besarle!' Sin embargo, por más que mi parte racional lucha por salir a flote, mi cerebro se empeña en encerrarle y hacer lo que le dé la gana. Va a besarme. ¡Demonios, voy a dejar que me bese! Entonces, un estruendo en el exterior nos toma desprevenidos a los dos y pegamos un saltito al mismo tiempo. —El espectáculo ha comenzado —le escucho resoplar mientras intento controlar los acelerados latidos de mi c
Capítulo seis: Aprieta el gatillo Narra Ariana Fallon «Sácame de aquí»La idea cruza mi cabeza, pero la descarto después de meditarlo por unos segundos. No sé quién es este hombre, ni de dónde salió o si esto no es más que una treta de mi esposo psicópata. Además, es mejor malo conocido que bueno por conocer."No es que conozcas mucho al señor Mascherano', salta mi subconsciente.—Justo ahora… —trago saliva aún tentada a rogar por ayuda. ¡Cómo me gustaría que fuera mi Príncipe Encantador de mi propia novela! Sin embargo, por alguna razón mi instinto me impide creerlo— no.—¿Segura? —saca un fajo de billetes para entregarlo en mis manos—. Con esto podrías dejar esta vida y ser libre.Libre… cuánto me gustaría serlo.—Se lo agradezco, señor —sonrío a medias—, pero me parece que no voy a necesitarlo.—Debe haber algo que pueda darte, un recuerdo para que tengas esta noche siempre presente.«No creo que olvide nunca esta noche»Bajo la mirada buscando la manera más correcta de rechazar
Capítulo siete:“Narra Ariana Fallon”El cuerpo del italiano termina de desplomarse en el piso para luego ser absorbido por la inconsciencia.No sé qué hacer. Estoy petrificada y mi mente solo puede pensar en una cosa: le he matadoEl hombre agoniza en el suelo, mientras la mancha de sangre se expande por la alfombra y yo no puedo hacer otra cosa sino contemplarle, idiotizada por completo.¿Qué he hecho?¡¿Qué demonios he hecho?!'Lo he matado''¡Soy una asesina!'—Maldit@… —le escucho gruñir con los dientes apretados y entonces, reacciono.—¡Oh, Dios mío! —me llevo las manos a la boca antes de correr a su lado a socorrerle—. ¡Ayuda! —grito desaforada a la vez que abro su camisa de un tirón—. ¿Qué has hecho, maldit@ sea?—Fuiste tú… pequeña —todavía las fuerzas le dan para hablar, así que no estoy perdida del todo—. ¿No… era lo q…que querías?—¡Cállate! —pronuncio histérica al mismo tiempo que tapono la herida con manos temblorosas—. ¡Que alguien venga, maldici0n!La sangre no deja de
Capítulo ocho: Ya he probado esos labios“Narra Ariana Fallon”—Nella se encargará de traerte todo lo que necesites y algo ligero para cenar —me informa el tal Mauro—. No vas a volver a dispararle, ¿cierto?—¡Yo no le disparé! —exclamo furiosa de pronto, aliviada porque el susto momentáneo ha pasado.—Lo que tú digas.—Si eres amigo de este desquiciado degenerado, ¿no deberías querer matarme por herirle? —cuestiono contrariada, puesto que en ningún momento ha perdido la expresión divertida.—Debería…, pero oficialmente eres su esposa y además, él solito se ha buscado esto. Prometí no entrometerme y pienso cumplir mi palabra, así que nos vemos mañana, preciosa. Ah —se detiene a punto de cruzar la puerta para girar sobre sus pies y sonreírme una vez más—, bonito espectáculo el que diste esta noche. Ya veo por qué trastornas tanto a los hombres.—No se puede trastornar a alguien que ya tiene el cerebro enfermo —replico con un tono despectivo antes de dirigirme a lo que supongo que sea el