Capítulo nueve: Flashback "Narra Ariana Fallon" Odio mi cumpleaños. No sé por qué mi familia se empeña en celebrarlo si lo sabe. Yo no tengo nada que festejar, porque este fue el mismo día en que mi madre biológica me abandonó. Salgo hacia el jardín a toda prisa y me aguanto del muro de la enorme fuente central para no chocar contra mis propios pies. Mis pulmones vuelven a llenarse de aire y deambulo por el verde paisaje sin rumbo. La bebida se me acaba y lanzo la copa con desdén al vacío. La fiesta ya no me parece tan divertida y una profunda tristeza me ataca al recordar que soy un año más vieja. —¡Jodido día! —lanzo la maldición al aire—. ¿Por qué no terminas de perderte de una vez? Doy un mal paso, el tacón se me entierra en el pasto y cierro los ojos imaginando la estrepitosa caída. Sin embargo, unos brazos me detienen antes de que la tragedia suceda. Levanto la vista para conocer a mi salvador y de repente, me congelo entre la calidez de su abrazo. —¿Te has perdido, peque
Capítulo diez: De mí no vas a librarte“Narra Ariana Fallon”Sus labios danzan junto a los míos y yo no puedo hacer otra cosa sino responder. Es algo más fuerte que yo, mi cuerpo no acata las órdenes de mi cerebro y es que el mismo se encuentra más que frito, achicharrado e inservible.El italiano delira, yo también; ambos nos hemos convertido en esclavos de la fiebre.Le tomo por el cuello en tanto me contoneo encima de su abdomen, buscando aliviar el ardor que me abrasa. Sus manos se aferran a mi cintura al punto que me parece que va a sacarme los intestinos, pero no le detengo.¡Estoy loca!Ya se me fueron todos los tornillos con tuercas, tirafondos y todo. Me estoy dejando besar por mi secuestrador y lo peor, es que la sensación de ya haber vivido esta escena permanece vigente en el fondo de mi bajo vientre.—Todavía no has llegado a mi altura… pequeña —jadea contra mis labios, paralizándome en el acto—, pero vas por muy buen camino.Como si de un sueño se tratara, el italiano vue
Capítulo once: Me deseas "Narra Harry Mascherano"No me sorprende que responda a mi beso, puesto que soy consciente de que le atraigo. Lo que sí esperaba era un poco de resistencia al principio. Sin embargo, aquí está, rendida ante la pasión que nos inunda.Lo ha recordado, he podido verlo en su expresión cuando le pregunté y por ello, la he pillado con la guardia baja.¡Hija de su perra madre! Si lo hubiese sabido antes la habría besado desde el inicio.Como ya se le ha hecho costumbre, Ariana Fallon me desconcierta una vez más.El frenesí se apodera de mis sentidos, la arrastro a mi regazo y me niego a soltar sus labios. No la dejo respirar, sino que la alimento con mi aire, mi ansiedad y mi deseo. No obstante, me resulta imposible contener el gemido de dolor al hacer un brusco gesto con el brazo.Ese parece ser el detonante para hacerla reaccionar y alejarse en un aparente estado de shock.—¡Maldit@ sea! —vuelvo a jadear adolorido y a la vez enrabietado por romper el aura.—Cu
Capítulo doce: Me estoy obsesionando"Narra Harry Mascherano"Sin pretenderlo, Ariana Fallon me ha hecho un favor al incrustar esa bala en mi pecho.Emito una sonora carcajada bajo el agua caliente de la ducha.Nunca me había alegrado tanto de que alguien hubiese tratado de matarme.Los siguientes tres días son más de lo mismo, nos enfrentamos, nos retamos y pronunciamos todas las ofensas habidas y por haber tanto en inglés como en italiano. Debo confesar que me estoy divirtiendo demasiado en mi papel de esposo secuestrador.No vuelvo a besarla, puesto que en ningún momento se permite bajar la guardia. Lo que no sabe es que mientras más se resista, más me deseará.Espero en la puerta del camerino a que Fabiola termine de arreglarla y al verla con el conjunto de sexi pirata bucanera, un fuego abrasador emerge desde las profundidades de mi pelvis, empalmándome de manera automática.¡Por todos los demonios!Es una jodida tentación andante.—Hoy bailarás sola —le informo reparando en su a
Capítulo trece: ¡Estoy loca!"Narra Harry Mascherano"La furia aumenta a medida que avanzo y antes de que cualquiera de los dos note mi presencia, tomo a mí esposa de las muñecas y tiro de ellas hasta posicionarla a mis espaldas, cubriendo su cuerpo por completo con el mío de la mirada del viejo pervertido.—En mi club no entra nadie —pronuncio ignorando el jadeo de la castaña detrás de mí y a la vez, luchando para sostenerla, porque la muy jodida no deja de resistirse—, y lo mío no se toca, ni se le dirige la palabra, ni se mira.—Yo solo quería…—¡Fuera de aquí! —exclamo rojo de ira.—No busco problemas, Mascherano —el muy inconsciente tiene el atrevimiento de desafiarme—. Solo ayudaba a su bailarina. De hecho, venía buscándolo a usted. Tengo una proposición que hacerle.—No me interesa —le interrumpo—. Tienes diez segundos para marcharte.—Está bien —alza las manos en señal de rendición—, desistiré por ahora, pero pronto escuchará de mí.—Si lo hago, ten por seguro que te arranco lo
Capítulo catorce: O yo, o la muerte "Narra Ariana Fallon"Los intestinos se me remueven inquietos dentro de mi cuerpo como si estuviesen en medio de un festín, pero por fuera me controlo manteniéndome estática.—Listo —el ronco susurro en mi oído se siente como una descarga eléctrica y lucho con todas mis fuerzas para evitar el temblor.—¿No me vas a decir a dónde vamos? —trato de alejarle con una pregunta banal, al mismo tiempo que obligo a mi cabeza a imaginar pececitos de colores.—Estás a dos minutos de averiguarlo por ti misma —responde regresando a su asiento—. ¿Te apetece una copa?—¿Por qué estás tan amable? —entrecierro los ojos en torno a él—. ¿No que querías matarme?—Todavía no ha llegado tu hora, mi pequeña esposa —se termina el bourbon— y el hecho de que sonría no significa que la furia se haya apagado.—¿Qué estás planeando, Mascherano? —no sé por qué, pero este hombre me asusta más cuando tiene cara alegre que cuando la piel se le pone roja de la ira.Oculta su rostro
Capítulo quince: Te odio"Narra Ariana Fallon"No puedo evitarlo, siento cómo el pánico se extiende por mi sistema. Casi podría jurar que duele su avance por debajo de mi piel. Siento pavor de volver a pisar una pasarela.Es una etapa de mi vida que ya estaba guardada en su cajón y ahora esta maldit@ bestia pretende destaparla como Pandora.Observo mi reflejo en el espejo y acaricio la tela de mi vestido, sintiendo cómo mis dedos tiemblan por el tejido.'No puedo hacer esto'¡Por Dios! Estoy temblando como si me encontrara en medio del Polo Norte.Él sigue ahí, detrás de mí, con una postura amenazante, la cual indica que no podré librarme de esta.Si el italiano quería que le temiera, pues lo ha conseguido.—Cinco minutos —anuncian desde la puerta, aumentando la ronda de escalofríos.—¿Qué puedo hacer para que me dejes salir de aquí sin desfilar? —pregunto tragando saliva, dispuesta a lo que sea.—Veamos —se acerca a paso lento hasta pegar su pecho a mi espalda. Sus manos se pasea
Capítulo dieciséis: Estoy loca"Narra Ariana Fallon"¿Entregarme?¿Lo que más ansía?¿Acaso tiene a alguien más?¿Y yo qué soy? ¿La esposa prisionera a la que mueve a su antojo como marioneta?'No', me niego. Si el italiano me desea, tendrá que estar solo conmigo, porque de lo contrario aquí no habrá ningún jodido plan de seducción que valga.Primero me corto las venas o le disparo a drede antes de exponerme a sufrir una humillación más adelante. Además, para poder conquistarle no puede haber nadie más en su vida.La quito del medio, eso seguro.—¿Con quién tienes que hablar sobre mí? —pregunto mientras le pego en el pech0 para empujarlo lejos.—No pienso responder a nada —él se mantiene estoico como una roca ante mis estocadas—. No tenías derecho a mirar mi teléfono. Es privado.Recoge el aparato mientras yo resoplo furiosa.Me acabo de dar cuenta de que tal vez estoy más molesta por saber que ha hablado con alguien más sobre la posibilidad de sacarme de su vida, que por el hecho de