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La Esposa Comprada del Mafioso.
La Esposa Comprada del Mafioso.
Por: J.C.Castro
Capítulo 1; Conocer al deudor.

Nikolay, entró a la oficina que tenía en su club, caminó hacia el enorme cristal incrustado en la pared, era un cristal blindado que a la vez servía como ventana para observar gran parte de lo que sucedía en el club.

—Parece una noche tranquila— observó él mientras se desabotonaba la chaqueta de su traje hecho a la medida y se metía las manos a los bolsillos de su pantalón.

—Nunca es una noche demasiado tranquila, señor— respondió Igor con tono tranquilo— aquí tengo el sobre con toda la información que pidió.

—Bien, veamos entonces qué tan buena información hay allí para mí, qué tanto puedo conocer a Ethan Müller. —caminó hasta el enorme escritorio, se sentó en la silla que estaba frente a él y extendió la mano a Igor para recibir el sobre que contenía la información que había solicitado, extrajo varias hojas de papel en la que al inicio pudo leer un poco sobre Ethan Müller, cuánto debía en el club, su edad y una reseña de su vida, allí decía que era viudo desde hacía ya al menos seis o siete años, también decía que tenía dos hijas; Amaia y Aimara Müller. —¡BINGO!—exclamó mientras sonreía. Dejó de lado aquella hoja y se encontró de frente con una fotografía al pie de la misma se leía "Aimara", era realmente hermosa con un precioso cabello negro a la altura de los hombros y unos bellísimos ojos azules, detrás de la fotografía una hoja con el nombre de la chica en la cual se reseñaba su edad y una lista de las actividades que hacía a diario así como los lugares que frecuentaba. —No me sirve, ni siquiera es mayor de edad— resopló, dejando la hoja de lado.

Fue entonces cuando se encontró con otra fotografía, una chica aún más hermosa que Aimara, quizás por tener mas apariencia de mujer y menos de niña, tenía un largo cabello oscuro como la misma noche sin luna, no era un cabello completamente lacio sino, que estaba lleno de muchas ondas que enmarcaban su angelical rostro, tenía una boca llena y carnosa, una nariz puntiaguda que daba la impresión de ser pretenciosa y unos ojos aún más azules y hermosos que los de su hermana, pero esta vez no eran unos ojos azules como el cielo, sino un azul oscuro y fuerte como si de un zafiro se tratase. "Amaia" se leía al pie de la fotografía la chica sonreía y Nikolay supo de inmediato que había conseguido lo que estaba buscando, elevó la vista hacia Igor quien estaba atento a cada uno de sus movimientos.

—¿Desea algo, señor?

—Un vodka para brindar, Igor— le dijo y observó como el hombre se movía a servirle el trago y se lo daba, Nikolay lo tomó ingiriendo la mitad del contenido, dejó la foto a un lado y se concentró en el papel que tenía la información sobre la chica,afortunadamente esta sí era mayor de edad con una importante brecha de edad entre ella y su hermana menor, lo cual la hacía perfectamente accesible para él le gustaba lo que estaba leyendo sobre ella al parecer no solo era una chica bonita, sino que era bastante inteligente recientemente se había graduado de la universidad y parecía una chica común y corriente con una vida tranquila.

Pero no todo es lo que parece ya que las Müller no estaban viviendo una vida común y corriente, su padre estaba endeudado con el banco, había caído en una mala racha de la cual aparentemente no lo graba salir, según la información que tenía en sus manos aquel hombre ahora se dedicaba a beber y a apostar cuántos centavos conseguía intentando buscar un golpe de suerte que lo llevara a recuperar el prestigio y la gloria que había tenido en el pasado, pero que actualmente había perdido.

—Qué interesante, Igor— exclamó Nikolay, mientras ingería todo lo que le quedaba en la copa— es ella— dijo señalando la fotografía de Amaia— Es ella la que quiero, ahora dime, ¿cuánto debe el señor Müller al casino?

—Mucho señor, se siguió la orden que usted dio de no limitarlo, de no negarle la entrada y de ni siquiera presionarlo para que pague, todo se está efectuando como usted lo ordenó y el hombre ha adquirido una cuantiosa deuda, quizás más de lo que pueda pagar en dos o tres vidas dada la mala racha que tiene.

—¿De cuánto exactamente estamos hablando?— Igor dijo la cifra y Nikolay silbó— para mi bolsillo no es un monto tan significativo, pero para ese pobre diablo que lo ha perdido todo, es absolutamente una fortuna.

—Así es señor, ¿qué quieres que hagamos ?

—Por ahora lo he decidido, ya escogí a mi presa es la mayor de las Müller a la que quiero y evidentemente la voy a conseguir, será su padre quién me dará acceso a ella.

—Es un hombre dado al juego y a la bebida sin embargo, no parece un mal padre— le advirtió— ¿Cree realmente que esté dispuesto a sacrificar a una hija?

—Igor, Igor, Igor...— le dijo en tono burlón— después de todo lo vivido, aún no aprendes que un hombre desesperado por conservar su miserable vida, es capaz de todo, hasta de entregar a una hija ó a su mismísima madre, si es que se la pidiera.

—¿Que quiere exactamente que hagamos esta noche.?

—Dejenle jugar a sus anchas, y antes de llegar medianoche quiero que lo traigan ante mí para que mi querido deudor y yo podamos tener una conversación.

—Se hará como usted diga, señor— dijo Igor mientras inclinaba la cabeza asintiendo.

—¿Saldrás de nuevo esta noche, papá?— le preguntó a Amaia frunciendo el entrecejo.

—¿Desde cuándo debo darte explicaciones?, ¿acaso se te olvida que soy yo el padre?— preguntó incómodo por el interrogatorio.

—No te estoy exigiendo explicaciones papá, solo quería saber dónde podía localizarte si sucede algo, aunque me imagino que la pregunta es tonta eso es obvio que estarás en ese club. ¿Hasta cuando vas a ir, papá?, ¿hasta cuándo vamos a estar en esta situación?, hoy me han llamado del colegio de Aimara, me han dicho que te han marcado un montón de veces a tu celular pero tú no has respondido.

—¿Y qué se supone que quieren esos buenos para nada?

—¡Padre!— dijo enojada—¡ Sabes perfectamente qué es lo que quieren, no has cancelado el semestre de Aimara y están exigiendo que pagues, de lo contrario no le entregarán las notas de este semestre y lo que es aún peor, no podrá inscribirse en el siguiente!

—Lo solucionaré— sentenció mirando a su hija los ojos.

—¿Cómo?— le preguntó frustrada— ¿cómo lo harás?, ha quedado más que claro que en ese club no encontrarás la respuesta padre, y no podemos seguir así, si no encuentras una solución pronto tendremos que hipotecar la casa— el hombre presionó los labios con fuerza para evitar maldecir, no sabía cómo tomaría su hija si le dijeran en aquel momento que la casa estaba hipotecada hacía mucho y que el banco ya comenzaba a presionarlo por pagos retrasados.

—Lo solucionaré Amaia, lo prometo pronto pagaremos la escuela de tu hermana.

—Eso espero padre, porque sabes perfectamente que con ese trabajo que tengo no puedo cubrir más allá de necesidades básicas, Aimara se ha esforzado mucho por entrar en esa escuela y por mantener un buen promedio, se esfuerza constantemente, así que por favor, no lo arruines, no la decepciones.

—No lo haré, te digo que voy a solucionarlo, confía en mí —dijo el hombre mientras asentía para luego darse media vuelta y salir de la casa Amaia suspiró frustrada sintiendo que su familia estaba cayendo en un pozo oscuro del cual no sabía si tendrían la fortaleza para salir.

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