Nikolay, entró a la oficina que tenía en su club, caminó hacia el enorme cristal incrustado en la pared, era un cristal blindado que a la vez servía como ventana para observar gran parte de lo que sucedía en el club.
—Parece una noche tranquila— observó él mientras se desabotonaba la chaqueta de su traje hecho a la medida y se metía las manos a los bolsillos de su pantalón. —Nunca es una noche demasiado tranquila, señor— respondió Igor con tono tranquilo— aquí tengo el sobre con toda la información que pidió. —Bien, veamos entonces qué tan buena información hay allí para mí, qué tanto puedo conocer a Ethan Müller. —caminó hasta el enorme escritorio, se sentó en la silla que estaba frente a él y extendió la mano a Igor para recibir el sobre que contenía la información que había solicitado, extrajo varias hojas de papel en la que al inicio pudo leer un poco sobre Ethan Müller, cuánto debía en el club, su edad y una reseña de su vida, allí decía que era viudo desde hacía ya al menos seis o siete años, también decía que tenía dos hijas; Amaia y Aimara Müller. —¡BINGO!—exclamó mientras sonreía. Dejó de lado aquella hoja y se encontró de frente con una fotografía al pie de la misma se leía "Aimara", era realmente hermosa con un precioso cabello negro a la altura de los hombros y unos bellísimos ojos azules, detrás de la fotografía una hoja con el nombre de la chica en la cual se reseñaba su edad y una lista de las actividades que hacía a diario así como los lugares que frecuentaba. —No me sirve, ni siquiera es mayor de edad— resopló, dejando la hoja de lado. Fue entonces cuando se encontró con otra fotografía, una chica aún más hermosa que Aimara, quizás por tener mas apariencia de mujer y menos de niña, tenía un largo cabello oscuro como la misma noche sin luna, no era un cabello completamente lacio sino, que estaba lleno de muchas ondas que enmarcaban su angelical rostro, tenía una boca llena y carnosa, una nariz puntiaguda que daba la impresión de ser pretenciosa y unos ojos aún más azules y hermosos que los de su hermana, pero esta vez no eran unos ojos azules como el cielo, sino un azul oscuro y fuerte como si de un zafiro se tratase. "Amaia" se leía al pie de la fotografía la chica sonreía y Nikolay supo de inmediato que había conseguido lo que estaba buscando, elevó la vista hacia Igor quien estaba atento a cada uno de sus movimientos. —¿Desea algo, señor? —Un vodka para brindar, Igor— le dijo y observó como el hombre se movía a servirle el trago y se lo daba, Nikolay lo tomó ingiriendo la mitad del contenido, dejó la foto a un lado y se concentró en el papel que tenía la información sobre la chica,afortunadamente esta sí era mayor de edad con una importante brecha de edad entre ella y su hermana menor, lo cual la hacía perfectamente accesible para él le gustaba lo que estaba leyendo sobre ella al parecer no solo era una chica bonita, sino que era bastante inteligente recientemente se había graduado de la universidad y parecía una chica común y corriente con una vida tranquila. Pero no todo es lo que parece ya que las Müller no estaban viviendo una vida común y corriente, su padre estaba endeudado con el banco, había caído en una mala racha de la cual aparentemente no lo graba salir, según la información que tenía en sus manos aquel hombre ahora se dedicaba a beber y a apostar cuántos centavos conseguía intentando buscar un golpe de suerte que lo llevara a recuperar el prestigio y la gloria que había tenido en el pasado, pero que actualmente había perdido. —Qué interesante, Igor— exclamó Nikolay, mientras ingería todo lo que le quedaba en la copa— es ella— dijo señalando la fotografía de Amaia— Es ella la que quiero, ahora dime, ¿cuánto debe el señor Müller al casino? —Mucho señor, se siguió la orden que usted dio de no limitarlo, de no negarle la entrada y de ni siquiera presionarlo para que pague, todo se está efectuando como usted lo ordenó y el hombre ha adquirido una cuantiosa deuda, quizás más de lo que pueda pagar en dos o tres vidas dada la mala racha que tiene. —¿De cuánto exactamente estamos hablando?— Igor dijo la cifra y Nikolay silbó— para mi bolsillo no es un monto tan significativo, pero para ese pobre diablo que lo ha perdido todo, es absolutamente una fortuna. —Así es señor, ¿qué quieres que hagamos ? —Por ahora lo he decidido, ya escogí a mi presa es la mayor de las Müller a la que quiero y evidentemente la voy a conseguir, será su padre quién me dará acceso a ella. —Es un hombre dado al juego y a la bebida sin embargo, no parece un mal padre— le advirtió— ¿Cree realmente que esté dispuesto a sacrificar a una hija? —Igor, Igor, Igor...— le dijo en tono burlón— después de todo lo vivido, aún no aprendes que un hombre desesperado por conservar su miserable vida, es capaz de todo, hasta de entregar a una hija ó a su mismísima madre, si es que se la pidiera. —¿Que quiere exactamente que hagamos esta noche.? —Dejenle jugar a sus anchas, y antes de llegar medianoche quiero que lo traigan ante mí para que mi querido deudor y yo podamos tener una conversación. —Se hará como usted diga, señor— dijo Igor mientras inclinaba la cabeza asintiendo. —¿Saldrás de nuevo esta noche, papá?— le preguntó a Amaia frunciendo el entrecejo. —¿Desde cuándo debo darte explicaciones?, ¿acaso se te olvida que soy yo el padre?— preguntó incómodo por el interrogatorio. —No te estoy exigiendo explicaciones papá, solo quería saber dónde podía localizarte si sucede algo, aunque me imagino que la pregunta es tonta eso es obvio que estarás en ese club. ¿Hasta cuando vas a ir, papá?, ¿hasta cuándo vamos a estar en esta situación?, hoy me han llamado del colegio de Aimara, me han dicho que te han marcado un montón de veces a tu celular pero tú no has respondido. —¿Y qué se supone que quieren esos buenos para nada? —¡Padre!— dijo enojada—¡ Sabes perfectamente qué es lo que quieren, no has cancelado el semestre de Aimara y están exigiendo que pagues, de lo contrario no le entregarán las notas de este semestre y lo que es aún peor, no podrá inscribirse en el siguiente! —Lo solucionaré— sentenció mirando a su hija los ojos. —¿Cómo?— le preguntó frustrada— ¿cómo lo harás?, ha quedado más que claro que en ese club no encontrarás la respuesta padre, y no podemos seguir así, si no encuentras una solución pronto tendremos que hipotecar la casa— el hombre presionó los labios con fuerza para evitar maldecir, no sabía cómo tomaría su hija si le dijeran en aquel momento que la casa estaba hipotecada hacía mucho y que el banco ya comenzaba a presionarlo por pagos retrasados. —Lo solucionaré Amaia, lo prometo pronto pagaremos la escuela de tu hermana. —Eso espero padre, porque sabes perfectamente que con ese trabajo que tengo no puedo cubrir más allá de necesidades básicas, Aimara se ha esforzado mucho por entrar en esa escuela y por mantener un buen promedio, se esfuerza constantemente, así que por favor, no lo arruines, no la decepciones. —No lo haré, te digo que voy a solucionarlo, confía en mí —dijo el hombre mientras asentía para luego darse media vuelta y salir de la casa Amaia suspiró frustrada sintiendo que su familia estaba cayendo en un pozo oscuro del cual no sabía si tendrían la fortaleza para salir.Ethan estaba concentrado en su partida mientras maldecía internamente, pues las cartas una vez más no le favorecían, así que las arrojó sobre la mesa rindiéndose a aquella partida, en aquel momento dos hombres se acercaron a él. —Señor Müller, ¿nos haría el favor de acompañarnos?— el hombre los miró confundidos y quizás un poco asustado, sabía que debía mucho en el club y era obvio que no tardaría en aparecer el dueño exigiendo el pago, ahora mismo su cabeza trabajaba mil por segundo intentando comprender cómo podía convencer al hombre de darle tiempo. —¿A dónde quieren que les acompañe?— preguntó aunque ya sabía la respuesta. —Usted solo debe seguirnos, créame que le interesa— dijo el hombre, Ethan incapaz de negarse, pues sabía que hacerlo solo complicaría las cosas pidió disculpas a sus contrincantes que estaban en la mesa y se puso de pie para seguir aquellos caballeros, lo llevaron directamente al segundo piso tocaron una puerta y esta se abrió dándoles acceso a una elegante o
Ethan observó con los ojos muy abiertos el revolver que estaba sobre el escritorio, sus ojos, así mismo como su expresión reflejaban un auténtico terror, el hombre sencillamente no podía creer lo que aquel hombre lo estaba proponiendo. —Usted... no puede estar hablando en serio— le dijo con voz temblorosa. —Yo nunca bromeo— le respondió con tono determinado— la decisión está en sus mano,s me paga ahora o a más tardar en veinticuatro horas o me da la satisfacción de jugar este pequeño juego con usted. —Acceder a jugar ese juego no me garantiza salir de esta habitación con vida. —Tampoco lo hace irse a casa y no pagarme en las próximas veinticuatro horas, es un riesgo que debe tomar. ¡Es su decisión, de nadie más! —Pero... pero... —el hombre no paraba de balbucear sin poder apartar los ojos del revólver. —Le explicaré cómo funciona esto, sé absolutamente todo de usted, toda la información necesaria, sé perfectamente que no tiene dinero para pagarme, sé exactamente cuánto me debe l
Amaia, estaba completamente agotada, suspiró de cansancio, después de llegar del trabajo se encontró con que su pequeña hermana Aimara estaba sentada en el recibidor con un libro en sus manos aquello le extraño pues aquel era el único día en el que Amaia salía temprano del trabajo y por lo general, su hermana no llegaba sino mucho después de ella. —¡Hey preciosa!— le saludó con el entrecejo fruncido—¿ Qué estás haciendo en casa tan temprano?, deberías estar en clase de canto. —Debería, pero me han echado— dijo y con un suspiro cerró el libro de golpe mientras su rostro reflejaba una profunda tristeza. —Pero... usé todos mis ahorros para abonar a tu escuela, prometieron que podías seguir entrando a clases— exclamó Amaia frustrada mientras llegaba y se sentaba junto a su hermana para abrazarla. —Lo mismo le dije a la directora, pero dijo que ya está por culminar el mes y padre no ha terminado de pagar, por lo tanto solo podré entrar a clases regulares pero no me darán más acceso a
—No... no puede estar hablando en serio...— le dijo Ethan con terror mientras observaba al hombre. —Pensé que ya habías aprendido que no suelo hacer bromas, estoy hablando muy en serio quiero a tu hija. —Pero... pero, ¿ como que quiera mi hija?, ¿para qué la quiere?, ¿qué piensa hacerle?—Mi propuesta es una propuesta decente Müller, lo que quiero es una esposa y esa esposa será tu hija Amaia— el hombre lo miró confundido. —¡Eso es una locura!, aunque yo decidiera aceptarlo y entregarle de cierto modo a mi hija, Amaia jamás lo aceptaría, esa muchacha tiene carácter, ¿ que le hace pensar que ella accederá fácilmente a ser su esposa. ?—No es mi problema, que tú hija acceda es el deber tuyo, creo que no será tan difícil si se lo presentas como; su libertad a cambio de tu vida. —No, es que usted no lo entiende señor, mi relación con mis hijas no es la mejor de todas, seguramente Amaia preferirá mil veces que usted me asesine antes de casarse con un desconocido. Tiene que haber ot
En cuanto Amaia hubo firmado el documento le entregó el bolígrafo a su padre y se enderezó. —Bueno, si eso es todo, me retiro. —No, no se retire señorita Müller— le dijo Nikolay colocándose de pie y tomando la carpeta organizando las hojas del documento. — bien Ethan, muy bien, trato hecho, mañana te haré llegar el documento en donde quedas liberado de tu deuda— Amaia, frunció lejos el seño al escuchar aquello. —¿Libre de deuda?— preguntó confundida—¿ no se supone que usted le está dando un préstamo?—Me temo que tu padre te ha engañado— dijo tranquilamente y Amaia dio un paso atrás ante el peso de las palabras que aquel hombre pronunciaba, inmediatamente sus ojos se abrieron y volteó a ver a su padre quien bajó la mirada avergonzado —¿De qué está hablando, señor?, ¿cómo que mi padre me ha engañado?—Lo que acabas de firmar no es ningún documento de cesión de acciones, como te he dicho mi nombre es Nikolay Kozlov, soy el acreedor de tu padre, digamos que tu progenitor me debe una
Amaia, se mantuvo en silencio durante todo el trayecto, tenía una fuerte opresión en el pecho y las lágrimas pugnaban por abandonar sus ojos sin embargo, se obligaba a ser fuerte, no conocía aquel hombre que ahora era su esposo, no sabía hacia dónde la llevaba, no sabía absolutamente nada pero no podía protestar. —Pasaremos la noche en mi mansión y mañana muy temprano saldremos de viaje. —¿A dónde vamos?— le preguntó. —Por ahora no es necesario que lo sepas, mañana te enterarás— Amaia quiso maldecir, evidentemente aquel hombre era un troglodita acostumbrado a dar órdenes y así mismo acostumbrado a que lo obedecieran sin siquiera rechistar, tal y como lo había dicho; ella no estaba en posición de exigir, así que solo asintió y guardó silencio. Llegaron a una enorme mansión, era evidente que el dinero no era ningún problema para el señor Kozlov. —¿Quieres cenar algo?— le preguntó pero Amaia sentía la garganta y el estómago cerrado, sería imposible para ella ingerir alimentos. —No,
Fue presentada como la nueva esposa de Nikolay, el personal de aquella isla parecía ser escaso, la miraron con bastante interés pero ninguno se atrevía pronunciar palabra o frase más allá de la adecuada, después de las respectivas presentaciones él se giró hacia una de las mujeres y le dijo. —Lleva a la señora a la que será nuestra habitación y muestrale todo lo necesario para que esté cómoda. El día de hoy será un día de gracia, mañana iniciará su entrenamiento.¿Entrenamiento? quiso preguntar Amaia completamente confundida sin embargo aquel hombre se dio media vuelta y se alejó de ella sin siquiera darle tiempo a hacer preguntas. ¿ Cómo que entrenamiento?, ¿ Cómo que pensaba destruirla?, ¿ qué diablo estaba planeando aquel hombre hacer con ella?, ¿ estaba al tanto su padre de que aquel hombre la sometería?, porque eso estaba más que claro que esi es lo que quería; someterla, destruirla, humillarla. Además de todo, ¿como que "nuestra" habitación?, la noche anterior él había res
Amaia tuvo miedo de seguir llevándole la contraria a aquel hombre así que obedeció en silencio hasta llegar a la mesa del comedor, se sentó junto a él e hizo su mayor esfuerzo por ingerir un poco de alimento con la clara intención de que el hombre la dejara en paz, después de aquellas amenazas y de la manera tan brusca en la que la había tratado, Amaia no tenía dudas de que aquel hombre sería capaz de lo peor, así que decidió no seguir tentando su suerte. Llevaba mucho rato comiendo en silencio cuando elevó los ojos del plato y le dijo. —Me dijiste que tu hombre se encargaría de la escuela de mi hermana. —Ese asunto está resuelto.— respondió tranquilamente. —¿Cómo puedo estar seguro de ello? —Porque soy un hombre que tiene palabra— le dijo mirándola con intensidad a través de sus hermosos ojos grises— mañana si quieres puedes comprobar los recibos de pago, el instituto de tu hermana ha sido cancelado, está al día y para que puedas estar más tranquila, también se canceló