Klaus atravesó el umbral de la habitación matrimonial, Kira estaba sentada sobre el amplio lecho con la mirada fija en la nada. Nada más verla sintió ira, las palabras de Amaia le golpearon... ella tenia razón, solo por ella tenia poder. Pero pronto sería viudo, y sobornaría a quien fuese necesario para obtener el control total de todo. —Hola, querida esposa— le dijo con voz melosa. Kira parpadeó y se giró para verle con expresión vacia.— pensé que estarías lista. —¿Lista... para qué? —¡Oh, querida!, ¿Lo has olvidado?— preguntó con una sonrisa.— se supone que hoy saldriamos a cenar fuera. — ella frunció el ceño. —No recuerdo ninguna cita pendiente entre nosotros— dijo desconcertada. —Por fortuna aún queda tiempo para prepararnos... Una hora más tarde había caído la noche, Kira no se sentía de buen humor pero decidió prepararse para la salida. Se metió a la parte trasera del coche, solo un hombre estaba allí; el chófer. —¿Y a dónde vamos sin seguridad? —Es una sorpre
Kira la miró aterrorizada, sus ojos se abrieron enormes y dio un paso atras, sentía que el aire se escapaba de sus pulmones.—Yo... no... eso no puede ser— dijo ella con los ojos llenos de lágrimas mientras negaba agitadamente— mi padre...—El muy idiota de Klaus manipuló a tu padre, lo único que le interesa es obtener poder. El imbécil quiere jugar a ser Dios, se casó contigo para manejar los negocios Ivanov, y me secuestró para emboscar a Nikolay, quiere quedarse con todo el poder de Rusia, el muy tonto quiere dirigir la bratva.—¡M4ldita sea!— gimió con las lágrimas deslizandose por sus mejillas— Klaus... ¿cómo fue capaz?, ¡mi padre lo amaba como a un hijo!— se aferró alos barrotes de la jaula— espero que Nikolay lo mate o yo misma le arrancaré la piel— se desplomó en el suelo, gimiendo, ahogada en llanto por el padre que había perdido, un padre que la había amado y que creía que hacía lo mejor al casarla con aquel traidor.—Eso no es lo peor, Kira— ella la miró a través de lágrima
—¡Es una trampa, Nikolay!— escucho la voz de Amaia y sin decir nada entró al lugar con algunos de mis hombres, y con el lobo americano junto a mi...—No creí que llegaras tan lejos, Nikolay— dijo Klaus, su voz cargada de desdén y Nikolay negó con una sorisa sarcastica —Has traído a todos tus perros a ladrar, pero no te salvarán hoy.— Debí sospechar que eras tu, debía tratarse de ti— Nikolay levantó su arma, su mirada fija en Klaus.— Suéltala, o te juro que te haré pagar por cada segundo que ella ha estado aquí. Annette pero si parees otra— dijo burlon mientras apuntaba a KlausAnnette se rió, una risa fría y cruel.—¿Crees que tienes el control? Estás en nuestro territorio, y aquí no hay lugar para los débiles.—Claro que no hay oportunidad para los débiles, lo que me sorprende es que estés aquí, siedo lo débil que eres— La tensión se intensificó. Nikolay sabía que Klaus no dudaría en hacerle daño a Amaia si la situación se tornaba peligrosa. —No te equivoques, Klaus. Te daré una opo
—¡KLAUS, AYÚDAME, AYÚDAME, POR FAVOR!...— gritaba y sollozaba Annette. Amaia entr´´o a la jaula y un par de hombres metieron a su adversaria para luego cerrar la jaula.—¡POR FAVOR, NIKOLAY, DÉJALA IR!— gritaba Klaus.—Ya escuchaste a Amaia, si quiere irse, debe ganar.— sentenció sonriendo. Los presentes se acercaron rodeando la jaula para ver le espéctaculo. —Yo que tú me quitaría el vestido y los tacones, son incómodos para pelear y más sabiendo que de esta pelea depende tu vida. La barbilla de Annette tmbló y se quitó los zapatos de tacón alto.—No me quitaré el vestido frente a todas estas bestias.— estaba terriblemente asustada.—Como quieras— se encogió de hombros— Voy a cobrarte mi secuestro, el atentado y la muerte de mis hombres... vas a morir mientras Klaus suplica por tu vida. — Nikolay sonrió orgulloso, aquella Amaia en la jaula no se parecía en nada a la debil Amaia con la que se había casado. ¡Le encantaba su reina!¡Amaia se había covertido en la esposa perfecta!¡E
Amaia se movió y parpadeó ligeramente, elcolor blanco intenso le lastimó los ojos asi que tuvo que cerrarlos nuevamente.—¿Maia?...— escuchó que le decían y batalló por no dejarse engullir por la oscuridad, parpadeó intentándo abrir los ojos nuevamente, sintió como oprimían cálidamente una de sus manos. —¿Maia... cómo te sientes?—Aimara... ¿dónde estoy?— preguntó suavemente, lo último que recordaba era que al salir de aquel galpón y ver la cantidad de muertos, el olor nauseabundo de la sangre, reconocer a algunos conocidos... sus heridas que no dejaban de sangrar... Nikolay junto a ella y detrás Kira tan muda como ella... entonces sin poder evitarlo; se desmayó. —Estás en el hospital... sacaron la bala y curaron tus heridas, te estás recuperado bien—¿Y Nikolay?— Acaba de irse, necesitaba ocuparse de algunos asuntos— Amaia asintió con los ojos llenos de lágrimas.—Estoy tan feliz de verte— dijo con voz ahogada por el llanto. Aimara se levantó de la silla para inclinarse sobre su he
Kira había decidido que necesitaba hacer un largo viaje al extranjero, poner en orden los negocios de su familia y luego marcharse por una larga temporada para intentar superar los eventos que había vivido durante el último tiempo. Perder a su padre era algo que no superaría nunca, saber que se había casado con su verdugo y el verdugo de su padre, le destrozaba el alma, si tan solo se hubiese negado rotundamente a casarse con Klaus, quizas su padre estuviese con vida.Ethan había vuelto a su país despues del matrimonio de Rocco y Aimara, y despues de un par de meses hizo pubica su relación con Martha, una mujer dulce y agradable que era muy dulce con todos. Las hermanas Muller estaban felices por su padre, quien cada día era un mejor hombre y se mostraba como el Ethan de aquelos años en los que su madre vivía; Un Ethan joven, feliz y agradable con todos, un Ethan que no se dejaba arrastrar por el alcohol y los juegos... ese Ethan había quedado muy lejos en el pasado, Amaia y Aimara no
Nikolay, entró a la oficina que tenía en su club, caminó hacia el enorme cristal incrustado en la pared, era un cristal blindado que a la vez servía como ventana para observar gran parte de lo que sucedía en el club. —Parece una noche tranquila— observó él mientras se desabotonaba la chaqueta de su traje hecho a la medida y se metía las manos a los bolsillos de su pantalón. —Nunca es una noche demasiado tranquila, señor— respondió Igor con tono tranquilo— aquí tengo el sobre con toda la información que pidió. —Bien, veamos entonces qué tan buena información hay allí para mí, qué tanto puedo conocer a Ethan Müller. —caminó hasta el enorme escritorio, se sentó en la silla que estaba frente a él y extendió la mano a Igor para recibir el sobre que contenía la información que había solicitado, extrajo varias hojas de papel en la que al inicio pudo leer un poco sobre Ethan Müller, cuánto debía en el club, su edad y una reseña de su vida, allí decía que era viudo desde hacía ya al meno
Ethan estaba concentrado en su partida mientras maldecía internamente, pues las cartas una vez más no le favorecían, así que las arrojó sobre la mesa rindiéndose a aquella partida, en aquel momento dos hombres se acercaron a él. —Señor Müller, ¿nos haría el favor de acompañarnos?— el hombre los miró confundidos y quizás un poco asustado, sabía que debía mucho en el club y era obvio que no tardaría en aparecer el dueño exigiendo el pago, ahora mismo su cabeza trabajaba mil por segundo intentando comprender cómo podía convencer al hombre de darle tiempo. —¿A dónde quieren que les acompañe?— preguntó aunque ya sabía la respuesta. —Usted solo debe seguirnos, créame que le interesa— dijo el hombre, Ethan incapaz de negarse, pues sabía que hacerlo solo complicaría las cosas pidió disculpas a sus contrincantes que estaban en la mesa y se puso de pie para seguir aquellos caballeros, lo llevaron directamente al segundo piso tocaron una puerta y esta se abrió dándoles acceso a una elegante o