Un aroma dulce le hizo levantar de la cama, aquel exquisito olor ya lo conocía de sobra -panqueques -dijo tragando la saliva acumulada-, Cameron hizo panqueques. -Se acomodó la bata de dormir, rápidamente llegó a la cocina, al ver la pila de ricos panqueques con mantequilla se acomodó para degustarlos.
-Eres como un perrito -dijo Cameron riendo volteando los panqueques-, en cuanto percibiste el desayuno te levantaste.-jaja nur graciosa -rió sarcástica a la comparación de su amiga no se definía en absoluto-, tú cocinando eres la mejor.-Ya deja tus salamerias a un lado desayuna, Fabio nos llamó para ir a ensayar y ya sabes cómo se pone cuando su estrella azul no va.-¿Ensayar? -cuestionaba confundida, metió un bocado de el delicioso desayuno comprobando una vez más las prodigiosas manos de Cameron.-Si -respondió la pelirroja tomando asiento en la pequeña mesa para también tomar su desayuno-. Fabio quiere que causemos una buena impresión, unos chinos vendrán ¿Y recuerdas a Frans el chico castaño que siempre deja rosas en mi camerino? Bueno habló con don Fabio para llevar a los chinitos al club.La voz de Cameron se oía lejana, ya sabía quien era Frans, era un niño rico heredero de una familia europea, en resumen todo un junior de la alta sociedad. Pero anoche él fue acompañado de otro sujeto, el cual ella bautizó cómo don refrigerador, si bien el tipo parecía ser de esos oficinistas amargados algo en él llamó mucho su atención.-¡Noa! -prorrumpió Cameron sacando a la morena de su burbuja individual haciéndole pegar un brinco de su asiento.-No me grites coño estoy frente a ti loca... -Calló nuevamente recordando el amorío que su amiga y el junior rico tenían, pero ella negaba-. No te hagas la loca ¿Crees que no se lo que tú vy Frans tienen? -de nada servía hacerse la desentendida, Cameron era muy obvia.-No maduras no tengo nada con ese niño rico-¡No lo niegues! -calló al escuchar que alguien tocaba la puerta, esperó a que alguien hablara si era el casero ni loca salía a escuchar su repetitivo "págame".-Noa, Camí -llamó una voz femenina-, chicas ¿Están en casa?-Es Alejandra -dijo en voz baja, Cameron con gestos pedía que no abriera la puerta, aún así abrio. Alejandra era muy diferente a su abuela grosera y si estaba llamando era porque seguramente necesitaba algo y ella no iba a negarle ayuda mientras estuviese a su alcance ayudarle-. Le abriré aunque no quieras ¿Entendido? -al abrir veía a la vecina en su usual uniforme blanco de enfermera.-Buenos días Noa -saludó ella con timidez-, disculpa que te moleste tan temprano, sé que ustedes trabajan hasta muy tarde y...-No te preocupes -decia Noa-, ya estábamos despiertas.-Bueno me alegra no haberlas despertado -esbozó una sonrisa de boca cerrada, de su bolso sacó una carpeta amarilla mostaza-, por favor Noa quería pedirte un favor.-Claro dime. -Respondió la morena ignorando la expresión de Cameron.Alejandra abrió sus ojos emocionada, esperaba que aceptara, pues no tenía opción -necesito que me ayudes a llevar está hoja de vida a esta dirección mi trabajo no me dará tiempo de llegar a tiempo y de verdad quiero aplicar para ese trabajo, así estaría al pendiente de mi abuela como enfermera apenas y tengo tiempo para ayudar a mi abuela en su artritis.Cameron se acercó a la morena arrebatándole la carpeta que Alejandra le acababa de entregar -¡Estás loca! -exclamó Cameron abriendo sus ojos como platos-, estamos en Harlem niña tonta, Hudson Valley queda a dos horas. -Recalcó Cameron devolviendo la carpeta a la enfermera.-No seas así Camí, seguramente la oferta es muy buena y Alejandra no quiera perder el chance...-¡Pues mientras tú duras casi cinco horas en ir y venir a ese barrio de ricos, Fabio se va a molestar y mucho por no ir al ensayo! -Regañó Cameron molesta.-Si esto te trae problemas es mejor que no lo hagas Noa yo...-Tú tranquila y yo nerviosa -dijo Noa guiñando un ojo volviendo a tomar la carpeta en sus nanos-, solo es un ensayo yo soy muy buena en mi trabajo, pero necesito que me des para ir y venir.-Claro por eso no te preocupes, yo te doy para que te movilices, se que es lejos el lugar.-Bueno nos estamos entendiendo, te aviso cuando entregue esto. -Dijo Noa alzando la carpeta.Alejandra asintio entregó unos cuantos billetes a su amiga para luego despedirse de un beso en la mejilla. Cuando la enfermera se fue cerró la puerta tras su espalda, suspiró mirando la carpeta manila en sus manos.-Hoy definitivamente sería un día muy largo. -Susurró la pelirroja a manera de reproche metiéndose en su habitación dejando sola a Noa.•••Tenía media hora sentada sin probar bocado alguno.-¿Qué ocurre pequeña? -inquirió Kate a la niña que apenas y había tocado su desayuno.-No me gustan los aros de cereal de color verde, tampoco me gustan los morados, esas fresas no están bien desinfectadas y ya todo el cereal está remojado. -Enumeraba Luna sus quejas con su deditos.-Luna pero debes comer pequeña, si no tomas tu leche no creceras grande y fuerte. -Dijo Kate cansada de las peculiares ocurrencias de la hija de su jefe.-Es mentira, la leche no te hace crecer, es cierto que tiene calcio y que el cuerpo lo necesita pero...-Luna puedes levantarte de la mesa. -Habló Alexander entrando al comedor.La pequeña obedeció la orden de su padre para luego levantarse y retirarse del comedor.Una vez solo los dos adultos el rubio tomó asiento en la cabecera de la mesa.-Kate lamento los inconvenientes -dijo el abriendo el periódico-, mi hija es diferente al resto de los otros niños de su edad, no me mal entienda Luna es una niña muy inteligente se podria decir que demasiado inteligente; pero no entiende muchas cosas de la manera que el resto las entiende.-Entiendo señor Von Parker yo...-No kate no entiende y es normal, muchas veces las personas con asperger son un enigma para muchos incluso para mí. -Confesó Alexander cabizbajo.-Por esa razón pedí que la niñera para Luna debe ser una persona preparada y sobre todo paciente de preferencia una enfermera.No entendió del todo el porque buscar una enfermera como niñera, solo esperaba que la persona que estaría al cuidado de su hija fuera alguien que la entendiera y sacara a Luna de su pequeño mundo aislado. Desde que Leonora murió la niña había retrocedido mucho en su desarrollo.-Algo más señor Von Parker.-¿Qué? -cuestiinó haciendo a un lado el periódico.-No señor solo quería saber si se le ofrecía algo más. -Dijo la rubia llamando la atención de su jefe.-No solo sigue la agenda -ordenó Alexander poniendose de pie-, espero que el asunto de la niñera no tarde mucho, también quiero que estés al tanto de la reunión de Frans y los japoneses.Sin agregar más el rubio se puso de pie marchandose a su oficina.Dos horas y media después ya por fin había llegado a Hudson Valley, el lugar era hermoso y con bastante naturaleza —esto definitivamente no es Harlem —sacó el celular para tomar unas fotos, al encender la pantalla vió un montón de mensajes de su amiga en su mayoría quejas por no ir al ensayo—, mejor no respondes y guarda el celular, ve a la dirección entregas la hoja de vida y directo al club. —dijo ordenando sus ideas de lo que haría ese largo y tedioso dia. «Cameron era algo amargada, bueno digo algo por no decir mucho», además la relación con la vecina no era la mejor, pues era entendible la abuela de Alejandra era insufrible. Sin darse cuenta llegó a la dirección que Alejandra le había dado. Al ver semejante casa tragó grueso, la quijada casi llega al piso, ni en sus más locos sueños esperó ver una casa de estás todo era de película, aquello era una mansión de película. Luego de tocar el interphone y decir a que venía una elegante rubia le recibió, caminaba por los amplios pas
Eran casi las cuatro de la tarde Cameron parecía no parar su sermón por no llegar a tiempo, y todo por andar de buena samaritana, según la pelirroja Noa era demasiado buena —Nini en serio no se porque eres tan ingenua, Alejandra se fue a su trabajo y tú perdiste un ensayo, se que eres buena en lo que haces amiga, pero tú sabes cómo es Fabio, sabes que la vieja Dalia es una mal agradecida...—Cameron tengo algo que contarte —la propuesta de trabajo de esas personas le venía caída del cielo, lo que no iba a contarle a su amiga era que estuvo en la casa del guapo rubio que fue la noche anterior al club, ese secreto lo guardaría para ella—. Camí resulta que esas personas me ofrecieron el empleo a mi. —¡¿Qué?! —exclamó la pelirroja de voluptuoso cuerpo levantándose de la silla donde minutos atrás estaba maquillándose—. ¿Y tú qué respondiste mujer? —inquitió Cameron impaciente. Cameron le miró seria ya sabía que otro largo sermón se avecinaba, sentir el escrutinio de su esmeralda mirada la
Veía su imagen detrás de ella, el espejo le mostraba su imagen, aún traía su uniforme blanco de enfermera. —Pensé que hablaríamos cuando estuviera en casa, Lexi este no es lugar para tí. —Dijo sin quitar la vista del espejo daba color a sus labios para terminar de maquillarse su presentación estaba a punto de comenzar. —Es importante Nini —respondió la enfermera acercándose al tocador tocando con suavidad su hombro derecho—, este tampoco es lugar para tí. —Repitió ella refutando lo dicho por su amiga un momento atrás. Ya estaba lista no era que le encantara trabajar en este lugar, tampoco tenía muchas opciones comenzo en el club Caleidoscopio para ayudar a su fallecida madre. De eso ya han pasado algunos años, simplemente no se había ido porque económicamente la situación actual no era la mejor y además debia enviar dinero a sus abuelos en Colombia —bueno ya que estás aquí dime lo que decidiste —se levantó del tocador parandose frente a Alejandra—. Habla Lexi no tengo mucho tiemp
Era él de nuevo, podría reconocer esos ojos azules se dió la vuelta para subir al tubo y continuar con la rutina; algo era diferente al realizar una pirueta el rubio ya no estaba ahí. El hombre que vió en la mañana y miraba a su hija con calidez y ternura no era ese que estaba mirándole fijamente sin quitarle los ojos de encima con ganas de más y a la misma vez conteniendose, era atractivo y ella no podía dejar de mirarlo sabía que la miraba con deseo pero él se negaba y Noa lo intuía y le parecía gracioso también. Solo esperaba que él no lograse descubrirla. —Debemos bajar —susurró Violet a las dos chicas en su oído —, es orden del jefe. —Dijo mirando la expresión de su amiga de antifaz azul. Su corazón latía acelerado, ese sujeto no podía reconocerla, tenia un antifaz aún así no se fiaba, hacer esto no era de sus cosas favoritas, pero no tenía de otra. «de acuerdo terminas esto rápido y nada a pasado Noa no permitas que vea mucho, además está oscuro». Violet y Rose le fulminaba
Había llegado nuevamente a esa mansión, está vez fue recibida por una empleada de servicio la cual le pidió que esperara a la señorita Kate la asistente personal del señor Von Parker. Pasaba alrededor del lugar apreciando cada detalle de esa estancia, todo era de lujo parecía estar dentro de un sueño altas paredes blancas, decoración clásica pero sobria y amplias ventanas que le daban mucha luz al sitio. Un carraspido llamó mucho su atención se dió la vuelta apenada, no quería parecer metiche, pero la curiosidad le había ganado y sobremanera. —Buenos días señorita —la rubia mantenía la vista en su ipad internamente esperaba que la mujer aceptará de una vez el trabajo—. Asumo que si está aquí es porque aceptó el empleo ¿No es así? —empero Kate esperando una respuesta afirmativa de parte de la morena recién llegada. Asintió ante la pregunta de la asistente —hablé con mi amiga y ella está de acuerdo en que acepte el trabajo de niñera. Kate esbozó una sonrisa casi imperceptible, ya e
Había pasado la tarde con la señora Betany, según hace poco había llegado desde Alemania el señor Von Parker le pidió que viniera y siguiera siendo su ama de llaves. Ella le explicó detalladamente todo lo que le faltó a la señorita Kate decirle sobre la pequeña Luna y las peculiaridades de la condición de la niña. —¿De dónde eres Noa? —preguntó la doméstica más joven. —Yo soy de Harlem Lilly ¿Y tú?—Harlem eso queda muy lejos —respondió Lilly asombrada—, Trenton vine aquí para estudiar artes escénicas, pero terminé aquí porque mi sueño de ser actriz no se pagará solo. —Dijo la alegre mucama de ojos azules y cortos rizos castaños miel. —Bueno Noa son las tres de la tarde, Luna ya debe estar por llegar y ya lo sabes linda no desesperes, si algo ocurre solo llámame. —Recordaba Betany quien se ofreció para orientar a la niñera. —Si Betany. Terminó la taza de café gracias a Betany pudo saber más de la pequeña que cuidaria. Salió a esperar a la niña, mientras esperaba apreciaba los
El despertador sonaba Noa tanteaba buscando el infernal aparato para callarlo, logró apagarlo para volver a envolverse en las cálidas cobijas cinco minutos después la morena recordó que debía levantarse, apresurada dió una patada para quitarse las cobijas de encima entró al baño para alistarse, se lavó los dientes para luego darse una ducha rápida. —¡Carajo! —exclamó molesta—, Noa justo en tu primer día, cómo vas a quedarte dormida...Guardó silencio alguien tocaba la puerta, terminó de abotonar su camisa para acto seguido abrir la puerta. —Buenos días —saludó Noa—, Lilly ya se que desperté tarde ya voy si, solo dame...—No te preocupes —dijo la doméstica con una sonrisa esperando que Noa se calmara, la morena no dejaba de hablar así que la chica decidió tomar la palabra—, no te preocupes no es tarde Noa solo vine a darte un recado de parte del señor Von Parker. Al escuchar aquello Noa guardó silencio esperando el recado de parte de Lilly —bueno está bien. —El señor Alexander me pi
Miraba a la pequeña Luna tomando lección de violín de la tarde la niña tenía mucho talento era relajante escucharle para ser tan pequeña lo hacía muy bien. —Perfecto señorita Von Parker —felicitó la maestra de marcado acento francés—, toma un descanso de cinco minutos y retomamos donde quedamos pequeña. La niña asintió ante la orden de su maestra, la pequeña dejó el refinado instrumento con delicadeza en el pedestal para luego acercarse a su niñera dando tiernos brinquitos moviendo sus largas coletas castañas —Noa —llamó con su dulce vocecita—. ¿Me viste? Ya casi me sale por completo. —Si, claro que te vi —responde notablemente emocionada—, lo haces muy bien te felicito. —Abuelito vendrá, quiero tocar para él. —Perfecto de seguro a tu abuelo le gustará, ahora ve con tu maestra —dijo la morena al ver que la maestra hacía señas a la pequeña, la niña regresó a sus lecciones y Noa volvió su nubla de pensamientos «tenia un par de días sin saber de Cameron, las ganas de hablar con mi am