Mark dobló la esquina y las luces del departamento resplandecian por si solas. Entre la oscuridad, observe un cigarro prendido y reconocí su figura. Evans salió hacia nuestro encuentro, al parecer había estado corriendo,por lo cual, estaba toda su espalda y frente completamente sudados.
- ¿Qué tal, primito?
Ross apoyo sus brazos sobre la ventanilla y sonrió viéndome, se acercó lentamente a mi y dejo un pequeño beso.
-¡Ay, por favor! no hagan estas cosas en mi coche. - se quejó Mark mientras simulaba arcadas en su lugar.
La ronca risa de Evans se resonó y yo rei en silencio mientras me sentía enrojecer. La puerta fue abie
El tic tac del reloj junto al bullicio de la gente pasar de forma tan alborotada me estresaban. Sin embargo, no habia algo mas extresante que estar a lado de alguien que no pronunciara palabra alguna.La pelinegra de Jani, se encontraba sentada a lado mio, sus piernas a penas lograban tocar el suelo y su mirada estaba puesto en ellos. Su actitud era cabizbaja y desde anoche parecia que no habia nada que le emocionara, sus orbes negros siempre estaban hacia abajo o clavaba su mirada en algo u alguien.Evans tampoco menciono nada, para él era natural y al momento que quise preguntar mientras lavabamos los platos, sus respuestas se volvieron toscas y cortartes. Afilaba su mirada y sabia que no debia indagar mucho más. Sin embargo, no me quede de brazos cruzados.
- ¿No crees que estas muy tenso últimamente?Jani y yo permanecimos a un lado en silencio mientras Evans y Mark se miraban fijamente. El semblante del pelinegro era eufórico, casi colérico, sus fosas nasales se expandían al igual que levantaba su barbilla mirándolo desde arriba.-Tu más que nadie sabes por qué las cosas están tensas, Mark. ¿O no crees que tengo motivo para estarlo?Pronunciaba firmemente sus palabras y ninguna de las dos entendíamos la situación. De estar entre palomitas y animales terminamos en un ring de boxeo sin siquiera darnos cuenta.Mark me miro de soslayo y una gran sonrisa burlona se surco en su rostro, sus
Minutos...Largos y enteros minutos espere a que alguna palabra saliera de sus labios.Temi, mucho, de lo que podria decir. Temi que su respuesta sea positiva, que se levantara sin mas y Kelly ganara otra vez mas. En mis oidos, podia escuchar como en un susurro la irónica risa de aquella pelinegra se burlaba de mí, donde sus ojos se clavan en lo mios en busca de analizarme y para prepararse. Porque si, siempre uno esta en defensa o como atacante.-No quiero que me dejes, no quiero dejarte. No quiero nada de eso, Rachael.Sus hombros cayeron hacia abajo y su mirada se perdio en el espacio verde del lugar, mi respiracion volvio a normarlizarse y algo dentro de mi salto rebosante de alegría al escu
La Cita Cincuenta y Siete.Capitulo 1.A pasos apresurados me monte al vehículo que esperaba fuera de la entrada del hotel y antes de que lo perdiera de vista, aquel chico elegante al igual que narcisista salió rápidamente y se limitó a ver como me iba sin siquiera despedirme.Suspire agotada a medida que nos alejábamos de aquel lugar.Mire hacia mi derecha y tome la pequeña agenda que se encontraba sobre el asiento. Lo abrí mientras tomaba un bolígrafo y taché el nombre de la cita número cincuenta y seis del año.Mark Saimon, a pesar de ser un joven con mucha educació
La Cita Cincuenta y Siete.Capítulo2.Por los grandes ventanales que había en el estudio, el sol se filtraba e iluminaba toda la habitación.Desperté y mi espalda dolía ya que no era una postura en la que la gente normal dormía.Salí de allí y me abracé a misma debido que se encontraba un poco fresco afuera, claro se estaba acercando el invierno.Me dirigí a mi habitación, donde me cambié por ropa deportiva para salir a correr al parque que se encontraba por la zona. Coloqué mis audífonos y salí trotando. Mucha gente de aqu&
La Cita Cincuenta y Siete.Capitulo 3.Me saqué los audífonos y comencé a estirarme antes de entrar a mi hogar. Durante esta semana, por las mañanas, no hubo ningún rastro del misterioso Evs. Ross. Sin embargo, no había dejado de pensar en el, en ningún momento.Moví mi cabeza suavemente hacia los costados para despejar mi mente.Camine hasta el comedor, en donde predominaba el estilo clásico; muebles de maderas que mantenían su color original, empapelado de tonos grisáceos, casi sombríos, y una gran lampara colgante notoriamente antigua. Recordé las corridas de pequeña, los enojos de adolescente y hasta
La Cita Cincuenta y Siete.Capítulo 4.Comencé a girar, enredándome con las suaves sábanas de mi cama.Observé la hora y todavía no me dignaba a levantarme debido a que tenía un leve dolor de cabeza. Al parecer los tragos del día anterior no me habían asentado muy bien.Me di una leve mirada en el espejo del cuarto del baño para luego bajar aún con mi ropa de dormir.Al entrar al comedor, musite un "Buenos días" y me senté en el lugar de siempre. Sentí la sensación de que era observada pesadamente y no dude en levantar mi mirada, encontrándome con la total mirada de desaprobación
La Cita Cincuenta y SieteCapítulo 5.Me observe en el espejo de mi habitación por última vez, asegurándome que todo estaba en orden pero mis manos sudaban de puro nerviosismo. Sin embargo, no llegaba a comprender el "por qué" de lo que sentía, no era como si fuera a una cita por primera vez.Suspire victoriosa en el momento que ya me encontraba esperando al Señor Kim. Había logrado que Alice no me viera ni comenzará con sus preguntas de chismosa.El señor Kim comenzó a conducir hasta el hotel Seoul Royal; Evans anteriormente se había ofrecido a recogerme, pero yo me negué. No podía arriesgarme a que mi p