Capítulo 31.

—Hermano mejor siéntate ¿Si?— Le dijo Isobel al menor mirándolo con súplica señalando una silla debajo de un quiosco algo grande, este a regañadientes camino hacia su asiento y se sentó con una mueca cruzando sus brazos.

—Te enseñaré luego varios truquitos—Habló Leinád dejando un suave golpe en el brazo de Beni logrando que este sonriera un poco mientras daba suaves asentimientos.

Hace más o menos 20 minutos habían comenzado a practicar, Leisay era realmente obediente a las órdenes que Isobel le daba, ambas peleaban muy bien y por ende Beni no pudo contra ellas, aunque a decir verdad este no tenía práctica alguna sobre combate cosa que lo dejaba en desventaja. La joven hizo pequeños estiramientos a la par de su seguidora

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