Ya ni sé cuántas horas llevamos en esta ambulancia, Beni está conectado en una máquina, odio esas cosas, me traen recuerdos de cuando mamá estaba conectada a esos aparatos, su vida dependía de eso, pero sentí la necesidad de dejarla ir, no podía dejar que sufriera, así que decidí que la desconectaran, es algo duro ver a la persona que amas conectado en una de esas máquinas. El sonido de la máquina suena a cada segundo que pasa, indicando que está estable, eso me calma mucho, aún no me explico que paso hace unas horas, ese hombre saliendo de la nada, sus ojos de color rojo carmesí, sus colmillos que se veían afilados, esa velocidad que ningún humano tiene y esa manera de no sentir dolor es algo que no me explico, no quiero creer que los vampiros existen, es algo ilógico, vampiros en el mundo, y si existieran, ¿Por qué justo ahora aparece uno?, ¿Por qué no aparecieron hace algunos años?, sigo sin entender, quisiera convencerme a mí misma de que esto es solo una pesadilla y que pronto despertaré, pero esto es tan real, ¿Serán como en las películas?, ¿Si salen al sol se harán polvo?, tantas preguntas sin respuestas merodean mi mente, solo espero que mi hermano esté bien y pronto deje de estar conectado a esa cosa.
Alce mi vista y mire hacia la pequeña ventana que las puertas de la ambulancia tiene, la ambulancia sigue en marcha, el carro se mueve a una velocidad rápida, el sonido de las sirenas resuena en todo el espacio, de fondo puedo ver una patrulla la cual nos sigue el paso, la oscuridad de la noche cae sobre nosotros, gotas de lluvia se deslizan por las ventanas, unas tras otras de manera sincronizada, hay una leve llovizna, pero falta poco para que se convierta en una fuerte lluvia, el viento se mezcla con la llovizna que poco a poco se convierte en una fuerte lluvia, el viento sopla de una manera fuerte que hasta puedo ver como las ramas de los árboles se mueven de una manera feroz, que parece que se desprenderán de los árboles, devuelvo mi vista hacia mi hermano, sigo acariciando su mano de una manera lenta, es igual a mi madre, cabello castaño, piel algo blanca, nariz un poco gruesa no tanto, cara algo gordita, labios carnosos, color de ojos azules y un cuerpo que se ve muy bien trabajado aunque come más que Bonnie, sin duda él es igual a mamá y no solo lo digo yo, las personas que conocieron a mi madre dicen lo mismo, en cambio, mi parecido es más a papá, piel algo morena, color de cabello castaño un poco más claro que el de Beni, color de ojos marrones claros, nariz no tan perfilada, labios carnosos, cara redondita soy rellenita contando mis curvas.
La fuerte lluvia sigue cayendo, aún no hemos llegado y eso me frustra, ya quiero llegar y bajarme de aquí, la ambulancia se estremece haciendo que la camilla se mueva hacia adelante, la detengo, al parecer había un bache, puse la camilla donde estaba y mi mirada cae en el cuello de mi hermano, dos marcas en su cuello en forma de "O", es justo donde ese hombre encajo sus colmillos, alrededor de la marca hay un rosetón, ¿El paramédico se habrá dado cuenta? La voz del oficial me sacó del divago, giré mi cabeza un poco para mirarlo.
— ¿Eso en su cuello, es un tatuaje?—preguntó y señaló justo hacia las dos marcas.
Genial, el paramédico no se dio cuenta, pero el oficial sí.
—Si—Mentí.
No le podía decir lo que realmente es o me tomara por loca, él solo asintió y yo mire nuevamente hacia mi hermano, mire su cuello, si no supiera la verdad de lo sucedido, dijera lo mismo que el oficial, ya que si parece un tatuaje, uno recién hecho, la ambulancia de un momento a otro freno, el paramédico que estaba revisando unos medicamentos dejo lo que tenía en sus manos y desconecto a mi hermano para así poner una bolsa de solución y colocárselo atrás vez de una aguja en su brazo, el oficial ya había salido de la ambulancia, camine agachada y Salí también de la ambulancia, estaba lloviendo a mares, otro paramédico ayudó a su amigo a bajar la camilla donde mi hermano estaba acostado, la lluvia caía sobre nosotros, se apresuraron en llevar a mi hermano a dentro del hospital, yo les seguí el paso, el oficial entró conmigo, el aire frío nos recibió y me estremecí, caminamos hasta unos asientos para sentarme, el oficial fue hablar con una mujer y yo solo me abrazaba a mí misma para tratar de darme calor, el frío que hacía era tremendo. La voz del oficial me sacó de mis pensamientos, lo miré.
—Ten—Me entregó una manta y luego una taza, me coloque la manta y luego agarre con cuidado la taza, ya que estaba muy caliente, era chocolate caliente, él se sentó—hable con la doctora que atenderá a tu hermano y me dijo que en cuanto tenga los resultados de qué fue lo que pasó, nos avisará—habla mirándome.
—Está bien —asentí, dándole una leve sonrisa que creo que pareció más una mueca.
—Soy el oficial Royket—Se presentó extiendo su mano, dejé la taza de chocolate caliente en el otro asiento y le estreché la mano.
—Isobel—
—Y dime Isobel—Agarre la taza nuevamente y lo miré, tenía en sus manos un bolígrafo y una libreta—. ¿Cómo sucedió todo?
—Bueno, mi amiga Lisa nos invitó a cenar, salimos rumbo a su casa y de la nada aquel hombre se atravesó y giré rápidamente el volante y perdí el control, Salí de carretera y un árbol paro el auto—Mientras yo hablaba él anotaba—mi hermano y yo quedamos aturdidos por el choque, bajamos y el hombre se puso loco, comenzó a gritarnos cosas, Beni en defensa propia le lanzó un puñetazo, fue cuando aproveche en llamarlos y luego él agarró a mi hermano por el cuello y trataba de estrangularlo, trate de hacer algo, pero no pude, fue cuando ustedes llegaron y escuche disparos, cuando me acerque mi hermano estaba en el suelo—Mentí nuevamente, relamí mis labios para luego suspirar.
No sé cómo inventé esa versión tan rápido, pero espero que me sirva de algo. No puedo decirle lo que en realidad pasó, vuelvo y repito, no quiero que me tomen por loca. Él alzó su vista y me miró después de haber anotado.
—Perfecto, ahora solo falta que me describas al hombre—.
—Cabello negro, lo tenía un poco largo, vestía todo de negro, llevaba una gorra también negra, no pude verle muy bien la cara —dije.
— ¿Por lo menos viste algo en el que los demás no tienen? —Una mancha de nacimiento o una cicatriz?—enarca una ceja.
—Logré verle una cicatriz—.
— ¿En dónde?—
—En su ceja izquierda, tenía la forma de una F. — Le expliqué al oficial llamado Royket y apunta lo que le dije en su libreta; cuando termina, deja la libreta y el bolígrafo en el asiento vacío que está a su lado y me mira.
—Haré lo posible por encontrarlo—Solo asentí y él me da una sonrisa, su vista se vuelve hacia adelante y veo que se levanta agarrando su libreta y su bolígrafo, yo me levanto también al ver que se dirige hacia una mujer con una bata blanca, le sigo hasta donde está la mujer y me coloco al lado del oficial Royket.
—Ella es Isobel, la hermana del joven que trajimos hace algunos minutos —Me presenta, la mujer me extiende su mano.
— Un gusto, Isobel, soy la doctora Miriam Johnson —También estiré mi mano para estrecharla con la suya.
—El gusto es mío. ¿Me puede decir cómo está mi hermano?, ¿Él está bien?—Le pregunté un tanto impaciente, alejando mi mano de la suya para frotar las mías.
—Tranquila, tu hermano está estable —sonríe. Al menos está bien, solté un suspiro largo de alivio —lo que no entiendo es porque no sale la causa de su estado aquí, en los exámenes que le hice—. Baja su mirada a las hojas que tiene en mano, frunciendo su entrecejo.
— ¿Cómo así, no entiendo?—le pregunta el oficial a la doctora, ella le enseña los papeles.
—Sale que todo está en orden, pero algo tuvo que provocar que él cayera en ese estado—. Alcé mi vista hacia ella, su mirada conectó con la mía.
Su mirada me dice que sabe que algo raro pasa, aun así no diré lo que realmente pasó y me aseguraré que Beni tampoco diga nada, por nuestra propia seguridad, ese hombre sigue suelto y quien sabe qué estará haciendo en estos momentos, solo espero que no esté planeando atacarnos de nuevo, sé que ella se está imaginando mil y unas cosas raras en su cabeza, espero que haga eso a que llegue a saber lo que pasó, me dan ganas de estornudar y así lo hago, pero antes pongo mi brazo para estornudar sin problema, ya sabía que esto pasaría, me dan ganas de estornudar otra vez y vuelvo hacer lo de hace unos segundos, o dios mío necesito un pañuelo, como si la doctora me hubiese leído la mente, saca un pañuelo de su bolsillo y me lo entrega, rápidamente me limpio la nariz no sin antes darle las gracias.
—Parece que agarraste un resfriado—Oí decir al oficial, yo solo me limito a sentir y vuelvo a estornudar, la doctora pide a la recepcionista que le dé un lápiz y papel y así lo hace, ella anota algo en él y luego me lo da, yo lo agarro.
— ¿Qué es?—la miro.
—Es lo que tienes que comprar para que te cures—Asentí sonriendo levemente.
—Oiga, ¿Puedo ver a mi hermano?—Le preguntó con la esperanza de que me diga que sí, ella piensa un poco.
—Si—asiente—sigues derecho, y cruzas en la izquierda, llegas a la habitación 13—
—Gracias y con permiso—Les digo y sin más me doy media vuelta para proceder a caminar rumbo a la habitación.
Esa mujer me parece un poco extraña, camino esquivando a las personas que caminan de un lado a otro por el pasillo mientras limpio mi nariz constantemente, esto de que te dé un resfriado es algo irritante, en lo único que piensas es que se te quite de una vez y no te dé nunca más, camino y miro una que otras veces el lugar, muy lindo y sobre todo limpio, todo está en su lugar y en orden, las paredes sin ninguna mancha y el suelo muy limpio, me imagino que deben de estar limpiando a cada segundo, el pasillo tiene unos lindos cuadros de paisajes y arte abstracto, nunca entendí ese tipo de arte, debo aclarar que en esa asignatura estoy mal, no digo que soy malísima en esa, pero de que no la llevo muy bien, no la llevo muy bien.
Al cruzar a la izquierda así como me dijo la doctora, había una máquina expendedora, mi estómago rugió, ya tenía hambre, revise mis bolsillos de mi pantalón y encontré un billete, estaba mojado, qué mala suerte tengo, vuelvo a guardar el billete y me doy media vuelta y sigo mi camino, miro los números de las puertas hasta llegar a la habitación 13, tomo la perilla y la hago girar para entrar.
Adentro se encontraba una enfermera revisando que todo estuviera bien, al parecer está muy sumida en sus pensamientos, ya que no ha notado mi presencia, cierro la puerta detrás de mí y ella da un respingo en su lugar y mira hacia dónde provino el ruido, ella suelta un leve suspiro, —pero qué dramática—pensé, me acerque hasta la camilla donde está mi hermano conectado otra vez a una de esas máquinas.
—Me habéis asustado—, habla mirándome con una sonrisa, tiene acento español.
—Lo siento, no era mi intención—. Me disculpo ladeando levemente mi cabeza.
—Vale tranquila, no pasa nada —Solo asentí y le doy una sonrisa que no dura mucho, ya que vuelvo a estornudar, pero antes de hacerlo me pongo el pañuelo en la nariz —tenéis un resfriado fatal—añade esta.
—Ni que lo digas —respondí luego de limpiarme la nariz. Miro a mi hermano, se ve tan tranquilo.
—Por lo que pone aquí, tu novio estará más que bien. —La miré rápidamente y negué de la misma manera.
—No, no es mi novio, él es mi hermano menor —le expliqué haciendo un ligero ademán.
—Oh, pensé que era tu novio—. Ríe y yo igual.
—No, no lo es —miró a mi hermano—. Espero que despierte pronto —Estire mi mano hacia el cabello de Beni para acariciar el mismo.
—Él despertará, ya lo verás. Por el momento, estate tranquila, ¿vale? —La miré con una sonrisa y asiento, ella recoge unas que otras cosas y luego me mira —tengo que ir a llevar esto, regreso pronto —di un leve asentimiento de cabeza.
Ella me dedicó una última sonrisa para luego darse media vuelta y marcharse, miro nuevamente a Beni, pasee mi vista por el lugar y miro una silla, la pongo a un lado de la camilla para sentarme y tomar su mano que por cierto la tiene algo fría, acarició su mano lentamente y me quedo en silencio mientras hacía las caricias, los truenos se oyen de fondo junto a las voces de las personas que pasan enfrente de la habitación, inhalo el aire para sentir el olor a tierra mojada, pero no huelo nada, apenas y huelo un poco, mi nariz está tapada, suelto el aire y muerdo mi labio, ¿Qué hubiera pasado si le fuese hecho caso a ese hombre?, ¿Beni no estuviera aquí?, ¿Si le hubiera hecho caso estuviéramos, muertos o vivos? O peor aún, ¿Nos hubiera convertido como los de su especie?, preguntas sin respuestas se cuelan en mi mente, sigo pensando que todo esto es una locura, como puede pasar esto en tan solo ¿Dos días?, preferiría mil veces estar yo en esa camilla en vez de él, habiendo tantas personas en el mundo y ese hombre se nos aparece a nosotros, si busca algo o quiere algo de nosotros, perdería su tiempo, ya que no tenemos nada, Lisa debe de estar preocupada y preguntándose por qué no hemos llegado, espero no piense que le mentí, busco mi celular en mis bolsillos, pero no está, ¿Dónde estará mi celular?, llegamos aquí y no lo tenía, tampoco lo tenía cuando estaba adentro de la ambulancia.
M****a, lo dejé en plena calle cuando intente tirarme encima del hombre, esta lluvia parece que no va a parar por el día de hoy y no pienso ir de nuevo al lugar donde lo deje, suelto un suspiro largo, perdí mi celular y ahora que lo pienso también el de Beni, las ganas de estornudar se hicieron presente nuevamente, agarre rápidamente el pañuelo que estaba en mi regazo y lo puse en mi nariz y estornude, mi cabeza ya comenzaba a doler y el frío volvió a mí, ni porque tenga esta manta puesta me deja de dar frío, tiemblo ante ello, me levante y agarre la sabana que tiene Beni puesta y se la pongo hasta los hombros para que no sienta tanto frío, me vuelvo a sentar, esto es el colmo, tengo hambre, frío y un resfriado que va a empeorar y mi cabeza duele como nunca, siento que voy a morir en cualquier momento, hecho un poquito más la silla hacia adelante, cruzo mis brazos y me apoyo de un lado de la camilla y reposo mi cabeza en mis brazos, suelto un suspiro largo y cierro mis ojos, un bostezo se me escapa, mejor descanso un poco a ver si se me calma un poco el dolor de cabeza, espero que sí, otro bostezo se me escapa para luego dejar que Morfeo haga lo suyo.
Caricias en mi cabello hacen que me relaje más, me remuevo en mi lugar, las caricias se detienen y abro mis ojos poco a poco, alce mi vista y mire hacia todos lados y miro que Beni me está mirándome con una sonrisa, sonrió al verlo despierto y con felicidad lo abrace, él ríe y yo lo apachurro más, me alivia que estuviese despierto, eso quiere decir que nos podemos ir tranquilos.—Me asfixias, hermana —reí bajo al escucharlo para luego separarme.—Pensé que no despertarías, me preocupé mucho—. Sentí mis ojos cristalizarse mientras lo miraba, formé una pequeña sonrisa dando caricias en su mano.—Tranquila, mírame, ya desperté —dice con una sonrisa. Reí bajo nuevamente, limpiando un poco mis mejillas.Los truenos se escuchan de una manera fuerte, la lluvia cae sin parar y se mezcla con el fuerte viento que hace, suena un trueno más fuerte y mi hermano se remueve inquieto en su lugar mientras mira hacia la ventana, se mueve una y otra vez, gire mi vista hacia la ventana, pero no hay nada,
Caminamos un poco por el lugar, el sigue sin decir ni una sola palabra, ¿No que quería hablar conmigo?, se ve que está sumergido en sus pensamientos, caminamos sin parar, me abrazo a mí misma ya que el frió que está haciendo es brutal, debo aclarar que no tengo la manta puesta, ni me acuerdo donde la puse, freno mi paso al ver que el oficial lo hizo, camina hasta donde está una chica detrás del mostrador, ¿En qué momento llegamos a la cafetería?, el habla con la chica y yo visualizo una mesa vacía, camino hacia ella y me siento, cruzo mis brazos encima de la mesa, suelto un suspiro largo, las ganas de estornudar se hacen presente, mierda no tengo el pañuelo, antes de estornudar uso mi brazo, limpio mi nariz donde mismo, alzo mi vista hacia el frente y el oficial deja la bandeja que traía en la mesa y luego se sienta, me extiende una taza de chocolate cali
Debo admitir que no logre dormir bien, no sé si fue porque Lisa duerme malísimo o es porque no deje de pensar en aquella pequeña pesadilla que me pareció muy real, creo que fue por las dos cosas, me encuentro en el instituto, en la cafetería para ser exacta, estoy con Lisa y Bonnie, debo decir que Bonnie no sabe nada sobre lo que ha pasado y no pienso comentárselo, y no es porque no sabe guardar secretos, porque si sabe pero no quiero que se preocupe, ya basta y me sobra que Lisa sabe y también que el oficial Royket es el tío de Bonnie, ¿Cómo lo sé?, bueno hace unos minutos ella estaba diciendo que su tío Royket le salió un caso muy importante y se ha cual caso se refiere, debo decir que sí, me sorprendí mucho porque no sabía que él era su tío solo espero que por eso ella no se entere y le pedí a Lisa no decirle nada, la
—Bonnie, tienes que correr a primera base, no a tercera base—Habló el profesor por segunda vez, esta irritado, lo sé, yo estoy cubriendo en segunda base del equipo contrario, mi amiga hace lo que el profesor le dice y se devuelve a primera base pero ya es tarde porque le hicieron el toque indicando que está fuera—mejor siéntate en la banca Bonnie—Suspiro el profesor mirándola con una mueca, ella corre hasta la banca y se sienta, me huele a que no será elegida—Scott es tu turno de patear—Indica y Scott se posiciona para patear, Sabrina que es la pitcher se prepara para hacer el lanzamiento, fija la pelota en un ángulo exacto para después lanzar por debajo la pelota, Scott al ver llegar la pelota la patea con la derecha y esta sube, comienza a correr.—¡Es tuya Isobel!—Dice Sabrina y yo corro hacia atrás hasta alcanzar la pelota agarrando est&
—Beni, ¿Quieres por favor bajarle a la música?—Hable abriendo su puerta, me cruzo de brazos mirándolo, desde que llegamos se metió a su cuarto a escuchar música a todo volumen, este me da una mirada rápida para después devolver su vista a la computadora.—Si claro—Dice y sigue jugando en su computadora, este chico si sabe cómo sacarme de mis casillas, camine hasta el equipo y lo apago, este me mira rápidamente.—Oye, oye ¿Qué haces?—Frunció su ceño levantándose.— ¿Tu qué crees?—Enarque una ceja para mirarlo cruzándome de brazos.—Isobel no puedes entrar a mi cuarto sin mi permiso—Revolotee mis
Me removí en mi lugar, podía sentir que estaba en una cama, mi muñeca dolía un poco y mi cabeza igual, lleve mi mano a mi cabeza he hice una mueca de dolor, abrí mis ojos poco a poco, pude notar que estaba en mi habitación, miré mi muñeca y tenía una venda, lo supuse, intente levantarme pero mi cabeza dolió mucho y me quede quieta para que se me pasara el dolor, espero Beni este bien, no puedo estar quieta si no compruebo que el este bien, me levanté y mi cabeza seguía doliendo pero trate de ignorar el dolor, quite la sábana que tenía encima y me senté, miré hacia abajo pero no estaban mis zapatos, eso no me importo así que me levante, mi cabeza seguía doliendo a montón, camine hasta la puerta y la abrí, Salí y camine hasta la habitación de mi hermano, iba a tocar pero la puerta se abrió sola,
Niebla, había mucha niebla y sentía mucho frío, vi mejor y supe que era un bosque, era muy de noche, estoy totalmente confundida, esto se parece a la pequeña pesadilla que tuve la otra vez, esa pesadilla que se sentía tan real, el frío volvió a mí, me abrace a mí misma para intentar darme calor, miro a mi alrededor pero solo había niebla, comencé a caminar mientras me abrazaba, no entiendo qué hago yo aquí, quizás no sea una pesadilla y sea otro recuerdo, uno que me da mucho miedo, respire hondo, me quedo quieta al escuchar los mismo pasos, mire pero no había nadie, los pasos se comenzaron a escuchar más fuerte, sin dudarlo comencé a correr sin mirar atrás, corrí esquivando los árboles, la neblina casi no me deja ver por donde corro, caí al suelo al tropezar con algo duro, mi respiración es agitada a base que corrí
—Entonces, Scott—lo miro fastidiada— ¿Lo harás o no?—Hago más presión para que le duela y así pueda tratar de hipnotizarme de una vez, tiene rato callado sin hacer nada y es algo que me está poniendo inquieta, suelta un suspiro y me mira a los ojos, entonces, es ahí cuando comienzo a sentirme mareada, el cansancio llego a mi junto el terrible dolor de cabeza y el pitido, me separo de él y pongo mis manos en mi cabeza y cierro mis ojos, duele a horrores, mis piernas me fallan y caigo al suelo y apoyo mis manos de este, mi corazón se aceleró, mi respiración es agitada y siento como comienzo a sudar frío, mis manos tiemblan, fragmentos de recuerdos vienen sin parar, de una manera rápida, un recuerdo tras otro, siento unas manos frías a mi alrededor, por su perfume sé quién es, me ayuda a levantarme y me hace sentar, frun