Sara observaba a su padre, su rostro decía mucho, pero ella necesitaba escucharlo, saber que entendía lo que estaba sintiendo, y porque su preocupación. —Bien, cálmennos y pensemos con claridad, sé lo que está pasando por tu cabeza ahora mismo, lo entiendo y comprendo el miedo que eso te ocasiona, pero debes tener calma, ¿entiendes? —No es fácil, sabes que si ese hombre se entera de que estoy embarazada de un varón, me lo arrebatara —su padre negó. —Eso no pasará, no lo permitiré, nadie lo hará, no etas sola, hija. —Lo sé, pero no puedo no sentir miedo —él asintió acercándose para abrazarla. —Te entiendo mi amor, y te prometo que todo estará bien, tú y tus hijos lo estarán. —Nadie puede saberlo, papá, ¿entiendes?—Claro que lo entiendo, y te prometo que nadie lo sabrá, esto es un secreto entre nosotros, ¿de acuerdo?Sara asintió, mientras seguía en los brazos de su padre, era lo único que la hacía sentir bien, saber que tenía el amor de él, su apoyo hacía que un poco de su m
Un mes después Sara y Alan llevaban un mes fuera del radar de cualquier persona que quiera saber de ellos, ella solía hablar con su padre de una manera en la que no dejaba rastro de nada, estaban bien, su madre cada día mejoraba, al parecer por petición de su padre, la quimio Estaban resultando para ella. Las cosas en el palacio no eran las mejores, Azar llevaba un mes en prisión, no la estaba pasando muy bien que digamos, Raft estaba aprovechando que él estaba a su merced para hacer lo que se le daba la gana con Azar, eso tenía muy preocupado a Alan. Sara observa a Alan pescar y una gran sonrisa aparece en su rostro, están viviendo en una isla desierta, Alan la compro para ellos y desde entonces viven de todo lo que la isla les brinda.—¿Lista para comer? —preguntó Alan a Sara que cuidaba de su pequeña y acariciaba su pequeña barriga.—Tuviste un buen día hoy, ¿cierto? —él sonrió, ver esta faceta de él, hacía que una gran sonrisa saliera de ella.—Sí, me siento muy orgullo de m
Su padre la mirada sin saber qué decirle, su corazón estaba delicado, pero sabe que si no decía la verdad, ella al final lo descubriría como fuera.Suspiró con fuerza y solo han sintió, Sara jadeo y llevó sus manos a la boca tapando los fuertes sollozos que querían salir de ella.— lo siento mucho hija, Alan está enterrando a su hermano.—¿por qué no me dijo la verdad? — Su padre quería decirle tantas cosas, pero sabía que en este momento lo único que necesitaba era la verdad.— Alan no está bien hija, siente mucha rabia e impotencia, se siente culpable por la muerte de su hermano y el secuestro de su hermano, así que entiende que lo que hizo fue por amor, se alejó de ti sabiendo que eso era lo mejor para no lastimarte.—¿Amira está secuestrada?— sí, Alan habló con Ronald, parecía algo raro y él empezó a sospechar, cuando terminaron la llamada Ronald le envió un mensaje donde le decía que se había apoderado del Palacio, lo había alejado de su cargo, había matado a Alan y secuestrado,
Habían pasado dos días en los que Sarah no había sabido nada de Alan y de su mejor amigo, las cosas no se encontraban muy bien, su estado de ánimo se encontraba muy muy bajo y también su salud, su padre estaba preocupado porque pensaba que en cualquier momento ella podría sufrir una recaída de la que no se podía parar.El padre de Sarah entra en su habitación encontrando la dormida junto con su hija suspira, dejando un vaso de agua en la mesa y un plato de comida, ya que ella no quería comer desde hace días.Sale la habitación y en ese instante Sarah abre los ojos, observa su padre como sale de su habitación y mira el plato de comida en su mesa de noche, sin ánimos y sin ganas de comer, se levanta para poder comer algo sabe que necesita estar fuerte para sus hijosEn ese momento la puerta se abre y su padre entra por ella, Sarah le sonríe sabiendo que no ha sido fácil para él tener que Lidiar con ella— estoy bien, Papá voy a comer porque sé que mis hijos lo necesita — él es sonríe y
Alan observaba a Sarif sin poder aún creer que ella fuera la persona que lo estaba ayudando a escapar, no confiaba mucho, pero no le quedaba más que confiar, en este momento era la única persona que lo podía ayudar y no dejaría escapar esta oportunidad por nada en el mundo. —¿Sabes donde están mis hermanos? —él asintió. —Amir está con sus hombres arriba mientras yo te ayudo a salir de esta pocilga, y Azar está en la oficina de Raft, buscando unos documentos, no se para qué. —¿Cómo es que están sueltos?—ella sonrió. —De nada —Alan rodó los ojos. —Tú no haces nada sin querer algo a cambio —ella levantó los hombros —Eso es verdad, y es por eso que quiero que me lleven con mi hermana y mi madre. —¿Tu hermana?, acabas de decir que no lo era y ahora lo profesas como. Si fuera normal. Sarif se queda en silencio, no quería decirlo, pero en realidad, ellas eran lo único que les quedaban, no tenía nada más en el mundo y divagar sola por este tiempo, le mostró que no quería seguir hacié
Alan observaba a su hermano con intriga y miedo. El hombre que tenía frente a él, no era el chico pequeño juguetón que él había visto la última vez, solo tenía veinticinco años, y parecía un hombre de cuarenta años.—No puedes estar hablando en serio, Amir.—Claro que lo estoy haciendo, ¿qué quieres que hagamos?, ¿que esperemos que vengan y nos maten?, ¡¡Esos malnacidos mataron a la mujer que amaba, no a una, a las dos!! —dijo Amir, y una parte de Alan lo entendía, su hermano se había encargado a dos mujeres y a ambas las habían matado en tiempo récord. —Créeme que te entiendo, te lo juro, pero si haces esa locura, nunca sabremos quién es el cómplice de Raft, Él no está trabajando solo, una persona más. Calculadora y malvada que él está detrás de todo esto. Su hermano, gruño, estaba desesperado en que todo esto al final terminara, aunque él no pudiera salirse de la mafia. Lo que más le importaba era que ellos pagaran por lo que habían hecho y, sin seguir con vida, eso nunca pasaría
Amir veía a su hermano golpear el saco de boxeo hace más de media hora, sus nudos estaban rojos y sabía que lo mejor era no Entonces molesta de verdad intervenir, ahora estaba frustrado enojado y dolido al enterarse de que su mejor amigo había sido el causante de todo el dolor Que está sufriendo él y su familia.Golpe tal golpe descargaba todo en aquel saco de boxeo, sangre salían de sus nudillos y Amir entendió que era al momento de detenerlo— Es suficiente, Alan ya basta — Alan se alejó del saco de boxeo, y observó a su hermano con furia y no— Si no saco mi enojo, ahora mismo voy a explotar con y sabes que el resultado no será bueno para nadie.—¿Estás queriéndome decir que si no dejo que estos modelos con ese saco de boxeo lo vas a hacer con nosotros? — Y le dio un golpe al saco para luego alejarse de él y su hermano.—¡¡así sigues como está Y no hablas con nadie, vas a terminar peor de lo que ya estás!! — Balance detuvo unos pasos de su hermano y mirándolo sobre el hombro respo
Alan estaba en su habitación tomando un descanso, todo lo que estaba pasando lo tenía un poco adolorido y necesitaba un poco de paz, pero esta no duro mucho, porque su hermano, a Azar, abrió la puerta sin ningún cuidado y entro en su recámara con una erosión de miedo en ella. —¿Qué pasa?, ¿por qué entras así?—Tienes que venir abajo, no podrás creerme lo que te diré si tú mismo lo ves —Alan, confundido, se levantó de su lugar y salió de la habitación con su hermano al lado.Cuando llegaron abajo, su hermano Amir hablaba con un hombre que estaba de espaldas a ellos, Azar se acercó con cautela e intriga, quería saber por quién era el alboroto que su hermano estaba armando. Cuando se detuvo frente a ellos, rodó los ojos, no se imaginó que esté imbécil, se atrevería a tanto, ¿cómo se le ocurrió aparecerse aquí?, cuando los ojos de Daría se posaron en Alan, sonrió.—-Hola imbécil —Amir, sonrió, extrañaba las peleas de su hermano y mejor amigo, porque aunque él no lo quisiera decir, segu