Alan estaba en su habitación tomando un descanso, todo lo que estaba pasando lo tenía un poco adolorido y necesitaba un poco de paz, pero esta no duro mucho, porque su hermano, a Azar, abrió la puerta sin ningún cuidado y entro en su recámara con una erosión de miedo en ella. —¿Qué pasa?, ¿por qué entras así?—Tienes que venir abajo, no podrás creerme lo que te diré si tú mismo lo ves —Alan, confundido, se levantó de su lugar y salió de la habitación con su hermano al lado.Cuando llegaron abajo, su hermano Amir hablaba con un hombre que estaba de espaldas a ellos, Azar se acercó con cautela e intriga, quería saber por quién era el alboroto que su hermano estaba armando. Cuando se detuvo frente a ellos, rodó los ojos, no se imaginó que esté imbécil, se atrevería a tanto, ¿cómo se le ocurrió aparecerse aquí?, cuando los ojos de Daría se posaron en Alan, sonrió.—-Hola imbécil —Amir, sonrió, extrañaba las peleas de su hermano y mejor amigo, porque aunque él no lo quisiera decir, segu
Raft observaba a su aliado con desespero y rabia, no podía creer que el imbécil hubiera dejado espáciale a su mujer, ella llevaba en su vientre, no la salida a sus problemas.—¿Estás seguro de que buscaste bien? —Si Raft lo hice y deja de tratarme como un imbécil porque voy a perder la paciencia que me queda —Estoy intentando comprender cómo fue posible que tu mujer se hubiera escapado de tus manos, ¿Sabes lo que hará?, te dije que no debiste haberle hecho eso, pensé que la querías aunque sea un poco —Ronald rodó los ojos. —Es buena en lo que hace, pero sabes que mi atención no está en ella —Raft apretó la quijada con fuerza. —Dijimos que hablaríamos sobre eso, y que lo recuerde no hemos hablado aún de eso. —No tenemos nada de que hablar, fui muy claro cuando te dije que ella sería mía, te deje que la probaras, pero es suficiente, no sucederá de nuevo, ¿Comprendes? Raft quería acabar con el ahora mismo, pero sabía que no podría porque lo necesitaba, no podía solo dejar que todo
La tarde termino con Sara y y su esposo recorriendo la isla, algo que hace mucho no hacían y que ella anhelaba mucho, también algo que extrañaba, ese lugar fue su casa por un buen tiempo y extrañaba lo que lograron conseguir allí. Llegaron a la gran cascada que lugar tenía, Alan se quitó la ropa, y se lanzó al agua haciendo que Sarah sonriera al verlo actuar como un pequeño niño . — ven el agua está deliciosa — le dijo Alan a Sarah, pero ella negó rápidamente. — no, sé que me estás engañando, ese lago jamás fue delicioso. — no recuerdo eso, ¿o tú ya lo olvidaste? — las mejillas de Sarah se sonrojaron al recordar el de qué estaba hablando. — dijiste que no mencionarías eso, ¿por qué lo haces ahora ahora? — el sonrió. — no debe darte vergüenza complacer a tu esposo — ella rodó los ojos al escucharlo hablar así. — no me da vergüenza, eso es lo que no creo que sea bueno que hablemos de eso en este momento — Alan suspiró y camino de regreso a la orilla. — puedes hablar con
Sarah no sabía dónde se encontraba, estaba cansada sus pies le dolían y sabía que Alan estaba sufriendo de dolor de espalda porque la llevaba cargada hace más de media hora.Nunca imagino que ese kilómetro fuera tan largo, ya no sabían cuánto tiempo llevaban caminando pero el cansancio en la cara de tos era palpable — pues bajarme Alan, no es necesario que me sigas cargando — el gruño negando.— no voy a dejar que te descompongas aquí, estamos muy cerca— eso es lo que has dicho hace más de media hora.— ahora si es verdad, créame. Al final del túnel se podía ver una luz, todos aspiraron de alivio, al final habían llegado, cuando llegaron al final del túnel en la entrada pudieron ver el mar, y en la orilla de el una embarcación pequeña.— ahí está Amir —dijo Alan ayudando a Sara a bajar de sus brazos y al final poder descansar del dolor en sus piernas, brazos y espaldas. —Lo siento, se que ahora peso demasiado —dijo ella con la voz baja. —No te preocupes por mi amor, estoy bien.
Sara observaba a la persona que tenia frente a ella, no podia creer que al final hubiera vuelto y de la manera en lo que estaba haciendo, Amira estaba frente a ella con su rostro sucio y su cuerpo lleno de morados y golpes. —Amira, ¿Que te ha pasado? —le pregunto, ella solo sollozo, estaba mal, en realidad, lo que necesita era ayuda. —Lo siento… no quería ir hasta donde mis hermnanos. —Ellos están a dos habitaciones de aquí —ella asintió aún sollozando. —Lo se, pero no quiero que me vean. Sara se hace a un lado para que ella pueda entrar y cuando lo hace cierra la puerta detrás de ella. —¿Como llegaste hasta aquí? —le pregunta Sara sorprendida. —Daria se contactó conmigo, ¿no puedo estar aquí? —dice ella sollozando de nuevo. —No, no es eso, no te preocupes, es solo que este lugar no lo conoce nadie, me sorprendió verte aquí. —No tengo a donde mas ir —dice sollozando de nuevo. —Está bien, ven, siéntate aquí, puedes hablar si quieres, te escucharé. Ella hace lo que Sara le di
Un mes después Las cosas con la familia de Sara estaban mucho mejor, los ataques estaban menguando, y la investigación en contra de Ronald y sus secuaces cada día mejoraba.Un poco de paz había llegado a ellos, algo que hacía que el corazón de Sara se mantuviera tranquilo por un momento. Sara acaricia su vientre mientras su pequeña y sus tíos juegan con ella en el pequeño lago que tiene el lugar. —¿Sigues adolorida? —le pregunta Alan a su lado. —Se mueven mucho, mis costillas terminaran vueltas nada —dice Sara con una pequeña sonrisa. —En un solo mes, han crecido mucho. —Son dos, Alan. El sonríe y mira al frente donde sus hermanos juegan con su pequeña niña. —¿Como sigue? —dice Sara observando a Amira, en este momento se han acercado mucho más y eso le alegra. —Las pesadillas ya menguaron, pero aún sigue culpándose de todo lo que paso. —Creo que con el tiempo las cosas mejorarán, lo importante Esque no se culpa de lo que él le hizo. Alan apretó la quijada con fuerza. Aún no
Sara observaba su alrededor con asombro y belleza, Londres era un lugar hermoso y lleno de gente muy amable y sencilla, algo que se identificaba con ella.—¿Te gusta? —le pregunto Alan a su lado. —Si, es hermoso, pensé que no volvería a ver la civilización nunca más —el ríe con fuerza. —Eso no sucedería, es cuestión de tiempo y todo esto volverá a nuestras vidas —ella asintió. Alan observó a sus hermanos y hermana caminar delante de ellos, habían venido todos excepto los padres de Sara y Sarif, no podía poner en peligro a Elena, aunque también debieron venir Amira y Sara, pero ellas eran otro cuento aparte. —¿Estamos lejos? —pregunto Sara sintiendo que sus pies le dolían. —No, en unos momentos estaremos allá —dijo Amir mirándola sobre su hombro. —Si, lo siento, pero tener dos bebés en tu vientre hace que te duelan aún más las piernas y la espalda —el le sonrió entiendo. —Lo siento, que se sería mejor un auto, pero no podemos dar sospechas.—Lo entiendo no te preocupes. No dije
Alan apretaba las manos con fuerza, estaba muy enojado, no podia creer que ese hombre hubiera podido aceptar lo que su madre habia proponido, ¿donde estaba la justicia?, ella seguiría su vida como si nada y no pagaría por nada de lo que habia hecho, no era justo. --¿Puedes dejar de moverte? --le dijo su hermano Amir.--¿Como puedes estar tan calmado? --le pregunto Alan a su hermano. --¿Que pretendes entonces que haga? --¡¡Esque no puedo creerlo, ella estará libre y no pagara por nada de lo que hizo!!, ¡¡No es justo!!--Nadie dijo que sería justo, pero sabes que ella no es nuestra prioridad, no podemos dejar que los demas se escapen solo porque tu no estas de acuerdo con el trato con nuestra madre. Alan se quedo en silencio, sabia que su hermano tenía la razón, pero aun asi,no quería aceptarlo, porque una parte de el queria que su madre pagara por lo que le habia hecho a el. --Tu tienes un problema y es que no quieres aceptar que quieres que ella pague por lo que te hizo, ¿no es a