Amir quería golpear con fuerza a Daría, no podía creer que en serio lo hubiera puesto en esto, estar frente al hombre que lo estaba persiguiendo era algo salido de una película, el jamás se imaginó que algo cómo eso pasara. —¿Tiene que ser una broma? —dijo el hombre edad que no dejaba de mirar a Daría y Amir con su arma en alto. —¿Ustedes son idiotas? —pregunto sorprendido de verlos. —No, en realidad soy muy inteligente, tanto que hackea un par de veces sus sistemas y aún sigo aquí. —Si, y por eso también te están buscando —le dice el hombre a Daría, el cual solo sonrió —Bien, eso me hace muy famoso y la verdad la fama me gusta y mucho —el hombre de edad rodó los ojos. —Tu amigo si que no le tiene miedo al peligro, ¿pero tú? —le dijo. —No me agrada estar aquí, si lo hago es porque aunque no lo quiera aceptar, te necesitamos, pero eso no quiere decir que seamos amigos o algo así —Will, cómo se llamará el jefe de el SWAT del ejército gruño. —Jamás sería amigo de un d
Alan entra en la casa en la que esta ahora en Londres, buscando a su esposa, pero solo encuentra el rostro de su hermano Azar y Amira que llorar con fuerza, miles de imágenes llegaron a su mente en ese momento. --¿Que sucedió? --pregunto con fuerza.--No esta bien, hermano, tuvo un intento de aborto, su corazón esta muy delicado. --¿Y eso que quiere decir? --Azar suspiro. --Que no puede ser operada ahora, seria riesgoso --Alan paso las manos por su pelo.--¡¡Pero si no lo hace va a morir!!, ¡¡¿No lo entienden?!!--Si, lo hacemos, pero esa desiciòn no es nuestra, es de ella y creeme que lo que menos quiere ahor es eso, cálmate y entra hablar con ella. Alan suspira un par de veces y luego solo se dirige a la habitación en la que Sara está. Abre la puerta y la encuentra en esta recostada con la mano en su vientre. —¿Nena? —le pregunta Alan a Sara, ella levanta la mirada y solloza cuando lo ve. —Lo siento….yo…no se que paso —el niega y se acerca a ella para acariciar su cabello. —N
Las cosas habían mejorado con el pasar del tiempo, estaban muy cerca de atraparlos, cada día aparecían más cosas que los inculpaban y Will ya tenía permiso para atraparlos, al final se supo quienes estaban ayudándolos y aquellas personas fueron llevadas a juicio y encerradas. Sara estaba un poco mejor, su riesgo de aborto al final había sido controlado, estaba en su quinto mes de embarazo y sus bebés estaban mejor de lo que ella pensaba. Cada día se movían más y la hacían muy feliz, ella necesitaba un poco de paz y tranquilidad para que su embarazo pudiera llegar al menos al mes séptimo, donde lo más seguro esque fuera intervenida para que sus bebés pudieran salir de ella vivos. Sara acaricia su vientre mientras sonríe porque se siente muy feliz de poder sentirlos. —¿Estas feliz? —le pregunto Alan mientras salía del baño con solo una toalla. —Si, estoy muy feliz, lo he sentido muy seguido y eso me alegra. Significa que están muy bien. Alan se acercó a ella para poder acariciarle
Al final Alan había podido estar con su esposa, era el hombre más feliz del mundo en ese momento, por fin pudo tocarla, besarla y demostrarle todo lo que sentía por ella y lo mucho que la había extraño. Dejó un beso en la frente de su esposa y se levantó de la cama para cambiarse y luego salir de ella, descendió por la escaleras hasta el primer piso, donde estaban sus hermanos y ahora suegros. Porque Elena y el padre de Sara habían llegado hace unos días después de lo que había pasado con Sara. Las mirada de las personas en la sala se posó sobre el. —¿Que?, ¿porque me miran así? —dijo gruñendo. —¿Ella está bien? —le pregunto su hermano Azar con un deje de preocupación en la voz. —¿Disculpa? —pregunto Alan con furia. —Sabes a lo que me refiero, pudimos escuchar y si es lo que pensamos, sabes lo que para ella eso ocasiona. —¡¡¿Como te atreves?!!, no vas a decirme cómo tratar o estar con mi esposa, no soy estúpido, Alan, se como tratarla y que debo y no hacer. —
Will observaba a los hermanos con frustración, si alguien le hubiera dicho en este momento que estarían en esta situación se reirían en su cara. Llevaban media hora intentando entrar para llevarse a la Mujer de Raft y todavía ha sido un caos —¡¡ puedes dejar de discutir y por favor hacer algo!! — gruñón con fuerza will. — nunca hemos secuestrado a nadie, así que discúlpanos si no sabemos cómo hacerlos — dijo con fuerza Alan — sabes que esto lo estamos haciendo por el bien de todos, así que no me hagan ver a mí como el malo del paseo. Dijo Will mirando a los hermanos con una de sus cejas en alto, sabía que estaban buscando la manera de hacerlo sentir culpable por lo que estaba haciendo, pero él en ningún momento se había sentido así, estas personas habían acabado con su vida, llevándose a su mujer y hijos asesinándolas. — sé lo que están intentando hacer, y voy a decirles de una vez que no lo van a lograr, no siento remordimiento ni nada parecido por querer capturar de la m
Ahora nos observaba la mujer que tenía frente a él una y otra vez, la mujer que tenía la cara desfigurada le sonreía como si fuera su mejor amiga. —¿ no me recuerdas? — ella aún sin dejar de sonreír. — no te cuide quién eres. — claro que lo sabes, dentro de tu mente hay un recuerdo que no quieres traer, pero cuando lo hagas recordarás quién soy. Alan negó un par de veces, él sabía que una parte de él lo conocía pero no recordaba de dónde. —¿ qué es lo que quieren de mí? — preguntó ella. — ya lo sabes, la pregunta aquí es, ahora, Qué estás dispuesta a hacer para irte de aquí?--¿Quien te dijo que quiero irme? --Alan levanto una de sus cejas negras.--¿No quieres irte? --La verdad esque aquí estoy muy bien, no tengo necesidad de regresar al lugar en el que estaba.Azar miro Alan sin comprender de que estaba hablando esa mujer, ¿como era que estaba mejor estando aqui?, estaba amarrada a una silla, y paso la noche incomoda, ¿estaba loca? -Se lo que están pensando, que si estoy lo
Sara se movía por medio de su habitación, estaba impaciente, no podía creer que ellos sí hubieran hecho eso, las cosas no estaban saliendo bien, o eso era lo que ellos creían. El lugar estaba en silencio y ella estaba un poco paranoica, se encontraba sola en casa porque sus padres habían salido a la rutina diaria de las citas de su mamá. Un fuerte golpe en la parte de abajo la hizo salir rápido su habitación y bajar las escaleras para averiguar que estaba pasando. Sarif estaba en el piso bocabajo estrategias se encontraba la persona que pensó que jamás volvería a ver —Hola hermosa — Dijo Ronald —¿ qué haces aquí? — preguntó ella con su voz temblando —¿ no es obvio? —ella negó asustada. — no, no lo es y no lo quiero saber, ahora? Qué le hiciste?— Dice ella mirando al piso donde se encuentra desmayada su hermana. — no me gustan los caos sueltos, ella siempre fue un caos suelto, y me encargué de ella — Sarah intentó acercarse para saber si estaba viva, pero Ronald negó
Sara observaba el lugar en el que se encontraba con miedo y temor, no sabía donde se encontraba, estaba lleno de suciedad y mal olor, no sabía porque la había traído aquí, pero de lo que si estaba segura era que necesitaba salir de aquí como fuera, no podía seguir ni un día más en este lugar del que no sabía que le esperaba. —Está un poco sucio, pero todo estará mejor cuando salgamos de aquí. Ella miraba a Ronald como si se hubiera vuelto loco, no tenía idea de lo que él tenía en mente, pero no quería saberlo y el miedo que ahora mismo estaba sintiendo, jamás lo había sentido, y eso le aterraba más que el sentirlo a él cada vez más cerca. —No quiero estar aquí, Ronald, sabes que este no es mi lugar, necesito que me dejes ir, que me dejes seguir mi vida. —Tu vida es a mi lado, y es lo que va a pasar, así que es mejor que lo aceptes lo más rápido que puedas para que no te duela. —¡¡Esque no tengo nada que aceptar, ni lugar no está a tu lado y tienes que aceptarlo!!, ¡¡Jam