La expresión de Maximiliano fue épica, al voltear y encontrarse con ella, quien por su parte estaba tan nerviosa que se quedó muda por un rato, sus miradas se cruzaron y al tiempo soltaron una risilla nerviosa, de momento Alissa reaccionó y se levantó de su silla para dirigirse a dónde él estaba y felicitarlo por su cumpleaños-- te deseo lo mejor, Max, te deseo un muy feliz cumpleaños—se acercó para darle un abrazo y el la recibió tímido, pero al sentir su cuerpo tan cerca se apretó a ella y le agradeció al oído, se quedaron así un rato y al separarse fue Maximiliano quien tomó la iniciativa-- Alissa… Me disculpo por lo de hace un momento, pero debo ser sincero, es lo que siento por ti , aunque no sé cómo acercarme a ti, no quiero que pienses que me quiero aprovechar de la situación, pero tampoco quiero que me rechaces, te has convertido en algo importante en mi vida—Alissa sintió que también ella debía ser sincera-- Max… No tienes por qué disculparte, lo que escuche, sin querer,
La cercanía ya no les era incómoda, pero si aceleraba sus respiraciones y aun así no se separaron, Maximiliano se aventuró a acariciar su mejilla para luego pasar la mano por su cuello y lentamente acercarse a sus labios, la besó, finalmente pudo sentir sus suaves labios y su sabor dulce y cálido, los brazos de Alissa se empezaron a mover por detrás de su cuello y él la apretó para profundizar ese maravilloso beso.Tuvieron que separarse, puesto que estaban en un lugar concurrido, pero sus miradas estaban encendidas y llenas de amor y deseo, sonrieron al mirarse y sin poder estar separados volvieron a juntar sus cuerpos en un abrazo tímido--Debemos irnos—dijo Maximiliano susurrando a su oído, su voz sonó ronca, provocando una sensación de electricidad recorriendo por el cuerpo de Alissa, ella solo asintió sin poder articular palabra y se tomaron de la mano para caminar hasta donde se encontraba el jeep para regresar a la haciendaAl llegar, el lugar estaba decorado de manera festiva,
-- ¡pero eso no es todo! -- gritó Renata logrando de inmediato que todos guardaran silencios expectantes--¡Vamos a ser papás! – dijo con tanta ilusión al tiempo que tomaba la mano de Jimmy quien estaba que no cabía de la felicidad y besaba su mano con mucha ternura.Todos enloquecieron, y desearon la más grande felicidad a la pareja y al nuevo integrante de la familia, Renata estaba feliz y todos junto con ella--¡yo tengo que ser la madrina! —gritó Alissa refiriéndose al bebé-- y yo el padrino, por supuesto—respondió Maximiliano de inmediato-- claro que sí y también serás mi dama de honor, Alissa y tú, Max, el padrino de Jimmy, ¿están de acuerdo? —los dos asintieron con mucho gusto y lo siguiente fueron planes sobre la boda. Los abuelos ofrecieron la hacienda para que se realizara ahí y los novios aceptaron la propuesta, el lugar era inmenso y todos amaban estar ahí, la boda sería espectacular.Después de tanta algarabía todos se retiraron a dormir y Maximiliano acompañó a Alissa
Alissa estaba aturdida y de momento no podía entender lo que Sebastián le estaba diciendo, sólo lograba verlo tratando de decirle algo que no podía escuchar con claridad, bajó la mirada hacia su pierna y notó que estaba sangrando mucho.-- ¡Alissa!!… ¡contéstame Por favor!!, ¿Te encuentras bien? —Sebastián estaba desesperado y presionaba la herida con una toalla para ayudar a parar el sangrado.-- ¡¡Alissa!!… ¡Te llevaré al hospital! —ella asintió y con la ayuda de unas personas que se acercaron a auxiliarla la subieron al auto de Sebastián para ser trasladada al hospital.Sebastián conducía el vehículo tan rápido como podía y al mismo tiempo estaba al pendiente de ella, del sangrado y de su estado de confusión.Al momento Que Alissa Se sintió mejor llamó a Maximiliano, él estaría a punto de pasar por ella y no quería que pensara que lo había dejado plantado, además se sentía muy incómoda con Sebastián, no dejaba de pensar en el porqué de su presencia en su casa y la posibilidad de qu
-- No pude asistir, aunque me hubiera encantado, el vino del abuelo es fantástico—soltando una leve carcajada que al mismo tiempo provocó una sonrisa ladina en su amigo-- ¿sabes Alissa?… Nuestra mejor borrachera fue con ese vino del abuelo, y la peor resaca también, no te contaré lo que nos pasó, solo diré que terminamos arrestados por robar el perro que le había regalado a una exnovia—todos rieron -- Pero el perro era un gran danés, Yo no sé ¿Cómo se le ocurre a este idiota regalar un gran danés? Y luego robarlo y llevarme a mí como su cómplice—gracias a Lucas la tensión entre ellos se convirtió en risas y carcajadas mientras Alissa ni notaba lo que Maximiliano hacia con su pierna herida-- ¿no se suponía que tendrían una cita? – preguntó Lucas sacando a Maximiliano de su concentración quien encogió los hombros como resignado mientras Alissa bajaba la mirada apenada-- Bueno… La noche es joven, aún pueden tener su cita, además ya están vestidos para la ocasión—Maximiliano observó a
Las enormes manos de Max bajaron a acariciar sus piernas y de a poco las empezó a subir llevando con ellas su vestido, cuando llegó a sus muslos le dio un ligero apretón que la terminó por enloquecer, ella se armó de valor y empezó a desabrochar los botones de su camisa, mientras continuaba besando esos labios carnosos y dulces, metió una mano en su camisa para acariciar su piel, era suave y firme y emanaba un calor embriagante, lo deseaba tanto que se estaba dejando llevar por sus caricias y sus deliciosos besos.¡Te amo Alissa! —susurró en su oído con una voz tan grave que más que miedo le provocó una fuerte excitación, las manos de Maximiliano estaban subiendo por su espalda intentando deshacerse de su vestido sin dejar de acariciarla.Sus miradas se cruzaron con un gesto de afirmación y una sonrisa coqueta, cuando de repente Alissa se tensó al escuchar ruidos en la puerta de entrada de la casa-- ¡alguien entró!, ¿Escuchaste? —al pobre hombre le estaba costando salir del trance y
¿Cómo poder dormir después de estar tan cerca, de sentir su cuerpo y respirar su aroma?, El pobre Maximiliano daba vueltas en su enorme cama deseando tenerla a ella justo ahí con él, quería tocarla, sentirla, lo que estuvieron a punto de hacer lo dejó con un deseo casi animal por hacerle el amor, por marcarla con sus caricias y sus besos, su cuerpo ardía en deseo que sólo ella podía saciar.Al día siguiente mientras Alissa estaba en la escuela alguien llamó a la puerta con un enorme arreglo de rosas para ella, Alissa las recibió con una gran sonrisa y leyó la tarjeta que decía:--* ¡guarda esa sonrisa para cuándo te vea y te pueda besar! MaximilianoEl calor se reflejó en el rostro de la maestra que trató de continuar con su trabajo después de sentir como su cuerpo le exigía el contacto con el de Maximiliano, luchaba por no dejar que su mente la transportará a ese momento en el que estaba sintiendo sus manos en su cuerpo, debió sacudir la cabeza para no perderse en s
En el camino de regreso estaban muy animados, hablaban de la hermosa familia y de la rica cena, pero Alissa notó que no se estaban dirigiendo a su casa, sino a la casa de Maximiliano, los nervios empezaron a controlar su cuerpo y su respiración, y es que el día anterior se había puesto muy candente y de no ser por la llegada de los padres y la hermana de ella, quien sabe qué habría pasado entre ellos, hacía mucho que no estaba con alguien, hacía mucho que no se dejaba llevar por el deseo, aunque, al estar cerca de Max era fácil perder la razón y el control de su cuerpo.Al llegar a la casa, Maximiliano se apresuró a abrir la puerta del auto al tiempo que estampaba sus hermosos ojos negros en ella, esa mirada profunda que la desbarataba y la hacía perderse en esa hermosa mirada, tomó su mano para ayudarla a salir y con la otra la tomó de la cintura para apretarla de inmediato con su cuerpo y darle un delicioso beso que se sentía que había estado reservando por mucho tiempo, así sin sep