-- No pude asistir, aunque me hubiera encantado, el vino del abuelo es fantástico—soltando una leve carcajada que al mismo tiempo provocó una sonrisa ladina en su amigo-- ¿sabes Alissa?… Nuestra mejor borrachera fue con ese vino del abuelo, y la peor resaca también, no te contaré lo que nos pasó, solo diré que terminamos arrestados por robar el perro que le había regalado a una exnovia—todos rieron -- Pero el perro era un gran danés, Yo no sé ¿Cómo se le ocurre a este idiota regalar un gran danés? Y luego robarlo y llevarme a mí como su cómplice—gracias a Lucas la tensión entre ellos se convirtió en risas y carcajadas mientras Alissa ni notaba lo que Maximiliano hacia con su pierna herida-- ¿no se suponía que tendrían una cita? – preguntó Lucas sacando a Maximiliano de su concentración quien encogió los hombros como resignado mientras Alissa bajaba la mirada apenada-- Bueno… La noche es joven, aún pueden tener su cita, además ya están vestidos para la ocasión—Maximiliano observó a
Las enormes manos de Max bajaron a acariciar sus piernas y de a poco las empezó a subir llevando con ellas su vestido, cuando llegó a sus muslos le dio un ligero apretón que la terminó por enloquecer, ella se armó de valor y empezó a desabrochar los botones de su camisa, mientras continuaba besando esos labios carnosos y dulces, metió una mano en su camisa para acariciar su piel, era suave y firme y emanaba un calor embriagante, lo deseaba tanto que se estaba dejando llevar por sus caricias y sus deliciosos besos.¡Te amo Alissa! —susurró en su oído con una voz tan grave que más que miedo le provocó una fuerte excitación, las manos de Maximiliano estaban subiendo por su espalda intentando deshacerse de su vestido sin dejar de acariciarla.Sus miradas se cruzaron con un gesto de afirmación y una sonrisa coqueta, cuando de repente Alissa se tensó al escuchar ruidos en la puerta de entrada de la casa-- ¡alguien entró!, ¿Escuchaste? —al pobre hombre le estaba costando salir del trance y
¿Cómo poder dormir después de estar tan cerca, de sentir su cuerpo y respirar su aroma?, El pobre Maximiliano daba vueltas en su enorme cama deseando tenerla a ella justo ahí con él, quería tocarla, sentirla, lo que estuvieron a punto de hacer lo dejó con un deseo casi animal por hacerle el amor, por marcarla con sus caricias y sus besos, su cuerpo ardía en deseo que sólo ella podía saciar.Al día siguiente mientras Alissa estaba en la escuela alguien llamó a la puerta con un enorme arreglo de rosas para ella, Alissa las recibió con una gran sonrisa y leyó la tarjeta que decía:--* ¡guarda esa sonrisa para cuándo te vea y te pueda besar! MaximilianoEl calor se reflejó en el rostro de la maestra que trató de continuar con su trabajo después de sentir como su cuerpo le exigía el contacto con el de Maximiliano, luchaba por no dejar que su mente la transportará a ese momento en el que estaba sintiendo sus manos en su cuerpo, debió sacudir la cabeza para no perderse en s
En el camino de regreso estaban muy animados, hablaban de la hermosa familia y de la rica cena, pero Alissa notó que no se estaban dirigiendo a su casa, sino a la casa de Maximiliano, los nervios empezaron a controlar su cuerpo y su respiración, y es que el día anterior se había puesto muy candente y de no ser por la llegada de los padres y la hermana de ella, quien sabe qué habría pasado entre ellos, hacía mucho que no estaba con alguien, hacía mucho que no se dejaba llevar por el deseo, aunque, al estar cerca de Max era fácil perder la razón y el control de su cuerpo.Al llegar a la casa, Maximiliano se apresuró a abrir la puerta del auto al tiempo que estampaba sus hermosos ojos negros en ella, esa mirada profunda que la desbarataba y la hacía perderse en esa hermosa mirada, tomó su mano para ayudarla a salir y con la otra la tomó de la cintura para apretarla de inmediato con su cuerpo y darle un delicioso beso que se sentía que había estado reservando por mucho tiempo, así sin sep
Al llegar a casa nadie habló, la puerta se cerró detrás de la espalda de Maximiliano, mientras él se aferraba al cuerpo de Alissa para aprisionarla contra la pared, tomó su rostro entre sus manos y Estrechó sus labios contra los de ella, bajó sus manos hasta su espalda y sus besos viajaban al cuello de Alissa provocándole uno que otro suspiro, ella se separó un instante del agarre de Maximiliano para tomarlo de la mano y guiarlo hasta su habitación, sus miradas se cruzaron por un momento y él colocó su mano en la nuca de ella para poder acercar su rostro al de él, para poder sentir su agitada respiración y percibir su delicado Arona.El vestido de Alissa empezó a bajar entre las manos de Maximiliano mientras besaba su cuello con suavidad, ella se armó de valor y desabrochó su camisa para poder acariciar su piel, cuando sintió que le arrebataba el sostén con una habilidad impresionante que le provocó un sobresalto, sus pechos se unieron, pudieron sentirse sin nada que se interpusiera,
Ella se dejó invadir por su delicioso aroma y el no dejaba de besarla.--mmm…que delicioso sabes —--lo mismo digo yo, ¡Ven!… preparé unas homelets y un poco de fruta y el café que acabas de probar de mis labios—-- no lo sé, esa prueba no fue suficiente para saber si preparas buen café, ¿quizá su me das otra probadita? —la Alissa seductora estaba logrando su cometido--déjame darte todas las pruebas que sean necesarias, muñeca—se acercó a ella para besarla mientras apretaba su cintura contra su musculoso cuerpo, de no ser por qué ella decidió parar con eso y alejarse que podían haber terminado haciendo el amor en la barra de la cocina.--- debo ir al trabajo, y así no creo poder llegar—Maximiliano hizo cara de puchero, pero no dejaba de besarla mientras le susurraba entre sus labios:--¿no puedes faltar? Y pasamos el día juntos, no quiero separarme de ti—-- no puedo… pero nos vemos en la tarde en el café— propuso ella mientras se acomodaba para desayunar-- si no hay más opciones, t
El restaurante era de los más lujosos de la ciudad, cosa que hizo sentir un tanto incomoda a Alissa, al ver los hermosos vestidos de las elegantes mujeres que estaban en el lugar, pero al parecer eso a Maximiliano no le importaba en lo más mínimo, porque no dejaba de tomarla de la mano sintiéndose orgulloso de que la mujer a su lado sea su novia, principalmente porque él alcanzaba a percibir la incomodidad de ella cuando la chica que los estaba atendiendo no dejaba de coquetear de forma descarada.--te va a encantar la pasta que sirven en este lugar, sólo que no pediremos postre, sólo quiero de los que haces tú— le dijo con mirada coqueta y ella solo le sonreía sonrojada. Maximiliano debía regresar al hospital y tuvo que llevar a Alissa al café para encontrarse con ella luego, tenía una cirugía muy importante y Lucas ya lo estaba esperando.(***)--pero ¿quién te crees que eres para tratarme de esta forma? — el reclamo de Alexandra de la Mora se podía escuchar a la distancia ante
Aníbal Ribera, el hijo mayor de Rodolfo, un bueno para nada que solo sabe malgastar la fortuna de su padre y que desde que la conoció está obsesionado con ella, hacía tiempo que Alexandra estaba maquilando la posibilidad de utilizarlo para sus intereses, pero ahora esa idea estaba lejos de ser solo eso, una idea, debía poner el plan en marcha si quería salir bien librada.--¡Aníbal!... ¿Cómo estuvo la fiesta de anoche? ¿te la pasaste bien? – preguntó con un gesto jovial y sutilmente seductor mientras veía como el chico se acostaba en el sofá de la sala--Nada mal, el nuevo lugar está fabuloso, deberías ir a conocerlo, estoy seguro que te gustará—la mirada del muchacho se perdía en las curvas de su futura madrastra y la poca relación con su padre le permitía ser descarado con sus intenciones, estaba acostumbrado a tener todo lo que deseaba y el no poder tenerla a ella le provocaba los pensamientos más perversos y Alexandra estaba dispuesta a aprovecharse de eso.-- Me encantaría, Aníba