¿Cómo poder dormir después de estar tan cerca, de sentir su cuerpo y respirar su aroma?, El pobre Maximiliano daba vueltas en su enorme cama deseando tenerla a ella justo ahí con él, quería tocarla, sentirla, lo que estuvieron a punto de hacer lo dejó con un deseo casi animal por hacerle el amor, por marcarla con sus caricias y sus besos, su cuerpo ardía en deseo que sólo ella podía saciar.Al día siguiente mientras Alissa estaba en la escuela alguien llamó a la puerta con un enorme arreglo de rosas para ella, Alissa las recibió con una gran sonrisa y leyó la tarjeta que decía:--* ¡guarda esa sonrisa para cuándo te vea y te pueda besar! MaximilianoEl calor se reflejó en el rostro de la maestra que trató de continuar con su trabajo después de sentir como su cuerpo le exigía el contacto con el de Maximiliano, luchaba por no dejar que su mente la transportará a ese momento en el que estaba sintiendo sus manos en su cuerpo, debió sacudir la cabeza para no perderse en s
En el camino de regreso estaban muy animados, hablaban de la hermosa familia y de la rica cena, pero Alissa notó que no se estaban dirigiendo a su casa, sino a la casa de Maximiliano, los nervios empezaron a controlar su cuerpo y su respiración, y es que el día anterior se había puesto muy candente y de no ser por la llegada de los padres y la hermana de ella, quien sabe qué habría pasado entre ellos, hacía mucho que no estaba con alguien, hacía mucho que no se dejaba llevar por el deseo, aunque, al estar cerca de Max era fácil perder la razón y el control de su cuerpo.Al llegar a la casa, Maximiliano se apresuró a abrir la puerta del auto al tiempo que estampaba sus hermosos ojos negros en ella, esa mirada profunda que la desbarataba y la hacía perderse en esa hermosa mirada, tomó su mano para ayudarla a salir y con la otra la tomó de la cintura para apretarla de inmediato con su cuerpo y darle un delicioso beso que se sentía que había estado reservando por mucho tiempo, así sin sep
Al llegar a casa nadie habló, la puerta se cerró detrás de la espalda de Maximiliano, mientras él se aferraba al cuerpo de Alissa para aprisionarla contra la pared, tomó su rostro entre sus manos y Estrechó sus labios contra los de ella, bajó sus manos hasta su espalda y sus besos viajaban al cuello de Alissa provocándole uno que otro suspiro, ella se separó un instante del agarre de Maximiliano para tomarlo de la mano y guiarlo hasta su habitación, sus miradas se cruzaron por un momento y él colocó su mano en la nuca de ella para poder acercar su rostro al de él, para poder sentir su agitada respiración y percibir su delicado Arona.El vestido de Alissa empezó a bajar entre las manos de Maximiliano mientras besaba su cuello con suavidad, ella se armó de valor y desabrochó su camisa para poder acariciar su piel, cuando sintió que le arrebataba el sostén con una habilidad impresionante que le provocó un sobresalto, sus pechos se unieron, pudieron sentirse sin nada que se interpusiera,
Ella se dejó invadir por su delicioso aroma y el no dejaba de besarla.--mmm…que delicioso sabes —--lo mismo digo yo, ¡Ven!… preparé unas homelets y un poco de fruta y el café que acabas de probar de mis labios—-- no lo sé, esa prueba no fue suficiente para saber si preparas buen café, ¿quizá su me das otra probadita? —la Alissa seductora estaba logrando su cometido--déjame darte todas las pruebas que sean necesarias, muñeca—se acercó a ella para besarla mientras apretaba su cintura contra su musculoso cuerpo, de no ser por qué ella decidió parar con eso y alejarse que podían haber terminado haciendo el amor en la barra de la cocina.--- debo ir al trabajo, y así no creo poder llegar—Maximiliano hizo cara de puchero, pero no dejaba de besarla mientras le susurraba entre sus labios:--¿no puedes faltar? Y pasamos el día juntos, no quiero separarme de ti—-- no puedo… pero nos vemos en la tarde en el café— propuso ella mientras se acomodaba para desayunar-- si no hay más opciones, t
El restaurante era de los más lujosos de la ciudad, cosa que hizo sentir un tanto incomoda a Alissa, al ver los hermosos vestidos de las elegantes mujeres que estaban en el lugar, pero al parecer eso a Maximiliano no le importaba en lo más mínimo, porque no dejaba de tomarla de la mano sintiéndose orgulloso de que la mujer a su lado sea su novia, principalmente porque él alcanzaba a percibir la incomodidad de ella cuando la chica que los estaba atendiendo no dejaba de coquetear de forma descarada.--te va a encantar la pasta que sirven en este lugar, sólo que no pediremos postre, sólo quiero de los que haces tú— le dijo con mirada coqueta y ella solo le sonreía sonrojada. Maximiliano debía regresar al hospital y tuvo que llevar a Alissa al café para encontrarse con ella luego, tenía una cirugía muy importante y Lucas ya lo estaba esperando.(***)--pero ¿quién te crees que eres para tratarme de esta forma? — el reclamo de Alexandra de la Mora se podía escuchar a la distancia ante
Aníbal Ribera, el hijo mayor de Rodolfo, un bueno para nada que solo sabe malgastar la fortuna de su padre y que desde que la conoció está obsesionado con ella, hacía tiempo que Alexandra estaba maquilando la posibilidad de utilizarlo para sus intereses, pero ahora esa idea estaba lejos de ser solo eso, una idea, debía poner el plan en marcha si quería salir bien librada.--¡Aníbal!... ¿Cómo estuvo la fiesta de anoche? ¿te la pasaste bien? – preguntó con un gesto jovial y sutilmente seductor mientras veía como el chico se acostaba en el sofá de la sala--Nada mal, el nuevo lugar está fabuloso, deberías ir a conocerlo, estoy seguro que te gustará—la mirada del muchacho se perdía en las curvas de su futura madrastra y la poca relación con su padre le permitía ser descarado con sus intenciones, estaba acostumbrado a tener todo lo que deseaba y el no poder tenerla a ella le provocaba los pensamientos más perversos y Alexandra estaba dispuesta a aprovecharse de eso.-- Me encantaría, Aníba
Después de un par de meses las cosas pintaban tan bien que daba miedo, Renata y Jimmy estaban locos con los preparativos de su boda y el café no podía estar mejor. Una tarde mientras Alissa regresaba de la escuela se volvió a encontrar con la presencia de Sebastián Martino afuera de su casa, la primera vez le pareció un evento fortuito, pero ahora verlo ahí esperando la preocupó, por varios años había soñado con que eso pasara, que llegara a buscarla a su casa y le diera fin a la pesadilla, pero ahora todo era diferente, ahora ya no lo estaba esperando, es más, deseaba que eso no pasara, por que verlo ahí y con la cara que tenía solo podía significar una cosa y Alissa no se sentía preparada para eso. No tuvo más remedio que avanzar hasta donde estaba él, sus ojos se veían hinchados, pareciera que estuvo llorando, se notaba muy nervioso y cuando la vio se abalanzó a abrazarla, la tomó por el rostro y le dijo lo que tanto estaba temiendo.--¡Estoy de vuelta Alissa! ¡lo recordé t
Alissa estaba al borde de la histeria y Maximiliano ardía de coraje y frustración, su peor pesadilla se estaba volviendo realidad y de qué manera, lo último que esperaba era encontrar a su novia en esa posición y mucho menos con el hombre al que esperó por casi 5 años--¿Qué pasará ahora Alissa?... ¿Qué pasará con nosotros ahora? – pasaba frenéticamente sus manos por su cabaza despeinando su cabello -- ¡Nada, Max! ¡No pasará nada!, Sebastián está pasando por algo terrible y está muy confundido, pero eso no te da derecho a darle una golpiza, porque yo he sido sincera contigo cuando te digo que te amo— podía percibir mucho coraje en la mirada de Maximiliano-- ¿Por qué permitiste que te besara?... ¿Por qué no lo apartaste de ti? ¿Por qué Alissa?... ¿Por qué tuve que verte con él? – estaba furioso -- Debes tranquilizarte, Max, yo he sido muy sincera con Sebastián, me besó porque estaba desesperado, pero te aseguro que eso no significó nada para mí, tengo muy claro lo que siento, no tie