Por su parte Sebastián apenas estaba despertando después de la borrachera de la noche anterior, y como puñaladas vinieron a su mente los recuerdos de todo lo que mejor hubiera preferido olvidar, el dolor de cabeza era insoportable y la luz del sol lo ponía todo peor, estaba en la casa de sus papás, no podía llegar a su casa y contestar las preguntas de Roxanne, ni siquiera podía mirarla a la cara, ella solo era una víctima más de este infierno. La puerta se abrió y entró la última persona a la que quería ver.--¡Hijo, tenemos que hablar! — Lucia estaba nerviosa y su rostro dibujó una mueca de angustia al ver a su hijo con la cara golpeada y un malísimo aspecto.-- ¿Hablar?... ¿quieres hablar mamá? Y ¿Qué me vas a decir?, ¿Qué querías lo mejor para mí?, ¿qué Alissa no me merecía o que según tú ella no era lo suficiente para mí?… ¿y yo mama? ¿Dónde quedo yo?, ¿Dónde queda lo que siento por ella, y ahora, ¿qué hago con todo el remordimiento que siento por tratarla tan mal?, ¿y tú?… ¿Cómo
-- Sebastián, yo ya te he perdonado y no te guardo rencor por nada, debes dejar de culparte por algo que no estaba en tus manos, tuviste un accidente que te provocó la amnesia, no eres culpable por eso, además, tienes una familia hermosa, y es por ellos que debes superar esto y salir adelante—-- ¡Pero te quiero a ti!... A ti Alissa, te quiero conmigo, detesto pensar que estas con alguien más y sé que esto suena muy egoísta, pero no lo puedo evitar—--Necesitas tomar terapia Sebastián, todo esto ha sido demasiado y debes recibir ayuda—-- Entiendo que no tengo ninguna esperanza contigo— el semblante de Sebastián era desgarrador-- No, Sebastián y es mejor que terminemos por cerrar este capítulo de la mejor manera posible, ambos merecemos ser felices, aunque no sea juntos, yo te deseo que sanes y que puedas continuar con tu vida al lado de la mujer que amas que es tu esposa y tu hijo—Sebastián se derrumbó, las lágrimas que derramaba eran por que se estaba dando cuenta que por más que l
Alissa pasó la noche llorando mientras Maximiliano terminó en un bar, necesitaba adormecer su cerebro para poder cumplir con lo que le dijo a Alissa, debía darle tiempo y lo único que quería era salir corriendo a buscarla.--Permíteme que te invite una copa, Maximiliano Serra, por los viejos tiempos—no cabe duda que cuando el destino se pone caprichudo las más raras coincidencias suelen suceder.--Alexandra… es un gusto saludarte, pero prefiero estar solo— no estaba dispuesto a soportar las insinuaciones de Alexandra-- Pero solo será una copa y te prometo que me voy por donde vine—Alexandra no podía desaprovechar la oportunidad que se le estaba presentando.--Está bien, pero solo una copa— Alexandra se acomodó y mientras Maximiliano se embriagaba cada vez más, ella ya estaba llevando a cabo un plan que le aseguraría un futuro esperanzador A la mañana siguiente, cuando Maximiliano abrió los ojos y se encontró en un ambiente extraño, el dolor de cabeza era espantoso y cuando logró
El día de la boda llegó y todos llegaron a la hacienda de la familia Serra, la ceremonia sería en la iglesia del pueblo que estaba decorada con flores por todos lados, Alissa llegó con Renata y la organizadora los empezó a acomodar, Jimmy ya estaba esperando en el altar y los pequeños pajes ya estaban listos, sólo faltaba que las damas y los padrinos tomaran su lugar.--Alissa, tu y Maximiliano entrarán juntos—dijo la chica a cargo, ambos asintieron y si dirigieron una intensa mirada, la tensión estaba de vuelta y esto les provocaba un nerviosismo muy intenso.--¡estás hermosa! —no podía dejar de mirarla, sentirla cerca se sentía tan bien que lo hacía desear estar así por siempre.--¡tú también estas muy guapo! —ella lo miraba coqueta--¿me estás coqueteando? —Alissa no pudo evitar sonreír Cuando estaban camino al altar y ella lo tomó del brazo, sintió como su cuerpo se ponía rígido y su respiración era irregular y al estar ahí escuchando los hermosos votos de amor de Renata y Jim
Alissa intentaba no pensar en Maximiliano, trataba de contener la calma, trataba de no pensar en Sebastián y lo que hizo su madre para separarlos, pero no podía evitar imaginar como habría sido su vida con él, como lo habían planeado por tanto tiempo, su cabeza estaba hecha un lío y con Renata de luna de miel se sentía muy sola. Estaba en el café cuando Lucia Martino entró por la puerta y se acercó a ella.--Hola, Alissa… ¿podemos hablar? – la mujer estaba visiblemente afectada-- Sí señora, Lucia, ¡vamos a una mesa! —se acomodaron y Alissa le ofreció un té. -- Me imagino que ya estas enterada que mi hijo recuperó la memoria—Alissa solo asintió--Sebastián me culpa por separarlos y… debo aceptar que cometí un terrible error al aprovecharme de su amnesia para poner recuerdos erróneos en su mente—¡lo estaba aceptando!--Y te aseguro Alissa que nunca pensé que fueras una mala mujer, solo pensaba que no estabas a la altura de mi hijo y que posiblemente eso les podría acarrear problemas a
Esa noche para Alissa fue prácticamente imposible dormir, después de hablar con la mamá de Sebastián y luego su encuentro con Alexandra la mantuvo con el ojo abierto y con tantas cosas en que pensar, lo que esa mujer dijo le estaba taladrando la mente, era verdad que iban a casarse y ¿si también es verdad que siempre regresan? Y ¿si Maximiliano aun la ama? Después de todo pasaron la noche juntos, pero si es así, ¿Por qué jugar con los sentimientos de ella?, su cabeza estaba hecha un lio, y por desgracia se acababa de echar encima una fuerte enemiga. Los días sin Maximiliano estaban siendo tan tristes y grises, que Alissa sólo trataba de estar ocupada todo el tiempo para no pensar, no pensar el él, en Alexandra, en Sebastián, no pensar en nada, por suerte tenía el café y ahí por lo menos se mantenía entretenida con el trabajo y las charlas con el personal y hasta con los clientes que ya se estaban convirtiendo en buenos amigos, pero al llegar la noche de nuevo la marea de sentimien
Mientras Alexandra elegia el atuendo que usaría para la reunión, Aníbal realizaba un montón de llamadas de última hora para asegurarse que ella no se viera involucrada en la operación, pero para su desgracia sus contactos no le podían asegurar salvaguardar la vida de nadie en ese lugar en caso de que se desatara un tiroteo, Aníbal debía tomar decisiones y debía hacer algo rápido, porque el plan ya no tenía marcha atrás. Cuando se llegó la hora de salir rumbo al rancho donde sería el encuentro con los socios, Alexandra bajó las escaleras con paso lento y con un semblante acongojado, el miedo se le notaba en el rostro y al ver a Aníbal que la estaba esperando, no tuvo que decir nada, su sola mirada lo decía todo.--¡Aníbal!... ¿Qué vamos a hacer? ¿Lograste algo? – pregunto en un susurro--Todo está listo, vas a hacer exactamente lo que yo te diga— ella lo miraba expectante -- Logré filtrar uno de mis hombres entre los guardaespaldas del viejo, en cuanto estén a punto de llegar él t
¡Ahí estaba!, la maleta estaba llena de quien sabe cuántos fajos de billetes de alta denominación, Alexandra empezó a reír de una manera un tanto desquiciada, para terminar llorando mientras tomaba los billetes, el trauma no era para menos, pero después de todo estaba viva y con una maleta llena de dinero que pondría fin a todos sus problemas y de paso también le daba la posibilidad de deshacerse de Aníbal, después de todo ya no lo necesitaba, se levantó y eligió algo que ponerse, un conjunto deportivo y unos tenis, debía salir del lugar con un bajo perfil para no ser reconocida, dejaría una de sus zapatillas en el salón, debía provocar en Aníbal el pensamiento de que la encontraron y se la llevaron junto con el capitán y su esposa, con suerte pensaría que la mataron y dejará de buscarla.Al llegar al salón, se encontró con una escena como salida de una película de terror, había cuerpos por todos lados y la sangre estaba regada en todos lados, cuando por fin identificó el cuerpo de Ro