¡Ahí estaba!, la maleta estaba llena de quien sabe cuántos fajos de billetes de alta denominación, Alexandra empezó a reír de una manera un tanto desquiciada, para terminar llorando mientras tomaba los billetes, el trauma no era para menos, pero después de todo estaba viva y con una maleta llena de dinero que pondría fin a todos sus problemas y de paso también le daba la posibilidad de deshacerse de Aníbal, después de todo ya no lo necesitaba, se levantó y eligió algo que ponerse, un conjunto deportivo y unos tenis, debía salir del lugar con un bajo perfil para no ser reconocida, dejaría una de sus zapatillas en el salón, debía provocar en Aníbal el pensamiento de que la encontraron y se la llevaron junto con el capitán y su esposa, con suerte pensaría que la mataron y dejará de buscarla.Al llegar al salón, se encontró con una escena como salida de una película de terror, había cuerpos por todos lados y la sangre estaba regada en todos lados, cuando por fin identificó el cuerpo de Ro
En un arrebato de desesperación Alissa se quitó la parte superior del pijama y se la arrojó a Maximiliano, continuó y se deshizo de la parte de abajo para quedarse completamente desnuda e hizo lo mismo, se la arrojó y corrió para llegar de inmediato a donde estaba la bata de baño para poder cubrirse, pero antes de llegar a su destino, la fuerza del cuerpo de Maximiliano chocando contra el suyo la arrojó contra la pared y la aprisionó, la apretó fuerte para que no se pudiera zafar.--Si es necesario que te amarre a la cama para que me escuches, te aseguro que lo haré—ella solo no estaba siendo capaz de decir una sola palabra.--No pasó nada con Alexandra esa noche, ella le puso algo a mi trago y por eso desperté con ella, pero ese mismo día me realicé una prueba para determinar si ingerí una sustancia y salió positiva, eso quiere decir, que no hay posibilidad de que yo pudiera tener algo con ella ni con nadie más, ni siquiera contigo – ahora el que quería gritar era él--La amé, sí, pe
Empezaron a cabalgar puesto que el resto de la familia ya les llevaba algo de ventaja, lograron alcanzarlos y más adelante tomaron un descanso para refrescarse, el pequeño Ethan no podía estar más feliz, y la abuela sacó unos deliciosos bocadillos para todos, cosa que todos agradecían con aplausos y gritos de felicidad, sin duda estaban hambrientos. El abuelo dio la orden de continuar con la cabalgata de regreso a la hacienda, pero Maximiliano tenía otros planes, tomo las riendas de la yegua de Alissa y empezó a guiarla por un camino diferente, cabalgaron por espacio de media hora hasta llegar a un hermoso lugar con una pequeña cascada y una abundante vegetación.--Este lugar es hermoso—-- Sí Alissa, es por eso que te traje—ella no dejaba de admirar la belleza del lugar-- Es perfecto—-- Sí, Es perfecto, por eso lo elegí—los ojos de Alissa voltearon a ver a Maximiliano que ya estaba con una rodilla en el suelo y de inmediato sus ojos se llenaron de lágrimas.-- Espero que esas l
Tres semanas después, Alissa se encontraba visitando a Renata, su embarazo ya estaba avanzado y se le notaba una hermosa pancita, estaba esperando un varón y no podía estar más contenta, pero al mismo tiempo estaba preocupada por su amiga, después de comprometerse con Maximiliano la notaba ausente y se negaba a poner una fecha para la boda, era hora de que su amiga interviniera, la conocía tan bien que sabía perfectamente lo que le estaba sucediendo.-- Alissa… es normal que tengas miedo, pero tu bien sabes que la vida no se puede detener, nada va a pasar amiga—Alissa tenía detenidos todos los preparativos.-- Tienes razón amiga, pero es que esto que siento no lo puedo controlar, tengo mucho miedo de que pase algo que lo arruine todo, y esta vez, siento que no lo podría soportar—la opresión en el pecho y la ansiedad estaban haciendo estragos en ella y no estaba siendo capaz de controlarlo.-- Deja de pensar en apocalipsis hipotéticos y enfócate en lo que es más importante, en Max., en
El rostro de Alexandra se giró con una expresión mezclada entre pánico y desesperación y de pronto sus piernas empezaron a flaquear cuándo logró darse cuenta que estaban empezando a ser rodeados por los hombres de Aníbal, su mente trató de trazar posibles formas de huir, pero todo sería en vano, los superaban en número y Maximiliano y Alissa ni siquiera sabían del peligro en el que encontraban los tres. --Aníbal… ¿De qué estás hablando? – su mente estaba paralizada e incapaz de poder inventar alguna estrategia de salvación, estaba consciente del grave error que cometió al pensar que Aníbal se quedaría de brazos cruzados al no encontrarla.--¿Qué pensabas?, cariño, después de todo lo que hice por ti, ¿pagarme con una traición? – caminó lentamente hacia ella, como un animal que juega con su presa al tener la certeza de que no se le podrá escapar--No existe un lugar donde te puedas esconder, Alexandra, ni siquiera con la pequeña fortuna que te llevaste—los ojos de ella estaban dilatad
Un golpe de adrenalina recorrió el cuerpo de Maximiliano con la fuerza de un rayo, la necesidad de poner a salvo la vida de Alissa aun a costa de la suya lo estaba convirtiendo en una especie de animal acorralado, que aun a sabiendas de tener nula posibilidad, se arroja al ataque con la furia acumulada y la fuerza desmedida, a pesar de estar desarmado logró desestabilizar a los dos sujetos que lo estaban resguardando, sus conocimientos de anatomía le fueron de ayuda por descabellado que esto parezca, supo estratégicamente donde colocar el golpe que envió instantáneamente al primero a los brazos de Morfeo, todo bajo la mirada atenta de Aníbal, quien movía frenéticamente las manos y sonreía de manera desquiciada, el siguiente fue más complicado, recibió un fuerte golpe en la espalda que provocó que se arqueara de dolor, a pesar de eso, se giró de inmediato para encontrarse con el frío cañón del arma justo en su frente, respiró profundo y en un movimiento rápido y tomando por sorpresa a
El alboroto en el hospital tenía aterrados a todos, las personas intentaban ver a través de los ventanales, nadie se atrevía a intervenir, el mismo Lucas se acercó a preguntar lo que estaba pasando, sin imaginar que Maximiliano era el que estaba en peligro de muerte y que era transportado en una de las camionetas que se retiraban a toda velocidad ante la inminente llegada de la policía, nadie pudo ser testigo de lo que acababa de ocurrir, al menos nadie que se encontrara en el hospital, solo se limitaron a proporcionar el modelo de los vehículos, era de esperarse que las placas no estarían presentes, así que el trabajo para localizar a los perpetradores de semejante agresión sería casi imposible. Por un camino pedregoso y hostil y construida estratégicamente se encontraba una pequeña cabaña, propiedad de la familia Ribera, por fuera era simple y hasta descuidada, pero por dentro contaba con todos los servicios y comodidades que un hombre de negocios como Rodolfo Ribera pudiera n
--Alexandra… Alexandra… mi querida Alexandra— el terror en los ojos de ella era evidente, después de haber tenido que presenciar la muerte de Maximiliano, sin duda su mente le aseguraba que para ella tendría preparada una tortura mucho peor.--Te prometí que te encontraría y aquí me tienes, pero por lo que veo, el único que fue sincero con las promesas fui yo, porque tú… como la oportunista que eres, saliste corriendo en busca de tu final feliz con el doctorcito, sin tomar en cuenta que con un Ribera no se juega—se acercó lentamente a ella con nula expresión en su rostro.--Aníbal… déjame que te explique, las cosas no son como lo imaginas—--¿y cómo son?... ¿Cómo Alexandra?, ¿qué vas a inventar ahora? —--Los hombres dijeron que estabas muerto y por eso hui—Aníbal empezó a reír a carcajadas--Llevé a la muerte a mi propio padre por ti—--Los dos sabemos sobre la mala relación que tenías con él— trató de defenderse--tú no sabes nada Alexandra, ¿sabes lo que pasó con mi madre?, de segu