-- ¡pero eso no es todo! -- gritó Renata logrando de inmediato que todos guardaran silencios expectantes--¡Vamos a ser papás! – dijo con tanta ilusión al tiempo que tomaba la mano de Jimmy quien estaba que no cabía de la felicidad y besaba su mano con mucha ternura.Todos enloquecieron, y desearon la más grande felicidad a la pareja y al nuevo integrante de la familia, Renata estaba feliz y todos junto con ella--¡yo tengo que ser la madrina! —gritó Alissa refiriéndose al bebé-- y yo el padrino, por supuesto—respondió Maximiliano de inmediato-- claro que sí y también serás mi dama de honor, Alissa y tú, Max, el padrino de Jimmy, ¿están de acuerdo? —los dos asintieron con mucho gusto y lo siguiente fueron planes sobre la boda. Los abuelos ofrecieron la hacienda para que se realizara ahí y los novios aceptaron la propuesta, el lugar era inmenso y todos amaban estar ahí, la boda sería espectacular.Después de tanta algarabía todos se retiraron a dormir y Maximiliano acompañó a Alissa
Alissa estaba aturdida y de momento no podía entender lo que Sebastián le estaba diciendo, sólo lograba verlo tratando de decirle algo que no podía escuchar con claridad, bajó la mirada hacia su pierna y notó que estaba sangrando mucho.-- ¡Alissa!!… ¡contéstame Por favor!!, ¿Te encuentras bien? —Sebastián estaba desesperado y presionaba la herida con una toalla para ayudar a parar el sangrado.-- ¡¡Alissa!!… ¡Te llevaré al hospital! —ella asintió y con la ayuda de unas personas que se acercaron a auxiliarla la subieron al auto de Sebastián para ser trasladada al hospital.Sebastián conducía el vehículo tan rápido como podía y al mismo tiempo estaba al pendiente de ella, del sangrado y de su estado de confusión.Al momento Que Alissa Se sintió mejor llamó a Maximiliano, él estaría a punto de pasar por ella y no quería que pensara que lo había dejado plantado, además se sentía muy incómoda con Sebastián, no dejaba de pensar en el porqué de su presencia en su casa y la posibilidad de qu
-- No pude asistir, aunque me hubiera encantado, el vino del abuelo es fantástico—soltando una leve carcajada que al mismo tiempo provocó una sonrisa ladina en su amigo-- ¿sabes Alissa?… Nuestra mejor borrachera fue con ese vino del abuelo, y la peor resaca también, no te contaré lo que nos pasó, solo diré que terminamos arrestados por robar el perro que le había regalado a una exnovia—todos rieron -- Pero el perro era un gran danés, Yo no sé ¿Cómo se le ocurre a este idiota regalar un gran danés? Y luego robarlo y llevarme a mí como su cómplice—gracias a Lucas la tensión entre ellos se convirtió en risas y carcajadas mientras Alissa ni notaba lo que Maximiliano hacia con su pierna herida-- ¿no se suponía que tendrían una cita? – preguntó Lucas sacando a Maximiliano de su concentración quien encogió los hombros como resignado mientras Alissa bajaba la mirada apenada-- Bueno… La noche es joven, aún pueden tener su cita, además ya están vestidos para la ocasión—Maximiliano observó a
Las enormes manos de Max bajaron a acariciar sus piernas y de a poco las empezó a subir llevando con ellas su vestido, cuando llegó a sus muslos le dio un ligero apretón que la terminó por enloquecer, ella se armó de valor y empezó a desabrochar los botones de su camisa, mientras continuaba besando esos labios carnosos y dulces, metió una mano en su camisa para acariciar su piel, era suave y firme y emanaba un calor embriagante, lo deseaba tanto que se estaba dejando llevar por sus caricias y sus deliciosos besos.¡Te amo Alissa! —susurró en su oído con una voz tan grave que más que miedo le provocó una fuerte excitación, las manos de Maximiliano estaban subiendo por su espalda intentando deshacerse de su vestido sin dejar de acariciarla.Sus miradas se cruzaron con un gesto de afirmación y una sonrisa coqueta, cuando de repente Alissa se tensó al escuchar ruidos en la puerta de entrada de la casa-- ¡alguien entró!, ¿Escuchaste? —al pobre hombre le estaba costando salir del trance y
¿Cómo poder dormir después de estar tan cerca, de sentir su cuerpo y respirar su aroma?, El pobre Maximiliano daba vueltas en su enorme cama deseando tenerla a ella justo ahí con él, quería tocarla, sentirla, lo que estuvieron a punto de hacer lo dejó con un deseo casi animal por hacerle el amor, por marcarla con sus caricias y sus besos, su cuerpo ardía en deseo que sólo ella podía saciar.Al día siguiente mientras Alissa estaba en la escuela alguien llamó a la puerta con un enorme arreglo de rosas para ella, Alissa las recibió con una gran sonrisa y leyó la tarjeta que decía:--* ¡guarda esa sonrisa para cuándo te vea y te pueda besar! MaximilianoEl calor se reflejó en el rostro de la maestra que trató de continuar con su trabajo después de sentir como su cuerpo le exigía el contacto con el de Maximiliano, luchaba por no dejar que su mente la transportará a ese momento en el que estaba sintiendo sus manos en su cuerpo, debió sacudir la cabeza para no perderse en s
En el camino de regreso estaban muy animados, hablaban de la hermosa familia y de la rica cena, pero Alissa notó que no se estaban dirigiendo a su casa, sino a la casa de Maximiliano, los nervios empezaron a controlar su cuerpo y su respiración, y es que el día anterior se había puesto muy candente y de no ser por la llegada de los padres y la hermana de ella, quien sabe qué habría pasado entre ellos, hacía mucho que no estaba con alguien, hacía mucho que no se dejaba llevar por el deseo, aunque, al estar cerca de Max era fácil perder la razón y el control de su cuerpo.Al llegar a la casa, Maximiliano se apresuró a abrir la puerta del auto al tiempo que estampaba sus hermosos ojos negros en ella, esa mirada profunda que la desbarataba y la hacía perderse en esa hermosa mirada, tomó su mano para ayudarla a salir y con la otra la tomó de la cintura para apretarla de inmediato con su cuerpo y darle un delicioso beso que se sentía que había estado reservando por mucho tiempo, así sin sep
Al llegar a casa nadie habló, la puerta se cerró detrás de la espalda de Maximiliano, mientras él se aferraba al cuerpo de Alissa para aprisionarla contra la pared, tomó su rostro entre sus manos y Estrechó sus labios contra los de ella, bajó sus manos hasta su espalda y sus besos viajaban al cuello de Alissa provocándole uno que otro suspiro, ella se separó un instante del agarre de Maximiliano para tomarlo de la mano y guiarlo hasta su habitación, sus miradas se cruzaron por un momento y él colocó su mano en la nuca de ella para poder acercar su rostro al de él, para poder sentir su agitada respiración y percibir su delicado Arona.El vestido de Alissa empezó a bajar entre las manos de Maximiliano mientras besaba su cuello con suavidad, ella se armó de valor y desabrochó su camisa para poder acariciar su piel, cuando sintió que le arrebataba el sostén con una habilidad impresionante que le provocó un sobresalto, sus pechos se unieron, pudieron sentirse sin nada que se interpusiera,
Ella se dejó invadir por su delicioso aroma y el no dejaba de besarla.--mmm…que delicioso sabes —--lo mismo digo yo, ¡Ven!… preparé unas homelets y un poco de fruta y el café que acabas de probar de mis labios—-- no lo sé, esa prueba no fue suficiente para saber si preparas buen café, ¿quizá su me das otra probadita? —la Alissa seductora estaba logrando su cometido--déjame darte todas las pruebas que sean necesarias, muñeca—se acercó a ella para besarla mientras apretaba su cintura contra su musculoso cuerpo, de no ser por qué ella decidió parar con eso y alejarse que podían haber terminado haciendo el amor en la barra de la cocina.--- debo ir al trabajo, y así no creo poder llegar—Maximiliano hizo cara de puchero, pero no dejaba de besarla mientras le susurraba entre sus labios:--¿no puedes faltar? Y pasamos el día juntos, no quiero separarme de ti—-- no puedo… pero nos vemos en la tarde en el café— propuso ella mientras se acomodaba para desayunar-- si no hay más opciones, t