CAPITULO SEGUNDO

Un año despues Adelina cayo enferma, llevándosela Dios, pocos días despues. Volví a vivir con Brody, pero con lo que ahorré nos podíamos mantener mi hija y yo, ya que mi amigo cada vez que quería darle dinero me lo rechazaba. Un mes despues de morir Adelina, estaba en el salón jugando con mi hija cuando escuché como tocaban al timbre de la casa, abrí la puerta viendo a un hombre con traje muy caro en la puerta.

— ¿La señorita Erika Williams? — me preguntó

— Si soy yo, ¿Quién es usted — pregunté

— Soy del bufete de abogados Grant asociados, le traigo una notificación para que mañana a las diez, se presenté en el bufete — me dijo dándome la hoja de la citación

— ¿Para qué tengo que ir? — pregunté preocupada, pero se giró marchándose, dejándome dudosa

Cuando vino Brody al medio día para comer se lo dije.

— No te preocupes Erika, seguro que han cogido a los sinvergüenzas que te violaron y quieren llegar a un acuerdo contigo — me dijo

— No lo sé Brody, estoy preocupada—

— Mira mi niña, mañana me quedo yo con la pequeña, vas a esa citación y ya verás como no va a ser nada malo, que siempre esta negativa — me dijo

No pude dormir en toda la noche, pensando en que querían de mis esos abogados, al día siguiente me duche, bebi un vaso de zumo marchándome de casa, cuando llegue al bufete, le di a la recepcionista la hoja de citación haciéndome acompañarla hasta la puerta de un despacho, toco a la puerta con los nudillos haciéndome pasar cuando le dieron permiso, viendo sentados al hijo de Adelina y a dos hombres más.

— Buenos días — dije mirando a los tres hombres

— Gracias por venir, señorita Williams, soy Alfred Grant, abogado de la señora Adelina O "Brian, creo que no conoce al hijo de la señora Adelina — me dijo

— De vista, cuando iba a ver a la Señora Adelina — contesté tartamudeando

— La hemos citado por que Adelina, le dejo en su testamento cierta cantidad de dinero, para usted y su hija — me dijo

— Yo lo siento, pero no quiero ese dinero, la señora era muy buena, pero no lo acepto ¿me puedo marchar? — dije nerviosa

— La comprendo, pero hay una cláusula, que el hijo de Adelina, le gustaría aclarar con usted Erika — me dijo

—¿Que clausula? — pregunté

— Erika, mi madre repartió su fortuna con su usted, con su hija y conmigo, pero para poder recibir ese dinero, dejó bien claro, que usted y yo deberíamos casarnos, viviendo juntos mínimo un año, luego pediríamos el divorcio, usted podría vivir bien con su hija marchándose donde quisiera y yo seguiría con mi vida — me dijo

— ¿Qué, están locos? Yo nunca me casaría por dinero, creo que esta reunión ha llegado a su fin — le dije levantándome de la silla para marcharme

— Piénselo bien Erika, una mujer con una niña pequeña, sin recursos y sin nada, los de protección al menor se la quitarían enseguida, yo de usted me lo pensaba — me dijo el abogado

— Soy joven, puedo conseguir trabajo y cuidar de mi pequeña — dije enfadada

— Tiene cuarenta y ocho horas, si en ese tiempo no responde a lo que le ofrece el señor O "Brien, nos veremos obligados a denunciarla a los servicios sociales piénselo, ya tiene nuestro número — me dijo

Sali del despacho dando un portazo, de lo enfadada que estaba, llegue a casa de Brody sentándome en el sofá llorando sin consuelo, abrazándome él asustado.

— ¿Qué ha pasado Erika? Cálmate por favor — dijo

Le conté a Brody todo con pelos y señales, cabreándose él más que yo, blasfemando e insultándolos.

— No quiero que me quiten a mi hija Brody, pero sus amenazas eran muy firmes ¿Qué hago? — le dije

— Primero tranquilizarte, buscaremos una solución, yo porque no me gustan las mujeres, si no te juro por mi virgencita que me casaba contigo — 

Pasé el día abrazando a mi hija y llorando, no comí, estaba rota y dándole vueltas porque querían casarme con un hombre que no conocía, no encontraba el motivo. Antes del tiempo que me dieron, me anime diciéndome que no tenía por qué acostarme con él y un año no era mucho estando Brody de acuerdo conmigo. Al día siguiente llame al abogado diciéndole que aceptaba, haciéndome ir esa tarde a su despacho. Cuando llegué la recepcionista me hizo acompañarla hasta el despacho, entré viendo al hijo de Adelina y su abogado.

— Me alegra que cambie de opinión señorita Williams, ahora tendrán que firmar ambos un contrato, — nos dijo el abogado dándonos un dossier para que lo leyéramos.

—No es que me importe, pero si aquí pone que yo no puedo tener relaciones con ningún hombre, ¿Por qué no pone nada que es para los dos lo mismo? — pregunté

— Yo viajo mucho y casi nunca estaremos juntos, como comprenderás Erika yo tengo mis necesidades como hombre que tú no me vas a dar — Me dijo Mario

— No estoy de acuerdo, si yo no puedo él tampoco, no seré el hazme reír de nadie si tengo que acompañar al señor O""Brien, a cualquier evento como su esposa — dije enfadada, tirando el dossier encima de la mesa.

Mario y su abogado se miraron, moviendo la cabeza afirmativamente Mario, como dándole la conformidad en el acuerdo a su abogado

— Está bien, el señor O "Brien acepta, pero tendrá que acompañarlo en viajes, cenas de negocios o cualquier eventualidad que mi cliente le diga y que es preciso la presencia de su esposa, pero señorita Williams, quiero que entienda que si abandona el hogar antes del año, el acuerdo se rompera y su hija pasará a los Servicios Sociales ¿están de acuerdo en todo lo demás? — nos preguntó el abogado diciéndole Mario y yo que estábamos conformes.

— Bueno yo me tengo que marchar, señorita Williams la boda será este próximo sábado en el juzgado, mi chofer la recogerá en su casa a las diez, solo vaya elegante. — me dijo Mario cuando salia del despacho de su abogado.

 Días antes del sabado, Brody me acompaño a una boutique de moda, me probe varios vestidos riéndonos los dos cada vez que yo hacía pase de modelos. Hasta que me puse un vestido que nos gustó mucho a los dos. El vestido era de escote cuadrado con la falda de sirena y una chaquetita a juego con el vestido, eligiendo para mi hija un vestidito blanco de blonda con un lazo de raso en su cinturita.

La noche antes del sábado dormí muy mal, levantándome pronto viendo en el espejo que tenía unas ojeras feas en mis ojos, me duché, me puse un café sentándome en la silla viendo a Brody acercándose a mí.

— Os voy a echar de menos a las dos — me dijo

— No pienses que te vas a librar de mi — contesté sonriendo

Mi hija empezó a llorar y Brody no me dejo ir a su habitación, cogiéndola él y llevándola a la cocina mientras yo le hacia el desayuno. La bañé, le puse su vestidito dándosela a mi amigo que ya estaba preparado. Me puse el vestido que me compre, me pinte con colores claros y cuando llegue al salón mi amigo me silbo haciéndome dar una vuelta. A las diez en punto tocaron el timbre, cuando abrí la puerta vi que era un hombre diciéndome que era el chofer de Mario.

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