Me llamo Erika, tengo veintidós años y hace un año que me quede completamente sola, ya que mis padres murieron en un accidente de coche. Gracias a los ahorros que tenían mis padres pude seguir adelante unos meses más, pero todo se acaba si no tienes quien te ayudé o un trabajo. Tenía que pagar el alquiler del piso, la Universidad y comer. Con la ayuda de mi amigo Brody empecé a trabajar en un Club muy selecto, ya que él trabajaba en ese local me consiguió ese trabajo, sirviendo bebidas en la barra a los clientes. Ayudándome así a salir adelante, siendo el sueldo y las propinas muy buenas, aunque lo clientes siempre intentaban que saliera con algunos de ellos, pero yo sabia para que, la mayoria. eran CEOS multimillonarios y siempre buscaban una cara bonita para una noche, aunque yo no era de esas mujeres.
Yo soy morena y de una estatura no muy alta, pero mis ojos son de color verde llamando mucho la atención a los clientes, que el más lanzado me pedía relaciones, aunque la mayoría eran millonarios yo siempre le decía que no, porque terminar la carrera de empresariales, era mi prioridad antes que relacionarme con hombres. Tuve la suerte que el Club donde trabajaba estaba a cuatro manzanas de mi casa, una noche al salir del trabajo me di cuenta de que me seguían un homre acelerando mi paso, temerosa pero casi llegando un coche me bloqueo el paso, saliendo del vehículo dos hombres que estaba borrachos, intente esquivarlos y correr, pero uno de los hombres me cogió la cintura con su brazo intentando meterme en el vehículo, les di patadas, mordiscos, grite con todas mis fuerzas pidiendo ayuda, pero todo fue inútil. Me metieron en el vehículo parando despues enfrente de un edifio abandonado, me sacaron y arrastrándome me metieron dentro del edificio, me arrancaron la ropa, violándome uno de ellos, marchándose todos ellos entre risas dejándome allí sola, como un perro abandonado, desnuda y sin saber donde estaba, me levate como pude, me vesti con lo que quedo de mis ropas, andando y destrozada, llegue hasta la carretera mirando hasta que llegue a mi casa, rota, destrozada y ultrajada, me senté en el suelo del baño llorando con rabia e impotencia.
Aunque no los denuncie y nunca supe nada de el hombre que me violo y me quito mi virginidad, me pude recueperar y seguir con mi vida, trabajando, pero ya no me atrevia a ir me sola a mi casa, acompañandome cuando mi turno acababa mi amigo Brody. Un mes despues de la violación, empecé con vómitos y nauseas, preocupado por mi Brody me convencio para que fuera a ver a un médico. el dia de la cita, me presente en la consulta, cuando entre en la clinica le dije a una enfermera mi nombre, diciendome ella muy amablemente que esperara en la sala de espera, me senté en una de las sillas muy nerviosa, me sudaban las manos y estaba avergonzada de estar alli, porque la gente que habia esperando no dejaba de mirarme.
— Erika Williams — me llamo la enfermera
Me levante acompañandome ella hasta la consulta del médico, al entrar me sente en la silla mirandolo
— Bien señorita Braun, digame que sintomas tiene — me dijo el médico
— Tengo vomitos y nauseas constantes, no puedo reterner en mi estomago casi nada de lo que como — le dije
— ¿Puede estar embarazada? ¿Tiene relaciones con su novio? — me preguntó
— No doctor, no tengo novio, pero un día despues de salir de trabajar, unos hombres me obligaron a meterme en un coche, llevandome a un edifico abandonado y me violaron — le dije
— ¿Lo denuncio? — me preguntó
— No doctor, estoy sola, mis padres murieron no hace mucho tiempo y no tengo nada más que un buen amigo que me ayuda en lo que puede y temo que me busquen otra vez y me hagan daño — contesté
—Bien Erika, voy a pedirle unos analisis y le voy a hacer una ecografia — me dijo el doctor
Acompañe a la enfermera a una salita, me saco sangre del brazo, me dio un tarrito para que hiciera pipi en él, volviendo a la consulta del doctor minutos despues. Me hizo tumbarme en una camilla dejandome el vientre sin ropa, me puso una especie de gel frio y con un pequeño aparato, me estuvo viendo mi vientre, sorprendiendome cuando vi como un pequeño garbancito en la pantalla del ecografo.
— ¿Ves ese bultito pequeñito? es tu bebe Erika — me dijo
Me cayo una lágrima por mis mejillas, preguntandome que iba a hacer yo ahora. cuando me limpio el vientre del gel, me levante de la camilla sentandome en la silla enfrente del doctor
— Como has visto y los analisis lo confirman, estas embarazada ¿has pensado en abortar? ya que es fruto de una violacion — me dijo
— No lo sé, estoy muy nerviosa doctor — contesté
— Te mando unas vitaminas porque tienes un poco de anemia y tambien algo para que remitan los vomitos, si sigues adelante con el embarazo te daré cita para una proxima visita — me dijo
Sali de la clinica un poco confusa, confirmándome el médico mi embarazo, Cuando llegue a mi casa y llame a mi amigo Brody este me intento convencer de que abortara, pero me ponía a llorar sin consuelo pensando que la criatura que crecía en mi vientre no tenía la culpa de que tres borrachos sin escrúpulos me violaran, así que decidí seguir adelante con el embarazo.
Cada vez que iba a la consulta y veia como mi hijo crecia dentro de mi, me convencia más de que habia echo bien en no abortar, segui trabajando hasta que ocho meses despues una preciosa niña, que fue mi consuelo y mi alegría. Tuve que dejar mi trabajo, y estuve bien hasta que el dinero se me acabo y mi amigo Brody me acogió en su casa, perdí el trabajo y ya no tenía medios para seguir pagando el alquiler, donde vivi con mis padres hasta que murieron. Me recorrí toda la ciudad con mi hija en su cochecito, echando currículos, pero los días pasaban y nadie me daba trabajo. Una tarde llegó Brody muy contento a casa dándome un trozo de papel con una dirección.
— Nena es una señora mayor que vive sola, busca a una chica que viva con ella en su casa para hacerle compañía, me ha dicho que tiene un hijo, pero casi no lo ve, le he hablado de ti y de tu pequeña y se ha emocionado mucho, es un encanto Erika y estoy seguro de que estarás bien, aunque os echare de menos a ti y a mi ahijada — me dijo
— Verás como nos podremos ver y Brody, gracias — dije
Me levanté al día siguiente muy contenta, le di el pecho a mi hija y desayune yo, me duche y despues de vestirme, vesti a mi hija y, cogí mi bolso y a mi hija marchándome de casa, con el dinero que me dio mi amigo Brody, pare un taxi en la calle dándole al conductor la dirección, cuando llegamos y baje del vehículo me quede sin palabras al ver lo grande que era la casa, dándome cuenta de que tenía un jardín muy bonito. Toque el timbre abriéndome una señora mayor vestida con una bata de color azul.
— Soy Erika Williams, la señora O "Brian me espera — le dije muy nerviosa
La mujer me invito a entrar en la casa, la seguí hasta una sala donde había una mujer mayor, pero muy guapa, su pelo era blanco recogido en un moño y muy bien vestida.
— Pasa no tengas vergüenza, me alegra que te decidieras a venir, tu amigo fue muy simpatico y amable conmigo. pero ¿Qué llevas en los brazos, al bebe? — me preguntó acercándose a mi
— Si señora, es mi hija se llama Lidia tiene dos meses — le dije
— Ven Erika sentémonos y por favor llámame Adelina, eso de usted es para viejos — me dijo riéndose
Adelina me contó que su hijo hacia dos años que era CEO de una empresa multinacional, pero le apenaba que no se hubiera casado, porque a ella le gustaban mucho los niños, que se quedó viuda muy joven pero no paso penalidades ya que su marido le dejo una fortuna y que quería alguien como yo para hacerle compañía en sus últimos años. Me enseño toda la casa, lo que iba a ser mi dormitorio y el de mi hija, si yo aceptaba, que a mi pequeña no le faltaría de nada. Me tuve que quedar a comer con ella por su insistencia, no dejándome ir despues, quedándome en su casa. AL día siguiente, subimos a una limusina donde por petición de Adelina, el chofer nos llevó de compras, comprándole a mi hija, desde una cuna hasta preciosos vestidos, comprandome ropa tambien para mi. Cuando volvimos a la casa de Adelina, llamé a mi amigo Brody para decirle que me quedaba a vivir con la mujer y darle las gracias, ya que lo consideraba mas que un amigo, un hermano para mi.
Una mañana, estaba desayunando con Adelina cuando entro en la sala, un hombre alto pero muy guapo, la mujer se levantó de la silla abrazandolo entre risas y lloros.
— Mario, quiero presentarte a Erika y esta pequeñina es su hija, se llama Lidia — le dijo Adelina
—Encantada, su madre es un angel — contesté yo
Fui a darle la mano, pero la expresión de su cara cambio, cuando me quiso dar su mano, dejandome un poco confusa, porque sus ojos me recordaban a alguien que yo conoci, pero no le di importancia
— Mama, me voy a hacer unas gestiones, nos vemos a la hora de comer -— dijo él
En el año que estuve con Adelina, pude ver a su hijo tres veces solo, fijándome que era muy alto, moreno y con unos ojazos azules que podían enamorar solo con mirarlos.
Un año despues Adelina cayo enferma, llevándosela Dios, pocos días despues. Volví a vivir con Brody, pero con lo que ahorré nos podíamos mantener mi hija y yo, ya que mi amigo cada vez que quería darle dinero me lo rechazaba. Un mes despues de morir Adelina, estaba en el salón jugando con mi hija cuando escuché como tocaban al timbre de la casa, abrí la puerta viendo a un hombre con traje muy caro en la puerta. — ¿La señorita Erika Williams? — me preguntó — Si soy yo, ¿Quién es usted — pregunté — Soy del bufete de abogados Grant asociados, le traigo una notificación para que mañana a las diez, se presenté en el bufete — me dijo dándome la hoja de la citación — ¿Para qué tengo que ir? — pregunté preocupada, pero se giró marchándose, dejándome dudosa Cuando vino Brody al medio día para comer se lo dije. — No te preocupes Erika, seguro que han cogido a los sinvergüenzas que te violaron y quieren llegar a un acuerdo contigo — me dijo — No lo sé Brody, estoy preocupada— — Mi
La ceremonia se celebró en el juzgado a las diez como me dijo Mario, siendo como testigos de la boda, mi amigo Brody y el abogado de Mario. Fue muy cortita, pero cuando nos intercambiamos los anillos y el funcionario nos dijo que nos podíamos besar, yo no sabía que hacer siendo Mario el que se lanzó a mis labios, dándome un beso que me dejo casi sin poder respirar. Cuando la ceremonia termino y me despedí de mi amigo las lágrimas se hicieron presentes en los dos. subiendome con mi hija despues, a la limusina con Mario, llevándonos el chofer a la casa donde vivía su madre Adelina. Nada más entrar en la casa, Maria la sirvienta me reconoció enseguida dándome un abrazo cogiendo a mi hija en sus brazos, besándola en sus gorditos mofletes. — Que alegría Erika, que seas tú la que se ha casado con Mario, ya temía que hubiese una de sus — Mario no la dejo terminar de hablar — María, no me gusta que hables así — le dijo Mario muy serio — Ya conoces la casa, acomódate donde quieras, yo ten
En la madrugada llegamos a nuestra casa, lo primero que hice fue, entrar en la habitación de mi hija viéndola dormir como un angelito, le di un beso en la frente saliendo de su habitación despacio para no despertarla, me fui a mi dormitorio, me quite la ropa que llevaba poniendome un camison, pero cuando me iba a acostar en la cama Mario entró muy serio. — ¿Qué quieres? — le pregunté — Quiero acostarme con mi mujer, ven a nuestro dormitorio — me dijo — De este dormitorio no me muevo, ya puedes irte — contesté Mario me cogió en brazos, entrando conmigo en su dormitorio tirándome en la cama, no pudiendo gritarle por no despertar a mi hija. — Si intentas irte, tendré que atarte en la cama — Mario se desnudó tumbándose en la cama a mi lado, rodeando mi cintura con su brazo, notando en mi espalda su miembro aunque enseguida se quedo dormido. Todos los días me sentaba con mi hija en el césped jugando con ella o me la llevaba para visitar a Brody alegrándose mucho cada vez que í
Cuando recogi todo lo que tenia en la casa de Mario para marcharme con mi hija, Maria me ayudaba llorando y pidiendome que no me fuera, pero el día anterior Mario fue tajante cuando me eho de su casa. Brody nos volvió a acoger en su casa, consiguiéndome un trabajo en el club donde él trabajaba y tan malos recuerdos me traía a la mente, cambiándonos los turnos para estar con mi hija. Una noche cuando terminé mi turno y ya me iba a casa, entro en el club Mario y la mujer que me amenazo en Paris, los dos iban abrazados y muy acaramelados sintiéndome celosa y aliviada por otra parte. Al cruzarme con él, nuestras miradas dueron de rabia y rencor Mario, se apartó un poco de ella acercándose a mí. — Hola, ¿Cómo estás? — me preguntó — Muy bien ¿y tu? — contesté — Bien, te voy a presentar a --- — no lo deje terminar — Nos conocimos en Paris, cuando fui contigo a la recepción — dije viendo como ella sonreía mirándome — Bueno, me tengo que ir, ya hablaremos — le dije Cuando salí por
A medianoche escuche llorar a mi pequeña, me levante de la cama y sin ponerme la bata fui corriendo a su habitación, cuando entré la cogí en brazos para calmarla viendo en la puerta a Mario medio desnudo, solamente con un pantalón corto. — Ya la calmo yo, tú puedes volver a la cama con tu amiga — le dije — También Lidia es responsabilidad mía, vivís las dos en mi casa — me contestó Mario se acerco a donde yo me encontraba con mi hija, me ayudo a cambiarle el pañal, la cogio en brazos meciendola hasta que mi pequeña se durmió, la dejo en su cuna, marchándonos los dos del dormitorio, pero sin esperármelo me cogió del brazo con la mano, empotrándome contra la pared y su cuerpo. —Si tu quisieras, podríamos — me dijo —¿Qué, follar y mañana, seguir sirviendo a tu amiga?, no Mario lo siento si estas caliente la tienes en tu cama, yo me voy a la mía — le dije mirándonos los dos a los ojos en la penumbra de la noche — Erika te deseo ahora, — me dijo susurrándome en el oído, mientras
— Erika prepara tu equipaje, tengo que ir urgente a Italia, tienes que representar tu papel de amante esposa, es un socio muy importante para mí — me dijo — Que te acompañe tu amiga, yo tengo que cuidar de mi hija — contesté — Te lo advierto, no me pongas a prueba, haz el equipaje, salimos dentro de dos horas — me dijo Hable con María para decirle lo del viaje y como buena persona que era, me dijo que no me preocupara por mi hija ya que para ella era como si fuera su nieta por que la quería mucho. Prepare mi equipaje, sali despues al salón donde Mario ya me estaba esperando. El chofer puso nuestro equipaje en el maletero, subiendo nosotros dos al vehículo y arrancando el chofer, nos dirigimos al aeropuerto. Al llegar a Italia, nos esperaba en pie de pista una limusina con chofer, subimos al vehículo dejándonos en el hotel, Grand Hotel Palace. Nada más entrar el botones cogió nuestro equipaje, haciendo que lo acompañáramos al ascensor, cuando salimos de él me di cuenta de que era
Esa noche, Mario me llevó a cenar al más lujoso restaurante de Roma, luego fuimos paseando disfrutando de la hermosa noche que, hacia hasta llegar a la plaza del Vaticano, asombrándome de lo precioso que era todo. — Mañana te enseñare más monumentos, ya es tarde y estarás cansada — me dijo — Con una condición —le dije — me tienes que invitar a un helado en Giolitti, sé que es la heladería más famosa de Roma ¿Qué me dices? — le pregunte — Sus deseos sonó auguri per la mía signora — me dijo riéndose Cuando regresamos a la habitación del hotel, Mario cogió una manta y una almohada preparándose el sofá para dormir, me quede sentada en la cama mirándolo pensativa, — Que descanses — me dijo Apagué la luz tumbándome en la cama, pero no paraba de dar vueltas sin poder dormir, era demasiado castigo, pensé, así que decidida me volví a sentar en la cama llamando a Mario — ¿Te ocurre algo? ¿te encuentras bien? — me preguntó sentandose en el sofá — Anda acuéstate en la cama conmig
Cuando llegue a casa, aún había más de una patrulla de policía en las inmediaciones, baje corriendo del taxi que cogí en el aeropuerto, entrando en la casa encontrándome a María y a una amiga suya echas un mar de lágrimas. — Gracias que ha vuelto señora, no encuentran a la niña — me dijo llorando — Perdóneme señora soy el inspector Rodríguez, ¿es usted la madre de la niña? — me preguntó — Si señor soy yo, ¿saben algo ya? — pregunté — No, lo siento y el padre de la niña ¿puede ser que se la haya llevado? — me preguntó —Mi hija no tiene padre, es fruto de una violación — contesté — Comprendo lo siento, lo denuncio cuando la violaron — me dijo como si se avergonzara él mismo — No, tenía mucho miedo y preferí no hacerlo — le dije — ¿Tiene usted algún enemigo que quisiera hacerle daño? Y ya con esto las dejo descansar — me dijo — No ninguno, pero por favor encuéntrela, es lo único que tengo en mi vida, es mi pequeña — le dije desmayándome perdiendo el conocimiento Cuando