Kosta se quedó viéndolos fijamente, mientras los chicos intentaban auxiliarlo, el hombre respiró profundo tratando de recomponer su cuerpo y su mente, a pesar de estar molestos con él, los chicos tenían una expresión de preocupación, sin embargo, no quería hacerlos sentir mal, menos ahora, porque sospechaba que eran sus hijos con Natalia, en ese instante, solo pensaba en la manera de encontrar muestras de sus ADN para hacerles la prueba.—Tranquilos chicos, fue solo un mareo, porque no he comido, todo estará bien, no tienen nada de qué preocuparse. Vayamos a ver a Natalia.Ante sus palabras los jovencitos se quedaron tranquilos, él subió las escaleras y los chicos caminaron detrás, llegaron a la habitación de Natalia y ella tenía la almohada en sus brazos, haciéndole arrumacos.—Mi bebé, hermoso… eres el más lindo de todos, tienes los ojos hermosos como tu padre, cuando él venga, va a cargarte y cantarte una canción, te arrullará hasta dejarte dormido —le hablaba con ternura.De pront
Kosta vio la mirada de molestia de la niña, sus gritos provocaron que sus hermanos salieran.—¿Qué pasa? ¿Por qué gritas? —preguntó Esteban, sin dejar de observar a Kosta de forma sospechosa.—Fue un accidente… me tropecé sin querer. Me estaba preparando para invitarlos a comer a la mesa… aunque creo que ni siquiera lavándose la suciedad de las manos podrán tener las uñas limpias —manifestó dirigiéndose a los chicos, por la expresión en sus rostros sabía que los estaba molestando con su actitud, pero no tenía otra opción, tampoco quería darles falsas expectativas y que al final no resultaran ser sus hijos—. Deben cortarse las uñas.Llamó a una de las señoras para que les buscara un par de cortauñas.—¿Por qué debemos hacer eso? —preguntó Andy, un poco irritado, aunque no estaba tan molesto como se veía su hermano.—Porque están en mi casa y si quieren permanecer aquí, deben acogerse a las reglas que les pongo —pronunció con firmeza, al mismo tiempo que estaba siendo taladrado por la m
Kostantin, leyó los escritos que le presentó Stavros, sabía que Simón no se quedaría tranquilo, el hombre estaba ciego del poder, por amor al dinero era capaz de hacer todo, no tenía límites, miró el rostro de Natalia preocupado, se acercó, le tomó la mano, la apretó con la suya y se sentó a su lado.—Es en serio, Natalia, no quiero que te preocupes por esa situación, concéntrate en mantenerte bien —. Ella lo vio con una expresión entre miedo y esperanza y Kosta, sintió su corazón comprimirse en su pecho.—Ya estoy preparando el escrito, tengo los documentos de tu declaración para el cambio de nombre, todo, no hay forma de que él pueda ganar esta demanda —respondió Stavros y sus palabras, tranquilizaron un poco a Natalia—. También, investigué a la otra enfermera que contrataste, está limpia, tiene buenos antecedentes, ninguna advertencia o denuncia, es quien vendrá a atenderla y está todo listo para sacar a Simón Ferrer de las empresas Ferrer.—Me encargaré yo mismo de sacarlo de las
El rostro del hombre palideció, se aferró a la silla como si estuviera anclándose a un salvavidas.—No puedes entrar de esa manera a mi oficina, debes salir de aquí. Llamaré a seguridad para que te saquen —. Levantó el teléfono para marcarle a seguridad.—Me parece buena idea Simón, así me evitas a mí el trabajo de tener que llamarlos, aunque ya vienen los míos —ante sus palabras el hombre detuvo su mano— ¡Vamos! ¡No te detengas! Hazlo Por cierto, tienes diez minutos para recoger tus cosas, si no lo haces en quince minutos estará entrando la fuerza pública, para que dejes las instalaciones de mi empresa.—Esta no es tu empresa, ¡Es mía! Es producto del esfuerzo de Los Ferrer, el trabajo de toda una vida, ¿Cómo te atreves a despojarnos de lo nuestro? ¿Cómo puedes ser tan insensible? —interrogó molesto mientras su rostro iba tiñendo de carmesí, producto del enojo.—Esta empresa no es producto del trabajo de los Ferrer, sino de la burla y el engaño de tu padre y tú, hacia los demás, sobr
Después de verlos a unos, ser echados como lo hicieron con él y su familia y a Cándida ser detenida, se sintió un poco satisfecho, sin embargo, le parecía que no era suficiente, los Ferrer le causaron mucho daño a Natalia y dejarlos recuperar era un peligro para ella, sobre todo Simón, quien no tenía ningún escrúpulo, mas no iba a permitirle que amenazara la seguridad de ella y de sus hijos. Sacó un cigarrillo y se lo puso en la boca, sacó el encendedor y prendió el cigarrillo, le pareció escuchar las palabras del médico de manera clara.«—Kosta, debes evitar los cigarrillos, consumir licor, trasnocharte, debes alimentarte bien y hacer muchos ejercicios, debes tener reserva…»—Definitivamente, es como si lo tuviera en persona frente a mí —respiró profundo, tiró el cigarrillo en el suelo, le puso el pie, lo apagó, lo volvió a recoger.Estaba caminando hacia el auto, cuando una voz de mujer lo detuvo.—¡Contigo quería hablar! No tienes idea de cómo añoraba tenerte en frente —espetó sin
Unas horas después de practicarle la punción de hígado, Natalia fue dada de alta, le dieron una semana de reposo, Kosta se la llevó a la casa en compañía de los chicos, los días fueron pasando y para su alivio una sola vez tuvo episodios de alucinaciones, el resto de los días estuvo tranquila, los vómitos, eran regulares, la hinchazón y demás síntomas, la fatiga, a pesar de todo, su ánimo estaba mejor, porque los chicos llenaban sus días de vida y alegría.Él se debió mantener lejos, porque cuando estaba cerca la alteraba, un día de esos, empezaron a jugar vídeos juegos, y él se acercó para ayudarle a que les ganara a los chicos, pues como no sabía jugar, siempre quedaba de última, porque Esteban y Andy, luego de aprender a hacerlo eran imparables, se burlaban de ella, porque terminaba matando a sus propios compañeros de equipo.—Nata mi amor —comenzó a decir Kosta hablándole con ternura—. Ven y te enseño para que les ganes a los gemelos, hagamos equipos nosotros —pronunció sentándose
—¡¡¡Mierda!!! —exclamó Stavros asustado, se levantó, tomó la muñeca de Kosta mientras la sangre salía a borbotones de la herida y la presionó con fuerza—. Andy, pronto pásame un trapo, una camiseta.Pero Andy estaba en Shock, por completo mudo, dirigiendo su vista de Natalia a Kosta, antes que él pudiera reaccionar, Inés tomó dos camisetas, y pantalones y se los pasó a Stavros y otra a Kosta, este último al mirar a Andy se dio cuenta lo que pasaba.—Andy, por favor, no saques conclusiones precipitadas, déjame explicarte, por favor —. El hombre, en vez de estar pendiente de la herida, estaba concentrado en su hijo, porque necesitaba poder explicarle lo sucedido y así evitar que lo juzgara.El jovencito se paró delante del hombre, apretó su puño con impotencia.—¡Eres más rastrero de lo que pensaba! Lo sabías, por eso nos trajiste aquí ¿Desde cuándo lo sabes? —el trapo que le colocó Stavros se estaba tiñendo con la sangre.—¡No es así! Debes dejarme explicarte, por favor —empezó a senti
Andy se dejó abrazar, no podía aguantar la emoción en su pecho, su corazón rebozaba de felicidad, siempre quiso tener a su padre y su madre, nunca pensó que de paso les tocaría esos bonitos e influyentes.—Kosta —habló el chico emocionado, sin embargo, al hombre no le gustó que lo llamara así y puso una expresión ceñuda.—Para ti no soy Kosta, si no papá —lo reprendió.—Quizás con el tiempo pueda decírtelo, debo primero a acostumbrarme a la idea —mencionó el chico sonriendo y él accedió, de pronto el chico se acordó de algo respecto a su condición médica y le preguntó —¿Me puedes decir por qué Stavros estaba tan preocupado por tu salud? ¿Acaso tienes algo de cuidado?Kosta miró a Stavros y movió de manera negativa la cabeza.—Ese amigo mío es un exagerado, no le prestes atención —declaró Kosta mientras Stavros lo miraba sin poder ocultar su molestia—. Ahora, vayamos a casa, para darles la noticia a los demás, yo se la daré a Natalia, no puedes dársela a tus hermanos, hasta que no habl