–Bien niños esté es el salón dedicado a nuestro emperador Mustafá, mejor conocido como el sultán aguas negras – llevando a los dulces niños hacia la enorme pintura dedicada al joven emperador
– ¡Maestra Aysa, Maestra Aysa!
–Dime Adalet
– ¿Por qué le dicen sultán? En los libros de historia dicen que fue un emperador
–Bueno, en realidad es un sultán su padre fue un sultán – sonriendo al ver los ojitos brillantes de aquellos niños – y es emperador porque su madre fue emperatriz
– ¿Eh?
–Déjenme le explico niños – viendo como los niños la observan – el padre del emperador Mustafá, era un sultán de los mares del sur, su madre era una joven de un reino que ya no existe llamado Sultanato del Sudeste
– ¡Zeheb, Zeheb! – sacudiendo al pequeño niño a su lado – la mami del emperador era una linda niña como yo – dando una enorme sonrisa
–No me agites, eres molesta – mirando a la niña que hace un puchero
– ¿Quieren saber más niños?
– ¡Sí Maestra Aysa! – dicen los niños mientras dan enormes sonrisas
–Bien entonces vamos al jardín del museo y mientras toman sus refrigerios les contaré la historia del sultán Mustafá
Los pequeños salen en compañía de su maestra y toman asiento alrededor de esta en el suave pasto, todos sacan de sus loncheras sus refrigerios y empiezan a comer mientras que la maestra de los pequeños da una suave sonrisa a los niños antes de comenzar con su relato.
–Bien niños para empezar, la madre del sultán Mustafá era la hermana menor de una de los ministros de Sultanato del Sudeste – todos los niños la ven extrañados – en esa época, hasta las mujeres que lo mereciesen tenían altos cargos
– ¿Eh? Pero Maestra Aysa
– ¿Qué pasa Meltem?
–Usted dijo que la emperatriz era…
–Les dije que venía de ese reino, pero lo que sucede es que en realidad el sultán Zeheb iba a realizar una visita, para conocer a la princesa heredera de Sultanato del Sudeste
–Y fue cuando conoció a la emperatriz ¿verdad maestra?
–Así es Selim – dando una sonrisa
– ¿Cómo se conocieron Maestra Aysa? – mientras toma su juguito
–Bien les contaré pero antes…dado que los nombres de los sultanes se han olvidado por lo antigua de la historia…¿Qué les parece nombrarlos como a dos de ustedes? – y en el acto todos los niños levantan sus pequeñas manos – bien para el nombre de la sultana, bien escogeré a Adalet
– ¡Sí! ¡¿viste Zeheb, viste?! – sacudiendo al niño que apenas la observa
–No me agites – dando una mordida a su emparedado
–Bien para el sultán – mirando hacia lo niños – ¿Qué te parece si lleva tu nombre Zeheb?
–Me parece bien – volviendo a comer y recibiendo una sonrisa de parte de la maestra
–Bien entonces empecemos
Hace mucho, mucho tiempo, tanto que ya se ha olvidado el lugar donde estaba construido aquel palacio, hubo un sultán de nombre Zeheb, quien se dirigía hacia el reino de Sultanato del Sudeste, en una visita con fines políticos, el ideal del emperador de Sultanato del Sudeste, Mehmet era casar a su única hija Aysa con el sultán, pero ni el sultán ni la joven doncella que hacía compañía a Aysa imaginarían que ese viaje daría un vuelco totalmente inesperado.
–¡Hermana, por favor!
–Ya te dije que no Adalet
–Por favor, por favor quiero salir a cazar, no me niegues mi deseo – poniendo ojitos suplicantes
–El día de hoy viene su majestad el sultán Aguas Negras
–Pero él viene a ver a su alteza – haciendo un puchero – ¡por favor, hermana!
–Está bien – abanicando su rostro, mientras observa la enorme sonrisa de Adalet – pero no te vayas a meter en problemas
– ¡No lo haré, gracias hermana querida! – mientras sale corriendo de la habitación de su hermana y se topa con el general de mayor rango del ejército – general Ahmet
– ¿Tu hermana?
–Ge está en su habitación, ¿viene a disculparse?
–Digamos que sí – rascando su cabeza – deséame suerte
–Suerte general – dando una sonrisa mientras sale corriendo a su habitación por su aljaba y arco
Adalet sale de su habitación y se dirige a los establos de donde toma su caballo y sale del palacio tomando rumbo hacia el bosque en donde empieza a rastrear algún ciervo, conejo o animal que esté en las cercanías así que mientras rastrea no se da cuenta o no percibe la vibración del suelo, así que sigue andando, cuando ve la silueta de algo entre los árboles.
–Perfecto, ya estaba perdiendo la esperanza – colocando una flecha en el arco – bien por lo que veo es un ciervo de gran tamaño – disparando la flecha y ve como esta da en el blanco – ¡lo hice!
– ¡Alguien hirió a su majestad! – dejando a la joven pasmada – viendo como varios caballos se dispersan y la rodean
– ¿Eh? – y en el acto se ve rodeado de varios caballos que el apuntan con flechas – ¡esperen!
– ¡¿Cómo te atreviste a herir a su majestad?! ¡el sultán Aguas Negras! – dejando pasmada a Adalet
–Yo…yo solo estaba cazando ¡pensé que era un enorme ciervo! ¡lo siento no quise hacerlo! “mi hermana va a matarme, me dijo que no me metiera en problemas y ahora resulta que herí al sultán, estoy muerta”
– ¡Iremos con el emperador Mehmet! ¡y exigiremos una forma de reparar esta falta! ¡rodeen a esa joven y no la dejen escapar!
– ¡Esperen mi hermana mayor es ministro de su alteza!
– ¡Eso lo veremos, andando! ¡tenemos que llevar a su majestad para que sea atendido!
Al cabo de unos minutos los guardias del emperador Mehmet llegan e informan sobre lo sucedido con el sultán y que la flecha ha dado en uno de los hombros del monarca así que el sultán es llevado a un palacete para ser atendido, mientras que a la ministra de mayor rango del emperador le informan que su hermana está detenida en el patio central por haber sido la causante, Asya en el acto pide hablar con su hermana quien se encuentra esperando por ella en el patio del palacio, así que llega y sin pensarlo mucho le da una cachetada a la joven que solo puede bajar la mirada y derramar lágrimas en silencio.
–¡Te dije que no te metieras en problemas! ¡hubiera sido mejor que me dijeran que habías caído del caballo! ¡pero no, tenías que herir a su majestad!–Hermana…yo…– ¡¿Sabes en el problema en que nos metiste?! ¡si el sultán encuentra esto como una falta grave nos declarará la guerra!–Yo…yo pensé que era un ciervo enorme, lo siento no quise hacerlo – levantando la mirada y sus ojitos están ahogados en llanto–Más bien reza a Alá porque el emperador no nos declare la guerra, o peor considere en rechazar a su alteza – viendo llegar a un soldado – ¿Qué pasa ahora?–Su majestad el sultán aguas negras ha despertado ha pedido hablar con el emperador y con usted señorita Asya–Asya…–Ve a tu habitación, y no salgas hasta que haya ido a verte ¿entendiste?–Sí hermana – así que cabizbaja entra en el palacio, siendo seguida por un soldado que tiene la orden de no dejarla salir de la habitaciónAsya toma rumbo hacia el palacete en donde el sultán se encuentra, al llegar ve al joven sultán sentado
–Claro visir…–Me llamo Berat alteza – tomando la mano de Aysa – pero los más cercanos a mí, me llaman Acemi–Eso significa que me considera cercana a usted ¿verdad?–Muy cercana alteza – llevando la mano de la princesa hacia sus labios y da un suave beso que hace sonrojar a Aysa….–Bien con que eres la hermana de la ministra principal del emperador – viendo como la joven pinta cuidadosamente un cuadro–Sí, Asya es la ministra de mayor rango de su alteza – dando una sonrisa–Y tú ¿Qué piensas hacer?–Bueno, mi hermana me prometió a uno de los generales de su majestad – notando como el sultán frunce el ceño – ¿Eh?–“No voy a permitir tal unión, no después de encontrarte” y ¿Qué piensas al respecto?–La verdad no tengo mucha voz y voto en ese asunto, mi hermana dice que tengo que estar al lado de un hombre fuerte – tomando un nuevo pincel – así que solo espero que ese hombre sea bueno conmigo, he visto a muchas jóvenes sufrir en sus matrimonios–Entonces eso quiere decir ¿Qué no conoce
–Entiendo – bajando un poco las vista hacia el traje que la joven lleva – te gusta el verde…–Es mi color favorito–“Bien entonces ya sé que darte” Adalet…–Sí majestad ¿Qué desea?–Quiero dar un paseo por los jardines– ¿Ya se siente mejor?–Mucho mejor, no fue tan grave la herida–Bien entonces podremos ir al jardín imperial ¡es el más lindo y enorme! – dando una enorme sonrisaAsí que luego de que Zeheb estuviera listo, Adalet lo empieza a guiar por el palacio hasta llegar al enorme jardín imperial, en donde las esposas del emperador se encuentran, cuando tienen su día para salir del harén, así que al llegar las mujeres se quedan pasmadas al ver al sultán y en el acto hacen una reverencia y quedan con sus miradas bajas, no solo porque están frente a un monarca sino porque si el encargado del harén o alguien se da cuenta de que han visto a otro hombre pueden perder sus cabezas.–Majestad veo que se siente usted de maravilla – el joven encargado del harén se acerca y hace una reveren
–No tiene por qué llegar a esos extremos sultán–Bien esa es mi condición – mirando a Berat, así que da un largo suspiro – esa y que Aysa sea unida a mi hermano y visir – viendo como el emperador se queda pasmado– ¿Y qué pretende el señor visir con mi hija? Ella es la heredera al trono…ya que ninguna de mis concubinas me dio un hijo varón sano–Hacerla mi esposa ¿Qué más? Como dijo mi hermano y sultán, a su alteza Aysa no le faltará nada, será mi primera esposa y si su alteza no viene conmigo aunque lo haga Adalet se romperán todos los tratados comerciales– ¿No nos dejan otra opción? – los dos hombres niegan con sus cabezas–No se deben preocupar, antes de nuestros matrimonios tanto Adalet como su alteza, recibirán la debida instrucción, sabemos que ellas desconocen todo acerca de mi sultanato–Bien, Asya ve habla con tu hermana, más tarde enviaré un mensajero al este; donde está el general Ibrahim–Co…como ordene majestad – haciendo una reverenciaAsya se dirige hacia la habitación
– ¿Eh?–No quiero que su alteza se vea obligada, si usted no desea irse puede quedarse, no me molestaré con usted–Acemi, no me molesta – viendo como el ojo del hombre se abre de par en par – yo deseo irme con usted, sé que tengo que aprender demasiado, pero haré mi mejor esfuerzo para no hacerlo quedar mal y ser una joven digna de ser su esposa–No es necesario que seas una joven digna – notando como Aysa lo observa – con que solo sea su alteza mi esposa – acercándose poco a poco a la joven quien se sonroja en el acto – a mí me basta – dando un beso en los labios de AysaAysa se ha quedado pasmada por aquel sencillo contacto de labios, pero decide cerrar sus ojos y corresponder aquel dulce beso, que es dado con el mayor de los sentimientos.Al día siguiente en la entrada del palacio Adalet se maravilla al ver el enorme elefante que está esperando, tanto ella como Aysa se asombran de lo enorme que es aquel animal, así que solo pueden observar cuando sienten las presencia del sultán y
–Perfecto – sonriendo – eres una simple consorte, concubina, esposa secundaria, cómo quieras llamarte…los únicos hijos que tendrán derecho al trono son los que salgan del vientre de nuestra sultana y tú no lo serás aunque seas la madre del primogénito de su majestad– ¡Pero!–Pequeño príncipe – haciendo una reverencia hacia el niño – ¿Qué opina usted de esta situación?–Mi madre no tiene derecho al trono – dejando boquiabierta a su madre – ella solo es una esposa secundaria, yo soy hijo de su majestad y él me prometió un califato como regalo por ser su primogénito, pero no puedo aspirar al trono–Sabias palabras alteza, por favor mientras trato de dialogar con su madre ¿desea ir y jugar con sus hermanos?–Hmnmm – zafándose de su madre y yendo al lugar en donde están los otros hijos del sultán un total de diez hijos ocho niños y dos niñas– ¡¿Por qué pones a mi hijo en mi contra?!–Nadie lo ha puesto en tu contra – aplaudiendo – ese niño entiende mejor que su madre el lugar que le corr
–Bien, ¿algún otro ministro tiene una opinión que dar? – limpiando el filo de su espada, después de ejecutar al más viejo de sus ministrosLos demás ministros agachan la cabeza y se quedan callados–Bien, recojan a ese y tírenlo al mar – varios soldados hacen una reverencia y toman el cuerpo y la cabeza del anciano – Adalet será mi sultana, quien objete lo contrario, quien corra rumores en contra de ella y sobre todo quien ose hablar con mi prometida sin estar yo presente recibirá la muerte por mi mano ¿entendido? – todos los ministros hacen una reverenciaBerat entra y se coloca en su lugar – creo que debemos renovar a los ministros–Coincido – viendo como los ministros levantan la mirada – si quieren conservar sus puestos, demostrarán su lealtad ¿Cómo?, eso deben descubrirlos ustedes mismos, por ahora…inicien con las convocatorias, es hora de renovar a mi corte ministerial – colocándose de pie– ¿Vas a ir a ver a tu dulce prometida?–Hmnmm–Bien vamos entonces, quiero ver a su altez
–Desde este momento Adalet será tratada como debe ser, como mi prometida y futura sultana de los mares del sur ¿entendido? – viendo como todas sus consortes hacen una reverencia–No lo acepto – haciendo que Zeheb se gire y dirija toda su atención a ella – yo soy la madre del primogénito, el verdadero heredero al trono, ¡soy yo quien debería ser la sultana!Mirando al eunuco encargado del harén, Zeheb con un simple movimiento de cabeza hace que el eunuco repita por enésima vez las reglas del harén.–Regla número uno, ninguna de las consortes de su majestad puede salir sin permiso, regla número dos solo pueden salir del harén con permiso mío o de su majestad, regla número tres solo los hijos de la sultana tiene derecho legítimo al trono, regla número cuatro aunque ya el sultán tenga a su primogénito, solo el hijo que haya salido del vientre de la sultana será el heredero– ¡Pero!–Ceren, desde que viniste como regalo del sultán del norte, se te explicó estas reglas, solo los hijos que m