–Entiendo – bajando un poco las vista hacia el traje que la joven lleva – te gusta el verde…
–Es mi color favorito
–“Bien entonces ya sé que darte” Adalet…
–Sí majestad ¿Qué desea?
–Quiero dar un paseo por los jardines
– ¿Ya se siente mejor?
–Mucho mejor, no fue tan grave la herida
–Bien entonces podremos ir al jardín imperial ¡es el más lindo y enorme! – dando una enorme sonrisa
Así que luego de que Zeheb estuviera listo, Adalet lo empieza a guiar por el palacio hasta llegar al enorme jardín imperial, en donde las esposas del emperador se encuentran, cuando tienen su día para salir del harén, así que al llegar las mujeres se quedan pasmadas al ver al sultán y en el acto hacen una reverencia y quedan con sus miradas bajas, no solo porque están frente a un monarca sino porque si el encargado del harén o alguien se da cuenta de que han visto a otro hombre pueden perder sus cabezas.
–Majestad veo que se siente usted de maravilla – el joven encargado del harén se acerca y hace una reverencia
–Gracias, y usted es…
–Soy el encargado del harén, me llamo Lumbul – mirando hacia Adalet – ¿Cómo te ha tratado su alteza?
– ¿Eh? – mirando al joven que le dedica una sonrisa – muy bien, su majestad me ha tratado bien
–Esperemos que al general Ibrahim no le moleste – sonriendo al ver el sonrojo de la joven, pero al girarse ve la sombría expresión del sultán, así que aclara su garganta para volver a hablar – claro, pero el general no se encuentra tal vez vuelva en unas semanas
– ¿Volverá?
–La ministra Asya, quiere que se vean antes de su matrimonio
–Oh…ya veo – sintiendo la mirada filosa del sultán – ¿está bien alteza?
–Bien, tengo hambre
–Pediré que traigan algo para usted alteza – dando una enorme sonrisa, mientras se coloca de pie y se acerca a una de las doncellas para pedir algo de comer para el sultán
Así que al poco tiempo todos en el jardín observan como llegan varios doncellas con bandejas con alimentos para el sultán, Lumbul les da permiso a las mujeres del emperador para levantar la mirada, les asegura que el emperador no les dirá nada, dado que el sultán es un invitado de honor y él solo ha ido para conocer y casarse con la princesa heredera, así que las mujeres pueden ver como el hombre de increíble apariencia, mirada fría y espectacular cuerpo devora todo lo que tiene en frente como si no tuviera fondo su estómago.
….
–Alteza que agradable sorpresa encontrarla acá – viendo como Aysa le dedica una sonrisa – con que leyendo algunos poemas
–Sí – cerrando el rollo – disfruto mucho de leer poesía y tu Acemi ¿Qué disfrutas hacer?
–Cazar, viajar a lomo de caballo y a veces dedico mis días a leer
–Entonces Acemi ¿gustas acompañarme?
–Con mucho gusto alteza – tomando asiento junto a la princesa heredera
–Acemi – haciendo que el visir levante la mirada y sus ojos se encuentran haciendo que Aysa se sonroje de golpe – lo…lo siento estamos demasiado cerca
–No le veo el problema alteza
– ¿Eh?
–Mientras esté cerca de usted puedo sentir su exquisito perfume – provocando que Aysa se sonroje aún más – ¿está bien alteza?
–Yo…yo…¡sí estoy bien! – mientras sale corriendo del lugar
–Bueno al menos logré que se sonrojara – dando una sonrisa – tú vendrás conmigo alteza, no hay dudas de ello
….
–¿Desea algo más alteza?
–No, podemos regresar – mirando hacia las mujeres que apenas pueden creer que Adalet sea quien le haga compañía – ve por tu hermana y el emperador
– ¿Eh? ¿pasa algo alteza? – empezando a temblar
–Tengo que discutir un asunto importante, así que ve por ellos
–Primero lo dejaré en la habitación, Asya me puede regañar por dejarlo solo
–Bien, entonces vamos
Así que mientras Zeheb se marcha en compañía de Adalet, Asya empieza a preparar todo para el matrimonio de su hermana, desea verla casada pronto ya que teme cualquier posible conflicto y es mejor que la joven esté unida a un fuerte hombre quien le de soporte y protección, así que cuando ve a su hermana en la sala del trono tiene un muy mal presentimiento.
–Adalet ¿Qué pasa?
–Hermana, majestad – haciendo una reverencia – el sultán desea verlos, quiere hablar con ustedes – provocando que tanto la ministra como el emperador se miren
– ¿Qué hiciste Adalet?
– ¡¿Eh?! ¡no he hecho nada malo Asya, de verdad!
–Bien es mejor no hacer esperar a Aguas Negras – colocándose de pie – vamos Asya, Adalet ve a tu habitación y no salgas hasta que tu hermana haya ido a verte ¿entendiste?
–Sí majestad – haciendo una reverencia
Mehmet se dirige hacia el palacete en el que permanece Zeheb, al llegar ve que el sultán está en compañía de su ministro quien simplemente observa, ya el sultán tiene en mente la mejor forma de convencer al emperador de dar a su hija a su hermano, y a Asya de darle a su hermana.
–Mi hermana dijo que quería vernos alteza – haciendo una reverencia
–Así es – mirando hacia Mehmet – he tomado la resolución de no casarme con su alteza Aysa – dejando a la ministra y al emperador pasmados
–Pero alteza, ni…si siquiera ha cruzado palabra alguna con mi hija
–No es necesario, he tomado mi resolución – mirando fijamente al emperador – pero eso no significa que no vaya a haber un matrimonio
–Alteza por favor explíquenos – abanicando su rostro
Zeheb se queda observando por uno momentos a Asya antes de mirar hacia el frente – me llevaré a Adalet
–¡¿Qué?! – quedando totalmente pasmada – alteza, mi…mi hermana
–La quiero a ella – dando una mirada hacia Asya
–Alteza, mi hermana ya está comprometida, además no permitiré que ella sea una más del harén de usted
– ¿Quién dijo que Adalet sería una más de mi harén? Ella vendrá conmigo para ser mi sultana, para nada menos que eso
–Pero…
–Ministra Asya, a mi lado a Adalet no le faltará nada, ni mimos ni atenciones, ni mucho menos lujos
–Ella está comprometida con un general – tratando por todos los medios de persuadir al sultán de que no se lleve a su hermana
–Y yo soy un sultán – mirando fijamente a la ministra – ¿Qué más argumento qué ese tiene para defender su posición, ministra?
–Bu…bueno…
– ¿Tengo que decir que me enamoré de esa joven? – dejando al emperador y a Asya pasmados – bueno ya lo dije, pero ese no es el caso…si Adalet no viene conmigo, romperé todos los tratados comerciales con Sultanato del Sudeste
–No tiene por qué llegar a esos extremos sultán–Bien esa es mi condición – mirando a Berat, así que da un largo suspiro – esa y que Aysa sea unida a mi hermano y visir – viendo como el emperador se queda pasmado– ¿Y qué pretende el señor visir con mi hija? Ella es la heredera al trono…ya que ninguna de mis concubinas me dio un hijo varón sano–Hacerla mi esposa ¿Qué más? Como dijo mi hermano y sultán, a su alteza Aysa no le faltará nada, será mi primera esposa y si su alteza no viene conmigo aunque lo haga Adalet se romperán todos los tratados comerciales– ¿No nos dejan otra opción? – los dos hombres niegan con sus cabezas–No se deben preocupar, antes de nuestros matrimonios tanto Adalet como su alteza, recibirán la debida instrucción, sabemos que ellas desconocen todo acerca de mi sultanato–Bien, Asya ve habla con tu hermana, más tarde enviaré un mensajero al este; donde está el general Ibrahim–Co…como ordene majestad – haciendo una reverenciaAsya se dirige hacia la habitación
– ¿Eh?–No quiero que su alteza se vea obligada, si usted no desea irse puede quedarse, no me molestaré con usted–Acemi, no me molesta – viendo como el ojo del hombre se abre de par en par – yo deseo irme con usted, sé que tengo que aprender demasiado, pero haré mi mejor esfuerzo para no hacerlo quedar mal y ser una joven digna de ser su esposa–No es necesario que seas una joven digna – notando como Aysa lo observa – con que solo sea su alteza mi esposa – acercándose poco a poco a la joven quien se sonroja en el acto – a mí me basta – dando un beso en los labios de AysaAysa se ha quedado pasmada por aquel sencillo contacto de labios, pero decide cerrar sus ojos y corresponder aquel dulce beso, que es dado con el mayor de los sentimientos.Al día siguiente en la entrada del palacio Adalet se maravilla al ver el enorme elefante que está esperando, tanto ella como Aysa se asombran de lo enorme que es aquel animal, así que solo pueden observar cuando sienten las presencia del sultán y
–Perfecto – sonriendo – eres una simple consorte, concubina, esposa secundaria, cómo quieras llamarte…los únicos hijos que tendrán derecho al trono son los que salgan del vientre de nuestra sultana y tú no lo serás aunque seas la madre del primogénito de su majestad– ¡Pero!–Pequeño príncipe – haciendo una reverencia hacia el niño – ¿Qué opina usted de esta situación?–Mi madre no tiene derecho al trono – dejando boquiabierta a su madre – ella solo es una esposa secundaria, yo soy hijo de su majestad y él me prometió un califato como regalo por ser su primogénito, pero no puedo aspirar al trono–Sabias palabras alteza, por favor mientras trato de dialogar con su madre ¿desea ir y jugar con sus hermanos?–Hmnmm – zafándose de su madre y yendo al lugar en donde están los otros hijos del sultán un total de diez hijos ocho niños y dos niñas– ¡¿Por qué pones a mi hijo en mi contra?!–Nadie lo ha puesto en tu contra – aplaudiendo – ese niño entiende mejor que su madre el lugar que le corr
–Bien, ¿algún otro ministro tiene una opinión que dar? – limpiando el filo de su espada, después de ejecutar al más viejo de sus ministrosLos demás ministros agachan la cabeza y se quedan callados–Bien, recojan a ese y tírenlo al mar – varios soldados hacen una reverencia y toman el cuerpo y la cabeza del anciano – Adalet será mi sultana, quien objete lo contrario, quien corra rumores en contra de ella y sobre todo quien ose hablar con mi prometida sin estar yo presente recibirá la muerte por mi mano ¿entendido? – todos los ministros hacen una reverenciaBerat entra y se coloca en su lugar – creo que debemos renovar a los ministros–Coincido – viendo como los ministros levantan la mirada – si quieren conservar sus puestos, demostrarán su lealtad ¿Cómo?, eso deben descubrirlos ustedes mismos, por ahora…inicien con las convocatorias, es hora de renovar a mi corte ministerial – colocándose de pie– ¿Vas a ir a ver a tu dulce prometida?–Hmnmm–Bien vamos entonces, quiero ver a su altez
–Desde este momento Adalet será tratada como debe ser, como mi prometida y futura sultana de los mares del sur ¿entendido? – viendo como todas sus consortes hacen una reverencia–No lo acepto – haciendo que Zeheb se gire y dirija toda su atención a ella – yo soy la madre del primogénito, el verdadero heredero al trono, ¡soy yo quien debería ser la sultana!Mirando al eunuco encargado del harén, Zeheb con un simple movimiento de cabeza hace que el eunuco repita por enésima vez las reglas del harén.–Regla número uno, ninguna de las consortes de su majestad puede salir sin permiso, regla número dos solo pueden salir del harén con permiso mío o de su majestad, regla número tres solo los hijos de la sultana tiene derecho legítimo al trono, regla número cuatro aunque ya el sultán tenga a su primogénito, solo el hijo que haya salido del vientre de la sultana será el heredero– ¡Pero!–Ceren, desde que viniste como regalo del sultán del norte, se te explicó estas reglas, solo los hijos que m
–Bien ¿algo más? – entregando el rollo a su consejero–Alteza, tenemos reportes del este el sultán Ismail ha atacado – viendo como el sultán frunce el ceño – se ha llevado a las jóvenes del sultán del este, y ha hecho esclava a la sultana– ¿Tiene intenciones de venir a mi sultanato?–No, parece que su próximo objetivo son los califatos al norte del sultanato del este, por el momento estamos seguros alteza–Bien mantengan vigilado a Ismail, lo quiero lejos de mis tierras – todos los ministros hacen una reverencia– ¿Qué pretende ese hombre con las jóvenes?–Dicen que los desea para tener un vasto harén, pero que en especial quiere a las jóvenes de gran bellezas para someterlas a su voluntad, gran visir – haciendo una reverencia–Entonces tenemos que estar alertas, no solo la futura sultana es de gran belleza, mi futura esposa también lo es, no toleraremos cualquier intento de guerra por parte de Ismail…–Gran visir, mientras Ismail no se entere de la existencia de sus altezas, quizás
–Dime Adalet ¿Qué tal tus lecciones?–Tuve que memorizar todos los nombres de los sultanes, también tuve que memorizar cosas sobre su comida, bebida entre otras cosas – dando un largo suspiro – también tuve mi primera lección de baileDando una enorme sonrisa – dime ¿Qué tal te fue?–Es un baile difícil, los bailes que se hacen en Sultanato del Sudeste no son nada–Lo harás bien – dando una sonrisa– ¿De verdad lo cree alteza? – Aysa asienta – tengo miedo, Zeheb me explicó que ese baile asegurará el nacimiento de un heredero si no lo hago bien…–Lo harás bien, solo concéntrate en memorizar todo, además no estarás sola– ¿Eh? – ladeando su cabecita–Supe que habrá doncellas que te acompañarán en el baile–Bueno, al menos no estaré sola – dando una suave sonrisa – alteza ¿Qué tal estuvieron sus lecciones?–No son tan agotadoras, principalmente sobre la historia y lo que serán mis deberes como esposa del gran visir–A su alteza no le toca tan duro como a mí – haciendo un puchero que hace
–¿Eh?–De Sultanato del Sudeste traje esto – entregando al médico quien también fue, una bolsita con hiervas medicinales – son buenas para bajar la fiebre y ayudar a dormir – tomando a la bebé quien apenas se estira y la entrega a su madre–Alteza, gracias – haciendo una reverencia – yo…ya no sabía que hacer, tenía miedo por mi bebé, no quiero perderla – recibiendo una sonrisa–Ella aún estará delicada, necesita muchos cuidados…–Haré lo que sea por mi bebé–Ahora ve con el médico, que te diga exactamente cómo tratar a mi hija–Sí majestad – haciendo una reverencia para marcharse siendo seguida por el médico–Adalet–Si Zeheb – viendo como el sultán extiende su mano, así que la toma y pronto se ve rodeada entre los brazos de Zeheb – ¿Eh?– ¿Por qué no estás dormida?–No podía dormir, fueron demasiadas emociones por un día, sin mencionar que aún me duelen las piernas por la clase de baile – totalmente roja–Adalet– acariciando la mejilla de la joven, luego lleva su pulgar hacia los lab