–Claro visir…
–Me llamo Berat alteza – tomando la mano de Aysa – pero los más cercanos a mí, me llaman Acemi
–Eso significa que me considera cercana a usted ¿verdad?
–Muy cercana alteza – llevando la mano de la princesa hacia sus labios y da un suave beso que hace sonrojar a Aysa
….
–Bien con que eres la hermana de la ministra principal del emperador – viendo como la joven pinta cuidadosamente un cuadro
–Sí, Asya es la ministra de mayor rango de su alteza – dando una sonrisa
–Y tú ¿Qué piensas hacer?
–Bueno, mi hermana me prometió a uno de los generales de su majestad – notando como el sultán frunce el ceño – ¿Eh?
–“No voy a permitir tal unión, no después de encontrarte” y ¿Qué piensas al respecto?
–La verdad no tengo mucha voz y voto en ese asunto, mi hermana dice que tengo que estar al lado de un hombre fuerte – tomando un nuevo pincel – así que solo espero que ese hombre sea bueno conmigo, he visto a muchas jóvenes sufrir en sus matrimonios
–Entonces eso quiere decir ¿Qué no conoces a ese hombre?
–Sólo sé que se llama Ibrahim, pocas veces lo he visto, siempre está en el campo de batalla – mirando hacia el cielo que se oscurece – está anocheciendo ¿desea algo más majestad?
–Sí dame un poco de vino ya después podrás irte
Adalet se acerca hacia la jarra de vino en donde sirve un poco y entrega la copa al sultán y este toma de forma lenta el vino, maravillándose del sabor del licor, normalmente en su sultanato solo tiene vino y café para acompañar sus días, así que después de terminar el vino la joven se acerca y siente un tenue aroma a brisa de mar, pero se da cuenta de que ese aroma no es molesto, le agrada y lo hace sentir muy a gusto, al levantar la vista ve el par de orbes dorados que lo observan como si fuera un verdadero objeto precioso, Adalet se sonroja en el acto y se aleja unos cuantos pasos del sultán.
–Lo…lo siento
–Puedes retirarte, mañana te espero temprano
–S…sí – haciendo una reverencia – buena noche, su majestad – saliendo de la habitación, se aleja unos cuantos pasos y lleva la mano a su pecho en donde siente su corazón latir frenéticamente – me gustó el aroma del sultán…
–Eres tú – llevando la mano hacia el lugar donde está su herida – te llevaré conmigo y te haré mi sultana y ya sé cómo conseguirlo – levantando una ceja claramente divertido
….
–Bien Adalet dime ¿Qué tal te fue con su majestad?
–Fue amable, conversa poco, duerme mucho y come como si no hubiera un mañana – viendo como Aysa esconde su risa con la manga de su traje – en verdad no sé cómo tiene ese cuerpo – sonrojándose de golpe – ¡lo siento alteza no quise decir eso!
–No te preocupes Adalet– dando una sonrisa – hoy no estuvo tan malo mi día
– ¿Eh? ¿Por qué dice eso alteza?
–Estuve toda la tarde hablando con el visir de su majestad
– ¿Qué tal es el visir, alteza?
–Un joven amable, es un hombre encantador – dando una sonrisa – me gustó su perfume a lirios – sonrojándose de golpe
–El sultán tiene un perfume de brisa marina, me gustó alteza y también me habló sobre el café
–El visir también me habló de esa bebida, dice que es muy rica y popular que tal vez puedan empezar a comercializarla acá en Sultanato del Sudeste
–Claro alteza, cuando usted y el sultán se casen tal vez los lazos comerciales aumenten
–Sabes Adalet, no sé si quiero casarme – dejando a la joven pasmada – aunque sé que el sultán sería amable, no me veo como su sultana
–Alteza entonces ¿Qué hará?
–Hablaré con mi padre y los ministros y trataré de convencerlos de que se pueden hacer lazos con el sultanato del sur sin tener que recurrir a un matrimonio
Lo que ninguna de las jóvenes imaginan es que en la habitación en la que Zeheb descansa este y su hermano/visir discuten primero sobre las dos jóvenes y segundo sobre la posibilidad de que Berat se pueda llevar a Aysa como esposa.
–Entonces ¿es ella?
–Sí, me di cuenta en el momento en que la vi a los ojos, es ella, ella es la mujer de mi vida
–Bien podremos hablar con Mehmet para que te conceda la mano de su hija y de paso para que Adalet venga conmigo
–Me parece bien – cruzándose de brazos – así que ¿Cómo te fue con esa joven? ¿la asustaste lo necesario? – recibiendo una mirada fría de parte de Zeheb
–No, pero su perfume a genciana me gustó
–Bueno al menos no fue una pérdida de tiempo venir hasta acá – dando una sonrisa
–Sí, no lo fue “Adalet”
Al amanecer Adalet de manera puntual se dirige a ver a Zeheb, y con ella llegan varias doncellas que llevan bandejas con muchos alimentos para el sultán, así que la joven con cuidado ayuda al sultán a ponerse de pie y dirigirse hacia la mesa en donde una a una las bandejas son colocadas y el sultán como si nada devora todo lo que en estas se encuentran, provocando que las doncellas se queden asombradas por el apetito del hombre, al terminar Adalet despide a las doncellas y mientras ayuda a Zeheb a tomar asiento en un diván, retoma su cuadro que dejó el día anterior y trata de hacer algo de conversación con el sultán.
–Majestad…
– ¿Qué pasa?
– ¿Cómo es el sultanato del sur? – mirando fijamente al sultán quien solo la observa
–Es enorme, entre las dunas del desierto y la orilla del mar, nuestro principal modo de subsistir es la pesca y el comercio marítimo, mi palacio está sobre el borde de un precipicio en donde se puede ver la infinidad del mar
–Debe ser hermoso – dando una sonrisa
–Lo es ¿Qué más quieres saber?
– ¿Qué tan grande es su ejército?
–Mi ejército, tiene varios batallones de jenízaros, tengo varios jinetes, enorme cantidad de arqueros, y tengo elefantes de guerra
– ¿Elefantes de guerra? – Zeheb asienta levemente – ¡qué lindo!
– ¿Te gustan los elefantes?
–Cuando era niña, Asya me llevó a la India, para ver al señor mogol, quien se casaba con una de las hermanas de su alteza, así que viajé a lomo de elefante ¡y fue genial!
– ¿Quieres viajar de nuevo en elefante? – levantando una ceja al ver el rostro sonrojado de la joven
–Me…me gustaría mucho alteza
–“Bien ya tengo algo” entonces cuando sane irás en mi elefante
– ¿Eh? Pero si usted vino a lomo de caballo
–Deberías haber prestado atención, vine a caballo pero mi elefante siempre va conmigo a cualquier lado
–Creo que no lo vi porque fui arrestada y Asya me castigó dejándome encerrada todo el día – mirando hacia su cuadro – ¿Qué cosas disfruta su alteza?
–Observar el mar, leer acerca de la historia de mi pueblo, y pasear por las dunas en mi caballo o sobre mi elefante – mirando hacia la joven – ¿y tú qué disfrutas hacer?
–Pasar mis días, leyendo, pintando o haciendo compañía a su alteza
– ¿La princesa heredera?
–Sí, desde pequeñas hemos sido amigas…siempre estamos juntas y siempre somos castigadas por su alteza y Asya – dando una adorable sonrisa
–Entiendo – bajando un poco las vista hacia el traje que la joven lleva – te gusta el verde…–Es mi color favorito–“Bien entonces ya sé que darte” Adalet…–Sí majestad ¿Qué desea?–Quiero dar un paseo por los jardines– ¿Ya se siente mejor?–Mucho mejor, no fue tan grave la herida–Bien entonces podremos ir al jardín imperial ¡es el más lindo y enorme! – dando una enorme sonrisaAsí que luego de que Zeheb estuviera listo, Adalet lo empieza a guiar por el palacio hasta llegar al enorme jardín imperial, en donde las esposas del emperador se encuentran, cuando tienen su día para salir del harén, así que al llegar las mujeres se quedan pasmadas al ver al sultán y en el acto hacen una reverencia y quedan con sus miradas bajas, no solo porque están frente a un monarca sino porque si el encargado del harén o alguien se da cuenta de que han visto a otro hombre pueden perder sus cabezas.–Majestad veo que se siente usted de maravilla – el joven encargado del harén se acerca y hace una reveren
–No tiene por qué llegar a esos extremos sultán–Bien esa es mi condición – mirando a Berat, así que da un largo suspiro – esa y que Aysa sea unida a mi hermano y visir – viendo como el emperador se queda pasmado– ¿Y qué pretende el señor visir con mi hija? Ella es la heredera al trono…ya que ninguna de mis concubinas me dio un hijo varón sano–Hacerla mi esposa ¿Qué más? Como dijo mi hermano y sultán, a su alteza Aysa no le faltará nada, será mi primera esposa y si su alteza no viene conmigo aunque lo haga Adalet se romperán todos los tratados comerciales– ¿No nos dejan otra opción? – los dos hombres niegan con sus cabezas–No se deben preocupar, antes de nuestros matrimonios tanto Adalet como su alteza, recibirán la debida instrucción, sabemos que ellas desconocen todo acerca de mi sultanato–Bien, Asya ve habla con tu hermana, más tarde enviaré un mensajero al este; donde está el general Ibrahim–Co…como ordene majestad – haciendo una reverenciaAsya se dirige hacia la habitación
– ¿Eh?–No quiero que su alteza se vea obligada, si usted no desea irse puede quedarse, no me molestaré con usted–Acemi, no me molesta – viendo como el ojo del hombre se abre de par en par – yo deseo irme con usted, sé que tengo que aprender demasiado, pero haré mi mejor esfuerzo para no hacerlo quedar mal y ser una joven digna de ser su esposa–No es necesario que seas una joven digna – notando como Aysa lo observa – con que solo sea su alteza mi esposa – acercándose poco a poco a la joven quien se sonroja en el acto – a mí me basta – dando un beso en los labios de AysaAysa se ha quedado pasmada por aquel sencillo contacto de labios, pero decide cerrar sus ojos y corresponder aquel dulce beso, que es dado con el mayor de los sentimientos.Al día siguiente en la entrada del palacio Adalet se maravilla al ver el enorme elefante que está esperando, tanto ella como Aysa se asombran de lo enorme que es aquel animal, así que solo pueden observar cuando sienten las presencia del sultán y
–Perfecto – sonriendo – eres una simple consorte, concubina, esposa secundaria, cómo quieras llamarte…los únicos hijos que tendrán derecho al trono son los que salgan del vientre de nuestra sultana y tú no lo serás aunque seas la madre del primogénito de su majestad– ¡Pero!–Pequeño príncipe – haciendo una reverencia hacia el niño – ¿Qué opina usted de esta situación?–Mi madre no tiene derecho al trono – dejando boquiabierta a su madre – ella solo es una esposa secundaria, yo soy hijo de su majestad y él me prometió un califato como regalo por ser su primogénito, pero no puedo aspirar al trono–Sabias palabras alteza, por favor mientras trato de dialogar con su madre ¿desea ir y jugar con sus hermanos?–Hmnmm – zafándose de su madre y yendo al lugar en donde están los otros hijos del sultán un total de diez hijos ocho niños y dos niñas– ¡¿Por qué pones a mi hijo en mi contra?!–Nadie lo ha puesto en tu contra – aplaudiendo – ese niño entiende mejor que su madre el lugar que le corr
–Bien, ¿algún otro ministro tiene una opinión que dar? – limpiando el filo de su espada, después de ejecutar al más viejo de sus ministrosLos demás ministros agachan la cabeza y se quedan callados–Bien, recojan a ese y tírenlo al mar – varios soldados hacen una reverencia y toman el cuerpo y la cabeza del anciano – Adalet será mi sultana, quien objete lo contrario, quien corra rumores en contra de ella y sobre todo quien ose hablar con mi prometida sin estar yo presente recibirá la muerte por mi mano ¿entendido? – todos los ministros hacen una reverenciaBerat entra y se coloca en su lugar – creo que debemos renovar a los ministros–Coincido – viendo como los ministros levantan la mirada – si quieren conservar sus puestos, demostrarán su lealtad ¿Cómo?, eso deben descubrirlos ustedes mismos, por ahora…inicien con las convocatorias, es hora de renovar a mi corte ministerial – colocándose de pie– ¿Vas a ir a ver a tu dulce prometida?–Hmnmm–Bien vamos entonces, quiero ver a su altez
–Desde este momento Adalet será tratada como debe ser, como mi prometida y futura sultana de los mares del sur ¿entendido? – viendo como todas sus consortes hacen una reverencia–No lo acepto – haciendo que Zeheb se gire y dirija toda su atención a ella – yo soy la madre del primogénito, el verdadero heredero al trono, ¡soy yo quien debería ser la sultana!Mirando al eunuco encargado del harén, Zeheb con un simple movimiento de cabeza hace que el eunuco repita por enésima vez las reglas del harén.–Regla número uno, ninguna de las consortes de su majestad puede salir sin permiso, regla número dos solo pueden salir del harén con permiso mío o de su majestad, regla número tres solo los hijos de la sultana tiene derecho legítimo al trono, regla número cuatro aunque ya el sultán tenga a su primogénito, solo el hijo que haya salido del vientre de la sultana será el heredero– ¡Pero!–Ceren, desde que viniste como regalo del sultán del norte, se te explicó estas reglas, solo los hijos que m
–Bien ¿algo más? – entregando el rollo a su consejero–Alteza, tenemos reportes del este el sultán Ismail ha atacado – viendo como el sultán frunce el ceño – se ha llevado a las jóvenes del sultán del este, y ha hecho esclava a la sultana– ¿Tiene intenciones de venir a mi sultanato?–No, parece que su próximo objetivo son los califatos al norte del sultanato del este, por el momento estamos seguros alteza–Bien mantengan vigilado a Ismail, lo quiero lejos de mis tierras – todos los ministros hacen una reverencia– ¿Qué pretende ese hombre con las jóvenes?–Dicen que los desea para tener un vasto harén, pero que en especial quiere a las jóvenes de gran bellezas para someterlas a su voluntad, gran visir – haciendo una reverencia–Entonces tenemos que estar alertas, no solo la futura sultana es de gran belleza, mi futura esposa también lo es, no toleraremos cualquier intento de guerra por parte de Ismail…–Gran visir, mientras Ismail no se entere de la existencia de sus altezas, quizás
–Dime Adalet ¿Qué tal tus lecciones?–Tuve que memorizar todos los nombres de los sultanes, también tuve que memorizar cosas sobre su comida, bebida entre otras cosas – dando un largo suspiro – también tuve mi primera lección de baileDando una enorme sonrisa – dime ¿Qué tal te fue?–Es un baile difícil, los bailes que se hacen en Sultanato del Sudeste no son nada–Lo harás bien – dando una sonrisa– ¿De verdad lo cree alteza? – Aysa asienta – tengo miedo, Zeheb me explicó que ese baile asegurará el nacimiento de un heredero si no lo hago bien…–Lo harás bien, solo concéntrate en memorizar todo, además no estarás sola– ¿Eh? – ladeando su cabecita–Supe que habrá doncellas que te acompañarán en el baile–Bueno, al menos no estaré sola – dando una suave sonrisa – alteza ¿Qué tal estuvieron sus lecciones?–No son tan agotadoras, principalmente sobre la historia y lo que serán mis deberes como esposa del gran visir–A su alteza no le toca tan duro como a mí – haciendo un puchero que hace