Capítulo 35Mariana le súplica que deje a su hija—Es una cachorra, no te ha hecho nada, por favor déjala, tu problema siempre fue conmigo.—¡Maldita! Tenías que hablar, intervenir en mi vida al lado de Nicola.Las manos de Marcia la impostora estaban temblando, la loba se sentía acorralada y era aún más riesgosa.—Te lo suplico, déjala Mariana empezó a llorar , le pedía a su pequeña que estaba desesperada llorando que tuviera un poco de paciencia, esto se solucionaría.—Quiero hacerte daño, tu me lo hiciste a mi, acabaste con mi posibilidad de ser feliz.Lorena levanta el cuchillo para atacar a la pequeña cuando es embestida y debe soltarla.Selene corre a los brazos de su madre mientras llora desconsolada.Mauro que había ido a la fiesta con la única intención de hablar con Mariana al ver a su pequeña llorando decidió intervenir.Los guardias se abalanzan sobre Lorena y logran detenerla, Nicola de inmediato da la orden que sea trasladada a la carcel lobil por todos sus crimines.Se
Capítulo 36Mariana cae sobre la cama, mientras Nicola se quita la ropa, ella se sienta para acariciar su masculinidad La loba toma la erección en su manos, se muerde el labio y la mete en su boca, Nicola gruñe de placer mientras agarra la cabeza de Mariana guiando la felacion.Luego de un rato donde el Alfa disfruta de aquella boca de terciopelo que lo hace enloquecer por el fuego que crece en medio de sus piernas.Llega su turno, le da un leve empujón a Mariana que cae acostada en la cama, con sus garras el Alfa le rompe el vestido.Nicola se queda paralizado al ver la belleza desnuda de Mariana, es mejor que cualquier pintura de arte.Delinea con su dedo las curvas de Mariana, es como si pasara su cabeza por un lienzo blanco que le trajera imágenes.Ellos haciendo el amor en el bosque, Mariana entregada a sus brazos fuertes.Los besos son intensos, no hay un solo rincón del cuerpo de Mariana que el Alfa no recorra con su boca —Se... Se siente bien —logra tartamudear ella al senti
— Lo siento pero la amo a ella, Te recuerdo esas fueron tus palabras.Mariana Thompson está en medio de la discusión de dos lobos, pero se dirige fríamente a uno de ellos.— No valoraste a tu esposa y yo si veo en ella a la loba que quiero a mi lado — Nicola se enfrenta al Alfa de Luna Esmeralda, pero más importante, al Ex esposo de Mariana, la loba que ama.—¡Ella es mi esposa!— Mauro ha olvidado que el decidió quedarse con su joven amante, y ahora se arrepiente de perder a su esposa, los celos lo vuelven loco.— Ya no soy nada tuyo, Tu esposa es ella, lamento que te dieras cuenta tarde de lo verdaderamente importante.— Voy a luchar por ti — Mauro la toma del brazo.Nicola la toma del otro— Yo también lo haré.
Mariana Thompson la reina de Luna Esmeralda, una loba de cabello negro, ojos tan azules como el cielo, con una sonrisa cálida, prepara una cena especial, quiere complacer a su esposo en su décimo aniversario.Es una pequeña reunión, con algunos familiares y lobos importantes de la manada, una fiesta en su mansión, todo está listo, su matrimonio es perfecto o es lo que ella cree, su hija pequeña corre por los jardines de la casa, la felicidad se viste de rosa, Mauro Black es el amor de su vida, el Alfa de Luna Esmeralda.****—¡Siiiii!— Exclama una bella loba joven de cabello rubio y labios rojos subida encima de un fuerte hombre lobo, con una sonrisa lo besa.— Tenemos que separarnos, tengo que llegar temprano a casa — El lobo recupera el aliento y acomoda su ropa.— Te recuerdo que yo también tengo que ir a tu estúpida y falsa fiesta de aniversario — La loba se enfada, está cansada de la clandestinidad de la relación.— Jennifer, sabes perfectamente que está relación se debe mantener
Mariana niega con la cabeza, ella no va a creer está locura, Mauro y Jennifer son de las personas más importantes de su vida, no puede creer un engaño así.—¡Cállate patán!— Aurora horrorizada con las palabras de Sam le da una cachetada — Todo lo que dices es una Mentira — la loba se agarra el pecho, alterada.Sam mira a Jennifer que está asustada, la loba no deja de mirar a los lobos invitados a la fiesta que susurran, siempre había mantenido una fachada de loba buena.— Tengan los pantalones de decirle la verdad a la reina, ella no merece más este engaño — Sam quería quitarles la careta, por eso no los mato en aquella casa.— Vete de mi casa, no te creeré — La voz de Mariana tiembla, su corazón late rápidamente mientras sus manos tiemblan.— Yo los vi, desde hace meses se ven en una cabaña color rojo a la salida de aquí, llegando a la manada Luna Oro — Sam está seguro de lo que habla, sospechaba de las salidas de Jennifer y con sus ojos lo comprobó.Un silencio inunda aquella fuerte
Mariana abre los ojos ¿Y si todo fue una pesadilla? Se pregunta pero tristemente mientras reacciona se da cuenta que es la realidad.Esta en un lugar desconocido, en una habitación lujosa, se levanta exaltada e intenta salir de la casa, pero al bajar las escaleras de cruza con el lobo que le salvó la vida, el mismo que tiene una charola en sus manos con un te.—¿Ya se siente mejor? ¿Quiere que busque a algún familiar?— le pregunta mientras deja sobre una mesa la charola de metal.— Me tengo que ir, gracias por su ayuda — Mariana agacha la cabeza, quiere seguir su camino, pero este insiste en preguntarle si desea compañía.— ¿De que manada es? Puedo llevarla, la vi muy alterada, no quiero que cometa ninguna locura.—¡No volveré a cometer esa locura! Además no quiero su ayuda — Mariana intenta salir de aquella casa pero el lobo la toma de la mano.— Me gustaría saber tu nombre, el mío es Nicola.Mariana se suelta de su agarre— Gracias por todo — ella decide seguir su camino.Se encuent
Nicola no puede dejar de ver la belleza de Mariana, pero más que eso le llama la atención la manera en la que aquella frágil loba, tan delicada como una flor lastimada, ahora parece una rosa con espinas filosas para defenderse.Jennifer se acerca, abre los ojos y levanta el mentón, sonríe burlándose de su tía.— Tía, espero que entiendas que el amor es así — siempre ha intentado hacerse la víctima, demostrar que ella nunca ha sido mala, que de su cabeza no salen pensamientos perversos.— No me vuelvas a decir tia, para ti soy Mariana — La loba gruñe, se ha contenido, ha intentado mantener su cabeza en alto y su dignidad de reina intacta, quizás por eso no le ha dado una cachetada a la jovencita que se burla.— Está bien, ya no te diré tía, creo que lo mejor será que nos tratemos con distancia hasta que sabes tus heridas, así que dirígete a mi como reina — Jennifer tiene una sonrisa pícara.—¿Crees que ganaste? No querida, yo gane — Mariana la observa de arriba abajo, está destruida, s
Mariana le pide a Nicola que se vaya— Solo quiero estar sola.El niega con la cabeza— No lo haré, desde el día en el puente me hice la promesa de cuidarla — sonreí coqueto.— Eres un lobo joven, no deberías preocuparte por una loba divorciada con una hija y rechazada como yo.Mariana expresa en sus palabras la percepción que tiene de ella misma, la herida que le ha dejado Mauro.Nicola la toma del mentón, la mira directamente a sus ojos azules, hay una leve y momentánea conexión entre los dos— La edad es solo un brillo de nuestra belleza interior — Nicola le da una caricia y con su mano limpia el rostro.Mariana se sonroja ante las calidas palabras de aquel joven apuesto, pero decide seguir su camino.Al llegar a casa, le agradece por la compañía— Le pido que no vuelva a acercarse a miMariana cierra la puerta, pero Nicola se queda viendo desde la distancia aquella casa vieja, la luz ilumina una ventana, en ella ve la sombra de Mariana que carga a su hija en brazos, es una escena