Mariana abre los ojos ¿Y si todo fue una pesadilla? Se pregunta pero tristemente mientras reacciona se da cuenta que es la realidad.
Esta en un lugar desconocido, en una habitación lujosa, se levanta exaltada e intenta salir de la casa, pero al bajar las escaleras de cruza con el lobo que le salvó la vida, el mismo que tiene una charola en sus manos con un te.
—¿Ya se siente mejor? ¿Quiere que busque a algún familiar?— le pregunta mientras deja sobre una mesa la charola de metal.
— Me tengo que ir, gracias por su ayuda — Mariana agacha la cabeza, quiere seguir su camino, pero este insiste en preguntarle si desea compañía.
— ¿De que manada es? Puedo llevarla, la vi muy alterada, no quiero que cometa ninguna locura.
—¡No volveré a cometer esa locura! Además no quiero su ayuda — Mariana intenta salir de aquella casa pero el lobo la toma de la mano.
— Me gustaría saber tu nombre, el mío es Nicola.
Mariana se suelta de su agarre
— Gracias por todo — ella decide seguir su camino.
Se encuentra en Luna de oro, por lo que sabe que camino debe tomar, tarda horas en caminar pues no quiere tomar ayuda de nadie.
Se detiene en un lago, lava su cara
— No me va a ver derrotada— le dice a su reflejo, impulsandose ella misma para poder llegar y enfrentar la pesadilla que le espera.
Al llegar a casa, Aurora la abraza, la loba llora y le pide perdón a su hermana por lo que acaba de hacerle su hija.
— No es tu culpa, Jennifer nos traicionó a las dos — Mariana suspira.
Mauro sale del estudio, abre las puertas con algo de furia
—¿Donde estabas? No llegaste en toda la noche — hay un cierto tono de reclamo.
— Ya no te debo explicaciones — Mariana suspira — Quiero que aceleres el proceso de mi liberación, solo te pido que lo hija no sea tratada como una desterrada, ella no lo merece.
Mauro abre sus ojos, nunca había visto a Mariana tan decidida, tan fuerte y retadora, solo puede asentir con la cabeza.
— Está noche se llevará a cabo la ceremonia para divorciarnos, no te puedo dejar la casa porque es el hogar de la reina pero puedo darte una nueva casa y una suma mensual....
Mariana lo interrumpe
— No quiero nada de ti, te recuerdo que está noche renuncias a nuestro matrimonio, incluida nuestra hija, solo te pedí que mantuviera su título de princesa pero ya no serás su padre.
La loba sube al segundo piso, le pide ayuda a Aurora para empacar sus cosas y las de su hija.
— Ven conmigo, mi casa será tu casa y las dos podemos sobrevivir juntas con la pequeña Selene — Aurora quiere ayudar a su hermana, la culpa la carcome.
— Viviré en la casa de mis padres, se que está vieja y que necesita remodelaciones pero es mía, se que lo haces con una buena intención, Pero no quiero depender de nadie.
Mariana no desea vivir en la casa de Jennifer, además sabe que Aurora es su madre y a pesar de los errores de su hija no la pondrá en la espada y la pared.
La servidumbre llora mientras abrazan a la reina, ellas les da un beso en la mejilla a cada una y les regala una joya para que la recuerden.
Con dignidad de reina, con la cabeza en alto, Mariana y Selene salen de aquella bella casa y se dirigen a la vieja casa de la familia Thompson.
La manada solo murmura como la reina ha tenido que venir a vivir de nuevo al pueblo con los demás.
Selene limpia con sus manos las lágrimas de su madre, la pequeña no entiende que sucede pero sonríe
— Tranquila mami, las dos seremos las reinas de este nuevo castillo.
Jennifer llega con sus cosas a la mansión, en el recuerdo de la reina anterior deberá ser borrado.
Mauro al verla la toma de la cintura y la besa
— Espero que te des cuenta de todo lo que he dejado por ti.
— Lo se, y te se recompensar — Jennifer se quita el vestido y camina desnuda por el salón llamando a Mauro a la habitación principal.
Al llegar la noche...
Aurora se queda con la pequeña Selene en la vieja casa llena de polvo de sus padres, mientras intenta acomodar a la pequeña.
—¿Estás segura que quieres ir sola?— le pregunta a su hermana.
— Es lo mejor — Mariana se coloca un hermoso vestido rojo, de talle ajustado, con unos brillantes, se arregla como hace mucho no hacía, siempre pensando en todo menos en ella, aquel vestido lo arreglo en la vieja máquina de coser que olvidó hace años en esa casa.
Aurora abre los ojos, olvidaba lo hermosa que era su hermana, detrás de esos vestidos de gala anticuados que usaba como reina.
—¿ Quieres recuperarlo? Hablaré con Jennifer, ella tiene que dejarlo y casarse con Sam — Aurora toma las manos de su hermana, quiere apoyarla, sabe que es la víctima.
— Mauro tomo un camino y tú hija también, yo voy a resurgir — Mariana se despide de ella.
La loba camina hasta la que fue hace un par de horas su casa, su hogar, allí los ancianos y tres Alfas de manadas cercanas, serán testigos de la desunión el matrimonio real.
Mariana se cruza con Nicola, el lobo que la rescato del puente
—¿Que está haciendo aquí?¿Me está siguiendo?— le recrimina en un tono alto, exaltada por su presencia.
Nicola no responde más que con un titubeó, observa la belleza de loba que tiene en frente.
— Quizás no me pude desprender de usted y su tristeza.
Mariana le exige que la deje en paz, sigue su camino hacia la casa lobil, Pero observa como el lobo va tras ella.
—¡Larguense!— Exclama furiosa
— Hoy no es el mejor día para mí y no voy a aguantar sus estupideces.
La loba golpea en la gran puerta blanca de la mansión, Nicola sonreí y golpea
— Creo que los dos venimos para el mismo lugar.
Uno de los ancianos abre la puerta, abraza a Nicola con familiaridad.
— Mi reina — agacha la cabeza en honor a Mariana.
— Ya no lo seré — responde ella algo seca mientras Nicola levanta la ceja intrigado.
— Le presento al Alfa de Luna de Oro uno de los testigos de la desunión de su matrimonio está noche — El anciano le señala a Mariana al joven lobo — Ella es Mariana, la reina Alfa ... Que se divorciara está noche.
Nicola con una sonrisa picara, finge que no se conocen, toma su mano
— Mucho gusto, Nicola Moretti.
— Mariana Thompson, La reina Alfa divorciada — responde con ironía.
Nicola no puede dejar de ver la belleza de Mariana, pero más que eso le llama la atención la manera en la que aquella frágil loba, tan delicada como una flor lastimada, ahora parece una rosa con espinas filosas para defenderse.Jennifer se acerca, abre los ojos y levanta el mentón, sonríe burlándose de su tía.— Tía, espero que entiendas que el amor es así — siempre ha intentado hacerse la víctima, demostrar que ella nunca ha sido mala, que de su cabeza no salen pensamientos perversos.— No me vuelvas a decir tia, para ti soy Mariana — La loba gruñe, se ha contenido, ha intentado mantener su cabeza en alto y su dignidad de reina intacta, quizás por eso no le ha dado una cachetada a la jovencita que se burla.— Está bien, ya no te diré tía, creo que lo mejor será que nos tratemos con distancia hasta que sabes tus heridas, así que dirígete a mi como reina — Jennifer tiene una sonrisa pícara.—¿Crees que ganaste? No querida, yo gane — Mariana la observa de arriba abajo, está destruida, s
Mariana le pide a Nicola que se vaya— Solo quiero estar sola.El niega con la cabeza— No lo haré, desde el día en el puente me hice la promesa de cuidarla — sonreí coqueto.— Eres un lobo joven, no deberías preocuparte por una loba divorciada con una hija y rechazada como yo.Mariana expresa en sus palabras la percepción que tiene de ella misma, la herida que le ha dejado Mauro.Nicola la toma del mentón, la mira directamente a sus ojos azules, hay una leve y momentánea conexión entre los dos— La edad es solo un brillo de nuestra belleza interior — Nicola le da una caricia y con su mano limpia el rostro.Mariana se sonroja ante las calidas palabras de aquel joven apuesto, pero decide seguir su camino.Al llegar a casa, le agradece por la compañía— Le pido que no vuelva a acercarse a miMariana cierra la puerta, pero Nicola se queda viendo desde la distancia aquella casa vieja, la luz ilumina una ventana, en ella ve la sombra de Mariana que carga a su hija en brazos, es una escena
Capitulo 6Mariana se siente avergonzada, no quería que Nicola la viera en su momento más frágil.— Gracias pero deberías irte, este no es un problema para ti — Ella suspira mientras bebe un poco de agua.— Lo es, yo siempre te cuidare, pero si te incómodo me iré.Mariana se encierra a llorar en su habitación, le duele la traición pero sabe que debe reponerse, no puede permitir que Jennifer y Mauro la destruyan ella es mejor que eso.Llega el día de la boda...Mariana observa como la manada se viste para la gran fiesta, Jennifer tuvo la osadía no solo de enviar una invitación para su madre, si no para Mariana.— Es tu hija, entiendo si debes ir a acompañarla — Mariana no quiere que Aurora se aleje de su hija solo por apoyarla, entre las dos hay una unión de hermanas tan fuerte que jamás permitirá que Aurora sea infeliz .— No lo haré, no solo por darte mi apoyo incondicional, ella hizo mal, acompañarla sería aceptar ante todos que ella no cometió un error.Aurora se siente decepcionad
Nicola sonríe ante el rostro ruborizado de Mariana que abre los ojos.—¡¿No puedes hacer eso?!—Mauro le da un fuerte empujón a Nicola, gruñe lleno de celos al ver que Mariana correspondió a ese beso.Nicola le regresa el empujón, los dos se miran llenos de una rabia asesina, producto del duelo por la loba que les interesa.—¡¿Que te pasa?! —Jennifer levanta la voz y jala del brazo a Mauro para que se controle, la manada los observa y susurra, la está dejando en ridículo.—¡Eres la madre de mi hija! No voy a permitir que me hagas pasar estás vergüenzas, me debes respeto y lealtad.—El mismo que tu me debías y no cumpliste, Mauro, puedes irte al infierno —Mariana toma la mano de Nicola, ha llegado el momento de irse de ese lugar.Mauro quiere ir tras ellos, Jennifer lo detiene mientras le reclama lo que acaba de hacer.—¡Yo soy tu esposa! La futura madre de tu hijo Alfa, Esto me ofende demasiado —Jennifee pierde el control levantando su voz al Alfa.La manada hace un sonido de sorpresa
Capítulo 8Uno de los miembros del concejo de ancianos de la región lobil, se acerca —Estas en la mirada de todo el mundo, comportarte —Le pide a Mauro que deje de hacer un escándalo, pues las miradas de los presentes se concentran en la discusión.Mariana le pide a Nicola que la saqué de allí, no quiere estar cerca de Mauro.Mauro gruñe al verla alejarse, pero por las apariencias decide no hacer nada, solo tragarse la impotencia de ver a Mariana con otro lobo.—Lo siento, no quería que se dañará nuestra cena, no entiendo a Mauro y sus actitudes, pero el ya no es mi dueño.Nicola le da un beso en la mano—No te preocupes, yo daría mil batallas por ti.Los dos se suben en el carruaje de Nicola, hablan de lo importante que ha sido para los dos conocerse.—Le diste luz a mi vida, y eso es algo que no olvidaré.Mariana se acerca suavemente a Nicola, es ella quien inicia ese beso tierno.Nicola la toma de la cintura, sonríe—Gracias por besarme sin necesidad de suplicarlo.El lobo toma su
Capítulo 9Mariana se siente indignada ante el descaro de Mauro, le duele que juegue con los sentimientos de la pequeña.—Tenemos que hablar —Mariana le pide a su pequeña hija que vaya a casa.Mauro intenta acercarse a ella, pero Mariana da un leve paso hacia atrás para mantenerlo alejado a distancia.—¿Que es lo que buscas? Creo que ya nos has hecho mucho daño como, y ya no lo voy a permitir menos a mi hija.—Ella también es mi hija y tú eres mía, fue tu dueño —Mauro gruñe con los dientes apretados, intentando controlar la rabia que siente por el desprecio de Mariana.—Era, renunciaste a las dos por Jennifer, así que ve con tu esposa, con su embarazo y se feliz —Mariana quiere entrar a casa pero Mauro la jala del brazo.—¡¿Te embrujo?! Estás tan confundida con ese idiota que no te das cuenta, solo te usa, ningún Alfa soltero tomaría como esposa a una esposa vieja y divorciada, solo te quiere en la cama.Mauro gruñe, la idea que Mariana sea feliz con un lobo más joven le vuelve loco,
Mariana se siente muy nerviosa con la presencia de la madre de Nicola.—¿Que necesita reina? —Baja la cabeza y hace una venía brindando los respetos protocolares.—Creo que lo único que puedo necesitar de ti es una cosa, Alejate de Nicola —Jules frunce el ceño mientras observa alrededor con asco, como si la vivienda de Mariana fuese una pocilga.—¿Por qué me pide eso? Yo quiero a su hijo, Nicola es importante para mi —Mariana abre los ojos, siente un fuerte dolor en su pecho, el del desprecio.—No eres digna de el, entiende que eres una divorciada, que además no has resulto muy bien tu posición por la discusión que escuche con esa loba que dice ser tu ahora reina.Jules odia todo de Mariana, que es mayor que su hijo, que ya tiene una cachorra y que es divorciada, todo ella es un conjunto De lo no deseado para una reina de manada.—Ella está equivocada en sus acusaciones —Mariana intenta explicar a Jules Pero está levanta la mano para callarla.—No me interesa tu vida personal, solo al
Marcia se siente desesperada por casarse con alguien de dinero, las palabras de Alfredo su amante le preocupan.—Hemos hecho muchos sacrificios para llegar aquí, no vamos a desistir solo porque el estúpido del Alfa está enamorado.Alfredo insiste en que ellos deben deshacerse de Nicola, así la honra de Marcia no sea manchada por ser rechazada para el compromiso.—Espera, voy a intentar solucionarlo, nadie me ofrecerá ser reina de una manada tan prospera como Luna de Oro, tenemos que ser inteligentes.Alfredo gruñe y agarra con fuerza del brazo a Marcia—¿Acaso te preocupas por el? —Cuestiona celoso.—Solo por nuestro plan —Enojada la loba le pide que se vaya de su habitación.Marcia se coloca un poco de perfume, una bata de seda pequeña, un rojo carmesí en los labios.Decide ir a la habitación de Nicola, este escucha su puerta abrirse y se sorprende al ver a la loba.—¿Necesitas algo? —pregunta frunciendo el ceño.—Solo venía a decirte que eres importante para mí, y que yo puedo darte