Mariana le pide a Nicola que se vaya
— Solo quiero estar sola.
El niega con la cabeza
— No lo haré, desde el día en el puente me hice la promesa de cuidarla — sonreí coqueto.
— Eres un lobo joven, no deberías preocuparte por una loba divorciada con una hija y rechazada como yo.
Mariana expresa en sus palabras la percepción que tiene de ella misma, la herida que le ha dejado Mauro.
Nicola la toma del mentón, la mira directamente a sus ojos azules, hay una leve y momentánea conexión entre los dos
— La edad es solo un brillo de nuestra belleza interior — Nicola le da una caricia y con su mano limpia el rostro.
Mariana se sonroja ante las calidas palabras de aquel joven apuesto, pero decide seguir su camino.
Al llegar a casa, le agradece por la compañía
— Le pido que no vuelva a acercarse a mi
Mariana cierra la puerta, pero Nicola se queda viendo desde la distancia aquella casa vieja, la luz ilumina una ventana, en ella ve la sombra de Mariana que carga a su hija en brazos, es una escena imposible de admirar.
Amanece
El Alfa de Luna de Oro despierta seguido de su séquito, su Beta, Kevin, le da los informes del día.
Nicola había llegado al trono después de la muerte de su padre, era aún un adolescente, dejo que su reinado fuera guiado durante mucho tiempo por los lobos ancianos y los leales sirvientes de su padre, ahora con 25 años quiere tener las riendas del cargo que asumió desde antes de nacer.
Al llegar al comedor saluda a su madre, ella aún ve en sus ojos la luz de su difunto Alfa pero está mañana Nicola tiene un brillo especial y se lo hace saber de inmediato.
—¿Sucedió algo? Nunca has tenido esa sonrisa y mucho menos ese brillo — acaricia su mano.
Nicola niega y solo sonríe, sabe los motivos, Mariana, pero no lo puede decir aún, una loba divorciada y más si fue la reina de su manada, es mal vista, es una fracasada o que no supo ser una buena esposa, pero el sabe que Mariana es la víctima de un par de desgraciados.
— Hoy viene Marcia Burns, Quiero que la trates como lo que es, tu prometida — la reina Jules, desea que su hijo se case con la loba que se ha destinado para el desde que era niño.
Nicola coloca su mano sobre la mesa
— Aún no es oficial nuestro compromiso, se que mi padre le dió la palabra a Burns sobre casarme con su hija, pero ahora soy el Alfa.
— ¡Debes cumplir!— grita su madre — Es importante que hagas respetar la palabra de tu padre.
Nicola se levanta de la mesa, ha perdido el apetito y lo feliz que era hace unos momentos.
Mientras tanto....
Mariana arregla un poco la casa, vende sus joyas y recibe ayuda del joyero que las compra a un buen precio, toda la manada aún la quiere como la reina, aunque algunas lobas tienen la necesidad de ganarse el favor de Jennifer y por ende la ignoran.
Al llegar a casa con algunos víveres, una loba de la manada la espera.
— Mariana, me gustaría que me hicieras mi vestido de gala, se que eras muy buena cosiendo antes de ser la esposa del Alfa.
La loba le entrega varias monedas de oro, lo que Mariana ve como la oportunidad de ganar dinero y sostener a su hija.
Arduamente inicia la confección de un vestido negro de brillantes, no duerme y sus dedos pinchados ya están algo inflamados, pero quiere que esté vestido sea perfecto para tener más pedidos.
Una de esas noches antes de la entrega del vestido, observa a la ventana y ve una sombra en medio del bosque frente a su jardín.
Decide acercarse
— Le dije que no me buscara — le dice a Nicola que estaba escondido detrás de un árbol, quería cuidar de ella y sentía la necesidad de observarla, se había prendado de ella.
— Corrijo — suspira — que no me acercara, y creo que esta es una distancia apropiada.
Mariana sonríe como no lo ha hecho en muchos días, le pide que siga por una taza de café.
Los dos hablan toda la noche, mientras Nicola observa como ella termina el bello vestido.
— Quiero estar distraída, mañana es el anuncio del matrimonio, y no quiero pensar en ellos y menos que mi hija se entere.
Nicola la toma de la mano quiere darle su apoyo, pero Mariana solo se aleja, le ha puesto un candado a su corazón.
Al día siguiente
Mariana debe llevar el vestido donde su cliente, quiere hacerlo temprano para no cruzarse con las miradas de lástima de la manada que se preparan para el anuncio del compromiso.
La loba le pide que la espere y le entrega el dinero, algo que Mariana hace observando desde la ventana de la mansión de su cliente como los lobos adornan las calles, un recuerdo de lo que un día paso con ella.
— Estoy lista.
Mariana gira para ver a su cliente, y se topa con la desagradable sorpresa, Jennifer es quien tiene el vestido puesto.
—¡Quítate ese vestido!— Exclama Mariana furiosa ante la humillación que planea hacerle Jenniffer.
—¿Por que? Mi amiga pago por tus servicios de costurera, no es su culpa, como no es culpa del joyero venderme tus joyas — Jennifer presume los aretes de esmeralda en sus orejas, los mismos que Mariana vendió.
—¡¿Que es lo que quieres?! ¿Que te hice para que me odies?— Mariana la mira a los ojos.
Jennifer mira a su amiga y chasquea los dedos para que se retire, la loba obedece sintiéndose avergonzada con Mariana pero debe agradarle a la nueva reina.
— ¿Sabes lo que se siente que desde niña te comparen? Mi madre siempre me comparó contigo y hoy le demuestro que fui mejor — Jennifer tiene una sonrisa malévola, burlona, ganando algo en una guerra que no existió.
—Nunca, lamento decirte que puedes nacer mil veces y nunca serás mejor que yo, porque el dinero, los privilegios no me definieron — Mariana con una sonrisa fingida se marcha.
Camina lo más rápido que puede y se desvacene en el suelo dándole golpes al césped por la rabia que siente en su pecho.
Nicola que la esperaba en casa hablando con Aurora y jugando con la hija de Mariana, al ver la escena corre.
La ve destruida, llorando en el suelo con el corazón roto.
— Me humilló de nuevo me humillo — Mariana se siente destruida por el desprecio de quienes amo.
Nicola la toma de las mejillas, sostiene su rostro y la mira fijamente.
— Nadie, mi señora bonita, lo volverá a hacer mientras yo exista, tú serás mi protegida y te juro que como el ave fénix levantarás tus alas.
Nicola toma la mano de Mariana y le da un beso, símbolo que desde hoy la protegerá como Alfa de Luna de oro.
Capitulo 6Mariana se siente avergonzada, no quería que Nicola la viera en su momento más frágil.— Gracias pero deberías irte, este no es un problema para ti — Ella suspira mientras bebe un poco de agua.— Lo es, yo siempre te cuidare, pero si te incómodo me iré.Mariana se encierra a llorar en su habitación, le duele la traición pero sabe que debe reponerse, no puede permitir que Jennifer y Mauro la destruyan ella es mejor que eso.Llega el día de la boda...Mariana observa como la manada se viste para la gran fiesta, Jennifer tuvo la osadía no solo de enviar una invitación para su madre, si no para Mariana.— Es tu hija, entiendo si debes ir a acompañarla — Mariana no quiere que Aurora se aleje de su hija solo por apoyarla, entre las dos hay una unión de hermanas tan fuerte que jamás permitirá que Aurora sea infeliz .— No lo haré, no solo por darte mi apoyo incondicional, ella hizo mal, acompañarla sería aceptar ante todos que ella no cometió un error.Aurora se siente decepcionad
Nicola sonríe ante el rostro ruborizado de Mariana que abre los ojos.—¡¿No puedes hacer eso?!—Mauro le da un fuerte empujón a Nicola, gruñe lleno de celos al ver que Mariana correspondió a ese beso.Nicola le regresa el empujón, los dos se miran llenos de una rabia asesina, producto del duelo por la loba que les interesa.—¡¿Que te pasa?! —Jennifer levanta la voz y jala del brazo a Mauro para que se controle, la manada los observa y susurra, la está dejando en ridículo.—¡Eres la madre de mi hija! No voy a permitir que me hagas pasar estás vergüenzas, me debes respeto y lealtad.—El mismo que tu me debías y no cumpliste, Mauro, puedes irte al infierno —Mariana toma la mano de Nicola, ha llegado el momento de irse de ese lugar.Mauro quiere ir tras ellos, Jennifer lo detiene mientras le reclama lo que acaba de hacer.—¡Yo soy tu esposa! La futura madre de tu hijo Alfa, Esto me ofende demasiado —Jennifee pierde el control levantando su voz al Alfa.La manada hace un sonido de sorpresa
Capítulo 8Uno de los miembros del concejo de ancianos de la región lobil, se acerca —Estas en la mirada de todo el mundo, comportarte —Le pide a Mauro que deje de hacer un escándalo, pues las miradas de los presentes se concentran en la discusión.Mariana le pide a Nicola que la saqué de allí, no quiere estar cerca de Mauro.Mauro gruñe al verla alejarse, pero por las apariencias decide no hacer nada, solo tragarse la impotencia de ver a Mariana con otro lobo.—Lo siento, no quería que se dañará nuestra cena, no entiendo a Mauro y sus actitudes, pero el ya no es mi dueño.Nicola le da un beso en la mano—No te preocupes, yo daría mil batallas por ti.Los dos se suben en el carruaje de Nicola, hablan de lo importante que ha sido para los dos conocerse.—Le diste luz a mi vida, y eso es algo que no olvidaré.Mariana se acerca suavemente a Nicola, es ella quien inicia ese beso tierno.Nicola la toma de la cintura, sonríe—Gracias por besarme sin necesidad de suplicarlo.El lobo toma su
Capítulo 9Mariana se siente indignada ante el descaro de Mauro, le duele que juegue con los sentimientos de la pequeña.—Tenemos que hablar —Mariana le pide a su pequeña hija que vaya a casa.Mauro intenta acercarse a ella, pero Mariana da un leve paso hacia atrás para mantenerlo alejado a distancia.—¿Que es lo que buscas? Creo que ya nos has hecho mucho daño como, y ya no lo voy a permitir menos a mi hija.—Ella también es mi hija y tú eres mía, fue tu dueño —Mauro gruñe con los dientes apretados, intentando controlar la rabia que siente por el desprecio de Mariana.—Era, renunciaste a las dos por Jennifer, así que ve con tu esposa, con su embarazo y se feliz —Mariana quiere entrar a casa pero Mauro la jala del brazo.—¡¿Te embrujo?! Estás tan confundida con ese idiota que no te das cuenta, solo te usa, ningún Alfa soltero tomaría como esposa a una esposa vieja y divorciada, solo te quiere en la cama.Mauro gruñe, la idea que Mariana sea feliz con un lobo más joven le vuelve loco,
Mariana se siente muy nerviosa con la presencia de la madre de Nicola.—¿Que necesita reina? —Baja la cabeza y hace una venía brindando los respetos protocolares.—Creo que lo único que puedo necesitar de ti es una cosa, Alejate de Nicola —Jules frunce el ceño mientras observa alrededor con asco, como si la vivienda de Mariana fuese una pocilga.—¿Por qué me pide eso? Yo quiero a su hijo, Nicola es importante para mi —Mariana abre los ojos, siente un fuerte dolor en su pecho, el del desprecio.—No eres digna de el, entiende que eres una divorciada, que además no has resulto muy bien tu posición por la discusión que escuche con esa loba que dice ser tu ahora reina.Jules odia todo de Mariana, que es mayor que su hijo, que ya tiene una cachorra y que es divorciada, todo ella es un conjunto De lo no deseado para una reina de manada.—Ella está equivocada en sus acusaciones —Mariana intenta explicar a Jules Pero está levanta la mano para callarla.—No me interesa tu vida personal, solo al
Marcia se siente desesperada por casarse con alguien de dinero, las palabras de Alfredo su amante le preocupan.—Hemos hecho muchos sacrificios para llegar aquí, no vamos a desistir solo porque el estúpido del Alfa está enamorado.Alfredo insiste en que ellos deben deshacerse de Nicola, así la honra de Marcia no sea manchada por ser rechazada para el compromiso.—Espera, voy a intentar solucionarlo, nadie me ofrecerá ser reina de una manada tan prospera como Luna de Oro, tenemos que ser inteligentes.Alfredo gruñe y agarra con fuerza del brazo a Marcia—¿Acaso te preocupas por el? —Cuestiona celoso.—Solo por nuestro plan —Enojada la loba le pide que se vaya de su habitación.Marcia se coloca un poco de perfume, una bata de seda pequeña, un rojo carmesí en los labios.Decide ir a la habitación de Nicola, este escucha su puerta abrirse y se sorprende al ver a la loba.—¿Necesitas algo? —pregunta frunciendo el ceño.—Solo venía a decirte que eres importante para mí, y que yo puedo darte
Mariana lee los documentos, no puede creer que un día amo con intensidad a el lobo que hoy parece querer verla destruida.—¡Esto es una injusticia! Los acuerdos no deberían romperse y menos si El Alfa fue quien tomo al decisión de separarse —Aurora llora, siente que ha perdído todo, su hija y su casa, el recuerdo de su esposo.El anciano niega con la cabeza, en su rostro se le ve un gesto de lastima, Pero no puede hacer nada el solo sigue órdenes.Mariana toma los documentos y con paso firme se dirige a la casa de su ex, al entrar grita en medio del salón—¡Vengo a hablar con el Alfa Mauro!Jennifer que reconoce su voz, baja de inmediato—¡Lárgate de mi casa! No eres bienvenida —La loba siente una enorme rabia en su pecho.Mauro sale de su estudio con una sonrisa triunfalista—Sube a la habitación y no nos interrumpas —Le ordena a Jennifer.—¡No lo haré! Está loba tiene que irse de aquí —Jennifer tiembla por la rabia.—¡Sube a la habitación! —Grita Mauro dando una orden fuerte.Jennif
Capítulo 13Mariana suspira mientras recibe un beso de Nicola, los dos hacen en amor tirados en el prado verde de la montaña, mientras las estrellas cubren sus pieles.—¿Me amas? —Pregunta Mariana con la voz entrecortada y con su corazón entregado a Nicola.—Lo haré siempre, nunca lo olvides.Nicola la deja en casa, Pero le pide que se prepare, organizará una pequeña cena con algunos miembros de la manada, para presentarla como su futura reina.—¿Sabes lo que sucedera? Es muy difícil que acepten una loba como yo.—Lo se, pero juramos que haríamos lo que sea por nuestro amor, y eso haremos.Nicola le da un suave beso en los labios.Mariana se traslada al amanecer a su nueva casa, decide llevar a Aurora consigo.Empieza con su taller de ropa, que rápidamente se vuelve muy popular en la manada, las lobas deciden ir por el gran talento de Mariana para crear vestidos.Jennifer llega con la prepotencia que la caracteriza —Quiero que le hagas los vestidos más hermosos a tu reina —Sonrie y c