JACK JOURNEY Cuando mis compañeros supieron lo que ocurrió con Stefany y cuál es mi amado pasatiempo decidieron que soy un romántico e intervinieron para ayudarme... a su manera. Arrestaron a mi musa y la encerraron en una celda. Casi muero de la impresión, ¿Así pretenden ayudarme o empeorar las cosas? Llegué rápidamente a la jefatura donde mis ex compañeros laborales me estaban esperando y así fue que trajeron a Stefany ante mi, demasiado enojada, odiandome y con la amenaza de una demanda contra mi y toda la jefatura. -Te amo Dulzura- Le confesé y mis compañeros se burlaron -Eres un... un... ¡baño!- Tarde segundos en reaccionar, esperaba un insulto pero no que me dijera que soy un baño, aunque comprendí que necesitaba vomitar El mensaje fue captado tarde y Stefany naturalmente no llegó al baño a tiempo. Sino que vomitó antes y luego se descompensó en brazos de una oficial que alcanzó a sostenerla. La cargué y me la llevé al hospital más cercano. Este juego, aunque co
STEFANY CARSON Llegó el día de ir al médico y mordí todas mis uñas mientras esperaba mi turno de ser atendida. -Dulzura si lo que deseas es que use las esposas contigo solo tienes que pedírmelo- Jack me guiño el ojo, lo suficiente para hacerme imaginar esa situación y sonrojarme en el acto -Estamos en el médico, ¿No puedes parar?- Le pregunté susurrando con cuidado de que nadie nos escuchara -Si estamos aquí no es precisamente porque jugamos dados, amor. Si las miras a ellas entenderás que hicieron lo mismo que nosotros- me robó un beso y los colores volvieron a subir a mi rostro, así como también una ráfaga de calor se apoderó de ciertas partes sensibles de mi cuerpo -Lo entiendo. Ahora por favor quédate en silencio y deja de avergonzarme- Desvié la miradaJack sonrió y finalmente se quedó callado, aguardando junto a mi que llegara mi turno. En la consulta todo salió bien, aunque lamenté mi ingenuidad. Las píldoras fallaron debido a mi malestar estomacal. ¿Cómo no me di cuenta?
El frío del invierno más crudo que puedo recordar se cuela en mis huesos. El viento agita mi cabello negro y amenaza con hacer volar mi gorro de lana. El vapor sale de mis labios con cada respiración y corro hasta llegar al automóvil de mi madre. -Maldición, voy a congelarme- Protesto sin detenerme. Haber tenido que estacionar a cuatro calles me molestaOdio hacer trámites, odio ir de compras, odio mi vida. Con el dinero que mi padre me dió como regalo y dinero que me costó demasiado esfuerzo reunir, fui a ver algunos automóviles de segunda mano en búsqueda de uno que se ajuste a mi limitado presupuesto. Trabajo en un pequeño salón de belleza y odio estar allí. Las demás chicas son hermosas con sus cuerpos de muñecas, mientras que yo... la gordita a la que nadie voltea a ver. Desanimada y muerta de frío conduzco de nuevo a casa. Necesito tomar algo caliente o voy a enfermarme.Mi madre me recibe, muy molesta, con su mano extendida para que le entregue las llaves de su automóvil.
La decepción del amor que jamás fue para mí, duró mucho en desaparecer de mi pecho y hasta que cumplí los diecinueve años no me interesé en nadie. Comencé a trabajar en una cafetería muy concurrida, por lo tanto las propinas eran bastante buenas. Estaba ahorrando para poder irme a vivir sola y había podido comprar algunos muebles para eso. Me sentía orgullosa, aunque aún mi depresión por la falta constante de cariño me acompañaba. En la cafetería solo había dos chicas trabajando, además de mi. Ellas eran muy lindas y los clientes les dejaban buenas propinas, pero si yo estaba con ellas era todo lo contrario. Me sentía totalmente deprimida en la cafetería, pero era demasiado rápida para preparar los pedidos, por lo que mi jefa no quería despedirme y por eso decidió cambiarme de turno. Me sentí totalmente triste por no poder trabajar con las chicas y también por no ser lo suficientemente bonita para que algún cliente pidiera ser atendido por mi. ¿Quien elegiría a la "gordita"? Ni si
JACK JOURNEYEs un día caluroso y yo nuevamente estoy patrullando por las calles desoladas a esta hora donde nadie saldría de casa si es inteligente. Con cuarenta grados de temperatura, un huevo podría asarse en el pavimento. Estoy sudando, el uniforme azul es realmente caluroso. Si tan solo pudiera estar manejando descalzo todo sería mejor, el cuero en mis pies me hace sentir dentro de un maldito horno. Comienzo a odiar mi trabajo como policía. Con treinta y seis años, medité varias veces entregar mi placa y retirarme, ni siquiera necesito hacer esto. Mi familia siente miedo cada vez que ven las noticias. Trabajo como policía porque me encanta la adrenalina y mi vida normal es demasiado aburrida como para conseguirla por mis propios medios. Patrullar las calles no siempre es tan malo porque hubo algunas veces en las que impedí un robo en proceso. Perseguir un delincuente siempre es algo que dispara mi adrenalina a un nivel increíble y me hace sentir vivo. Es extremo, también hubo o
JACK JOURNEYLlegué a trabajar sintiendo verdadero cansancio. Dormí menos horas de las que necesito para estar lo suficientemente descansado para soportar mi trabajo. Al despertar lo hice temprano después de soñar con mi musa. Podría haber seguido durmiendo, pero me sentía tan inspirado que comencé a escribir de inmediato. Se que si sigo así la trama acabará pronto. El erotismo puede ser narrado fácilmente en esta trama, pero ¿En la siguiente? ¿Cómo haré?Necesitaré a mi musa. Tengo que encontrarla por el bien de mi saga y para no perder credibilidad con mis lectores. Patrullo por las mismas calles desoladas toda la semana buscándola a ella, sintiendo este calor insoportable y el uniforme pegado a mi piel. Encontrarla significaría un gran avance, pero no puedo presentarme delante de ella y decirle "Eres mi musa, acompáñame y déjame inspirar un personaje cargado de seducción en mi historia" creerá que estoy completamente enfermo. Tengo que ganarme su confianza, pero también inspirar
STEFANY CARSONLa biblioteca es un lugar tranquilo para trabajar y es el lugar al que no renunciaría, al menos hasta que pueda conseguir algo mejor o un trabajo de tiempo completo que pague las cuentas. Hay varios días donde las mesas se ocupan con estudiantes de distintos niveles de educación. Disfruto ayudando a los niños pequeños que vienen a pedirme desde un diccionario hasta un libro de cuentos. Ellos son agradables y no miran mi sobrepeso ni como me visto, sino que me agradecen con una gran sonrisa en el rostro. También hay momentos en los que me siento humillada cuando me miran solo para criticar mutuamente lo que comen las adolescentes. "Si sigues comiendo vas a terminar como ella". Los universitarios son quienes, generalmente no me miran a menos que sea para solicitar algo que no pueden encontrar ellos mismos. Aunque, eso cambió cuando conocí a Hugo, un estudiante de tercer año de medicina. El me ayudó a recoger algunos libros que se habían caído y fue muy amable conmigo.
JACK JOURNEYEstar en casa con una lesión en la pierna y depender de dos muletas para caminar y no apoyar el pie es una pesadilla. Debo tomar analgésicos y antibióticos para prevenir una infección que solo podría empeorar mi estado. Los días transcurren con lentitud y mi frustración aumenta. Con este clima infernal y sin poder meterme a la piscina por órdenes del doctor mi malhumor solo empeora. Siendo sincero conmigo mismo, el asunto titulado "Stefany Carson" es el que me abruma más. La necesito, se dónde trabaja y averiguar su dirección no sería complicado, pero si acercarme a ella. No puedo ir a su trabajo y simplemente decirle que se ha metido en mi subconsciente desde que la vi. Tampoco puedo decirle que soy el famoso escritor "Blair" y que ella es mi musa para una novela erótica. Estoy jodido, lo sé. Decirle "quiero que trabajes para mí" también sería sospechoso porque no nos conocemos, soy un policía herido de bala que conoció por accidente, nada mas que eso.Mi editor me lla