La decepción del amor que jamás fue para mí, duró mucho en desaparecer de mi pecho y hasta que cumplí los diecinueve años no me interesé en nadie.
Comencé a trabajar en una cafetería muy concurrida, por lo tanto las propinas eran bastante buenas. Estaba ahorrando para poder irme a vivir sola y había podido comprar algunos muebles para eso. Me sentía orgullosa, aunque aún mi depresión por la falta constante de cariño me acompañaba. En la cafetería solo había dos chicas trabajando, además de mi. Ellas eran muy lindas y los clientes les dejaban buenas propinas, pero si yo estaba con ellas era todo lo contrario. Me sentía totalmente deprimida en la cafetería, pero era demasiado rápida para preparar los pedidos, por lo que mi jefa no quería despedirme y por eso decidió cambiarme de turno. Me sentí totalmente triste por no poder trabajar con las chicas y también por no ser lo suficientemente bonita para que algún cliente pidiera ser atendido por mi. ¿Quien elegiría a la "gordita"? Ni siquiera yo misma me hubiese escogido. En mi turno, trabajando con chicos, me sentí mejor. Estando con ellos podía recibir propinas y sentía que me trataban más amablemente. Jason y Xavier eran simpáticos y tenían mi edad. Los dos eran guapos, pero Xavier estaba en una relación desde hacía dos años. Jason era muy lindo, cabello negro y rizado, un piercing en el labio y siempre vestía de negro. Aunque su aspecto era el de un chico rudo, después de conocerlo era adorable y dulce, razón por la cual acabé enamorándome de él demasiado rápido. Quise evitar mis sentimientos, pero no lo logré. Él me invitó algunas veces al cine o a tomar un helado y eso me hizo sentir esperanzada, ¿Por qué saldría con "la gordita" si no era por cariño? Algunas veces lo dejaba conducir mi coche, confiaba demasiado en él. Un día lo ví nervioso, pero también feliz. Me invitó al cine, me dió un abrazo y besó mi mejilla. Suspiré y sentí su loción cítrica, aquella que tanto había aprendido a adorar. Me puse mi mejor vestido, uno negro con unas pequeñas flores de colores que no me hacía sentir tan gorda como al usar jeans. Pasé a recogerlo por su casa y luego llegamos al cine. -Stef, tengo que hablar contigo. No sé si tú quieras, pero para mí sería muy importante si dijeras que si...- La película dió inicio y yo sonreí en todo lo que duró Creí que él me pediría ser su novia, ¿Qué más podía pedirme? Al terminar la película, salimos de la sala y él se paró frente a mi. Se veía ansioso, pero aún así sonreía. -Stef. He estado pensando en algo, pero no me animaba a pedírtelo. Verás... ¿Recuerdas a Sarah? Hemos vuelto y quiero verla, pero ella viajó con su familia...- Mi sonrisa se desvaneció -Y esperabas que te prestara mi coche para ir a verla- Terminé la frase por él sintiendo el ardor en mis ojos por las lágrimas contenidas -Si, tu eres mi amiga, ¿No sé prestan cosas los amigos?- Me pareció descarado de su parte, aprovechado -Si, pero yo creí que tú...- Me alejé, pero me tomó del brazo -¿Acaso pensaste que me fijaría en ti? Viste lo hermosa que es Sarah. Tu eres buena, simpática y por momentos divertida, pero... -Pero no soy hermosa y jamás te fijarías en mi. Creo que lo mejor es no vernos más- Me alejé y cuando salí del cine corrí hacia mi coche "No soy lo suficientemente linda" "Nadie escogería a una gorda habiendo mejores opciones" Mi conciencia no dejaba de reprocharme por haberme enamorado de alguien como él. Una parte de mi sabía que jamás me correspondería, que él era demasiado bueno para ser real, pero la otra deseaba enamorarse y pensar en positivo. Al llegar a casa todo volvió a ocurrir. Mi madre me vió llorando y se rió. -Deberías tener expectativas más reales. No debes buscar un chico guapo y musculoso- Me encerré en mi cuarto escuchando su risa En otras oportunidades, ella me había dicho que ningún chico guapo me vería, que nadie me escogería entre otras opciones. ¿Qué tenía yo de especial? Nada, ni siquiera un estudio universitario ni una habilidad especial. (.....) Así que el tiempo pasó para mí. Después de mi desilusión con Jason, dejé mi trabajo en la cafetería. No podía soportar estar allí tan cerca y saber que yo malinterpreté todo. Conseguí trabajo como empleada de limpieza en una casa familiar y eso fue lo mejor que pudo sucederme. El matrimonio tenía una hija con quién tenía muchas cosas en común. Samantha también tenía sobrepeso, pero ella se veía feliz, muy diferente a mi. Permanecí trabajando allí hasta que cumplí los veinte años y mi sueño de vivir sola comenzó a convertirse en algo más real. Al padre de ella lo trasladaron por trabajo a otra ciudad y yo debí volver a la tediosa tarea de buscar trabajo. Estaba abierta a las posibilidades y no le temía a trabajar en lo que encontrara. Podría conseguir empleo de camarera, limpieza, lo que fuera. Yo necesitaba estar fuera de casa y ganar dinero, eso distraería mi mente y me acercaría a mi deseo de no volver a este lugar nunca más. (....) Cumplí veintiuno y pude mudarme, finalmente. Mi madre estaba demasiado feliz de no tener que verme más y yo sentía lo mismo. Ella no me quería y sus palabras hacia mi siempre eran crueles. Ella solo empeoraba mi depresión. Comencé a trabajar en una biblioteca por la mañana y en una cafetería por la tarde. No ganaba demasiado en mi primer trabajo, pero al menos era tranquilo y nadie me discriminaba por mi sobrepeso, nadie me miraba allí. Lo positivo allí era que podía leer, algo que había comenzado a disfrutar mucho. Por las noches, en la soledad de mi apartamento, realmente disfrutaba de una buena lectura. Siempre escogia una novela romántica que le permitiera a mi imaginación volar. No escogía tramas con mucho contenido sexual, no me atraían en realidad. Siempre las protagonistas eran las mismas, chicas delgadas y perfectas. Prefería las tramas dónde una mujer con mis proporciones pudiera alcanzar la felicidad. Siendo las veinte horas, aún hace calor y yo estoy a treinta minutos de salir de mi trabajo en la cafetería. Fue una tarde bastante movida. Mucha gente joven y también familias vinieron hoy. Mis propinas son generosas, no puedo quejarme.JACK JOURNEYEs un día caluroso y yo nuevamente estoy patrullando por las calles desoladas a esta hora donde nadie saldría de casa si es inteligente. Con cuarenta grados de temperatura, un huevo podría asarse en el pavimento. Estoy sudando, el uniforme azul es realmente caluroso. Si tan solo pudiera estar manejando descalzo todo sería mejor, el cuero en mis pies me hace sentir dentro de un maldito horno. Comienzo a odiar mi trabajo como policía. Con treinta y seis años, medité varias veces entregar mi placa y retirarme, ni siquiera necesito hacer esto. Mi familia siente miedo cada vez que ven las noticias. Trabajo como policía porque me encanta la adrenalina y mi vida normal es demasiado aburrida como para conseguirla por mis propios medios. Patrullar las calles no siempre es tan malo porque hubo algunas veces en las que impedí un robo en proceso. Perseguir un delincuente siempre es algo que dispara mi adrenalina a un nivel increíble y me hace sentir vivo. Es extremo, también hubo o
JACK JOURNEYLlegué a trabajar sintiendo verdadero cansancio. Dormí menos horas de las que necesito para estar lo suficientemente descansado para soportar mi trabajo. Al despertar lo hice temprano después de soñar con mi musa. Podría haber seguido durmiendo, pero me sentía tan inspirado que comencé a escribir de inmediato. Se que si sigo así la trama acabará pronto. El erotismo puede ser narrado fácilmente en esta trama, pero ¿En la siguiente? ¿Cómo haré?Necesitaré a mi musa. Tengo que encontrarla por el bien de mi saga y para no perder credibilidad con mis lectores. Patrullo por las mismas calles desoladas toda la semana buscándola a ella, sintiendo este calor insoportable y el uniforme pegado a mi piel. Encontrarla significaría un gran avance, pero no puedo presentarme delante de ella y decirle "Eres mi musa, acompáñame y déjame inspirar un personaje cargado de seducción en mi historia" creerá que estoy completamente enfermo. Tengo que ganarme su confianza, pero también inspirar
STEFANY CARSONLa biblioteca es un lugar tranquilo para trabajar y es el lugar al que no renunciaría, al menos hasta que pueda conseguir algo mejor o un trabajo de tiempo completo que pague las cuentas. Hay varios días donde las mesas se ocupan con estudiantes de distintos niveles de educación. Disfruto ayudando a los niños pequeños que vienen a pedirme desde un diccionario hasta un libro de cuentos. Ellos son agradables y no miran mi sobrepeso ni como me visto, sino que me agradecen con una gran sonrisa en el rostro. También hay momentos en los que me siento humillada cuando me miran solo para criticar mutuamente lo que comen las adolescentes. "Si sigues comiendo vas a terminar como ella". Los universitarios son quienes, generalmente no me miran a menos que sea para solicitar algo que no pueden encontrar ellos mismos. Aunque, eso cambió cuando conocí a Hugo, un estudiante de tercer año de medicina. El me ayudó a recoger algunos libros que se habían caído y fue muy amable conmigo.
JACK JOURNEYEstar en casa con una lesión en la pierna y depender de dos muletas para caminar y no apoyar el pie es una pesadilla. Debo tomar analgésicos y antibióticos para prevenir una infección que solo podría empeorar mi estado. Los días transcurren con lentitud y mi frustración aumenta. Con este clima infernal y sin poder meterme a la piscina por órdenes del doctor mi malhumor solo empeora. Siendo sincero conmigo mismo, el asunto titulado "Stefany Carson" es el que me abruma más. La necesito, se dónde trabaja y averiguar su dirección no sería complicado, pero si acercarme a ella. No puedo ir a su trabajo y simplemente decirle que se ha metido en mi subconsciente desde que la vi. Tampoco puedo decirle que soy el famoso escritor "Blair" y que ella es mi musa para una novela erótica. Estoy jodido, lo sé. Decirle "quiero que trabajes para mí" también sería sospechoso porque no nos conocemos, soy un policía herido de bala que conoció por accidente, nada mas que eso.Mi editor me lla
STEFANY CARSONMi rutina continúa sin cambios, tan aburrida como siempre y mi depresión es mi fiel compañera sin remedio. Los pensamientos suicidas no dejan de llegar con frecuencia y me duele el corazón solo de imaginar cuánta gente lucha por tener un día más de vida, mientras que yo fantaseo con no volver a despertar ni a sentir dolor. Se que tener espejos me daña, pero aún así no dejo de mirarme y señalar mis defectos aún con la ropa puesta. No sé por qué sigo del mismo modo, pero no puedo cambiarlo. Pienso en la única vez que tuve relaciones y en que tal vez debería sentir compasión por quien se acostó conmigo. ¿De qué otra manera hubiese descubierto lo que se sentiría así? Aún así llegué a pensar que el dinero que él recibió no fue suficiente. Debería de estar molesta, pero no puedo enojarme. Hoy el policía herido de bala fue a la cafetería donde trabajo. Es un hombre amable así como sus compañeros de trabajo que van constantemente allí a pedir algo para llevar. Es una persona
STEFANY CARSON Los días pasan y mi depresión solo aumenta. Levantarme de la cama hay días en los que me cuesta demasiado y recordar mi último desamor solo hace que me sienta aún más miserable y triste que nunca. Mi amiga se siente preocupada y se que si ella estuviera aquí no se iría de mi lado. Ella cree que acabaré suicidándome. Las personas que van a mis trabajos se ven felices. Ellos comen sin culpa en la cafetería, mientras que yo dejo de comer para poder perder peso. Quienes van a la biblioteca y siguen poniéndome como ejemplo para hacer dieta a tiempo. Esos comentarios duelen y me llenan de vergüenza. -Hola, ¿Cómo estás?- El oficial Jack llega con sus muletas y me saluda amablemente como siempre -Hola, ¿Cómo está tu pierna?- Pregunto y voy a buscar la novela que lee casi a diario -Me siento mejor, aunque aún necesito cuidarme y terminar de sanar. Estoy cansado de estas cosas- Movió las muletas -Aquí tengo lo de siempre- Le entregué la novela y él entendió que no quería h
JACK JOURNEYVeo a la diosa frente a mi limpiando los estantes, mi mirada la recorre y veo su curvilínea figura con deseo. Si, deseo a esta mujer tan fuera de mis estándares normales, pero soy bastante mayor para ella y eso me detiene de intentar acercarme a ella. Fui a la biblioteca y vi que Stefany no trabajaba más allí. La única forma de poder acercarme a ella es por su trabajo, por eso vine a la cafetería. Noto que ella busca empleo y una idea cruza por mi mente. Soy un hombre ordenado, pero con mi herida de bala no he podido tener todo tal cual lo tenía siempre. Lavar los pisos es una tarea demasiado complicada en este momento. Planeo ofrecerle trabajo para limpiar donde vivo. Tal vez ella acepte y de ese modo podría tenerla para mí, ser libre de conocerla mejor y escribir. Solo ruego que no rechace mi oferta y se sienta insultada. Podría quedarse a vivir conmigo porque tengo cuartos libres, pero no sé lo propondré de inmediato. -¿Podríamos hablar cuando termines tu turno aquí
STEFANY CARSON Haber conseguido trabajo en casa del oficial Journey me llena de dicha. Se que así podré continuar alejada de mi madre, porque pagar la renta no será difícil debido al sueldo que cobraré. Él me necesita de lunes a viernes y puedo notar que es un hombre demasiado ordenado al que le gusta tener cada sitio impecable. Puedo notar que algunos muebles tienen una pequeña capa de polvo debido a la incapacidad del oficial por mantener limpio. Él aún está caminando con ayuda de las muletas y viviendo solo me imagino lo difícil que todo es para él. Los pisos también necesitan ser barridos y limpiados correctamente, pero salvo eso todo está demasiado bien para alguien en su actual situación. Al recorrer su apartamento entré en cada cuarto y en cada baño para conocer el lugar. Él parecía estar muy cansado para guiarme. Entré en los distintos lugares y en uno sentí vergüenza. Estaba en el cuarto de él. La cama era grande y parecía muy cómoda. Sin resistir la tentación apoyé mi