STEFANY CARSON
La biblioteca es un lugar tranquilo para trabajar y es el lugar al que no renunciaría, al menos hasta que pueda conseguir algo mejor o un trabajo de tiempo completo que pague las cuentas.Hay varios días donde las mesas se ocupan con estudiantes de distintos niveles de educación. Disfruto ayudando a los niños pequeños que vienen a pedirme desde un diccionario hasta un libro de cuentos. Ellos son agradables y no miran mi sobrepeso ni como me visto, sino que me agradecen con una gran sonrisa en el rostro.También hay momentos en los que me siento humillada cuando me miran solo para criticar mutuamente lo que comen las adolescentes. "Si sigues comiendo vas a terminar como ella".Los universitarios son quienes, generalmente no me miran a menos que sea para solicitar algo que no pueden encontrar ellos mismos. Aunque, eso cambió cuando conocí a Hugo, un estudiante de tercer año de medicina. El me ayudó a recoger algunos libros que se habían caído y fue muy amable conmigo. Su cabello rojizo y algunas pecas en su rostro lo hacían lucir dulce.Él fue diferente a los chicos que conocí antes. Él me tomó desprevenida y me besó, mi primer beso. También me esperó a la salida del trabajo y un fin de semana me invitó a salir. Me sorprendió demasiado, era mucho más directo que los chicos que en el pasado me gustaron y comprendí que aquella timidez que podía aparentar era falsa.Él me hizo sentir acompañada y luego de algunas semanas me sentí en una relación, mi primer noviazgo.-¿Sabes cocinar?- Me preguntó sosteniendo una bolsa de compras en su mano-Si, aunque no soy una chef- Confesé con nervios-No importa, solo quiero que pasemos un momento agradable juntos- Me pareció tan sincero y encantador que acepté sin dudar y llegamos a mi apartamento despuésMientras cocinaba, Hugo se ponía detrás de mi y besaba mi cuello o rozaba accidentalmente mi pecho haciéndome sentir nerviosa. Después de la cena, me pidió ver una película en mi cuarto, aunque sus intenciones fueron otras desde el inicio.Él apagó la luz y después de varios besos quitó mi vestido y después me quitó la virginidad. No fue nada similar a lo que leí en las historias, pero imaginaba que no sería demasiado bueno porque yo no tenía experiencias previas y el no parecía tener tantas tampoco.-Gracias gordita- Mencionó quitándose el condón y empezando a vestirseSu apelativo cariñoso ya no existió, ni los besos, nada.-¿Ocurre algo?- Pregunté con temor sintiendo que lo que me diría no me gustaría en absoluto-Gané quinientos por acostarme contigo. Mis amigos dijeron que no estaría con la gorda de la biblioteca y mira. No estuvo tan mal, pero no creo que vuelva a repetir la experiencia con una gorda, no son mi tipo- Se subió el pantalón y tomó su playera para irse sin mirar atrásLo próximo que escuché fue la puerta principal cerrarse y supe que no volvería a verlo. Tuve la culpa por ser ingenua. Debí imaginar que alguien como él jamás me miraría y entendí que debía quedarme sola.Lloré hasta dormirme y esa tristeza me acompañó por semanas. Cada noche al acostarme recordaba lo sucedido y las palabras de Hugo. El fue mi desamor más importante, quien más me lastimó. Era mejor sufrir por no ser correspondida, antes que haber vivido tantas situaciones con alguien y ser engañada cruelmente.Algunas semanas después mi auto se averió y debí ir a la cafetería caminando. Estaba sintiéndome aún miserable y triste por mi fracaso con Hugo. Estaba en uno de esos días donde realmente sentía que no debí haber nacido. Yo no era linda ni especial, mucho menos talentosa y nadie jamás me querría. Si no fuera tan cobarde para cometer suicidio, se que hace tiempo me hubiese quitado la vida.Me puse un vestido porque la temperatura era demasiado alta y seguí mi camino. Tal vez iba lo suficientemente distraída o ese hombre vino demasiado rápido, pero impactó contra mi con fuerza y caí al suelo. Mi pierna se raspó y comenzó a sangrar, pero no fue nada grave. Lo demás pareció suceder en cámara lenta. Escuché dos fuertes sonidos y vi que quien impactó conmigo y el policía que lo persiguió estaban heridos.Si tan solo hubiese tenido suerte aquella bala me hubiese dado a mi y no a un oficial que protege gente inocente cada día. Me acerque al policía cuando llamé a emergencias y me aseguré de que no estuviese muy malherido. No sé mucho sobre los primeros auxilios, pero creo que hice lo que debía.Debí ir a prestar declaración y después un policía amable que siempre va a la cafetería me llevó allí para que pudiera cumplir mi turno sin ser despedida por llegar tan tarde.Mis compañeros de trabajo fueron realmente amables debido a mi lesión y me pidieron que me quedara en la caja registradora para no tener que caminar entre las mesas cojeando. Además del raspón, observé que mi piel en esa zona comenzaba a ponerse morada debido al fuerte golpe y eso me dolía.Llegué a casa cojeando y me apliqué hielo en el morado. Fue un día de locos y solo esperaba no volver a tener ninguno así de nuevo.Todo lo ocurrido con el ladrón quedó atrás. Los patrulleros seguían pasando esporádicamente por esa misma calle y afortunadamente después de algunos días volví a sentirme segura, aunque aún podía recordar el sonido de los disparos y todo lo ocurrido.Mi automóvil salió del taller y volví a conducir, aunque mi conciencia me gritaba que debía caminar para ver si así lograba perder peso. También dejé de disfrutar mi trabajo en la biblioteca al ver con vergüenza a Hugo algunas veces acompañado por chicas realmente hermosas. Noté que una le interesaba y no pude evitar compararla conmigo. Ella era rubia, delgada, más alta que yo y usaba un vestido que la hacía ver aún más hermosa, nada comparado a mi.Abandoné las novelas que disfrutaba leer, ¿Por qué debía soñar e ilusionarme con ese tipo de ficción? Ese tipo de amor y pasión para alguien con mi condición física solo existe en las novelas. No habría un protagonista hermoso con un cuerpo de Dios Griego para alguien como yo. Esos hombres solo estarían conmigo en mi imaginación o en mis sueños.JACK JOURNEYEstar en casa con una lesión en la pierna y depender de dos muletas para caminar y no apoyar el pie es una pesadilla. Debo tomar analgésicos y antibióticos para prevenir una infección que solo podría empeorar mi estado. Los días transcurren con lentitud y mi frustración aumenta. Con este clima infernal y sin poder meterme a la piscina por órdenes del doctor mi malhumor solo empeora. Siendo sincero conmigo mismo, el asunto titulado "Stefany Carson" es el que me abruma más. La necesito, se dónde trabaja y averiguar su dirección no sería complicado, pero si acercarme a ella. No puedo ir a su trabajo y simplemente decirle que se ha metido en mi subconsciente desde que la vi. Tampoco puedo decirle que soy el famoso escritor "Blair" y que ella es mi musa para una novela erótica. Estoy jodido, lo sé. Decirle "quiero que trabajes para mí" también sería sospechoso porque no nos conocemos, soy un policía herido de bala que conoció por accidente, nada mas que eso.Mi editor me lla
STEFANY CARSONMi rutina continúa sin cambios, tan aburrida como siempre y mi depresión es mi fiel compañera sin remedio. Los pensamientos suicidas no dejan de llegar con frecuencia y me duele el corazón solo de imaginar cuánta gente lucha por tener un día más de vida, mientras que yo fantaseo con no volver a despertar ni a sentir dolor. Se que tener espejos me daña, pero aún así no dejo de mirarme y señalar mis defectos aún con la ropa puesta. No sé por qué sigo del mismo modo, pero no puedo cambiarlo. Pienso en la única vez que tuve relaciones y en que tal vez debería sentir compasión por quien se acostó conmigo. ¿De qué otra manera hubiese descubierto lo que se sentiría así? Aún así llegué a pensar que el dinero que él recibió no fue suficiente. Debería de estar molesta, pero no puedo enojarme. Hoy el policía herido de bala fue a la cafetería donde trabajo. Es un hombre amable así como sus compañeros de trabajo que van constantemente allí a pedir algo para llevar. Es una persona
STEFANY CARSON Los días pasan y mi depresión solo aumenta. Levantarme de la cama hay días en los que me cuesta demasiado y recordar mi último desamor solo hace que me sienta aún más miserable y triste que nunca. Mi amiga se siente preocupada y se que si ella estuviera aquí no se iría de mi lado. Ella cree que acabaré suicidándome. Las personas que van a mis trabajos se ven felices. Ellos comen sin culpa en la cafetería, mientras que yo dejo de comer para poder perder peso. Quienes van a la biblioteca y siguen poniéndome como ejemplo para hacer dieta a tiempo. Esos comentarios duelen y me llenan de vergüenza. -Hola, ¿Cómo estás?- El oficial Jack llega con sus muletas y me saluda amablemente como siempre -Hola, ¿Cómo está tu pierna?- Pregunto y voy a buscar la novela que lee casi a diario -Me siento mejor, aunque aún necesito cuidarme y terminar de sanar. Estoy cansado de estas cosas- Movió las muletas -Aquí tengo lo de siempre- Le entregué la novela y él entendió que no quería h
JACK JOURNEYVeo a la diosa frente a mi limpiando los estantes, mi mirada la recorre y veo su curvilínea figura con deseo. Si, deseo a esta mujer tan fuera de mis estándares normales, pero soy bastante mayor para ella y eso me detiene de intentar acercarme a ella. Fui a la biblioteca y vi que Stefany no trabajaba más allí. La única forma de poder acercarme a ella es por su trabajo, por eso vine a la cafetería. Noto que ella busca empleo y una idea cruza por mi mente. Soy un hombre ordenado, pero con mi herida de bala no he podido tener todo tal cual lo tenía siempre. Lavar los pisos es una tarea demasiado complicada en este momento. Planeo ofrecerle trabajo para limpiar donde vivo. Tal vez ella acepte y de ese modo podría tenerla para mí, ser libre de conocerla mejor y escribir. Solo ruego que no rechace mi oferta y se sienta insultada. Podría quedarse a vivir conmigo porque tengo cuartos libres, pero no sé lo propondré de inmediato. -¿Podríamos hablar cuando termines tu turno aquí
STEFANY CARSON Haber conseguido trabajo en casa del oficial Journey me llena de dicha. Se que así podré continuar alejada de mi madre, porque pagar la renta no será difícil debido al sueldo que cobraré. Él me necesita de lunes a viernes y puedo notar que es un hombre demasiado ordenado al que le gusta tener cada sitio impecable. Puedo notar que algunos muebles tienen una pequeña capa de polvo debido a la incapacidad del oficial por mantener limpio. Él aún está caminando con ayuda de las muletas y viviendo solo me imagino lo difícil que todo es para él. Los pisos también necesitan ser barridos y limpiados correctamente, pero salvo eso todo está demasiado bien para alguien en su actual situación. Al recorrer su apartamento entré en cada cuarto y en cada baño para conocer el lugar. Él parecía estar muy cansado para guiarme. Entré en los distintos lugares y en uno sentí vergüenza. Estaba en el cuarto de él. La cama era grande y parecía muy cómoda. Sin resistir la tentación apoyé mi
STEFANY CARSON Dormir en una cómoda cama no se compara a mi manera humilde de dormir. Admito que mi colchón tiene varios años y que mi cama probablemente es la misma desde que tenía doce años, pero no existe punto de comparación con él sueño reparador que tuve aquí. Después de haber perdido mi virginidad me han invadido los malditos recuerdos y creo que estar aquí me alejó de esos fantasmas de mi pasado tan reciente. Por más que adore la cama que el oficial Journey, mi jefe, me dejó utilizar debido a lo ocurrido por mi vehículo tengo el sueño muy liviano. Un fuerte sonido me hace dar un salto de la cama pensando en un posible accidente de mi jefe. Al saber que está recuperándose de la herida de bala y que depende de las muletas para caminar no pienso mucho en mi forma de vestir para salir corriendo. Encuentro a mi jefe haciendo equilibrio en la cocina, apoyado en la mesada y sus muletas en el suelo. -Si no me despertaba por el ruido tendrías que haberme llamado- Rompo el si
JACK JOURNEY Debí agradecerle a Dios o a cualquier poder del universo que me permitió que Stefany pasara la noche aquí. Se que no es ni remotamente de la manera en la que me gustaría que estuviera conmigo, pero poco a poco tal vez pueda tener esperanza de cumplir mi mayor fantasía. Vi sus mejillas sonrojadas tantas veces que la imaginé en diferentes situaciones así, sin ropa, jadeando y gimiendo suplicando por más. Esta es la motivación que mi novela necesita, aunque yo envidio por completo a mi protagonista. Cenar con Stefany y que se quedara a dormir me inspiró para el primer capítulo sexual de mis protagonistas. Hice algunas modificaciones a lo que realmente ocurrió. En la novela, ella no podía irse debido a una fuerte lluvia que empapaba su ropa. Mi protagonista masculino podía notar sus curvas abundantes y eso solo aumentaba el enorme deseo que sentía por ella. A mitad de la noche, ella sin poder dormir iba por un vaso de agua y lo veía a él, que no podía soportar la t
STEFANY CARSON Agradezco haber conseguido este nuevo empleo y poder trabajar solo aquí. Estar en la cafetería por momentos resultaba abrumador. En algunas ocasiones algunos muchachos que son amigos del patán al que le entregué mi virginidad fueron. Se que no tardarían mucho en burlarse de mí allí. El oficial es agradable y muy simpático. Por momentos se queda perdido en sus pensamientos y dice cosas que no comprendo. No sé que tanto puede escribir un policía para obtener un ascenso pero me ha despertado mucha curiosidad. Al terminar de almorzar, luego de haber lavado los platos es cuando salgo para ver si mi coche decidió resucitar, pero no ocurrió un milagro este día. Intento mirar el motor para identificar el problema, pero solo soy una mujer viendo algo que no sabe cómo funciona. -¿Estás lista para irnos? Si lo deseas puedo remolcarlo hasta el taller y luego vamos a dónde vives- Me propone Jack y hago un gesto afirmativo antes de subir a mi coche para poder conducirlo mien