Tal parecía que el plan de Ricardo para encontrarse con Bianca en aquella ciudad, estaba marchando de acuerdo a lo esperado, o talvez mejor aun, porque sin hacer mucho esfuerzo, dió con el paradero de ella, aquella misteriosa mujer que no hizo mas que sembrar dudas con su visita en el velatorio de Beatrice, pero, lo que Ricardo no se cuestionó, o analizó siquiera, es que, Bianca deseaba ser encontrada, ella, planeaba acercarse a esa familia, pero quería hacerlo sin ninguna presión, necesitaba ganarse la confianza de Ricardo y la de su hija. Bianca, tenía demasiadas razones para hacerlo, llevaba planes muy ocultos, que luego serian revelados, y Ricardo, ya había mordido el anzuelo.
Esa noche, Ricardo se reunió con su amiga Norma, y socia a la vez, ella quiso impresionarlo, lo invitó a un prestigioso restaurante, con una hermosa terraza en medio del agua, estaban en Venecia, las edificaciones en medio del agua, eran muy comunes, aunque a Ricardo esos lujos y peculiaridades, no lo impresionaban mucho, el estaba acostumbrado, siendo un respetuoso empresario de la industria hotelera, propietario de una de las cadenas de hoteles, mejor posicionada en toda Italia.
–quise traerte a un lugar especial –le dijo Norma, sentada frente a el, mientras observaban el estrellado cielo que los iluminaba
–Gracias Norma –contestó Ricardo –pues de hecho, el dueño de este restaurante, es un viejo amigo, añadió el
–uff, ya me olvidaba, que este es tu mundo –agregó ella, llevándose un bocado me maní tostado que había servido en la mesa
–por cierto –dijo Norma –tengo noticias
se que me habías pedido que no me metiera en esto, pero, te quise cooperar en tu búsqueda. Entonces sacó un papel de su bolso y se lo mostró a Ricardo
–que es esto, –preguntó él mirando la hoja
–es información sobre Bianca, como te había dicho, hace poco que llegó al país, y, dos meses después, empezó a trabajar en el hospital –contestó Norma –aunque en este papel, figura que hace años vivía acá en esta dirección, ¡que raro no! –añadió
Ricardo se quedó pensativo por unos segundos, entre tanto que observaba la hoja con los datos que le había entregado Norma, en su rostro se podía ver una ligera preocupación, que Norma no dejó pasar inadvertida
–que te pasa Ricardo, veo que este tema te tiene bastante inquieto –le dijo Norma
–a decir verdad, si, aseguró el, dejando el papel sobre la mesa
–presiento que Bianca sabe mucho mas de esta familia de lo que me dió a demostrar –dijo Ricardo, además, –prosiguió –no se por qué sospecho que ella sabe de Paulo, la otra vez cuando miró a Carmina en el velatorio, tuve tanto miedo de que le dijera la verdad.
–Norma suspiró mirando a su amigo, lo tomó de la mano y le dijo
–sabes que no puedes ocultarle para siempre la verdad a Carmina, mírame
–le dijo ella, al verlo bajar la mirada –ya es tiempo de que tu hija sepa la verdad, Beatrice no está, que era quien siempre te impedía hablar cada vez que lo intentabas, –prosiguió Norma, –decir la verdad, te ayudará a alivianar esa carga que llevas dentro hace mucho tiempo amigo, –concluyó ella, mientras le servía una copa de vino
–mañana la veré, –soltó Ricardo después de haberse dado un sorbo de vino
–¿a quien?
–a Bianca
–ah, espero que consigas lo que buscas, –agregó Norma, y lo invitó a brindar, por los nuevos comienzos
La vida de Ricardo y su hija, estaba construido en base a muchos secretos, y el no se imaginaba, que la llegada de Bianca a su vida, destaparía una bomba de tiempo que hace mucho debió ser descubierta. Bianca había aceptado sin pretexto la invitación de Ricardo, tenían que verse al día siguiente para desayunar, el la había citado, en “El Gran Plaza Hotel” uno de los influyentes hoteles que eran parte de su propiedad.
Al día siguiente, era sábado, Ricardo esperaba ansioso por la llegada de Bianca en el lobby del hotel, a las 10 de la mañana, el la vió entrar, ella llevaba puesto unos lindos tacones negros, con un saco rojo y un pantalón jean, revoloteó su abultada cabellera negra en la puerta, él le hizo una seña, y ella caminó unos pasos hasta él, una vez frente a Ricardo, el la invitó a sentarse, Bianca retiró los anteojos negros de su cara, lo miró y sonrió
–wau, que hermoso lugar –dijo ella dando una mirada a su alrededor
–es uno de los lugares donde me gusta hospedarme cuando vengo a esta ciudad– añadió Ricardo
–imagino, así es la vida de ricos–agregó ella con recelo
Ricardo no negó en lo absoluto el argumento de Bianca, sonrió, y le preguntó, –¿Qué quieres para desayunar?
–solo café y algo de frutas, dijo ella
El hizo unos ademanes, y en cuestión de segundos, un camarero llegó a atenderlos
–bien, vamos directo al grano–le sugirió Bianca a Ricardo cuando el camarero se fue
–¿llevas prisa? –Preguntó Ricardo
–no, solo te quiero facilitar las cosas
–bien, ya se que no fuiste la mejor amiga de Beatrice, o ¿sí?
–¡tu que crees!–agregó Bianca, en tanto aprovechaba para degustar su taza de café recién servida
–nada, solo quiero escucharte
–tienes razón –le dijo ella –no éramos mejores amigas, mas que eso, fuimos primas muy cercanas durante mucho tiempo
Ricardo abrió los ojos un poco dudoso con aquella confesión, y fijó su mirada en Bianca, ella se dio cuenta que el no le creyó ni una sola palabra
–ah ya se, no me crees porque yo soy morocha dijo Bianca y Beatrice era rubia –dijo Bianca –pero, tu mismo lo dijiste, el color de nuestros ojos, y nuestras miradas, no dicen lo contrario, ¿verdad?
Ricardo asentó con la cabeza, sin dejar de observarla
–esto te puede despejar las dudas –agregó Bianca, y le puso sobre la mesa un álbum con fotos que sacó de su bolso, ese álbum contenía algunos retratos de la infancia de Bianca y Beatrice, además, fotografías de toda la familia
Ricardo las contempló con detenimiento, se mantuvieron algunos minutos en silencio, mientras él admiraba los recuerdos de la infancia de su difunta esposa
–entonces, ¿conoces la verdad sobre mi, Carmina y Beatrice? –preguntó Ricardo irrumpiendo el silencio
–a la verdad, a ti, recién te estoy conociendo, pero, la histora de Carmina y Beatrice, no me son un secreto–agregó Bianca intentando no quebrarse ante Ricardo, necesitaba ser fuerte, ella no quería demostrar ni el menor signo de debilidad, porque eso, levantaría sospecha.
–ah, ¡entonces conoces a Paulo! –dijo Ricardo un poco agitado
Al escuchar mencionar el nombre de Paulo, Bianca se quiso desconcertar un poco, pero, respiró profundo, mantuvo la calma y contestó
–lo conozco, si, mas de lo que quisiera, créeme, pero, ¿Por qué me preguntas por el, tienes algún motivo en lo particular?
–es que, Beatrice me dijo, que el la dejó en el altar, aunque nunca nos hemos visto a la cara
–oh, ¿eso te dijo ella? ya veo, –añadió Bianca sorprendida, ¿y tu suegra? sé que esta viva, ella, te ha contado algo
–no, para nada, esa señora y yo nunca nos hemos llevado bien, –dijo Ricardo
–eso no me extraña, es una señora con los pies puesto en otro mundo, –añadió Bianca, mientras movía la cabeza, y en su cara, vislumbraba las desilusiones de su pasado, –apropósito, continuó, no vi a Lorena en el funeral de su hija, imagino que ahora es una vieja viuda, amargada
–y con mucho mas dinero y poder que antes –añadió Ricardo
Sin pensarlo, Bianca y Ricardo, se adentraron a una conversación familiar, un asunto en el que ambos tenían mucho en común, pero Ricardo, lo descubriría, un tiempo después, el no se daba cuenta, que estaba sentado, frente a la mujer, que cambiaría su destino drásticamente y para siempre. En cambio, Bianca, tenía todo fríamente calculado, su primera jugada, la llevó a cabalidad sin dar un paso en falso. Eso hombre que desayunaba con ella, sería su trampolín para volver a ese ceno familiar, de donde nunca debió ser expulsada.
–¿tienes algún plan para celebrar los 15 de Carmina? –Le preguntó Bianca a Ricardo, dejándolo boquiabierto con ese cuestionamiento, pues el cumpleaños de su hija, estaba a la vuelta de la esquina, y el se había olvidado, a tan solo tres mes de la muerte de Beatrice, Ricardo solo pensaba, en como acomodar las cosas que habían quedado desajustadas, para continuar con su vida.
Ricardo, omitió decir alguna palabra por unos segundos, en realidad, no sabía que contestar, no tenía nada preparado, y Bianca aprovechó ese hueco para ofrecer su ayuda
–no tengo ningún problema en ayudarte Ricardo, después de todo, somos familia, y Carmina lo necesita –dijo Bianca, mostrando amabilidad.
Por alguna razón, Ricardo se sentía en confianza junto a Bianca y aunque el necesitaba descubrir mas acerca del pasado de esa recién aparecida, decidió que para ello, era mejor tenerla cerca, eso era justo lo que Bianca buscaba.
–bueno, a Carmina le hará bien conocerte –agregó Ricardo, levantando su taza de café en señal de aprobación, mientras Bianca sonreía, con una satisfacción inmensa.
Bianca tenía objetivos bien claros y los estaba llevando a cabalidad sin tregua, la aceptación de Ricardo para que ella participase en la celebración del cumpleaños de Carmina, era vital para lo que ella tenía en menteEsa mañana, después de desayunar con Ricardo, Lorenzo, el abogado amigo de Norma quien había recomendado a Bianca para el trabajo de recepcionista en el hospital, y quién además, estaba asesorándola en algunos asuntos legales, pasó por ella al hotel, Ricardo la acompañó hasta la puerta, se quedó observando a Lorenzo desde afuera con cara de curiosidad, y Ricardo, en su cabeza pensaba, ¿quién será este hombre?, será su esposo, novio, o será Paulo, y Bianca, para alivianar la cara de indiscreción de Ricardo hizo que Lorenzo saliera del auto, y los presentó—Ricardo, te presento a Lorenzo, mí amigo y mí abogado, es amigo de Norma, gracias a él, tengo trabajoEntonces Ricardo le dio la mano y Recordó lo que Norma le había contado, que un amigo abogado, había recomendado a B
Ricardo todavía charlaba con Norma en su hotel, acerca de los planes que tenía con Bianca, cuando recibió una llamada inesperada, era Lorena, su ex suegra, cada vez que a Ricardo le tocaba cruzar alguna palabra con aquella mujer, que eran ocasiones muy escasas, su mente ya estaba preparada para hacer frente a las palabras arrogantes que solían salir de la boca de aquella dama, quién siempre estuvo en desacuerdo con la relación de Beatrice y Ricardo, porque según ella, el era todo lo contrario a lo que Lorena imaginó para su hija, no era rico de cuna, y además, el nunca accedió a los caprichos de aquella vieja malhumorada, que siempre quiso manejar la relación de Ricardo y Beatrice a su antojo, Beatrice como amaba a Ricardo, decidió alejarse de su madre para construir su vida al lado del hombre que ella decía amar, por un lado, hizo su fortuna con trabajo duro, y en menos de lo que se imaginó, se convirtió en un magnate de la industria Hotelera, en el más respetado de toda ItaliaCuand
Después de unas horas de viaje y un gran susto que se había pegado Ricardo, llegó a su mansión, lo primero que hizo fue pegarle un fuerte abrazo a su hija Carmina que lo recibió en la sala —papà, está todo bien –le pregunto ella al ver su reacción—si, pequeña, está todo perfecto, es que fueron muchos días sin verte, y ya te extrañaba –añadió.La madre de Ricardo, también salió a recibirlo—hijo, te noto un poco pálido, ¿estás bien? –le preguntó–si mamá, necesito que hablemos –contestó el, invitándola a subir a su habitación para hablar en privadoRicardo abrió la puerta de su cuarto, y notó, que todas las pertenencias de su difunta esposa, seguián repartidas en cada rincón, se quedó parado, mirando fijo por unos segundos, mientras por su mente, se cruzaban las imágenes de Beatrice y Bianca, y no aguantó quedarse en esa habitación, cerró la puerta y dió la espalda, su madre que estaba detrás de el, preocupada preguntó–hijo, me tienes muy nerviosa, ¿que pasa? –le cuestionó su madr
La mañana del domingo del diez de abril estaba soleada, cálida, llena de una energía que irradiaba a través de la ventana de la habitación de Bianca, eran las 11 de la mañana, en plena primavera, y Bianca ya se estaba alistando para visitar a los Ferraris en Florencia, asi como estaba el sol radiante, estaba ella, se había vestido con los colores de la estación, llevaba puesto un hermoso vestido amarillo, estampado con unas vistosas flores, blancas y verdes, y una sandalias blancas con tacones, que le hacian destacar sus agraciadas piernas.Despues de vestirse, se ató su pelo, se vio al espejo, ese peinado que se habia hecho parecia refinar mas su bello rostro aterciopelado, se pintó los labios de un rosa tenue, se delinió los ojos con rimel negro, empolvó su rostro para sacar el esceso de brillo de el, buscó en su gabetero su perfume, ese que usaba hace mucho tiempo, un dolce, el “Ligh Blue” suspiró el aroma en el ambiente, parecía disfrutarlo cada vez que llevaba puesta esa fraganc
Ricardo y Bianca se quedaron unos minutos a solas, lo suficiente como para que Ricardo se diera cuenta de la fascinación que tenía Bianca con Carmina, y él, por momentos, veía en Bianca, la imagen de Beatrice, pero, aunque se parecían mucho, sin duda, también se diferenciaban también en algunos aspectos, Bianca, era más delgada, su tés de piel un poco más oscura, la contextura de su cuerpo, sin duda, delataba que era una mujer latina, con unas curvas, bien definidas, y su pelo, una mezcla de textura, pero Beatrice, era totalmente Europea, mientras Ricardo observaba a Bianca, se cuestionaba, ¿De dónde venía la conexión de Bianca con Beatrice? No lo sabía, pero si de algo estaba seguro, era que no se iba a quedar con las dudas —tienes hijos—le preguntó Ricardo a Bianca, ella se mantuvo callada, mientras en su cabeza pensaba qué contestar —pues no —contestó, pasando su mano por la panza, mientras al mismo tiempo desviaba su mirada, con una sonrisa fingida para disimular la angustia que
Era un hecho, Ricardo le había dado la bienvenida a su vida a aquella mujer misteriosa que apareció en el velatorio de su esposa, ya conocía su nombre y apellido, el ya estaba enterado de su origen, pero, ¿Era cierta toda aquella información que Bianca le suministro? En verdad, la madre de Bianca era hermana del padre de Beatrice, pues, Ricardo no estaba del todo seguro, para comprobar, solo tenía la versión de Bianca, pero, el era un hombre de mucho poder, e influencia y tenía la Facultad de investigar lo que quisiese, de hecho, en los días posteriores a la visita de Bianca a su casa, fue lo que hizo, estaba confiando lo más preciado de su vida, que era su hija Carmina, a una mujer que decía ser la primera hermana de su ex mujer, aunque el en el fondo creí esa versión, había algo que le daba esa seguridad, pero era mejor despejar todas las dudas.Bianca, había vuelto a incorporarse a su trabajo de Recepcionista en el hospital en Venecia, y paralelamente, llevaba una semana planean
Faltaban dos semanas para el gran festejo de Carmina, Ricardo, descansó plenamente en el trabajo de Bianca, y es que, no era para menos, ella había organizado con lujos y detalles la fiesta de su pequeña niña, y según lo que prometía, era un agasajo que daría de qué hablar, pero para bien, aunque, Bianca tenía todo bien organizado, aún no sabía de qué manera, se presentaría ante Lorena para no armar un escándalo, no, eso no estaba en sus planes, pero además, Carmina no se merecía que su fiesta se fuese abajo, solo porque ella tenía algunas cuentas que saldar con su perversa abuela. Mientras Bianca buscaba la manera de como hacer para que el encuentro entre ella y Lorena fuera en silencio, recibió la propuesta menos pensada de parte de Ricardo Una mañana, Bianca estaba en la casa de Ricardo, ahí se haría el festejo, aún cuando Ricardo tenía otros lugares para ofrecer para celebrar la fiesta cómo sus magníficos hoteles, aceptó la propuesta de Bianca de festejarlo en su casa, y más si
Habían pasado unos días después de la propuesta que le había hecho Ricardo a Bianca, y ella todavía estaba procesando aquella manifestación que no se esperaba. Muy dentro de ella, estaba deseosa de decir si, ¡que mas! Si con eso, volvería a trabajar de lo que le apasionaba, además, el cariño que silenciosamente se empezó a despertar en ella por Ricardo y Carmina, le dictaban a su corazón, que tenía que acepar, pero Bianca sabía que luego del festejo de los quince de Carmina, las cosas se iban a poner muy feas entre ella y Ricardo, porque no estaba dispuesta a dar marcha atrás con su plan de recuperar todo lo que era de ella, aunque se tuviera que llevar por delante a Ricardo. Por tal motivo, abandonó aquella idea de la Bianca buena, que se dejaba amar, volvió a vestirse de venganza y estaba decidida a decirle no a Ricardo. Por otro lado, Ricardo también luchaba en su cabeza con la revelación que le acababa de dar aquel detective sobre Bianca, no salía del asombro, tenía tres dias ba