Después de unas horas de viaje y un gran susto que se había pegado Ricardo, llegó a su mansión, lo primero que hizo fue pegarle un fuerte abrazo a su hija Carmina que lo recibió en la sala
—papà, está todo bien –le pregunto ella al ver su reacción
—si, pequeña, está todo perfecto, es que fueron muchos días sin verte, y ya te extrañaba –añadió.
La madre de Ricardo, también salió a recibirlo
—hijo, te noto un poco pálido, ¿estás bien? –le preguntó
–si mamá, necesito que hablemos –contestó el, invitándola a subir a su habitación para hablar en privado
Ricardo abrió la puerta de su cuarto, y notó, que todas las pertenencias de su difunta esposa, seguián repartidas en cada rincón, se quedó parado, mirando fijo por unos segundos, mientras por su mente, se cruzaban las imágenes de Beatrice y Bianca, y no aguantó quedarse en esa habitación, cerró la puerta y dió la espalda, su madre que estaba detrás de el, preocupada preguntó
–hijo, me tienes muy nerviosa, ¿que pasa? –le cuestionó su madre
–no quiero estar mas en esta habitación, por favor, pide que saquen mis cosas de aquí, y la lleven a la pieza de al lado, –avisó él, mientras caminaba hasta su estudio
Esthela su madre, le seguia el paso, estaba mas intrigada, por saber, a que se debía el cambio repentino de su hijo, entraron ambos al estudio, y ella cerró la puerta
–por favor hijo, necesito que te sientes y me expliques ya que te pasa, –le ordenó de inmediato Esthela
Ricardo se sentó despues de dar varias vueltas de un lado al otro
–mamá, no sé por donde empezar,estoy un poco confundido –habló Ricardo por fin
–pero confundido con qué hijo, pasó algo en tu viaje a Venecia– quiso saber Esthela
Ricardo reposó sus manos sobre su escritorio, se acercó con su silla hasta su madre y le dijo
–¿te acuerdas de Bianca? –le preguntó el
–Quien, ¿la chica que vino al velorio de Beatrice? Contestó su madre
–si, la misma, logré dar con ella, pero lo que descubrí no me lo vas a creer,
–agregó Ricardo
–bueno, a ver hijo, de que se trata todo este misterio –le dijo Esthela desesperada por la historia que tenia para contar Ricardo
–ella es una prima hermana de Beatrice
Esthela abrió los ojos, fue tal su asombro al escuchar la noticia, que suspiró profundo reteniendo la respiración por unos segundos
Ricardo reaccionó enseguida al ver a su madre tan sorprendida con la noticia, y es que no era para menos, porque a parte de Lorena, Luciano su padre y Carmina, a Beatrice, no se le conocía otro familiar, ella siempre fue muy reservada al respecto, hubo mucho sigilo alrededor de su vida, y Ricardo la aceptó con todo ese misterio, tarde se dio cuenta, que el amor que sentía por ella, le había cegado demasiado
Ricardo siguió la conversación con su madre, continuó hablando de los planes que tenía armado para con Bianca
–¡que! estas seguro de recibirla en casa hijo, dijo Esthela sorprendida
–si mamá, creo que a Carmina le hará bien conocerla, además, ella conoce muchas cosas sobre mi, cosas de las que yo debí haber hablado con Carmina hace mucho tiempo, –agregó Ricardo notandose un poco preocupado
–enserio, hijo, –respondió Esthela
–si mamá, y por eso necesito tenerla cerca, quiero conocer cuales son sus intensiones, que busca con esta repentina aparición –inquirió Ricardo levantándose de la silla, pasando su mano por la cabeza
–y no crees que–dijo Esthela guardando silencio,se acercó hasta la puerta del estudio, sacó la cabeza divisando que no hubiera nadie cerca, luego cerró bien la puerta con cautela y prosiguió a hablar
–digo, que si no crees que es momento de que hables con Carmina de todo este rollo, ella ya es grande, necesita saber la verdad –le sugirió Esthela, tragándo un sorvo de agua del vaso que tenía en la mano
El silencio reinó en la sala por al menos dos minutos, mientras Ricardo buscaba unos papeles importantes que habia guardado en la caja fuerte de esa oficina, los contempló como si fueran un tesoro, y para el lo eran, esos papeles, significaban casi su razón de ser
–mamá–dijo Ricardo sosteniendo el folder con los papeles en las manos
–hablar con Carmina, será una situación diificil, y para eso, necesito tu ayuda, no se cual será su reacción, pero no soporto mas guardar este secreto–añadió Ricardo, apoyando los papeles en la mesa, en eso, tocaron la puerta
–papá, –gritó Carmina del otro lado, a Ricardo le temblaron las manos del susto,miró a su madre con desesperación, no sabía hace cuanto Carmina estaba detrás de la puerta
–tranquilo hijo–agregó su madre –de seguro llegó ahora
Ricardo enseguida volvió a guardar los papeles en la caja fuerte y los volvió a asegurar, se aproximó hasta la puerta, exhalo, abrió
–hija, dime, que necesitas–preguntó Ricardo con una ligera sonrisa
–papá, te vine avisar que la cena ya está lista, la abuela esta contigo–indagó Carmina
–si, aquí estoy mi niña –dijo Esthela acercandose a la puerta
–abuela, te buscaba para mostarte el vestido que quiero para mis quince–dijo Carmina sonriendo plenamente
–ah, con que estuvieron hablando de eso y a papi no le dijeron nada –añadió Ricardo acariciando el pelo de su hija
Carmina se apoyó en los brazos de su padre con ternura y le dio un beso en los cachetes
–es que, pensé que te habias olvidado, la abuela y yo pensamos en compra un vestido para hacerme unas fotos y ya–manifestó Carmina
–pues no mi pequeña, habrá una gran fiesta, usted se lo merece, ademas, era lo que tu mamá hubiera querido, celebrar los quince de su princesa, y eso vamos a hacer –le anunció Ricardo con una impulsividad repentina
Carmina lo abrazó fuertemente y le dijo –gracias papi
–sabes que, mañana vendrá a visitarnos alguien que nos ayudará con la organización de la celebración, vamos a cenar, y luego te cuento–le señaló Ricardo a Carmina y ambos bajaron, hasta el comedor, donde el personal de servicio, ya tenía lista la cena
Carmina estaba feliz, la celebración de sus quince años era un hecho, después de la perdida de su madre, por fin, iba a tener algún motivo de celebración,ella amaba a su madre, tras la muerte de Beatrice, había quedado desolada, angustiada, triste, de no ser por la presencia de su abuela Esthela y el amor de su padre Ricardo, el sobrellevar esa pérdida, le hubiera sido muy dificil superarlo
Ricardo omitió la información de la llamada de Lorena la madre de Beatrice, definitivamente, el no quería ningún acercamiento a esa mujer, y mucho menos que intentara buscar reconstruir el vínculo con su hija, pero, si a Lorena no la invitaban, ella se invitaba sola, así era esa mujer, arrogante e imponente.
—papá, la abuela Lorena llamó esta mañana para hablar conmigo —le dijo Carmina a Ricardo mientras cenaban, Ricardo tragó en seco un pedazo de pescado que tenía en la boca, se dio un sorbo de vino tinto, miró a su madre enseguida, avisándole que ella sabía de esa llamada pero que no le dijo nada
—hijo ya te lo iba a contar, pero necesitaba escuchar lo que me tenías que decir—agregó su madre
Ricardo se calmo, sonrió ante su hija, no quería montar una escena, el momento no daba para eso, el no deseaba mostrar su desagrado ante esa noticia, menos con su hija
—Que bien hija, y que te dijo tu abuela— preguntó el continuando con su cena
—Ella me dijo que quiere celebrar mis quince años,
—agregó Carmina, Ricardo movió la cabeza suavemente de un lado a otro, sabía que esa mujer, estaba buscando colarse de cualquier manera en la vida de Carmina
— pero no te preocupes papá, ya le había dicho que no, —prosiguió ella — lo único que quería era mí vestido y mí abuela Esthela me lo va a regalar, —dijo sonriente
—ah, no te olvides, que yo te celebraré tu fiesta como lo mereces princesa
—añadió Ricardo tomando su mano por encima de la mesa
—Quieres que invite a tu abuela Lorena, —le preguntó Ricardo a Carmina
—por mí está bien papá,
—respondió ella, levantando sus hombros
La conversación aquella noche en aquel comedor, cerró allí, Ricardo continúo cenando, intentando digerir lo mejor que podía cada bocado de comida que se llevaba a la boca, y disimulando su bronca ante su hija, por el atrevimiento de su suegra al llamar a su hija a sus espaldas, pero, así era Lorena, actuaba con sigilo, pero no hacía nada sin antes planearlo, eso era lo que Ricardo necesitaba averiguar, ¡que tramaba!
De un momento a otro, , Ricardo sentía que estaba intentando tapar los agujeros que habían quedado tras la pérdida de su esposa, pero muchos de ellos, el los había ayudado a construir, o al menos, aprobó algunos sin medir consecuencias, y ahora, estaba experimentando una sensación de miedo, que el nunca sintió, siempre fue un hombre poderoso, sumamente rico, aunque muy cauto y benevolente con su fortuna, sus empleados, no tenían duda de ello, cuando se hablaba de Ricardo Ferrari, sus empleados, tenían buenas referencias de el, pero ahí estaba, el poderoso Ricardo, el magnate de la industria hotelera, perdido en un temor interno, porque el sabía, que las cosas a su alrededor, se podián poner muy feas, si algunos de sus secretos guardados, saliesen a la luz, presentia sobre todo, que su relación con su hija, se podría ir al piso, y Carmina, era lo que el mas amaba en el mundo, su pequeña, su princesa, su tesoro.
La mañana del domingo del diez de abril estaba soleada, cálida, llena de una energía que irradiaba a través de la ventana de la habitación de Bianca, eran las 11 de la mañana, en plena primavera, y Bianca ya se estaba alistando para visitar a los Ferraris en Florencia, asi como estaba el sol radiante, estaba ella, se había vestido con los colores de la estación, llevaba puesto un hermoso vestido amarillo, estampado con unas vistosas flores, blancas y verdes, y una sandalias blancas con tacones, que le hacian destacar sus agraciadas piernas.Despues de vestirse, se ató su pelo, se vio al espejo, ese peinado que se habia hecho parecia refinar mas su bello rostro aterciopelado, se pintó los labios de un rosa tenue, se delinió los ojos con rimel negro, empolvó su rostro para sacar el esceso de brillo de el, buscó en su gabetero su perfume, ese que usaba hace mucho tiempo, un dolce, el “Ligh Blue” suspiró el aroma en el ambiente, parecía disfrutarlo cada vez que llevaba puesta esa fraganc
Ricardo y Bianca se quedaron unos minutos a solas, lo suficiente como para que Ricardo se diera cuenta de la fascinación que tenía Bianca con Carmina, y él, por momentos, veía en Bianca, la imagen de Beatrice, pero, aunque se parecían mucho, sin duda, también se diferenciaban también en algunos aspectos, Bianca, era más delgada, su tés de piel un poco más oscura, la contextura de su cuerpo, sin duda, delataba que era una mujer latina, con unas curvas, bien definidas, y su pelo, una mezcla de textura, pero Beatrice, era totalmente Europea, mientras Ricardo observaba a Bianca, se cuestionaba, ¿De dónde venía la conexión de Bianca con Beatrice? No lo sabía, pero si de algo estaba seguro, era que no se iba a quedar con las dudas —tienes hijos—le preguntó Ricardo a Bianca, ella se mantuvo callada, mientras en su cabeza pensaba qué contestar —pues no —contestó, pasando su mano por la panza, mientras al mismo tiempo desviaba su mirada, con una sonrisa fingida para disimular la angustia que
Era un hecho, Ricardo le había dado la bienvenida a su vida a aquella mujer misteriosa que apareció en el velatorio de su esposa, ya conocía su nombre y apellido, el ya estaba enterado de su origen, pero, ¿Era cierta toda aquella información que Bianca le suministro? En verdad, la madre de Bianca era hermana del padre de Beatrice, pues, Ricardo no estaba del todo seguro, para comprobar, solo tenía la versión de Bianca, pero, el era un hombre de mucho poder, e influencia y tenía la Facultad de investigar lo que quisiese, de hecho, en los días posteriores a la visita de Bianca a su casa, fue lo que hizo, estaba confiando lo más preciado de su vida, que era su hija Carmina, a una mujer que decía ser la primera hermana de su ex mujer, aunque el en el fondo creí esa versión, había algo que le daba esa seguridad, pero era mejor despejar todas las dudas.Bianca, había vuelto a incorporarse a su trabajo de Recepcionista en el hospital en Venecia, y paralelamente, llevaba una semana planean
Faltaban dos semanas para el gran festejo de Carmina, Ricardo, descansó plenamente en el trabajo de Bianca, y es que, no era para menos, ella había organizado con lujos y detalles la fiesta de su pequeña niña, y según lo que prometía, era un agasajo que daría de qué hablar, pero para bien, aunque, Bianca tenía todo bien organizado, aún no sabía de qué manera, se presentaría ante Lorena para no armar un escándalo, no, eso no estaba en sus planes, pero además, Carmina no se merecía que su fiesta se fuese abajo, solo porque ella tenía algunas cuentas que saldar con su perversa abuela. Mientras Bianca buscaba la manera de como hacer para que el encuentro entre ella y Lorena fuera en silencio, recibió la propuesta menos pensada de parte de Ricardo Una mañana, Bianca estaba en la casa de Ricardo, ahí se haría el festejo, aún cuando Ricardo tenía otros lugares para ofrecer para celebrar la fiesta cómo sus magníficos hoteles, aceptó la propuesta de Bianca de festejarlo en su casa, y más si
Habían pasado unos días después de la propuesta que le había hecho Ricardo a Bianca, y ella todavía estaba procesando aquella manifestación que no se esperaba. Muy dentro de ella, estaba deseosa de decir si, ¡que mas! Si con eso, volvería a trabajar de lo que le apasionaba, además, el cariño que silenciosamente se empezó a despertar en ella por Ricardo y Carmina, le dictaban a su corazón, que tenía que acepar, pero Bianca sabía que luego del festejo de los quince de Carmina, las cosas se iban a poner muy feas entre ella y Ricardo, porque no estaba dispuesta a dar marcha atrás con su plan de recuperar todo lo que era de ella, aunque se tuviera que llevar por delante a Ricardo. Por tal motivo, abandonó aquella idea de la Bianca buena, que se dejaba amar, volvió a vestirse de venganza y estaba decidida a decirle no a Ricardo. Por otro lado, Ricardo también luchaba en su cabeza con la revelación que le acababa de dar aquel detective sobre Bianca, no salía del asombro, tenía tres dias ba
La fiesta se estaba desarrollando a la perfección, los casi doscientos invitados que acudieron esa noche, se los veía disfrutar de cada detalle, la comida, la música, entre otras sorpresas que habia preparada, pero la responsable de toda aquella diversión, había desaparecido, Ricardo, desesperadamente daba vistazos por cada esquina, y no podía dar con la presencia de Bianca, pensó por algún momento, que ella había escapado y no se despidió, como lo hizo en el velatorio de Beatrice pero, ¿Qué motivos tenía Bianca para abandonar la fiesta? Pensó Ricardo, ¿se habrá enterado de lo que se? Se dijo a si mismo Pero, Bianca tenía mucho mas motivos para quedarse que para irse, ella no se había marchado, estaba eludiendo la presencia de Lorena,tan pronto se dio cuenta de su llegada, mientras pensaba como presentarse ante ella En cuanto los invitados se acercaban a Ricardo para elogiar lo bonito de la decoración, el elegante y hermoso vestido de Carmina, la música, y la comida, en fin, todo est
La descompensación de Lorena en la fiesta de Carmina, provocó un revuelo que fue calmándose poco a poco con la llegada de la ambulancia, pero sucedió justo lo que Bianca temía, que Lorena armase un espectáculo para salirse con la suya, y lo habia hecho, aunque la fiesta volvió a tomar su curso, Carmina estaba deshecha en su habitación, aquella escena de la abuela en el piso desmayada, le trajo recuerdos de su fallecida madre, y todo se fue al pisoCarmina se había encerrado en su habitación, mientras su padre intentaba de contener a los invtados, la festejada no quería dejar entrar a nadie, Esthela la madre de Ricardo, estaba tras la puerta intentando que ella entrara en razón para que volviera a la fiesta, pero fue inutil, y con la única persona que pidió hablar fue con Bianca, Esthela bajó a buscarla a la fiesta, Bianca tambien estaba destrozada por dentro, aunque no lo dio a notar, ella se sentía culpable por haberle arruinado la fiesta a Carmina, ella misma se había advertido que
Esa noche, con aquel lanzamiento de Bianca en los brazos de Lorenzo, a él lo puso inquieto, en la cocina mientras rebuscaba en la alacena algo que lo hiciera entrar en otra sintonía y aquietar su cabeza, porque sus pensamientos volaban de un lado a otro, porque una parte de él, quería entrar a la habitación de Bianca y decir si, a algo que hace tanto él estaba esperando, pero su lado juicioso le decía que eso no era lo correcto, porque le traería grandes consecuencias. él amaba a Bianca, y estaba seguro, pero él sentía que lo que ella buscaba esa noche, no era amor, quizas pasar el rato, o a lo mejor, desahogar sus penas en los brazos de él.A lorenzo le latía el corazón mas fuerte de lo normal, por suerte encontró una botella de vino tinto sin destapar, sacó de los cajones de su cocina unsacacorcho, y tiró del corcho con tanta fuerza, que fue a parar a la ventana de la cocina, quebrándola enseguida–uff, que noche, –gritó de inmediato y se sirvió una copa del tinto rápidamente, se