El frío afuera seguía ganando protagonismo, las ventanas de vidrio que cubrían la sala se veían empañadas desde el exterior, aunque adentro el calor se sentía hasta en lo más mínimo, un poco por la calefacción, pero en gran parte, la tensión de ese interrogatorio, hizo que la temperatura aumentase, sobre todo, en el cuerpo de Paulo, en quien Bianca pudo notar, una pequeña gota de sudor sobre su frente.

Paulo todavía tenia una respuesta pendiente para darle a Lorenzo, sobre de que trataban sus negocios, aunque Corsin atinó a ayudarlo enseguida, objetando sobre el hecho de que se estaba invadiendo la vida privada de su testigo, pero el juez determinó que era necesaria la pregunta.

–Pues, me dedico a la venta de casas, es un trabajo rentable para mi–agregó, Lorenzo mantenía su mirada fija sobre el hombre, con sus dos manos cruzadas pegadas a su estómago, y sostenido de la mesa, se impulsó hacia adelante y dió dos pasos hasta el hombre, con una sonrisa inquietante para Paulo, quien no l