— ¿Se puede saber qué hace una niña en esta oficina? Es que acaso no le pagamos lo suficiente señorita para que la lleve a una guardería lejos de aquí.En esta vida existen las personas con suerte y las que no, me gustaría decir que pertenezco a las primeras pero no llego a clasificar ni siquiera en las segundas. Es como si Diosito me dijera todos los días “SIGUE PARTICIPANDO” o “SUERTE PARA LA PROXIMA”.— ¡Lo siento señor! Hoy mi…—No me importa quién sea usted ni que sea suyo, este es un Resort para personas de 21 años en adelante ¿Acaso no sabe lo que eso significa o tengo que explicárselo con bolitas y palitos?Me lleva la que me trajo, este tipo ya me cae mal por su arrogancia, y eso que ni siquiera e volteado a verlo, espero tener la paciencia necesaria para soportarlo antes de que le suelte una de las mías.— ¿Está usted sorda señorita?1... 2… 3…— ¿Qué no piensa decirme nada?4… 5… 20… 25…—Por lo menos deme la cara y no sea una grosera al darme la espalda. Por si no lo tiene
LoganTengo muchos años en el extranjero, y estoy por regresar al país de mi madre para hacerme cargo de todas las empresas de la familia que por años mi padre ha mantenido en alto. Mi padre dice que ya es tiempo de que tome el control de todo en especial de un Resort en Cancún.Para ser sincero no sé qué tenga de especial ese lugar que no hay día que no me lo mencione, el piensa que no me doy cuenta de sus constantes insinuaciones.Ya me estoy cansando con sus amenazas y los chantajes de mi madre Uno «porque no regreso y la otra porque no la hago abuela todavía»Ninguno de los dos logra entender que ya tengo mi vida hecha en Italia, en donde estoy a punto de comprometerme con una flamante chica de buena familia y no pienso cambiar mis planes.No creo en el amor ni nada de eso que tanto adoran las mujeres mexicanas, solo basta con ver como mi madre se pone cuando mira sus novelas por las noches y como mi padre termina pagando los platos rotos por un personaje de la televisión que nunc
CeciliaHoy mi pequeña cumple cinco años y yo estaba encerrada en la oficina del hotel donde trabajaba como loca, en unos días llegaría la nueva comitiva que se hará cargo de las remodelaciones que se tiene programadas, además de que por fin conoceremos al hijo del dueño del resort.Para mi mala suerte la chica que le tocaba cubrir la guardia por la tarde en el puesto de recepción no se presentaría a laborar, y no encontraba quien cubriera su turno; todos estaban ocupados.Cuando eso sucedía y si estaba libre me encargada personalmente de ocupar sus puestos «a nadie le cae mal unos pesitos de más, mucho menos cuando vives prácticamente al día como era mi caso» no me daba pena hacer ninguna de las funciones que se pudieran presentar en el resort, mientras hubiera trabajo yo me encontraba feliz y agradecida.Lo único que lamentaba era que justamente hoy no estaría con ella, para celebrarla como se merecía o por lo menos comprarle un pastel de chocolate para que compartiéramos en el depa
Cecilia— ¿Ya viste la que nos espera? —cuestione con el ánimo por los suelos, mientras miraba a los jóvenes que seguían bajando su equipaje de las camionetas transportadoras.—Si querida. Lograste comer algo o tengo que jalarte las orejas como siempre Cecilia.—Quisiera darte una respuesta positiva, pero no me alcanzo el tiempo. Me entretuve con los cambios que tendremos a partir de la próxima semana. Con la llegada del hijo del señor Juan, siento que mi vida se está reduciendo a nada.—Entonces ve al comedor y consíguete algo antes de que empecemos, no quiero que te me desmayes en medio de la jornada; porque soy capaz y te dejo ahí tirada hasta que terminemos.— Gracias, no esperaba menos de ti. Como siempre tan atento y divino con todos.—Te estoy aprendiendo bien jefecita.No cabe duda que solo me llenaba de amigos locos, aquí tenía un claro ejemplo de ello. Estaba por tomarle la palabra para irme a comer algo ligero, pero mis planes se vieron arruinados por una hermosa clienta qu
CeciliaHabía pasado una semana de muchas presiones en el trabajo, y las que estaban por llegar. Tantos cambios nos tenían los nervios de punta a todo el equipo; pude apreciar la cara de tristeza del señor Juan cuando empezamos con la reunión y su hijo no más no se dignó en aparecer por ahí.Por lo que me conto después es un empresario importante en Italia y tuvo unas complicaciones que no le permitieron llegar a tiempo, se integraría con nosotros en unos días más.Mientras teníamos que hacernos cargo de la parte que le correspondía al señorito irresponsable.— ¿Lista para irnos Cecilia?—Más que lista, ya quiero llegar a mi casa para ver a mi pequeño retoño. Siento que la he dejado muy descuidada estos días; agradezco a mi vecina que se ocupa de llevarla y traerla a la escuela.—Complicado tú caso amiga, me imagino que mañana la dejaras con ella todo el día.— ¿Mañana? Pues normal, ira a sus clases y a la salida se quedara en su casa mientras llego.—Cecilia, ¿Sabes en que día vives?
CeciliaSi les dije que detesto al hijo de mi jefe, y eso que todavía no tengo el disgusto de conocerlo. El único día que tengo para descansar a él se le ocurre llegar como Pedro por su casa cambiando todo el esquema en el que hemos venido trabajando durante estas semanas.Afortunadamente los chicos no se dejaron amedrentar con sus palabras y llamaron al señor Juan Gotti, era el único que podía poner el orden en estos momentos. Yo estaba muy agotada y mis ánimos andaban por los suelos después de la conversación que tuve con la señora Anastasia respecto al padre de mi hija.Apague el celular para que dejaran de molestarme un poco, necesitaba por lo menos un día para mí y mi pequeña que estaba pasando un mal momento. Mañana en cuanto llegará le explicaría al señor Gotti lo que estaba pasando; es una persona muy comprensiva y cuando toco el tema de mi hija se le ilumina la mirada.Habla con Ivana como si fuera su abuelo y juntos son un caso perdido, tengo que intervenir para que pare de
Logan El lunes llego tan pronto que no tuve tiempo de salir del hotel para ir a visitar a mi madre, todo esto de los cambios me estaba llevando al extremo. La dichosa encargada del proyecto tuvo la terrible osadía de apagar el celular para que no la molestáramos en su día de descanso.Sin duda alguna esperaba con ansias tenerla enfrente para correrla a como se merecía, nadie me ignoraba de esa forma. Por menos de eso muchas empresas en Italia fracasaron en media hora, me había ganado la reputación de ser el malo de la historia que me daba igual si era cierto o no todo lo que se decía.Cerca de las ocho de la mañana ya me encontraba listo para hacer de las mías una vez más. Lo primero que haré será ir a la oficina de mi padre para pedirle que llame a su flamante empleada, de esta manera no se negara a llegar con el jefe a como le había dicho a la recepcionista ayer.Después la enfrentaría con todo para que aceptara que su plan establecido no era el adecuado para el proyecto, que justa
Logan Salí hecho una fiera de esa oficina para buscar a mi padre y poner las cosas en claro, esa mujer de seguro era su amante y se estaba comportando como la dueña de todo el resort; hasta aquí llegaría su juego. Nadie iba ensuciar el apellido Gotti. Afortunadamente no tuve que caminar mucho para dar con él, pero tuve que abandonar la idea al ver la cara de mi madre a su lado. No quería arruinar el perfecto matrimonio hasta no estar seguro de la situación. —Tengo el hijo más malagradecido del mundo, en lugar de ir a ver a su madre se interna en este resort para no verme como si le debiera algo. —Hola madre, que gusto verte. He tenido mucho trabajo es por eso que no he ido a visitarte. — ¿Trabajo? Si desde que llegaste lo único que has hecho es cuestionarme hijo, sobre algo que ni siquiera te he puesto atención. — ¡Padre! ¿Cómo te atreves a decirme eso? He estado trabajando en el proyecto que tú perfecta gerente ha dejado tirado este fin de semana, te recuerdo que ayer se dio el